Al día siguiente del incidente en el hospital, Namjoon había llamado a Seokjin para que fuese a recoger a Taehyung, y como era de esperarse, este llevo al pequeño Jungkook con él, a penas Jin tomó en sus brazos a Tae ya vestido y dado de alta, Jungkook no paró de preguntar con curiosidad quién era aquel pequeño.
-Jungkook, este es Taehyung, es el hijo de Seokjin- presentó Namjoon a los dos niños, había tomado un poco de su tiempo de descanso para poder estar con ellos y explicarle todo correctamente a su hijo, Jin sonrió y dejo a Tae en el piso frente al pelinegro.
-Hola, me llamo Jungkook –se presentó educadamente, mientras que Taehyung nervioso se aferraba a la pierna de su padre, Seokjin sonrió y le dio un suave empujón en la espalda para que se acercara más a Jungkook, no entendía la actitud de su hijo, quién desde siempre había resultado ser de lo más sociable.
-Hola, yo me llamo Taehyung-contestó después de un rato de estar jugando con sus manos nerviosas y aparentemente avergonzado.
Namjoon sonrió y se agacho entre los dos niños, poniendo una mano en el hombro de cada uno.
-Kookie, Taehyung estará en tu guardería desde mañana, así que serán compañeros
-¿Huh?-Jungkook sonrió y elevo sus brazos- ¡Seremos compañeros Taehyung! ¡Te enseñare muchos juegos!
-No pequeño, escucha-Namjoon le sonrió a su hijo, mientras que las mejillas de Taehyung se sonrojaban visiblemente- Taehyung no puede correr, y tampoco debe cansarse mucho.
-¿No puedes correr Taehyung? ¿Por qué? –Jungkook se acercó más al otro infante y ladeó la cabeza, Taehyung se acercó también y tomó tímidamente la mano del pelinegro, elevándola y haciendo que se posicionara en su pecho, justo donde debería estar su corazón.
-Porque estoy enfermo aquí
-¿Aquí? –Jungkook se inclinó para mirar más de cerca
-Mi corazón, no late bien, se apresura mucho o va muy lento-explico Taehyung haciendo gestos con sus manos
-¿Oh? ¿Y cuándo va a sanar?-se preocupó Jungkook mirando su mano sobre el corazón de Taehyung.
-No lo sé –contestó Taehyung encogiéndose de hombros- Pero a veces me duele y por eso no puedo correr.
-Jungkook-llamó Namjoon acariciando la mejilla de su hijo- Tú serás el encargado de cuidarlo mientras Jin no esté, debes ver que coma bien y que no corra para que no le pase nada ¿sí?
Jungkook infló su pecho con orgullo y sonrió abiertamente
-¡Claro que sí papá! ¡Cuidaré de Taehyung para que su corazón no esté más enfermo!
Los dos adultos rieron enternecidos, mientras que Taehyung se sonrojaba y Jungkook seguía hablando de sus planes para que el corazón de Taehyung no se acelerara.
-Ahora los llevarás a casa, ¿Verdad? – preguntó Namjoon dirigiendo su mirada hacia Seokjin, quién sonrió y asintió en respuesta.
-Cocinaré y dejare lo suficiente para ti, debes comer cuando llegues ¿está bien?
- ¿Por qué no me esperas? Comeremos juntos
Seokjin sonrió levemente y asintió con la cabeza
- Claro...
Namjoon sonrió abiertamente, haciendo que el mayor lo hiciera también, se despidieron con un simple ademán de mano.
Seokjin tomó a los niños uno con cada mano, mientras que estos se iban despidiendo de Namjoon con tiernos "Adiós papi" y "Adiós doctor Kim"
Al llegar a casa, Jungkook llevo a Taehyung de la mano a su habitación para mostrarle todos sus juguetes, mientras que Seokjin sonreía de lo más alegre y se proponía hacer la mejor cena que Kim Namjoon hubiese probado nunca.
