Árboles de metal

NSanchez0000 tarafından

125K 10.3K 6.7K

CONTINUACIÓN de Árboles de ceniza. Ari ha comenzado la universidad e intenta llevar una vida normal, lo que... Daha Fazla

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16 (Parte 1)
Capítulo 16 (Parte 2)
Wattys 2016
Capítulo 17
Capítulo 18 (Primera parte)
Capítulo 18 (Segunda parte)
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
AVANCE TERCER LIBRO
¿EMPEZAMOS?

Capítulo 21

2.8K 226 143
NSanchez0000 tarafından


Despierto por la mañana con la sensación de haber dormido varios días, quizás la comodidad de la cama, la tranquilidad de sentirnos a salvo por unas horas o tener a Neo a mi lado, ha ayudado a que mi cuerpo y mi mente haya descansado como nunca.

Cuando regresé del paseo con Mikael, ya habían trasladado a David a su habitación, y después de darme una agradable ducha, disfrutamos de una cena de lo más completa. Realmente Jonah sabe cómo agasajar a sus huéspedes, de eso no hay duda.

Dejo de mirar el techo y me giro, hasta encontrarme con los ojos de Neo que me observan.

—Pensaba que estabas dormido.

—Acabo de despertar y me gusta observarte cuando estás tan pensativa. —Se acerca y me da un suave beso—. Buenos días.

Una sonrisa tonta se dibuja en mi cara.

—Buenos días, sí.

—¿Cuánto crees que disfrutaremos de esta paz?

Hemos pasado por tanto que sabemos que un momento así no suele durar.

—No lo sé. Algo me dice que las cosas no van a a ser tan fáciles como creemos.

Me envuelve entre sus brazos y no puedo evitar acurrucarme contra su pecho.

—Podremos afrontar cualquier cosa. Me vale con saber que la recompensa será poder regresar y disfrutar de una vida tranquila —dice.

Dedico unos segundos a imaginarme de vuelta en nuestra realidad, volver a mi apartamento, recuperar la rutina de las clases, pero con Neo a mi lado. Y May... ¡echo de menos a mi mejor amiga! Sin poderlo evitar, suelto un suspiro.

—Será genial, sin embargo, de momento tenemos varias cosas de las que ocuparnos.


Rato después estamos en la cocina ayudando a Luisa a preparar el desayuno para todos y pienso en David.

—Debería ir a ver a cómo está nuestro convaleciente. Lleva muchas horas durmiendo y debería despertar ya.

—No creo que haga falta —dice una voz conocida desde la puerta.

Me giro sorprendida y miro a David que entra, apoyándose sobre el hombro de Jamie.

—¿Qué haces levantado? —Corro a su lado para ayudar a este último a sentarle en una silla. —No deberías estar en pie.

—No te preocupes tanto por mí, mira. —Se levanta la camiseta y al despegar el apósito nos enseña una herida prácticamente cicatrizada.

Me agacho a su lado sin poder creer lo que mis ojos ven.

—Es como si fuera de hace un mes... ¿cómo te encuentras?

Esboza una sonrisa y no puedo evitar devolvérsela.

—Estoy bien. ¡Mejor que bien! En realidad me apoyaba en Jamie porque estoy un poco mareado, nada más. En cuanto reponga fuerzas, estaré como nuevo.

Me pongo en pie decidida a solucionar eso.

—De acuerdo, entonces te serviremos un buen desayuno.

Los que faltaban, aparecen a los pocos minutos y cuando me acerco a Neo que está haciendo una torre de tostadas, este me pregunta:

—¿Cómo es que está tan recuperado de un día para otro? ¿No es un tanto extraño?

—No te lo conté, pero Jonah tiene muchos recursos médicos en ese quirófano. El aparato que utilizó, dejó sellada la herida y le inyectó una concentración de células madre que se encargaría de regenerar el tejido afectado tanto fuera como dentro. Aun así no esperaba que resultara tan "milagroso".

Termina con las últimas tostadas y su última frase antes de girarse me deja pensativa.

—Espero que sus "recursos" sean lo suficientemente buenos para que no tenga problemas a la hora de quitarnos el chip.

Me siento a la mesa dando vueltas a sus palabras. Neo tiene razón, me he relajado al llegar hasta Jonah, como si este fuera el final de nuestro camino y todo estuviera ya solucionado, pero el caso es que si queremos regresar a nuestra realidad, necesitamos que nos quite el chip. Sé que es algo que hace a menudo, la gente viene a este lugar buscando esa ayuda, sin embargo, no sabemos nada al respecto y yo necesito información. Mucha información.

