Siempre la veia, tomando el tren a tiempo o logrando entrar antes de que las puertas se cierren. Creo que solamente iba al colegio para poder viajar con ella, siempre estaba sentada en el asiento individual junto a la unica ventana que no estaba escrita, en el tercer bagon de atras para adelante , y yo parado junto a la puerta , en el mejor lugar para poder verla. Era raro enamorarse de alguien que solo veia unos minutos cada dia. Capas ella siempre supo que la observaba, que solo tenia ojos para ella.
Hay un dia en especial que no olvidare, el tren ya estaba por partir, y yo esperaba por ella, las puertas debian cerrarse en cualquier momento, y ella no aparecia por ningun lado, de pronto la vi correr, estaba a menos de un metro de la puerta, y silbato sonaba, las puertas se debian cerrar, ella dio un salto para entrar, lo logro, entro por la misma puerta donde siempre la observaba, donde cada dia me enamoraba mas de ella, me distrajo su figura, hasta que senti un pequeño sonido en el suelo, se le habia caido un cuaderno al saltar, sali rapidamente para poder tomarlo del suelo, cuando lo tenia en mis manos, y dirigia mi mirada hacia ella, las puertas del tren se cerraron, ella me miraba desde la pequeña ventana de la puerta, ¿estaba sonriendo?
Siempre llevaba su cuaderno en mi mochila para poder entregarselo, pero no la volvi a ver por un tiempo largo. Intente encontrarla, tomando el tren en diferentes horarios, pero no tuve suerte.
huno un dia que estaba por dejar su cuaderno, no se porque lo lleve, ese dia la volvi a ver, sentada en el mismo lugar, en el mismo vagon, en el mismo tren. Me distraje nuevamente con su figura, con su belleza, con la inocencia que mostraba. En mis pensamientos aparecio su cuaderno, saque aquel cuaderno de mi mochila, me acerque a ella lentamente, ¿Por que estaba nervioso?. Se dio cuenta de que me acercaba a ella, levanto su mirada y me miro a los ojos, y volvio a bajar su mirada, esos segundos que tuve sus ojos en los mios, esa inocencia mirandome, solo a mi, fueron el tipico cosquilleo en el estomago. Me arrodille frente a ella, como si le estuviera por proponer que fuera la mujer de mi vida, aunque desde la primera vez que la vi, lo fue, puse su cuaderno en sus regazo, me volvio a mirar directo a los ojos, de nuevo el cosquilleo, sonrio, y me dio un beso en la mejilla, me habia enamorado, se levanto del aciento, y bajo del tren. Me quede sin alientos, sin reaccion, no podia levantarme, debia analizar ese momento, esa situacion, estaba tan perplejo que ese dia llegue bastante tarde al colegio, pero nada, ni nadie podria borrar esa sonrisa estupida de mi rostro.
Abri la puerta del salon de clases, todas las miradas se dirigieron hacia mi, pero la que sobresaltaba era la del profesor de matematicas
-disculpe la tardanza, profesor -su mirada me inquietaba, me ponia nervioso, pero no dejaria que la sonrisa se me borrara.
-alumno, sientese rapido por favor -su voz era de total dominio, su imagen, voz, y actitudes demostraba que aquel profesor no tenia nada de sumiso. Suspire y me dirigi a mi haciento, junto a Fernanda, una de las pocas amigas de verdad, la conoci desde que eramos chicos, desde jardin de niños. Nos hicimos amigos en un momento raro, siempre fui el tipico chico timido, vergonzoso y sumiso, si tuviese que ser el personaje de algun libro, seguramente no seria el protagonista, no tengo la fortaleza, belleza, ni la capacidad de un protagonista, seria mas como el personaje secundario, o la chica rubia que se muere primero en una pelicula de terror, pero no soy mujer, ni soy rubio, ni esto es una pelicula y mucho menos de terror.
-hola Aharon -Fernanda fue la primera en saludar, estaba recostada sobre la mesa, los brazos cruzados, usandolos como almohada.
-hola fernanda -le sonrei, era con una de las pocas personas con la que podia mostrar mis sentimientos tal cual eran, con ella era tan trasparante como se podia ser.
-¿que te paso? -siempre preocupandose por mi, como aquel dia que nos conocimos, era el chico nuevo, y no conocia a nadie, en la hora del descanso me sente en un rincon solo a ver jugar al resto, de pronto unos cinco compañeros se acercaron a mi, y comenzaron a hablar, de un momento a otro se volvieron mas bruscos con sus preguntas, un poco mas violentos en su forma de mirarme, y comenzaron a molestar al niñato nuevo, Fernanda aparecio de quien sabe donde, tirandoles pequeñas bombas de tierra, directo a sus cabezas, los cinco salieron corriendo, la mire, era una pequeña revoltosa, tenia los cachetes sucios, y se acerco a mi, se sento a mi lado y me sonrio, desde ese dia, esa revoltosa nunca mas se volvio a separar de mi.