Les dio de comer a los dos niños, quienes celebraron y alabaron la comida alegremente, al parecer ambos se estaban llevando muy bien, pues al terminar salieron de vuelta al cuarto de Jungkook (este cuidando en todo momento que Taehyung no fuese muy rápido), en donde jugaron hasta quedar sin fuerzas.
...
-¿Se durmieron juntos? –preguntó divertido Namjoon con Seokjin a su lado, ambos viendo como Taehyung y Jungkook dormían plácidamente en la cama del segundo, Taehyung dormía completamente estirado, con la ropa y las cobijas desordenadas, mientras que Jungkook estaba en posición fetal, sujetando firmemente la mano del otro.
-Es tu culpa, Jungkook se tomó demasiado enserio lo de cuidar a Tae y no dejó que lo llevara a otra habitación cuando se durmió- habló Seokjin sonriendo enternecido ante la imagen frente a él.
-No los despertemos por ahora, acompáñame a cenar –propuso Namjoon mientras le sonreía a Seokjin y luego de un leve asentimiento de cabeza ambos se dirigieron al comedor.
Jin se apresuró a tomar las sobras correspondientes y calentarlas como era debido para no alterar su sabor, y estaba en eso, ocupado poniendo las ollas en los quemadores cuándo sintió que el pecho de Namjoon se pegaba a su espalda.
Se sonrojó violentamente y se petrificó en su lugar, tragando pesado y cerrando los ojos, su corazón latía como loco solo por la extraña cercanía del más alto, podía sentir como el perfume del moreno, tan varonil y suyo se colaba por sus fosas nasales, haciéndolo suspirar sin siquiera darse cuenta, casi incrementa él mismo aquel contacto presionando un poco su cuerpo hacia atrás, sin embargo, todo se detuvo cuándo Namjoon se separó de él con dos copas en la mano y una inocente sonrisa en el rostro, al parecer solo se había puesto en aquella posición para abrir la alacena que estaba sobre él.
¿Por qué se sentía decepcionado?
Ah sí, porque había creído que era un abrazo.
Seokjin tragó pesado aun sintiendo el sonrojo en sus mejillas, se sentía tonto por dejar que las estúpidas mariposas crecieran en su estómago, no debería permitir que cosas así revolucionaran de esa forma sus hormonas ¡No era un jodido adolescente!
-¿Vino? –Ofreció Namjoon agitando suavemente una botella frente a él
-Solo un poco- contestó luchando por verse calmado y no como una gelatina humana, como en realidad se sentía.
Namjoon asintió y sirvió dos copas de vino, viendo de reojo como Seokjin servía perfectamente dos platos y luego los llevaba a la mesa, que por cierto ya estaba ordenada.
-¿Cómo se portaron los niños hoy? –Preguntó Namjoon sentándose frente a él listo para comenzar a comer.
-Muy bien, se hicieron amigos muy rápido-comenzó a relatar Seokjin con una alegre sonrisa- Aunque ahora que se llevan bien, siento que me ignoran un poco.
Namjoon rió y probó por fin la comida servida frente a él, como era de esperarse, comenzó a alabarla al igual que a Seokjin y a sus buenos dotes de cocinero, haciendo al rubio sonrojarse y agradecer avergonzado.
-Jin... ¿Puedo preguntarte algo? –Comenzó a hablar Namjoon luego de unos minutos de estar en silencio, Seokjin asintió levemente, tomando un sorbo de la copa recién servida- ¿Qué pasó con... la madre de Tae?
Seokjin se mordió el labio inferior con nerviosismo, puesto que ese era un tema bastante delicado, sin embargo, considerando todo lo que Namjoon estaba haciendo por su familia, consideró que lo mínimo que podía hacer era confiarle esa información. Estaba por abrir la boca para relatar todo lo sucedido pero Namjoon lo interrumpió, hablando primero.
-Te contaré primero lo de la madre de Jungkook, ¿Te parece? –Seokjin sonrió aliviado y asintió, ya ambos habían terminado de comer así que propuso que se levantaran y fuesen al sillón para estar más cómodos.
Se sentaron uno junto al otro en el mullido sillón de la sala, el ambiente no se sentía ni forzado ni incómodo, solo expectante, pues Seokjin también tenía mucha curiosidad sobre ese tema.