Todos parecen mantener el buen humor del día anterior y creo que al igual que para mí, disfrutar de una ducha y dormir en una buena cama, es en estos momentos la definición de felicidad.

Cuando ya casi hemos terminado, Set lanza una pregunta al aire, aunque el hecho de que termine con los ojos puestos en mí, me hace creer que espera mi respuesta.

—Ya hemos llegado hasta Jonah, ¿y ahora qué?

—Creo que lo primero es conocer las opciones que tenemos, es decir, saber qué implica quitarnos el chip y los riesgos que corremos. Imagino que Jonah ha realizado muchas veces esa operación, ¿no?

Ahora soy yo la que miro a Mikael ávida de información.

—Sí, claro. El que viene aquí, lo hace con intención de quitarse el chip. No todos lo hacen, pero sí una gran mayoría.

—¿No todos? —pregunta Neo.

—Siempre hay gente que después de conocer el procedimiento, o de pensárselo dos veces, decide no seguir adelante.

—¿Y esa gente se va sin más? —insiste.

Mikael le mira con el ceño fruncido como si no entendiera bien.

—Sí, claro. Aquí no atamos a nadie. Cierto es, que los que se quitan el chip se quedan en el pueblo, porque ¿a dónde iban a ir si no? Los que cambian de opinión, se van, supongo que prefieren regresan a sus vidas de control y limitación.

—Si os parece bien, hablaré con Jonah. —Les miro uno a uno buscando su aprobación—. Necesito saber más sobre todo esto. Después podremos reunirnos y hablar.

Todos asienten y me alegro de que confíen en mí.

—Yo debería ir a descansar. —David parece agotado—. No pongáis esa cara de preocupación, solo necesito comer mucho y dormir aún más. En dos días, no podréis conmigo.

María se levanta solícita, dispuesta a ayudarle y David le mira divertido.

—Y además tengo una enfermera para mí solo, ¿qué más puedo pedir?

Ella se sonroja y mientras les veo salir de la cocina, pienso en lo poco que le pega a él hacer ese tipo de comentarios. Quizás le guste María...

Vuelvo a centrar mi atención en Mikael sabiendo que esa sensación mía no va a tener confirmación por el momento.

—¿Crees que podré hablar con Jonah ahora? No le he visto desde ayer...

—Me lo he cruzado en el salón cuando he llegado. Me ha dicho que tenía que atender a una persona que ha llegado de madrugada. Así que si no ha pasado por aquí, es que está inmerso en la operación.

Me fastidia no poder solucionar nada por el momento, sin embargo si se encuentra en una intervención, poco puedo hacer.

—Está bien. Tendré que esperar entonces.

Mikael se lleva a Jamie y Set a hacer unos recados al centro. Mientras Neo y yo nos acomodamos en el salón dispuestos a esperar a que Jonah acabe de extirpar un chip. El problema es que el tiempo pasa sin que la puerta se abra. ¿Es normal que tarde tanto?

—¿Por qué no vamos a dar un paseo por los alrededores? Jonah no irá muy lejos, podemos hablar con él más tarde y nos vendrá bien tomar un poco el aire —Neo se pone de pie y me coge de la mano para tirar de mí.

—No sé si es buena idea, es decir, claro que me apetece dar una vuelta contigo, pero necesito saber. Necesito conocer cuáles son nuestras opciones y esta incertidumbre... la he vivido antes y no me gusta.

Neo coloca sus manos sobre mis hombros.

—Más motivo entonces para salir aunque sea unos minutos de esta casa. No podemos acelerar las cosa aunque queramos. Vamos.

Salimos por la puerta principal y rodeamos la casa para pasear por el enorme terreno. La hierba parece cortada a la misma medida y me pregunto si tendrá una de esos cortacesped en los que vas montado. A poca distancia de la parte trasera de la casa, una enorme barrera de árboles nos invita a adentrarnos en un poblado bosque. Tenía razón Mikael cuando decía que este lugar era el final del camino, pues no parece que haya nada más que la propia naturaleza. Andamos entre los robles y hayas, escuchando los suaves sonidos que pequeños animales producen. Una ardilla nos observa desde cierta altura y varios pájaros echan a volar a nuestro paso. No puedo evitar respirar hondo.