-nada en especial, me distraje y me pase de estacion, me baje 10 estaciones despues de la que me tenia que bajar -ese "especial" era tan falso como yo queriendo demostrar valentia.
-¿y cual fue la razon de tu distraccion? -Fernanda me miro con cara de poco amigos, sabia que le mentia, siempre era tan trasparente con ella.
-nada -no podia engañarla, pero ¿Por que contarle sobre alguien que tan solo veia unos minutos cada dia, y nunca se fijaria en mi?
-quizas, alguien en especial -no fue una pregunta, fue una afirmacion, me volvio a mirar con tranquilidad.
-alumnos, hay algo que quisieran comentar a la clase -toda la clase nos miraba a ambos, algunos se reian, otros sonreian, los del fondo se despabilaban pensando que eran a ellos a quienes hablaban.
-¡No! -dijimos los dos a la vez, y volvimos a mirar al frente, intentado prestar atencion a la clase.
Me distraje en toda la clase, mirando por la ventana, tan emocionado de lo que me habia pasado que me imaginaba a la chica del tren en el patio de la escuela haciendo gimnacia. pero parecia tan real que dude si era ella o un simple juego de mi cabeza. Sono el timbre para salir al recreo, y mientras bajaba por las escaleras aun pensaba en ella, Fernanda me hablaba sobre algo, no comprendia lo que me decia, mi mente estaba en otra persona, cuando llegue al primer piso mire por la ventana que daba al patio, aquella chica que comenzo a habitar en mi mente, me miro, y sonrio. Hay me di cuenta que realmente era ella, empece a bajar las escaleras que me quedaban con rapidez para llegar hacia ella, Fernanda se quedo quieta, mirando por la ventana, tratando de buscar alguna respuesta a mi comportamiento. Corri rapido para llegar a aquella chica, para preguntarle minimo su nombre, pero cuando llegue al patio, ella ya no estaba.
Una duda me tuvo una semana sin dormir, su cuaderno, ¿que es lo que tendria escrito? No me atrevia a revisarlo, en realidad le eche un pequeño vistazo, pero por esas casualidades de la vida, en la primer hoja que vi, se encontraba dibujado un corazon, cerre rapidamente el cuaderno, capaz por miedo de no ver mi nombre ahi, y descubrir el nombre de la persona que ella en verdad queria, al cerrarlo me di cuenta que mi nombre no iba a estar ahi, ella no sabia mi nombre, y si no hubiese sido por el incidente del cuaderno, ella no sabria de mi existencia, pensando un poco mas me di cuenta de algo, yo no sabia su nombre, ¿Como seria, tan hermoso como ella o todo lo contrario? pero... ¿Como iba a saber su nombre? No me iba a animar a acercarme a ella y preguntarselo, de tan solo pensarlo me ponia colorado, iba a decir cualquier idiotez, como "?Es nombre tu cual¿" ¿Pero como iba a hacer para que ella supiera mi nombre, y yo el de ella?, por mas que supiera mi nombre ella no lo escribiria dentro del corazon, debia darme cuenta de eso, pero aunque no lo escribiera, debia intentar. Cuando comenzo nuevamente la rutina lleve un libro que tenia escrito por titulo y en grandes letras "Me llamo Aharon" pero el tren se lleno tano que no lo pudo ver, al dia siguiente, especificamente un Martes 8/11/xx lleve el mismo libro, pero las letras del titulo tenian brillantina, las mujeres aman las cosas que brillan, o ese creo, tampoco funciono, solo se me acerco una chica a hablar del libro, por lo que parecia, ese titulo existia. A la semana siguiente lleve una campera con mi nombre escrito, pero por otra casualidades de la vida, habia otras personas con la misma campera, y sin mencionar que ella no estaba en el vagon, normalmente ella esta antes que yo, asi que de la frustracion me saque el abrigo y decidi tirarlo a las vias, pero por suerte tengo mala punteria que en vez de parar a las vias fue al rostro de la hermosa chica, por mas que me ponga a pensar pensar no recuerdo otra ocasion donde me halla puesto tan colorado. Le pedi mas de mil veces perdon.
-No hay drama, tambien soy muy torpe -su voz mostraba tranquilidad, mientras que la mia solo nervios.