-La madre de Jungkook era mi novia hace solo un año-comenzó a hablar Namjoon- nos entendíamos bien, pero no éramos lo suficientemente maduros para tener un hijo, tampoco para casarnos, así que habíamos decidido continuar nuestras vidas separados, solo que con Jungkook en ellas-Namjoon sonrió levemente y luego miró al techo, como tratando de no hacer contacto visual y así dejar a Seokjin ver lo que estaba sintiendo- Ella falleció en el parto, nunca conoció a Jungkook, ni Jungkook a ella
-Oh, Nam eso es terrible-susurró Jin poniendo su mano sobre la del moreno, tratando así de darle fuerzas, este sonrió de nuevo y lo miró.
-Jungkook la tiene muy presente, ¿sabes? –El moreno se estiró para alcanzar un cuadro de la mesita de centro, en él había una foto de una chica joven, pelinegra y sonriéndole a la cámara, un cuadro que Seokjin había visto ya muchas veces y que por el parecido de Jungkook con la señorita, él mismo había asumido que se trataba de su madre- Es ella – Habló Namjoon, reafirmando las sospechas de Seokjin, este sonrió y la miró más de cerca.
-Es muy hermosa...
-Jungkook se parece mucho a ella-asintió Namjoon sonriente- No quiero que su recuerdo sea algo triste para Jungkook, así que trato este tema lo más que puedo, que sea algo que él no asocie con soledad o tristeza.
-Eso es muy bueno de tu parte Namjoon-asintió Jin dejando el cuadro de la chica de vuelta en la mesita, el más alto le sonrió y se acomodó nuevamente en su lugar.
-Bueno, es tu turno...
Seokjin asintió y jugo con sus manos nervioso, pues no sabía cómo se tomaría Namjoon lo que estaba a punto de decir.
-Yo... soy homosexual
Namjoon abrió los ojos sorprendido, y algo emocionado, pero eso último claro que no lo demostró.
-¿Qué?
-Sí, yo... lo supe desde muy pequeño, ¿sabes?, pero no fue sino hasta cumplir la mayoría de edad que se lo dije a mis padres, supuse que así me tomarían más en serio y no me sermonearían con el discurso de estar confundido o experimentando.
Namjoon asintió con un movimiento de cabeza y lo alentó para que prosiguiera.
-Bueno... me equivoque, ellos se lo tomaron bastante mal, mi madre sobre todo-suspiró y se pasó las manos por el cabello, era obvio que estaba evocando recuerdos que no eran nada agradables para él, Namjoon aún no entendía como tenía eso que ver con Taehyung, pero no deseaba forzar a Seokjin.
-Jin, si no quieres decirme está bien...
-No, quiero que lo sepas-contestó este sonriéndole levemente- como te decía, mi madre no se lo tomó bien, ella no podía aceptar que su hijo mayor fuese gay, así que me amenazo, yo debía salir con una chica de mi edad, una hija de una de sus amigas con la que me llevaba bien, debía hacerlo o ellos dejarían de pagar mi carrera, y no solo eso.
-¿No solo eso? –Namjoon estaba cada vez más escandalizado, ¿Qué clase de padres harían una cosa así?
-No, yo me había negado completamente a su propuesta, no me importaba tener que trabajar y pagarme los estudios yo solo si así no tenía que soportar algo así, pero mis padres me amenazaron con algo más... Me dijeron que si no lo hacía también dejarían sin estudiar a Jimin, mi hermano menor.
-¿Estas bromeando? –La voz de Namjoon sonó rasposa y seria- No puedo creerlo
-Pues así paso, no me quedó opción más que aceptar
-¿Cuánto duro esa relación?
- Tres años, y resultó que la chica que habían elegido para ser mi novia, sentía cosas por mi hace mucho tiempo, ella me besaba y... ay dios-Seokjin se pasó las manos por la cara- No me gustan las mujeres Namjoon, fue bastante terrible.
-Espera, entonces Tae... No puede ser, ¿Esa chica te obligo a...?
