" Un sensación de paz es señal que has tomado la decisión correcta."
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Ross House, Londres febrero de 1817
- ¡Apresúrate Letty!- le insistía Sabina desde el corredor- El carruaje está listo y Leto impaciente por arrasar con las estanterías de Bond Street.
- Ya voy Sabe. Me estoy poniendo los guantes- respondió la angelical rubia antes de salir de la habitación, plenamente consciente que su impaciente hermana menor no gustaba de acudir a las largas sesiones de pruebas en el
atelier de Madame Rochet, pero por ella hacía una que otra concesión.
Mientras se aproximaba a la gran escalinata de mármol del caserón familiar de Belgrave Square no pudo menos que admirar la extensa galería de retratos familiares expuestos en el corredor. Desde las paredes admiraba como unos simples trazos de pigmento plasmados con maestría sobre un simple lienzo cobraban vida en los rostros de sus antepasados, despertando en ella emociones y sensaciones tan disimiles como el terrror cuando veía la cruel mirada de Lord William Ross, el primer duque, o bien de ternura y pérdida al admirar el rostro apacible de su difunta madre, Lady Beatrix.
" Maravilloso".- dijo para sí, mientras se plantaba delante del cuadro de la anterior duquesa de Rossdale su amada progenitora, una mujer tan hermosa como inusual, pues con suma decisión y, pese a los parámetros establecidos por la alta sociedad para educar a las jóvenes damas, decidió inculcar en las cabecitas de sus hijas la determinación de ser lo que ellas quisieran ser. Si a Sabine, heredera de su exótica belleza morena, le apasionaba la astronomía, Lady Beatrix le iba a la zaga y montaba guardia junto a la pequeña hasta altas horas de la noche esperando ver una lluvia de estrellas; si Letty quería conseguir los pigmentos más raros para sus acuarelas iba ella misma hasta Londres para que su ángel rubio desarrollara su talento. Pero todo cambió de la noche a la mañana, cuando una mañana de invierno los bellos y expresivos orbes de su madre se cerraron para siempre. De más está decir que Letty, nunca más pintó una acuarela ( salvo en la Escuela para Jóvenes Damas de Miss Wallis, por obligación) pues su mayor inspiración y critica había muerto, y su padre sumido en la tristeza de perder a su gran amor se volvió retraído y a veces irascible por tanto, poco y nada le veía; en cuanto a Sabe nunca se podía saber si hablaba enserio o en broma cuando se trataba de evaluar el trabajo ajeno, y su hermano mayor Alex, casi nunca paraba por casa, ya que se las pasaba de fiesta en Vauxhall o en club junto a sus célebres amigos: Laughton y compañía. ¡ Bellacos! gracias a esas malas juntas su madre se consumió de tristeza y ahora no estaba con ella.
- Felizmente Leto trajo de vuelta a tu hijo perdido, mamá.- dijo en un susurro.- Y junto con ello, regresaron mis deseos de plasmar lo bello de la vida en mis dibujos.
Secándose las lágrimas estaba cuando sintió un fuerte grito desde el recibidor:
- ¡ Laetitia Hester Ross! Si no bajas ahora, me escabulliré en la cocina y vaciaré todo el contenido del frasco de nueces en las galletas de la señora Soames . Veremos si con los granos que tendrás en la cara conseguirás marido.- decía la morena belleza de nariz respingona y ojos verde avellana mientras empuñaba su mano derecha en dirección a su hermana mayor, quien con suma elegancia bajaba a su encuentro.
- Está bien, si ese es tu deseo Sabe...- dijo Laetitia suavemente, sólo para arremeter con fiereza sobre su mejor amiga enemiga.- Pero si te atreves tan siquiera en pasar por la despensa, contaré a Alex acerca de tus escapadas al jardín cada vez que tia Claire y su familia nos visitan.- sonrió triunfalmente.- Tú decides.
- ¡Qué!.- bramó indignada, pero al ver la determinación en los ojos verdeazulados de su hermana, capituló.- Te lo concedo, pero esto no quedará así.- dijo resignada la benjamina de los Ross.
- ¿ Què no quedará así, Sabine?.- la voz habitualmente suave de Leto sonó como un graznido, levantando una ceja en señal de suspicacia.- ¿ Y que es eso del
Jardín, Letty?
Ambas muchachas, sintiéndose pilladas en falta solo atinaron a negar con sus cabezas y decir al unísono:
- Nada Leto.
- Hmmmm... eso espero. Los hermanos deben amarse y comprenderse, apoyarse en la adversidad.- dijo con rictus prosaico la cuñada de las jóvenes damas.