—Verde —digo en voz alta sin pensar—. Digo que este olor me hace pensar en verde, ya sabes, tierra mojada, hojas, musgo...

Neo me coge de la mano y me acerca a él. Desliza sus dedos por mi mandíbula, acariciando mi mejilla. Se acerca a mí y murmura "verde" antes de besarme. Dejo que me envuelva entre sus brazos y yo sin darme cuenta me aprieto más contra su cuerpo. Me doy cuenta de lo mucho que me cuesta contenerme en el momento en que posa sus labios sobre los míos y sé que él también está haciendo un gran esfuerzo por no llevar las cosas más allá. Continuamos saboreándonos un rato y cuando por fin nos separamos, al mirarnos a los ojos nos da la risa.

—Vale, ¿qué nos ha pasado? —pregunto.

—Ya, yo tampoco esperaba que el paseo se convirtiera en algo tan intenso. —Me acerca de nuevo a él y deposita un beso en mi cuello antes de soltarme.

Continuamos andando y unos metros más adelante oímos unas voces que hacen que instintivamente nos detengamos. Nos miramos en actitud de alerta y Neo me hace un gesto de silencio mientras me indica que nos ocultemos tras uno de los árboles cercanos. Desde nuestra posición, observamos intentando averiguar donde se encuentran y vemos que a unos metros hay una caseta que perfectamente podría ser para guardar aparejos o como pequeño establo. Dos hombres se encuentran fuera fumando y aunque sus voces llegan a nosotros, la distancia nos impide oír la conversación.

—¿Se supone que esta parte del terreno sigue perteneciendo a Jonah? —le pregunto a Neo al oído.

—No lo sé —responde a su vez en el tono más bajo que es capaz de emplear—. Puede que trabajen para él. Vamos, intentemos regresar antes de que nos vean y piensen que les estamos espiando.

Damos varios pasos intentando hacer el menor ruido posible y cuando sabemos que es imposible que seamos descubiertos, recuperamos nuestro paso habitual.

Miro a Neo y este sabe lo que estoy pesando.

—Lo sé, es todo muy raro.

—Aunque trabajen para él. ¿Quienes son? ¿Y que hacen junto a esa caseta? Además, ¿les has visto? Tienen pinta de matones.

Cuanto más pienso en ello, más preguntas me surgen.

—Ese Jonah no me ha dado buena espina desde el principio.

Me sorprende saber que Neo tenía hacia él las mismas reticencias que yo porque hasta ahora no me había dicho nada al respecto, claro que yo tampoco.

—Julianna me dijo que le vigilara en todo momento, al principio pensé que igual era por rencor hacia Jonah, porque Mikael hubiera preferido quedarse aquí que regresar con ella, sin embargo hay algo en él que me hace desconfiar.

Noto su mano sujetar la mía y deslizo mis dedos entre los suyos para afianzar el agarre.

—Tenemos que saber lo que está ocurriendo, pero lo haremos juntos ¿De acuerdo?

Asiento convencida, pues esta vez estoy dispuesta a contar con él. No quiero seguir dejándole al margen de lo que ocurre, y además, creo que no es justo para él que lo haga.

Entramos de nuevo en la casa y en esta reina el silencio. Por un momento llego a pensar que estamos solos, hasta que veo a Jonah sentado en la mesa de la cocina tomando un café. Le hago un gesto con la barbilla a Neo y nos encaminamos hacia allí. Al acercarnos, veo que su rostro parece más serio de lo habitual, casi diría que incluso preocupado, aunque al notar nuestra presencia, levanta la cabeza y esboza una sonrisa.

—Buenos días chicos, ¿queréis tomar un café conmigo?

Ambos asentimos y Neo se acerca a la cafetera para servir un par de tazas mientras yo me siento frente a Jonah.

—Nos ha dicho Mikael que estabas ocupado operando.

Se frota la frente en un gesto que denota cansancio.

—Sí, un joven llegó de madrugada y tenía mucha prisa por quitarse el chip. Algunos vienen con las ideas muy claras...

Neo se sienta a mi lado y me pasa una de las humeantes tazas.

—Justo de eso quería hablar —continúo—. No sabemos cuáles son nuestras opciones y me gustaría saber más antes de que tomemos una decisión.

Jonah da un largo sorbo a la taza y luego se demora unos minutos, como si dudara de por dónde empezar.

