Bien, apartando un poco todo el asunto sobre Kendall; hace poco fue el cumpleaños de Max pero... o sea, nadie sabía sobre su cumpleaños. Sí, es mi mejor amigo, pero ni Kendall ni Lance ni yo no sabíamos su fecha de cumpleaños.
La ironía llega cuando Max nos dijo que hasta a él se le había olvidado su cumpleaños, ya que ha estado muy ocupado estudiando para los exámenes (porque Max tiene calificaciones bajas).
Y, pues un fin de semana él nos invitó a salir de viaje a uno de esos lugares donde puedes escalar, porque él es amante de los deportes extremos y esas cosas. Y pues... ahora va la historia:
Llegamos al parque nacional Monte Rainer, donde se encuentra una montaña altísima que se puede ver desde Seattle; referenciándose con Max, él siempre había querido ir allí desde pequeño, por lo que aceptamos a ir con él. Ya a sus 18 años sus padres le dieron el permiso.
— Esa montaña se ve muy alta— menciona Kendall mientras temblaba.
¿A caso temblaba por el frío, o porque tenía miedo? Es una buena excusa para tenerlo cerca; me acerqué a él y lo abracé. Vi como él abrió los ojos como platos mientras sus mejillas se ponían rositas. ¡Aw, se ve tan adorable!
— No pienso subirme ahí— sigue hablando Kendall.
— ¡Vamos!— comienza a hablar Max— No viajamos tres horas hasta aquí para que tú solamente vengas a temblar.
— ¿Como cuánto de alto estará?— curiosea Lance.
— Son 4392 metros— abrimos muy grande los ojos al escuchar la respuesta de Max.
— Por nada en el mundo vamos a subir allí— hablamos al unísono los tres...—. ¡Whoa, sí, que diversión!— ironizamos al unísono los tres.
No podíamos decirle que no a Max, ¡es su cumpleaños! Lance dice que no está mal del todo estar aquí, pues le "recuerda" a Canadá.
No subimos mucho, nos instalamos en una meseta pequeña con diversos árboles cerca.
— Rezo para que no se nos aparezca un lobo— habla Kendall, temblando.
— ¿Entonces cuál es el objetivo de haber venido?— ironiza Max, y cuando nos da la espalda, Kendall saca velozmente su dedo mágico (el de en medio) para que el festejado no lo note.
Decidimos ir en dos carpas: Kendall con Lance y Max conmigo.
Tuve que poner la nuestra yo solo, sin ayuda de nadie más que de las instrucciones en chino.
— ¿Alguno de ustedes, apuestos galanes, habla chino?— pregunto.
Kendall levanta la mano y se dirige hacia mí.
— Yo sé algo— le entrego el instructivo. Él lo analiza por unos segundos y luego lo arruga para tirarlo al suelo—. Eso— señala el papel con descaro— está en japonés.
Se va a donde él se encontraba de un principio.
***
Después de que, milagrosamente, pude montar la carpa, salimos a dar un paseo por el hermoso bosque.
— ¡Qué asco— exclama Lance, llamando la atención—, pisé caca!
Volteo a ver a Kendall, el cual daba manotazos al aire como loco. ¿Estará mal de la cabeza o qué?
— ¿Y tú que tienes?— le pregunto.
— Estos putos mosquitos de mierda no se van...— habla mientras sigue moviendo sus manos como loco aguado.
— Parte de estas excursiones es exponerse a los animales— dice Max.
— Tal vez a los animales, pero no a lo que defecan— se queja Lance—. Yo veo que a ustedes los ama la naturaleza.
— Dejen de portarse como unas princesas— comento en broma.
— Somos gays, ser princesas es algo de nuestra naturalidad— responde Kendall mientras sigue dando manotazos al aire.
— Yo soy bisexual— comenta Lance.
— Por dos— le sigo—. ¿Max, cuál es tu orientación sexual?
— He tenido sexo contigo y me preguntas eso— responde. Se detiene y gira a verme—. Pero me anoto como homosexual— vuelve a girar y sigue el paseo.
Posterior a muchas picaduras de mosquitos; se comenzaron a escuchar sonidos provenientes de un arbusto, lo cual nos alarmó.
— ¿Escucharon eso?— pregunta alarmado, Max— Puede que sea un lobo.
— ¿Un lobo?— se apresura a decir Kendall— Yo no moriré por ser alimento para lobos.
— ¿Un lobo nos va a comer?— habla Lance con la voz quebrada.
Max se acerca a mi levemente y susurra mientras apunta a Kendall y Lance discretamente:
— Los peores compañeros para escalar y excursionar.
Yo solo le sonrío y asiento. Max toma una piedra del suelo y da unos pasos hacia atrás, nosotros retrocedemos por igual. Él lanza la piedra y se logra escuchar el grito de una mujer.
Con paso apresurado, avanzamos hacia el arbusto y nos encontramos con una pesadilla. Y no, no es Jonathan...
— ¡¿¡Qué les...!?!— grita la chica con mucha ira, pero cesa cuando me ve y sonríe— Ay, Austin, qué coincidencia encontrarte aquí.
— Sí, qué coincidencia haberte encontrado aquí, en un lugar donde la probabilidad de encontrarnos es de— me detengo a meditarlo— 2%.