- ¿ Lo dice quien metió un sapo en la cama de su hermano Alistair, Charlie querida?.- interrumpió una voz de barítono a espaldas de la morena duquesa.
- Existen excepciones querido. Bien sabes que Al tiene un alma negra y retorcida cuando se trata de mortificar a su adorable hermana pequeña.- y explicándose ante las chicas dijo.- Decapitó a mi colección de muñecas francesas. Eso merecía venganza.- dijo con saña.- En fin, si ustedes dicen que nada ha pasado, nada pasó. ¡Ahora, nos vamos!
- ¿ Dónde si puede saber?- interrogó Alex a su mujer.
- A gastar tu dinero, hermano mayor.- sonrió Sabe.- Nuestra bella hermanita necesita su ajuar para la temporada y yo, salir de estas cuatro paredes que me están agobiando.
- Enhorabuena entonces.- dijo el duque.- Pero aún cuando vistas un saco de patatas lucirás hermosa Letty, cualquier conde, marqués o duque caerá rendido ante tus pies.
- Cualquiera, menos un marqués.- dijo tajante la joven, sembrando el desconcierto en el rostro de los presentes, incluido el de Dickens el querido, eficiente y metomentodo mayordomo de los Ross, quien se quedó expectante.
- ¿ Y a que se debe eso?.- interrogó Alex a su hermana.
- A que casi todos los marqueses que conozco o he conocido, excepto el buen Cosgrove, han tenido una vida disipada. Tal vez suene a prejuicio pero tú querido hermano mayor, mientras fuiste el marqués de Rivers aterrorizaste a medio mundo con tus tropelías. Y que decir de Laughton, ¡ todas las actrices y coristas de Drury Lane han pasado por su lecho!
- Touché.- dijo Rissdsle, sonrojándose hasta las orejas.- Aún así una jovencita como tú no debiera conocer esos detalles de un caballero.
- Como pecas pagas Alex.- dijo su mujer mientras depositaba un casto beso en sus labios, para luego ordenarle.-: Cuida de nuestro Peter mientras vigilo a tus hermanas.- y luego a sus acompañantes.-Chicas, vamos que una apasionante mañana nos espera. Cuando terminemos pasaremos por Gunther, esta rara discusión me provocó antojo de mantecados.
* En multimedia:
-Lady Sabine Ross ( Lily Collins)
-Lord Alexander Domeric Ross, duque de Rossdale ( Kivanc Tatiilug)
-Lady Charlotte Ross( Leto para los amigos, Charlie para su esposo), duquesa de Rossdale ( Farhiye Evcen)
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- Querido, considero injusto que en tu afán de perpetuar el nombre de tu familia debas terminar con nuestra relación.- dijo con fingida congoja la cantante de ópera, al apuesto ejemplar de cabellera rubia oscuro que, al pie del
lecho en la que habían tenido la más inolvidable sesión amatoria le comunicaba sin ninguna emoción que su relación, terminaba.
- Marissa, bien sabías las condiciones de nuestro acuerdo.- dijo un lacónico Raymond August Loring, marqués de Laughton.- Placer sin complicaciones. Me encanta estar contigo y acariciar tu sedosa piel, la forma apasionada en que te entregas....Pero seamos sinceros: tú no eres mujer de un sólo hombre y yo, una vez casado aspiro a ser amante de una sola mujer: aquella que será mi esposa.
Tan prosaico comentario sólo podía provenir del célebre Lord Enigma, uno de los dos sobrevivientes de la cofradía original de Magnificos Dandis, ya que los demás desde hace un tiempo, gozaban de una plácida y reposada vida de casados.
Con suma elegancia, e ignorando los berrinches de su ahora ex amante, Ray hizo una reverencia poniendo punto final a una conversación tan insustancial. Cuando él tomaba una decisión, no reculaba. Ante todo era un caballero, y como tal, su palabra era ley.
Raymond August Loring decidió que el momento de establecerse había llegado. Bueno, no tenía otra opción. Desde hace dos años sus acostumbradas y frecuentes reuniones en Brook's durante la temporada, se hicieron cada vez más esporádicas dado que el nutrido grupo de amigos que concurría a aquellas tertulias de apuestas y conversación, poco a poco se había ido desmembrando. ¿ El motivo? según el otro sobreviviente de la cofradía original, " tuvieron el mal gusto de enamorarse y casarse.", pero de Rosneath no se podía esperar otra cosa. Raymond en cambio, vio estabilidad.
" Mamá y las chicas estarán felices."- sonrió.
Efectivamente, para una prole tan grande como la suya que el cabeza de familia no tuviera esposa y mucho menos, hijos, era prácticamente un sacrilegio. Su sobrino mayor Charles, ya tenía 14 años y el menor Liam, tan sólo tres semanas de vida.