—Veamos, os lo explicaré igual que a todos los que vienen aquí con esa intención y después ahondaré en una explicación un poco más técnica que aclare vuestras dudas. Puedo realizar una pequeña intervención y quitaros el chip. Pros, no estaréis controlados ni vigilados por el gobierno. Contras, seréis unos parias, gente que vivirá toda la vida con la posibilidad de que les pillen. Sin embargo, nada os hará más libres que deshaceros de ese aparato. Por supuesto, yo invito a todos mis huéspedes a que después de la operación se queden a vivir con nosotros, y la mayoría aceptan. Aquí se sienten protegidos, somos... como una gran familia.

Esboza una sonrisa final que me recuerda a los políticos en época de campaña. ¿Cómo saber si lo que dice es verdad o no? Imposible descubrirlo.

—Quiero saber qué tipo de intervención realiza. ¿Qué sabe del chip? Apenas hay información al respecto en la red...

Veo un destello en su mirada y algo me dice que he tocado un tema delicado.

—En otro momento te contaré lo que le pasa a la gente que hurga en busca de información sobre el chip... Bien, como sabéis, la idea que nos vendieron es que su sentido era recrear una empatía casi perdida en nosotros tras años de evolución, hacia estas sociedades insensibles e individualistas de hoy en día. Como también sabéis a esta alturas, lo que hicieron en realidad, fue exagerar un problema que se podía solucionar con trabajar más, desde edades tempranas, el desarrollo de las emociones. Este chip por tanto, lo que hace es aletargar esas emociones, adormecerlas de forma que el ser humano, no conozca la exaltación y por tanto permanezca... calmado. Veréis, el chip está insertado en el bulbo raquídeo. —Jonah saca un bolígrafo de su camisa y coge una servilleta. En ella comienza a esbozar un sencillo dibujo del cerebro. — Es decir, aquí.

Veo que el lugar es la nuca y entiendo lo cómodo que debe resultar insertarlo en ese lugar. Sin darme cuenta mi mano se desliza hacia ese lugar, aunque no consigo notar nada. Al darse cuenta de lo que estoy pensando se apresura a explicar:

—La incisión que se hace es tan mínima que no queda cicatriz. Bien, no sé lo que sabéis sobre todo esto, así que os explicaré lo más básico. El bulbo raquídeo es un lugar de fácil acceso y además es el punto que conecta la médula espinal con el encéfalo. Es decir, el impulso nervioso viaja a través de la médula espinal y pasa por el bulbo raquídeo para llegar al encéfalo. El impulso nervioso creado por el estímulo exterior, al llegar al cerebro es conducido a través de las neuronas y analizado, entonces este elaborará una respuesta, cuya señal viajará de nuevo a través de las neuronas. Después esa respuesta será ejecutada por el cuerpo. ¿Lo habéis entendido?

Miro a Neo que al igual que yo, parece encontrarse analizando aún la información.

—A ver si lo he entendido. ¿El chip lo que hace es que cuando ese impulso nervioso asciende por la médula espinal y llega al bulbo raquídeo, evalúa la información y en función de eso modifica dicha información para que lo que llega al cerebro sea diferente? —pregunta Neo.

—¡Exacto! Imaginad que un estímulo os dice que tenéis calor esa señal sube hasta el chip, este analiza que no es un estímulo peligroso y no lo modifica, deja que pase "su filtro" tal cual. Sin embargo, imaginad que el estímulo es, que estás viendo una acción que no te gusta, es más, te indigna, ese estímulo al llegar al chip es analizado como peligroso y el chip lo modifica para que la señal que llegue al cerebro sea diferente, y la respuesta sea sentir tranquilidad.

Me resulta increíble entender el nivel de complejidad de un objeto que tiene el tamaño de una alubia.

—Quien lo programó es un genio —sentencio.

—Quienes lo programaron —me corrige—. Fueron un equipo de varias personas, aunque me gustaría saber si realmente están orgullosos de lo que consiguieron.

En eso tengo que darle la razón. Yo me sentiría fatal si supiera la utilización final de ese chip.

—Y la trasmisión de emociones y recuerdos funciona igual, ¿no? —aventuro.

—Eso es, los impulsos nerviosos son los que hacen que la información viaje en ambas direcciones y por tanto se pueda mostrar y recibir dicha información.

Neo y yo nos quedamos en silencio durante unos minutos, asimilando cada palabra.