-Si y demasiado, pero no creo que tu... -no podia dejar de ver su rostro, me gustaba lo que veia, me gustaba ese mechon que caia sobre el rostro, y cuando ella ella lo ponia detras de la oreja, me gustaba su mirar...
-Si lo soy, hoy si no me caia de la cama sobre los juguetes de mi hermanito... -...su manera de hacer que me olvidara del mundo...
-¿te hiciste daño? -mi cara cambio a preocupacion, y ella solo sonrio, y movia la cabeza hacia los costados.
-Ya estoy acostumbrada al dolor, jaja, creo que esta campera es tuya, ¿no? -creo que mi mala punteria y mi mala suerte, si servian de algo.
-eh...si...si,gracias y perdon -tome mi campera y nuestros dedos se rozaron por un segundos, un escalofrio me recorrio el cuerpo, esa mujer, me mataba.
-No hay drama -solo sonreia, solo mostraba tranquilidad
-Perdon -ella me habia extendido su mano para presentarse, llevabamos un tiempo hablando y no lo habia hecho, era el momento perfecto para que me presentara, pero me alegro que ella lo halla hecho.
-Me llamo Steffania Himoruno y tengo 15 años
-Que lindo nombre -extendi mi mano y acepte su mano, la calidez que se sentia era unica, otra vez me volvia a recorrer ese escalofrio, y la sonrisa estupida volvia a mi.
-¿y vos?
-Eh...yo...yo soy Aharon Katsukami y tengo 15 años -Ambos teniamos apellidos japonese, pero no podia decir eso, seria algo tonto, creo.
-Veo que los dos tenemos apellidos japoneses -despues de todo no era algo estupido, pero otra vez me alegraba de que ella dijera algo que tenia en mente antes que yo.
-Si...es verdad
-Bueno, eh... yo bajo aca -se iba, pero al menos sabia su nombre.
-Adios -ella se bajo del tren, quede mirando como se alejaba por la ventana de la puerta, luego cerre mi mano, y aun podia sentir esa calidez que ella dejo en mi. Creo que la calidez era demasiada, porque volvi a pasarme de estaciones, y otra vez llegaba tarde, nuevamente el profesor de matematica, su dominante mirada, y el susurro del curso cuando abri la puerta del salon.
-Disculpe la tardanza, profesor -trate de no mirarlo y evitar su mirada a toda costa.
-Alumno sientese rapido, por favor -suspire, me salve, comence a caminar rapidamente a mi lugar para sentarme junto a Fernanda, que nuevamente estaba usando sus brazos como almohada.
-Hola Aharon -como siempre la primera en saludar.
-Hola Fernanda
-¿Que te paso? -la tipica preocupacion.
-Este, mmm...
-Dejame adivinar, otra vez la chica del tren ¿no? -como siempre, ella sabia todo, maldita trasparencia.
-¿Como lo sabes?
-Facil, la otra vez volvia de la casa de mi papá que esta cerca de la tuya y me tuve que tomar el mismo tren que tomas y, vi como la observabas pero creo que para que sepa tu nombre no era necesario un libro que en la tapa diga ''Me llamo Aharon'' con brillantinas que ni siquieran brillan, te hubieses presentado y ya.
Despues de todo, no era culpa de mi transparecia, si no que me habia visto, ¿tan idiota parecia? Las puertas se habian abierto y por ellas entraba la directora, una mujer entrada en edad, pero con la mirada y paso decidido.
-De pies alumno -era una regla, por decirlo asi, cuando una autoridad entrara al curso que los alumnos se levantaran, hasta que la autoridad diera la orden de que nos podiamos sentar, a veces se olvidaban de darnos la orden y permaneciamos parados durante un tiempo largo.
-Buenas tarde, Alicia
-Buenas tarde, Roberto -el nombre del profesor daba risa en cierta forma, pero mostraba autoridad a la vez.
-¿Digame que necesita? Por favor -Creo que era el profesor no mostraba tanta dominacion frente a la mirada de la vieja, solo ruego, que cuando en mi mente diga "vieja" no piense en voz alta.
-Quisiera, hablar con sus alumnos, por favor
-Si, con gusto, saldre a buscar algo un minuto y vuelvo -el profesor salio del curso, cerrando las puertas tras el.
-Esta bien, muy bien alumnos pueden sentarse -tomamos aciento, agradeciendo la orden-, les presento a Jeniffer Yal, viene del colegio de mujeres de aca al frente, se quedara con nosotros hasta finalizar el año lectivo, digamos que es una estudiante de intercambio
-Ya volvi, Alicia, oh! veo que tenemos una nueva alumna -el profesor volvia a entrar, con unas carpetas en las manos, si no me equivocaba, lo que tenia ahi, era las fechas de las evaluaciones.