" Es tiempo de seguir creciendo."
El problema para Ray no era acostumbrarse a la idea de sentar cabeza, sino encontrar a la mujer adecuada, aquella que despertara no sólo pasión, sino instintos de protección y pertenencia. Y por supuesto, sentirse correspondido. Él y sus hermanas fueron espectadores privilegiados de un matrimonio civilizado, pero sin amor. Por dicha razón, tanto su difunto padre como su madre, insistieron en que ellos escogieran a sus respectivos cónyuges. Y por lo menos a sus cuatro hermanas mayores les resultó.
Cuando llegó a su casa de la ciudad, no le sorprendió nada encontrarse con que Rosneath estaba allí, en su biblioteca bebiendo de su cognac. Las visitas del corpulento escocés ya eran tan frecuentes que, Lewis su mayordomo , le hacía pasar directamente al despacho, sin necesidad de anuncio.
- Espero que hayas traído una buena remesa de ese excelente brebaje que fabrican tus alambiques, Rosneath. Es la única forma de compensar el cognac que saqueas de mi licorera, amigo.-
- Ya están en tu cava particular, Ray. Lewis se encargó de ello.- ¿ Y tú en que andabas? - preguntó Andrew Campbell, Conde de Rosneath a su amigo.
- Dejando los viejos hábitos y entregando un regalo de despedida.- respondió Laughton.
- ¿ Arrivederci Marissa? Debe estar furiosa. Esas italianas son vengativas y temperamentales. No lo sabré yo...
- Me da igual. Marissa siempre supo que lo nuestro era pasajero. Nunca la engañé. En todo caso, a estas alturas debe haber visto el regalo que deje sobre su boudoir. Si es así, ya debe haberme olvidado. Y con una gran sonrisa . En cuanto a ti, te hacía con tu bella viuda americana.
- No. es imposible ir a verla estando mamá en Londres. Ahora está empecinada en encontrarle esposo a Letty, la hermana de Rossdale.- bufó.
- Claro, eso significa que estás obligado a acompañarla a todos lados.- río.- Y yo que pensaba que Leto se encargaría de esos menesteres.
- ¿ Acaso no estás enterado? Leto nuevamente está embarazada. Así es que amigo, te recomiendo poner pies en polvorosa. Sabes lo especialmente entrometida que se pone cuando se encuentra en estado de buena esperanza.
- ¡¡¡Pero si Peter no tiene aún ocho meses!!.- exclamó divertido.- Pobre Alex. Yo creo que ya reservó camisa de fuerza y celda en Bedhlam. Esa mujer lo volverá loco. Pero aún así, la adoro.
- Yo también. Pero no me gusta nada que mamá esté aquí. Tú bien sabes porqué- dijo apesadumbrado.
- ¡Vamos Drew! Está claro que ahí hay algo más, y te aterra admitirlo. Si es así, no dejes pasar la oportunidad.
- Amigo, no puedo romper con las reglas. Y en mi caso, rompería más de una. Yo creo que no es más que una obsesión. - dijo cabreado.- Mejor hablemos de ti. ¿ Estas seguro del paso que vas a dar?
- Nunca he estado más preparado para esto, Drew. Pero si quiero conocer a la mujer que me cautive, debo confraternizar con ella. La mejor forma de hacerlo es sumergirme de lleno en la temporada.
- Amigo, para eso tienes a tu madre, tías hermanas, y sobretodo a Leto. ¡Ella feliz te busca esposa!
- Quiero dejarlas fuera de esto. Sobretodo a la castaña duquesa de Rossdale. - dijo en una carcajada.
*En multimedia Lord Andrew Campbell, Conde de Rosneath ( Sam Heughan)
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Y COMENZAMOS!!!!
Amores míos, no me pude aguantar ....
Aquí les dejo el primer capítulo de BUSCANDO AMOR, espero sea de su agrado y si es el caso, clicken sobre la estrellita!!!
En el próximo capítulo sabremos en qué lío se meterá Letty y espero, el primer encuentro entre nuestros protagonistas. He de aclararles que pese a la estrecha amistad entre Laughton y Rossdale, el primero tuvo nulo o casi nada de trato con Letty, no así con Sabe la diablillo de ojos verdes, dado que esta última siempre se las arregló para llamar la atención de su hermano con sus trastadas, y más aún luego de sus indiscretas entrevistas con otro dandi que ya tendrá su historia. Podría decirse que Letty es la" perfecta hija de duque": educada, sumisa, rica y bella, todo lo que Laughton busca, pero a la vez, todo lo que le está prohibido.
Un gran abrazo y mil 😘,
Caro.