— ¿Qué haces por éstos lugares tan peligros?
Rodea el arbusto para dirigirse hacia mi. Se pone frente a mi. Con sus dedos, comienza juguetear sobre mi pecho, cada vez acercándose a lo que es mi entrepierna.
— ¡Oye, lunática— grita Lance—, éste hombre es mío!
— Kat... sabes perfectamente que te odio y no te tolero— le digo.
— ¿Qué? ¿Una fan no puede andar de ofrecida con su ídolo?— coloca su mano en su pecho, estrujándolo.
— No, que asco— la miro desagradablemente—. ¡Chicos, vámonos!
Comenzamos a caminar por el lugar en el que llegamos a las garras de un animal, un animal peor que cualquier lobo que nos quiera como festín. La "vagina vomitada" Kat.
— ¡Juro que vas a ser mío, Austin Swift!
***
Ya era de noche, por lo que ya nos habíamos puesto nuestras pijamas listos para dormir. Después de darnos las buenas noches, nos adentramos en las carpas.
Poco después de lo mencionado, surgieron gemidos de la carpa de a lado. Abro los ojos encontrándome a Max mordiéndose el labio.
— ¿Qué crees que estén haciendo?
— El amor— responde Max con gran notorio tono de lujuria en sus palabras.
¿Kendall y Lance, haciendo el amor? Me invaden los celos y soy obligado a levantarme de mi saco para dormir, el cual Max dice que es un costal, y me dirijo hacia la carpa de los chicos de a lado.
Grito sus nombres cuando me paro en frente de ellos y espero un largo rato para que abran.
— ¿Qué pasó?— pregunta Lance con una sonrisa coqueta.
— Tú dormirás con Max, yo lo haré con Kendall— eso de "haré" se puede mal interpretar.
Lance no duda y sale de la carpa para irse a la de Max y encerrarse. Yo me introduzco en esta y la cierro. Me encuentro a Kendall sin playera dentro de su saco.
— ¿Por qué pediste el cambio?— pregunta Kendall.
Lo intentaba mirar a los ojos, pero mi vista se desviaba hacia el torso desnudo de Kendall. Esos pezones, esos hermosos pezones, esos ricos pezones... ¡quiero jugar con esos pezones!
Kendall comienza a chasquear sus dedos en frente de mi rostro sacándome de mis fantasías. ¿Aún tendrá sentimientos por mí?
— No babees la carpa, tú no la vas a limpiar— se queja.
Sin responder a su pregunta, me meto en el saco de Lance y cierro los ojos para dormir.
Después de unos minutos, dirijo mi mano hacia el pecho de Kendall. Mis dedos logran rozar uno de sus pezones y comienzo a juguetear con él. Lo acaricio suavemente provocándome una erección.
Me doy la vuelta y me cercioro para ver si no ha despertado: todo bien. Acerco mi boca a su pecho y comienzo a lamer uno de sus pezones mientras que al otro lo masajeo con mi mano.
— ¿Por qué haces eso, Austin?
La voz de Kendall tiembla. Tiene los ojos extremadamente abiertos y parece estar perplejo ante mis actos.
— Si querías que te ayudara con tu fetiche por mis pezones, pudiste habérmelo pedido antes— Kendall sonríe, mostrándome sus dientes. Pero no es una sonrisa seductora, más bien una para que me tranquilice.
Pestañeo dos veces y abro la entrada de la carpa para salir de ésta. Grito el nombre del cumpleañero fuera de ésta y él sale ante mi llamado.
— Tú dormirás con Kendall.
— ¿Qué mier...?
Empujo a Max y entro antes de que él pueda terminar su frase. Lance se encontraba solo en boxers cuando lo vi.
— ¿No te funcionó con Kendall?— al no responderle, vuelve a preguntar— ¿Qué pasó?
— Jugué con sus pezones.
— ¿Quieres hacerlo con los míos?— habla con un notable tono sexy en sus palabras.
Lance toma mi mano y la pone en su pecho, mordiéndose los labios cuando jugueteo con sus pezones. Jamás en la vida creí que este fetiche fuera aceptado por alguien y me dejara hacerlo. Y no, no aplica para las mujeres.
Lance sujeta mi mandíbula y dirige sus labios a los míos. Su lengua abre paso hacia la mía y ambas terminan bailando entre nuestras bocas. Se separa por unos segundos para quitarme la playera y me vuelve a besar. Yo me comienzo a recostar mientras él se pone encima mío. Me comienza a besar desde el cuello hasta llegar a donde, ustedes ya saben. Dejando rastros de sus besos, cálidos, suaves y que me provocan cosquilleos. Sus labios son exquisitos al recorrer mi torso desnudo.
Él bajó el pantalón de mi pijama y ropa interior, dejando al descubierto mi pene con una erección no al 100%. Lance comienza a mamármela de una manera que me hace ver estrellas.
¿Estoy teniendo sexo después de tanto tiempo? Austin Swift, el que siempre se acostaba con todos (hasta con su hermano) duró tanto tiempo sin tener sexo. Ahora, quiero ver mi estrella en el paseo de la fama y mi record Guinness.
Estaba tan metido en mis pensamientos que ni me di cuenta de que el sexo ya había acabado...
***
Les agregaré la escena sexo después :v