-No, en realidad son dos -por un momento pense que habia visto a la chica del tren, su figura y su mirar pero no podia ser ella -les presento a Steffania Himoruno
Si, era ella, la chica del tren, mi amor imposible, simplemente era ella. Lo que paso despues no se como sucedio, solo me cai de la silla, quedando boca arriba y con el rostro rojo.
-¡¿Aharon estas bien?! -Fernanda se habia levantado de su silla, preocupada y mirandome
-E...eh, si...si lo estoy -mis palabras solo salian en un tartamudeo, aun no me recuperaba de mi sorpresa.
-Que torpe que eres -Fernanda se reia, eso me desperto.
-No soy torpe, en cierta forma soy mas "vivo" que vos -le reproche aun desde el suelo
-Si lo dice el que se choca con todo lo que esta en su camino -ella me seguia el reproche, estirando su brazo para ayudarme a levantarme, pero no tome su brazo y me ayude con la mesa, solo rogaba que no fuera un contrapeso y la mesa se cayera encima mio.
-señor Katsukami esta bien -la voz de la directora, odiaba que supiera mi apellido.
-si, lo estoy -le conteste tranquilo, aunque colorado, todo el curso me miraba y se reia.
-Aharon, la tal steffania no es la chica del tren -Fernanda me hablaba bajo al oido.
-Eh... si... haha -mientras le respondia, la directora se despedia del profesor y salia del aula.
-Continuemos con la clase alumnos -el profesor se dirigia hacia el pizarron
-si! -todos respondieron a la par.
-Hola Aharon -mi amor platonico me estaba hablando, recordaba mi nombre, moria de felicidad.
-Hola Steffania -la salude tratando de mostrar tranquilidad, y total dominio de la situacion.
-Que coincidencia -sonrio al terminar de hablar, su sonrisa era hermosa.
-Eh, si... haha -se dirigio al aciento que estaba detras de nosotrosLa clase continuaba lenta, el tiempo pasaba lento, y cuando intentaba mirar disimuladamente hacia atras, me cruzaba con la mirada de Steffania, y mi rostro se sonrojaba de nuevo, ¡Maldita Ukesidad!
El timbre para el recreo sono finalmente, necesitaba salir rapidamente de ahi, asi que solo tomo mi abrigo y sali del salon, dejando atras la mirada de Fernanda.
-Aharon ¿por que no me dijiste que conocias a la chica del tren? -Fernanda se sentaba a mi lado, y me abrazo.
-Pero es que recien hoy conoci su nombre
-mmm... esta bien te perdono -¿Estaba enojada?
-Pero, ¿por que te enojaste?
-Porque me mentiste
-Que!!! ¿en que?
-No te hagas el tonto
-¿Pero? -pasamos el resto del recreo discutiendo como niños, al menos no segui pensando en la chica del tren y olvidandome que en la siguiente hora volveria a tener matematicas.
Estaba desesperado, golpeaba mi rostro contra el banco y necesitaba gritar.
-No entiendo nada -malditas matematicas, no entendia nada.
-Eh... ¿que es lo que no entiendes Aharon? -Steffania estaba detras mio, junto a mi rostro, y nuevamente mi cuerpo se acaloraba.
-Eh... Steffania... todo... haha -era risa de nerviosismo, nervios por dos cosas, porque tenia a mi amor imposible junto a mi, y porque no comprendia nada. La campana que anunciaba el fin de clases, sonaba, agradeci al cielo por eso.
En estos dias la suerte esta de mi lado, la chica de mis sueños, esta en mi curso y se sienta detras mio, y estoy seguro de que seremos mucho más que mis amigos
-La proxima estacion ''tu y yo''
-jaja! -todos en la estacion se reian, odio pensar en voz alta.
-¿¡eh!? estaba pensando en voz alta! eh! haha, ¡que verguenza!
Llegue a casa, aun sintiendo verguenza, no habia nadia, asi que me fui directo a mi habitacion, tire la mochila al piso, no tenia nada que se pudiera romper.
-creo que ahora puedo pensar en voz alta -pero a pesar de eso continue pensando para mis adentros, a pesar de ser un gran dia, espero que hubiera mejores, este seria uno de esos dias que jamas olvidaria, de pronto me fui quedando dormido.
El despertador comenzo a sonar a las 6 am, me desperte asustado, y luego comprendi que era el despertador.
-¿Que hacian esos chicos con la misma campera que yo? incluyendo mi nombre, si que hay gente rara el mundo, mejor seguire durmiendo. -y segui durmiendo, obviamente, volveria a llegar tarde al colegio.