the Badboy's theory

By xaneex

90.6K 5.8K 3K

Elizabeth Clark siempre ha sabido a quien darle su corazón para no salir lastimada. Chicos con complejo de pr... More

d e d i c a t o r i a
La teoría de Elizabeth
u n o
d o s
t r e s
c u a t r o
c i n c o
s e i s
s i e t e
o c h o
n u e v e
d i e z
o n c e
d o c e
t r e c e
c a t o r c e
d i e c i s é i s
d i e c i s i e t e
d i e c i o c h o
d i e c i n u e v e
v e i n t e
v e i n t i u n o
v e i n t i d o s
v e i n t i t r e s

q u i n c e

3.9K 242 153
By xaneex

En la vida existen momento donde es mejor estar serio y fingir indiferencia. Sin embargo, siempre me he reído en esos momentos. Todo gracias a mi nerviosismo.

Gracias a mi extraño tic nervioso recuerdo haber reído en el funeral del tío Henry, todo porque tenía el presentimiento de que en cualquier momento despertaría y nos terminaríamos riendo al final de su estupenda broma. Quise ser la primera en darle la bienvenida a la vida y lo único que conseguí fue que la mitad de mi familia me llamara niña del demonio.

Y en este momento lo que quería hacer era reírme fuertemente, con una de esas risas que te hacen hasta llorar de lo incontrolables que son.

—Vaya...

Fueron las únicas palabras que pude pronunciar sin que una risa saliera de mis labios. Sentía que en cualquier momento le escupiría a Samuel la comida y que aun así seguiría riéndome de este momento.

— ¿Impresionada?

Divertida seria la palabra correcta.

—Sorprendida. —Llevo la copa de vino a mis labios para esconder mi sonrisa.

— ¿No lo esperabas?

No. Definitivamente pensaba que mi platónico siendo un estudiante de escritura supiera como usar las palabras y sacaría provecho de eso para cautivarme. Pero por supuesto que el destino se encargaría de darme una bofetada por tener altas expectativas con Samuel y decir que era perfecto. Un perfecto patán.

Terminamos de comer y ninguno de los dos dijo alguna otra palabra, Samuel solo sonreía con suficiencia en cada bocado, tal vez pensando que sus palabras me dejaron bastante impresionada como para volver a hablar, así que cuando retomó la conversación y comenzó a alardear acerca de que era un estupendo escritor no tuve más remedio que solo asentir a cada cosa que decía. Hablaba de él como si fuera la octava maravilla, que lindura.

Mientras él hablaba por horas yo me encontraba incomoda y cohibida al observar cómo la gente de este lugar vestía elegantemente mientras que yo traía un arcoíris en mi ropa y cabello.

Quería llorar y reír por estar en esta situación.

Durante el camino de regreso a mi departamento fue igual, solo que con la diferencia de que la música ayudaba al ambiente pretensioso que desprendía Samuel cada que abría su boca.

Bajo del auto más entusiasmada de lo que debería. Agradeciendo que no hubiera mucho tráfico y que mi departamento se encontrara cerca del restaurante. De lo contrario ya hubiera salido en las noticias como "Chica se asfixia por egocentrismo de su cita"

Con una falsa sonrisa me coloco a un lado de su ventanilla. Porque por supuesto no pensó en ser caballeroso y abrir mi puerta.

—Gracias por la cena.

—No es nada, princesa.

Ahora si tengo ganas de vomitar, reírme y llorar.

Alguien por favor dígale a Samuel que hay chicas que no nos gusta ser llamadas princesas, le será de gran ayuda ese conejo.

Beso su mejilla rápidamente antes de entrar al edificio. Ni siquiera me presto su chaqueta.

Golpeo mi frente en la puerta de mi departamento antes de abrirla.

— ¡Mierda! —Dejo caer mi bolsa al suelo y llevo mis manos a mi boca. La figura de alguien sentado en mi sillón me hace gritar de horror. Me adentro un poco más al departamento reconociendo mejor a la persona sentada. Reese.

Él ríe fuertemente, se pone de pie y me ayuda a recoger mi bolsa. Ambos entramos a mí departamento. — ¿Qué haces aquí? Me acabas de dar el peor susto de mi vida.

—Eso te mereces por dejarme plantada. —Alex quien sale de su habitación entrecierra sus ojos, mirándome desaprobatoriamente.

—No te deje plantada. —Frunzo el ceño.

—Oh claro que lo hiciste. —Camina hasta el sofá y se deja caer en él, Robín enseguida corre a lamberle la cara. — ¿Has escuchado eso de amigas antes que chicos?

Claro que la he escuchado, esa regla y la regla de no te metas con ninguno de mis ex's son las más sagradas, supongo.

— ¿De qué hablas? Samuel dijo que estabas bien si me iba con él.

Aunque pensándolo bien fue un poco extraño como se negó a que llamara para confirmar que estaba bien irme. Mi teléfono es la prueba de ello.

No solo perdí mi tiempo sino también mi teléfono. Tonta.

—No, él no me dijo nada. —Deja de jugar con Robín para observarme confundida con el ceño fruncido.