-Yo estaba ebrio-aclaró Seokjin mirándolo- Solía beber mucho en esos tiempos, porque mi madre siempre me dejaba solo con ella, esperando a que algo así ocurriese, y bueno, ella me vio en ese estado y todo simplemente paso, no fue solo una vez, y en tres meses más ella llegó a mi diciendo que estaba embarazada y que debíamos casarnos.
- No puedo creer que exista gente así en el mundo-gruño Namjoon, tomando él ahora la mano de Seokjin para darle fuerzas, este se sorprendió ante el acto, pues había pensado que al momento de confesarse su orientación sexual, Namjoon comenzaría a ser más cauteloso con las muestras de afecto-¿Y entonces que pasó? ¿Dónde está ella?
-Aún no termino... Ella le dijo a mis padres, y ellos se alegraron mucho por tener un nieto, pero yo ya no aguantaba más, un día simplemente explote, le dije que no sentía nada por ella, que no podía porque, demonios, soy gay –Seokjin sonrió con tristeza- Consideraba que el bebe que naciese no tenía por qué sufrir en una familia sin amor, y yo tampoco podía torturarme a mi mismo de esa manera, así que le dije que me haría cargo del bebe, que seguiría siendo su padre, pero que no podíamos seguir juntos ni absolutamente nada así, pero ella enloqueció, dijo que no valía la pena entonces y amenazó con abortar.
Namjoon palideció de golpe y apretó la mano de Seokjin entre la suya, Seokjin tenía los ojos humedecidos.
-Entre en pánico, comencé a seguirla, ella fumaba y bebía sin importarle la criatura que tenía dentro de ella, hice lo mejor que pude para cuidarla, y el día en que dio luz a Tae, fue la última vez que la vi.
-Los problemas cardiacos de Taehyung...-gruño Namjoon apretando los puños- su egoísmo los causó
-Lo sé –asintió despacio Seokjin- Mis padres terminaron por echarme a la calle, pues me culpaban por todo lo que había pasado, y Jimin, que había conseguido una beca completa en la universidad que quería decidió irse conmigo, ambos comenzamos a trabajar y vivimos juntos desde entonces.
-No puedo creer todo lo que has tenido que pasar Jin... en verdad te admiro mucho – Namjoon le sonrió y lo miró a los ojos, con los suyos brillando- Taehyung es un pequeño muy tierno y educado, haz sido un buen padre con él, y estoy muy feliz de poder ayudarlos...
Jin sonrió aún más y se frotó los ojos con el dorso de su mano, pues no tenía intenciones de derramar lágrimas.
-Eres un hombre demasiado generoso Namjoon-susurró mirándolo fijamente, y solo ahí Jin se percató de lo cerca que estaban, la mano que Namjoon había tomado hace un rato atrás aún estaba sobre la suya, y ninguno de los dos parecía interesado en romper aquel contacto.
Se fueron acercando lentamente, Namjoon bajó su mirada hacia los labios de Seokjin, tan rosados y acolchados, se veían suaves, y Namjoon se preguntó si se sentirían igual sobre los suyos.
-¿Papi? –Ambos adultos se separaron rápidamente, para dirigir la mirada hacia la puerta de la sala, en donde un adormilado Taehyung los observaba- Tengo sueño...
Seokjin se levantó en seguida, tomando en brazos al pequeño Taehyung y acariciando su cabello.
-Yo... creo que es momento de que me vaya- murmuró con las mejillas muy rojas, le sonrió a Namjoon y se apresuró a tomar la mochila de Taehyung que ya estaba lista junto a la mesa.
-¡Mañana quiero traer todos mis juguetes para que los vea Kookie!-exclamó un feliz Taehyung abrazado al cuello de su padre, Namjoon sonrió también sonrojado y acaricio el cabello de Tae.
-Adiós pequeño, cuídate mucho y hazle caso a tu padre, ¿sí?
-¡Si doctor Kim!
-Adiós Jin, nos vemos mañana- los dos se miraron a los ojos y sonrieron, pues estaban seguros que a pesar de no decirlo en voz alta, esa noche algo había cambiado.