—Es increíble. —De pronto me doy cuenta de que hay algo que ha obviado en todo momento—. Jonah, tengo una última pregunta. ¿Es arriesgada la operación?

—No te mentiré. Cualquier operación relacionada con las partes que he comentado es arriesgada. Hablamos de zonas muy delicadas del cuerpo y aún muy desconocidas a día de hoy.

—Entiendo.

Veo cómo se estruja las manos y sé que hay algo que aún no ha dicho.

—¿Qué nos falta de saber Jonah?

—No quiero meteros miedo, no es eso, yo defiendo un mundo sin chip y siempre animaré a quien venga buscando ayuda, a que se lo quite, pero sí que es cierto que si una operación en esa zona de por sí es delicada, esta lo es más.

—¿Cuál es el motivo? —pregunta Neo sin poder evitar su nerviosismo.

—Tal y como os conté, creo que el motivo de que el chip falle, es que el cuerpo lo toma como un agente extraño e reacciona a él, inmunizándose, pero eso no quita para que el chip arraigue en el bulbo raquídeo a lo largo de los años. Es decir, con el tiempo, los tejidos de alrededor se adhieren al chip, de forma que la extirpación se vuelve más complicada y diferente en cada caso. Nunca sé lo que me voy a encontrar, hasta que abro.

Ahora sé que sí nos ha contado todo lo que tenemos que saber, sin embargo un nuevo temor se extiende en mi interior. ¿No es demasiado riesgo intentar deshacernos de este chip?

Luisa asoma por la puerta y llama la atención de Jonah.

—Sus hombres están en la entrada. Quieren hablar con usted.

—Gracias Luisa —dice mientras se levanta.

Salimos de la cocina con él y aprovecho el momento para preguntar, ya que algo me dice que "sus hombres" son los mismos que hemos visto antes en el bosque.

—¿Son trabajadores tuyos?

Por una de las ventanas veo las dos figuras fornidas y ya no tengo dudas de que se trata de ellos.

—Sí, son... mis hombres para todo. Se encargan de diversos asuntos, entre ellos de la seguridad de esta finca. He de atenderles —dice a modo de disculpa—. Hasta luego chicos.

Vemos cómo sale y se aleja con ellos hablando de algo que parece importante.

—Aunque haya respondido a nuestras preguntas, sigo desconfiando de él —comenta Neo.

—Te entiendo. Creo que deberíamos hablar del chip con David. Es el que más entiende de estas cosas y me gustaría saber su opinión. Además tenemos que decidir qué vamos a hacer.

Subimos al piso superior y toco suavemente a la puerta, esperando que no continúe durmiendo. Inmediatamente oigo su voz invitándonos a pasar y al entrar, le encontramos sentado en una butaca cerca de la ventana.

—¿Molestamos? —pregunto con cierto reparo.

—No, para nada. María se fue a dar una vuelta hace rato y estoy aburrido.

Me llama la atención que mantiene la vista fija en mí, haciendo como que Neo no existe. Intento no darle importancia y me siento en el borde de la cama, cerca de él. Neo, prefiere apoyarse en la cómoda que hay a la izquierda, quedando en un segundo plano.

—¿Cómo estás?

—Eso ya me lo has preguntado esta mañana, Ari. Dime que has venido a hablar de algo más interesante, por favor.

Miro a Neo un tanto descolocada. Está bien, tendré que ir al grano. Le resumo lo que Jonah nos ha contado y David asiente varias veces mientras analiza la información. Cuando termino la explicación, su ceño está más fruncido de lo habitual, lo que me confirma que algo de lo que le he contado no le gusta en absoluto.

—Necesitamos saber qué opinas —digo intentando que empiece a hablar de una vez.

—El riesgo es muy alto. Mucho más de lo que esperaba. Jonah tiene razón, el tejido que crece alrededor del chip es un impedimento importante a la hora de extirparlo. Además tampoco sabemos el grado de incrustación. Puede que simplemente, intentar extirparlo dañe el bulbo raquídeo y eso es causa de muerte inmediata sea por paro cardíaco o respiratorio.

Esa era la respuesta que me temía, sin embargo...

—Hay algo que no entiendo, si el riesgo es tan grande, ¿cómo es que este pueblo está lleno de gente sin chip? Eso significa que la gente que se somete a la operación no muere...

—A priori es así, aunque en toda estadística, hay un porcentaje aunque sea mínimo de fracaso.