Esto me convierte en una mala amiga. Nunca me ha gustado que me dejen planta por ende nunca lo he hecho, hasta ahora.

Aun así creo que me siento peor al saber las consecuencias de salir con Samuel.

—Lo siento mucho Lex. —La veo entrecerrar los ojos hasta que suspira pesadamente y levanta sus brazos para que vaya abrazarla.

—De acuerdo, te perdono, solo si prometes que tu pagaras el almuerzo mañana.

—Bien.

—Y será a un lugar caro.

Ruedo los ojos sonriendo y alejándome de ella. Seguro que señor pretencioso podría recomendarme algún restaurant.

Camino hacia mi habitación no sin antes tomar el teléfono de la casa, Robín me sigue y al llegar nos acostamos en la cama, uso como almohada el estómago de mi perro, quien en segundos ya se encuentra dormido.

Con mis manos templando del nerviosismo y rogando que esta vez sea papá el que conteste comienzo a marcar su número. Papá es igual o peor que despistado que yo y por esa razón deja su teléfono donde sea.

Un tono. Dos...

— ¿Diga?

Papá siempre se ha caracterizado por tener una voz gruesa y determinante. Esa voz que te hace orinarte en los pantalones de solo escucharla. Sí, gracias a él muchos chicos preferían escribirme que llamarme.

—Hola papá.

—Al fin me llamas. —Suspira dramáticamente, puedo escuchar como mueve su silla. Seguramente debe de estar aún en su oficina. —Me siento como una chica que fue usada y jamás la llamaron.

Ruedo los ojos divertida y acaricio las orejas a Robín.

—Exagerado.

—Tengo el derecho a serlo cuando mi bebé no se acuerda de mí.

Y sí que lo tiene. Hace más de un mes que no escuchaba su voz y eso que podría resultar ser toda una niña de papá, lo extrañaba demasiado.

— ¿Cómo están tú y Karen?

Un gruñido de su parte como reprimenda por llamar a mamá por su nombre me hace reír. Apuesto que rodo sus ojos y ahora se encuentra pasando su mano por el rostro.

Bien, esperando que nos visites antes de salir de casa en un ataúd. Ya sabes, lo normal. —Robín se levanta ocasionado que mi cabeza rebote en la cama. Al parecer no le gusto ser mi almohada.

—Sigues siendo un exagerado, Gerald.

— ¿Cómo está mi hija favorita?

Ambos reímos. Papá solo me escogió como su hija favorita porque aún no me caso y porque no estoy embarazada. En pocas palabras me ama más porque no lo he traicionado y mi corazón solo lo tiene un hombre.

—Bien...

— ¿Debo de preocuparme por ese suspiro?

Dudo un momento en contarle. Es cierto que papá y yo tenemos una relación estupenda y que nunca nos hemos ocultado nada pero también es cierto que cuando quiere puede ser todo un papá celoso y protector, lo conozco y solo terminaríamos con él diciendo que vine a estudiar y no a traicionarlo.

Suspiro antes de contestar.

— ¿Nunca estuviste enamorado de una persona pensando que era mucho más? Es decir que pensaste que esa persona podría ser perfecta para ti pero entonces lo conoces y es todo lo contrario a lo que querías y...

— ¿Cuándo dejaras de culparte por lo que paso hace años? —La voz de papá se vuelve más ronca y baja. Sé que le duele pensar en el pasado y más aún el pensar que aún sigo atormentándome con eso. No contesto porque no puedo dejar de culparme, no es así de simple. —Deja de pensar y buscar a alguien que sea el prototipo perfecto. Así no funciona el amor.

—No quiero que rompan mi corazón. —Digo enseguida arrepintiéndome del tono de voz que use. Como si las palabras me quemaran.

—El amor no funciona así, no puedes estar toda la vida saliendo solo con chicos que tengan pinta de príncipes. — Ahora está usando la voz autoritaria, esa que escuche aquel día y que me hacía temblar. Suspira. —Sé que tienes miedo y está bien que lo tengas pero no puedes vivir toda tu vida sin sentir realmente como se siente enamorarse. El amor se trata de sentir no de planear.

—Se lo que se siente, papá. Recuerda que ya tuve a mi primer amor, se lo que es enamorarse.

En realidad con Aaron no hubo mariposas ni fuegos artificiales todo fue más sobre hormonas.

—No es el primer amor tu primer novio o tu primer enamoramiento, Elizabeth. No, tu primer amor es aquel que tiene tu otra mitad, aquel que se lleva todo de ti y...

— ¿Karen es...?—Maldigo mentalmente al interrumpirlo con aquella pregunta estúpida y al no escuchar nada del otro lado de la línea confirmo mis sospechas sobre lo imprudente que he sido.

—Amo a Karen y si ella me ama al menos la mitad de lo que yo lo hago me conformo con eso. — Muerdo mi mejilla escuchando la voz melancólica de papá. No hablo, entonces él suelta una risa amarga antes de comenzar a hablar de nuevo. —Cuando nos enteramos que tu mamá estaba embarazada de Jessica estábamos aterrados, éramos jóvenes y aun nos faltaba un año para acabar la universidad, no sabíamos que hacer.

>> No teníamos donde vivir porque la universidad expulso a tu mamá de su fraternidad cuando se enteraron, así que rentamos un departamento pequeño cerca de la universidad. Yo había dejado todo por tu madre y sus padres no tenían como apoyarnos así que tuve que comenzar a trabajar dos turnos y tu mamá solo uno. —Conozco la historia de principio a fin, una historia amarga y dulce que te hace querer llorar y reír al mismo tiempo. —Con Jessica fue todo muy intenso, habíamos comenzado desde cero y cualquier cosa que ella hiciera nos aterraba porque no sabíamos si era normal. No le digas pero Karen y yo siempre pensamos que era nuestro conejillo de indias. —

Río fuertemente junto con él. La risa de papá es una cosa agradable de escuchar, me hace amarlo aún más después de saber toda la mierda que paso.

Jamás pensé amar a alguien tanto que doliera, ella consiguió bajarme de mi nube de egocentrismo y robo mi corazón cuando por primera vez me llamo papá. — Sonrió nostálgica al escuchar como su voz se vuelve más ronca. —Jessica sigue siendo la niña de papa, no importa cuántas veces me traicione ella siempre era la niña de mis ojos. —Carraspeo divertida logrando que se carcajee de nuevo. —Y justo cuando pensé que no podría amar a nadie más, que mi corazón estaba perfectamente divido entre dos mujeres...

—Aparecí yo. —Lo interrumpo haciendo mi cabello hacia tras en modo diva aunque no me vea. Ambos reímos.

Luego apareciste tú, pero contigo ya teníamos experiencia y estábamos bien económicamente. —Gracias al cielo, no me imagino pasar las mismas vergüenzas que Jessica. —Con tus berrinches y constantes travesuras habías vuelto la casa un circo. ¡Jessica se echaba la culpa para que no te regañáramos! Y cuando descubría tus travesuras no podía regañarte porque me dolía ver tu carita y tus ojitos llenos de lágrimas. Pero que claro solo usabas esos bonitos pucheros para que no te regañáramos.

Recuerdo esos momentos, cuando éramos una familia feliz y llenábamos por completo a mamá. Sonrío sintiendo mis ojos humedecerse.

>>Jessica y tú son mi primer amor, el mejor regalo que me pudo hacer la vida. Ambas iluminaron mi vida con solo escuchar sus risas. Es una verdadera fortuna que sean el primero y el gran amor de mi vida. —Su voz se quiebra y eso solo hace que mi corazón se rompa.

—Basta, harás que llore. —Rio suavemente antes de que un sollozo escape de mis labios.

Solo quiero que entiendas que es de valientes volver creer en el amor y entregarlo de nuevo todo después de una relación fallida. Y si no resulta yo siempre, siempre tendré mis brazos abiertos para ti, cariño.

Papá dice que antes de nosotros era una vergüenza, no tenía un camino fijo y se encontraba en un mundo donde no había salida. Solía rodearse de mujeres y de alcohol para evitar su dolor y soledad. Mamá fue la luz que lo ilumino en su solitaria vida y fue la esperanza de querer ser una mejor persona, por esa razón él paso por alto el error de ella, porque la ama con todo su corazón, y aunque me duele admitirlo sé que ella también lo amaba más que a su propia vida.

Tal vez él no fue un buen hijo o un buen amigo pero sin duda ahora es un mejor hombre y padre, no podría tener otro mejor, porque sé que no importa cuántos años tengamos Jessica y yo o con quien estemos, siempre volveremos a él.

—Supongo que tengo mucho que pensar. —Muerdo mi labio inferior.

El amor se trata de sentir y no de pensar.

—Nunca fuiste tonta, Elizabeth, tal vez un poco despistada en ratos pero siempre supiste tomar una buena decisión. sonrío. Escucho como alguien golpea fuertemente su puerta y él en respuesta gruñe. —Tengo que colgar hay algún tipo insistente que no deja de golpear mi puerta. ¡Dame un momento, estoy hablando con mi bebé! —Grita a lo lejos supongo que al sujeto que no deja de tocar, me carcajeo.

—Te amo, papá.

—Yo sé que lo haces, cariño, porque yo te amo aún más.

Continue Reading

You'll Also Like

291K 16.3K 68
En inglés: Friendzone. En español: Zona de amigos. En mi idioma: Mi mejor amigo me mira como a su hermanita y jamás de los jamases me verá como alg...
58.3K 3.7K 15
LIBRO TRES DE LA SAGA ÁMAME. Summer ha estado enamorada de Nikolai desde que tiene memoria, ella siempre ha estado consciente de que nunca pasaría a...
95.8K 5.3K 156
Valentina una chica con una vida normal hasta que el divorcio de sus padres cambiaría su vida por completo volvería los próximos años en los peores d...
510K 49.2K 55
Sol y Tomás son mejores amigos desde el cumpleaños número ocho de Sol, ese mismo día hicieron su primer trato, ser los mejores amigo del mundo. Despu...