Neo se endereza en la cómoda y sé que no está dispuesto a continuar más tiempo en silencio.

—Estás diciendo que hay gente que ha tenido que morir durante la operación, ¿no?

David se revuelve en su butaca.

—Eso es. Digamos que en este pueblo viven... ¿cuántas? ¿Mil personas? —calcula—. Aunque solo hubiera un, no sé, ocho por ciento de fracaso, estaríamos hablando de ochenta.

No es una cifra nada desdeñable y teniendo en cuenta que se trata de neurocirugía y seguramente el porcentaje sea mayor que ese ocho por ciento, estamos hablando de que más de cien personas han debido morir en manos de Jonah. Y eso tirando por lo bajo.

—Pero él no ha dicho nada al respecto —murmuro preocupada.

—¿Qué esperas? —salta Neo—. ¿Que te diga cuánta gente ha perdido? Si hiciera eso, nadie se arriesgaría a quitarse el chip. Ya lo ha dicho, él seguirá animando a quien venga para que se opere.

Me levanto de golpe de la cama y me estrujo las manos con nerviosismo.

—No puedo hacer esto.

—¿El qué? —pregunta David.

—No puedo arrastrarles a una posible muerte. —Miro a ambos—. Ni a vosotros. Si hay la mínima posibilidad de que algo no salga bien, no seré yo la que os aliente.

Veo sus gestos serios, sé que ellos también entienden la gravedad del problema y sigo hablando casi sin pensar.

—Ya lo hicimos una vez, ya arrastramos a nuestros amigos a una situación que no podíamos ni prever ni controlar. ¿Vamos a hacer lo mismo ahora? ¿Vamos a jugar con sus vidas? No somos quién para hacerlo. Ni siquiera debemos arriesgar las vidas de los cuerpos que ocupamos, no olvidéis que decidimos por ellos. Y no es justo, no lo es.

—Tienes razón —veo tristeza en la mirada de Neo pero sé que entiende lo que quiero decir.

—¿Qué podemos hacer entonces? —David parece igual de confuso que nosotros.

—Hay dos cuestiones, por un lado hemos arrastrado a un grupo de personas hasta aquí en busca de una solución respecto al chip. Al igual que nosotros no están de acuerdo con el control que supone, sin embargo ese no es motivo suficiente para que arriesguen su vida ahora con esa cirugía. Por otro lado, nosotros no podremos regresar mientras ese chip esté en nuestras cabezas, si no nos lo quitamos, estaremos atados a esta realidad para siempre. ¿Os dais cuenta de lo que eso significa?


Bueno, gente maravillosa que me regala parte de su tiempo leyendo mi historia... 

¿Qué os ha parecido el capítulo? Espero que no se os haya hecho aburrido el tramo en el que explico cómo funciona el chip, pero os aseguro que me he vuelto medio loca, buscando la forma de contarlo fácil y comprensible. Aunque parezca sencillo escribir esta historia, en todo momento intento darle verosimilitud a la trama y que el desarrollo (aunque se trate de Ciencia Ficción) resulte creíble y posible. Como habéis visto, en este capítulo se crean muchas incógnitas, esos hombres en el bosque, la actitud de Jonah y sobre todo la incertidumbre a la que se enfrentan los protagonistas. ¿Qué van a hacer ahora? 

¿Qué pensáis? ¿Deberían arriesgarse y someterse a la operación?

Espero que os haya gustado, si es así, votad y comentad, ¡quiero saber qué opináis! 

¡Millones de gracias por estar ahi! ¡Sois lxs mejores! Besitosss

Okumaya devam et

Bunları da Beğeneceksin

37.8K 4.6K 20
Sé que ya no podemos estar juntos, pero necesitaba escuchar tu voz. No te preocupes, no espero que me contestes estos mensajes de voz que te iré deja...
1.4K 71 17
Shu aquel vampiro frío sin corazón comenzara a tener sentimientos hacia Yui la joven más tierna e ingenua debido a sus encantos atraerá varios chicos...
570K 44.5K 54
❝ Y todos los caminos que tenemos que recorrer son tortuosos, y todas las luces que nos conducen allí nos están cegando. Hay muchas cosas que me gust...
98.5K 12.8K 48
*Segunda parte de ZDF: Engendros* La Competencia Anual de Engendros a significado la masacre para Occidente, la etapa final está a nada de comenzar y...