AGE OF ULTRON.
( 16/04/14. )
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Tony suspiró mientras giraba el volante y podía ver ahora Las Nuevas instalaciones de Los Vengadores.
—Gracias por hacer esto, Tony, en verdad —le agradeció Floyd mientras sonreía desde la parte trasera y abrazaba a Zoe.
—No hay de que, tiro al blanco.
—Muchas gracias por esto, Sr. Stark —agradeció la pequeña de trece años, Stark apartó la mirada un segundo y sonrió.
—No hay problema —estacionó el auto y los tres bajaron, el millonario se puso frente a ella y se inclinó un poco para verla mejor—. Ahora, debes prometerme que me llamarás si tu padre hace algo que no debe hacer, ya lo sabes —metió su mano en su saco y sacó una pequeña tarjeta, de la entregó a la morena—. Ahí esta mi número y el número de aquí, no dudes en llamarme y no le hagas caso al feo de tu padre, ¿sí? —ella asiente mientras ríe y guardaba la tarjeta en su bolsillo.
Se reincorporó para ver Floyd.
—¿Cómo se los dirás?
—Creí que me ayudarías con eso —los tres comenzaron a adentrarse al edificio.
—¿Qué? ¡No! ¿Por qué me meten a mí en todo? Sé que creé a Ultrón pero no es para tanto —el moreno rió.
Natasha miró sonriente su celular, en donde estaba un video del pequeño Nathaniel Pietro Barton sonriendo a la cámara.
—Gordo —murmura para luego guardar el aparato en su traje, miró a Fury, quien se acercaba a ella.
—Un técnico identificó esto —llegó a su lado—. Cayó en el mar de Banda, tal vez sea el jet —le mostró en una tableta de lo que hablaba, era la supuesta ubicación de Banner—. Pero gracias a la tecnología furtiva de Stark, seguimos sin poder rastrearlo.
Natasha lo miró y esforzó una sonrisa—. Okay.
—Tranquila, probablemente saltó y nadó hasta Fiyi —ambos se voltearon a la puerta, aparecieron Digger y Katana—, te mandará una postal —habló George para luego guiñarle un ojo a la pelirroja.
La rusa arrugó el entrecejo mientras borraba la sonrisa que se le había formado ante el comentario de su compañero, miró a Nick.
—Me enviaste a reclutarlo hace todo ese tiempo, ¿entonces ya sabías lo que iba a pasar?
—Nadie sabe —dice para luego darse la vuelta y salir por donde había entrado, Natasha miró a sus compañeros sonriendo a medias.
—¿Quieren entrenar? —pregunta para romper el silencio.
—¡Chicos, chicos, chicos! —una Harley emocionada entró a la sala de entrenamiento, comenzó a saltar—. Tony y Floyd nos están esperando en el frente y no me quiso decir para qué hasta que todos estuviéramos allá, así que, ¡vamos, vamos, vamos! —exclama mientras los jalaba a los tres, estos confundidos obedecieron.
Al pasar varios minutos, ya todos Los Vengadores estaban en donde Tony los había solicitado.
Steve de inmediato fue con Harley y rodeó sus hombros con su brazo para luego atraerla a él, ya que Deadshot se lo había pedido para que la rubia mantuviera la calma.
—Amigos, tengo algo importante que decirles —anunció Floyd en un suspiro, acercó a su hija a él mientras miraba a sus compañeros—. Como verán, mi hija Zoe está aquí. Tal vez algunos sabrán que yo no tenía su custodia, pero, Tony —señaló al aludido— quiso ayudarme, él pudo lograr que tuviera la custodia de Zoe —suspiró—. Eso tenía una condición, debía mantenerme alejado del mundo de ser Deadshot y quedarme con Zoe, Tony me consiguió un trabajo y una casa, me pagó el primer mes y yo ganaré lo suficiente para que los dos tengamos una buena vida, él se aseguró de que mi sueldo se ajustara a todo lo que yo debería pagar. Me parece muy buena idea seguir los pasos de Clint, no quiero exponer a Zoe y ponerla en peligro.
Varios apartaron la mirada al entender a lo que se refería.
—Y yo quería... Quería despedirme de todos ustedes —soltó a su hija y comenzó a despedirse uno por uno, Harley estaba al final, siendo abrazada por Steve ya que este la veía al borde del llanto.
Al momento en que Floyd llegó hasta la rubia, sonrió mientras el rubio la soltaba y se alejaba dos pasos.
Harley lo miró—. Tú eres la persona a quien más extrañaré —ella no dijo nada—. ¿No dirás nada? —cuestiona en una risa, al no obtener respuesta, fue hasta ella y la abrazó, esta no dudó en abrazarlo también—. Mantente mala, muñeca —le susurra la misma frase que le había dicho en su primera misión, Harley no pudo evitarlo y se soltó de su agarre para luego ir a esconderse detrás de Steve.
El Capitán ríe.
—Ya sabes que no le gusta que la vean llorar —el moreno asiente mientras volvía con su hija.
—Y tú, cuídala —lo señaló en forma amenazante, él sonrió mientras la abrazaba—, o te las verás conmigo.
Y no sin antes despedirse por última vez de todos, subió al auto que Tony le había dado y se fue junto a su hija.
(...)
—Nadie quiere que te vayas, ¿por qué hacerlo? —le pregunta Tony a Thor mientras caminaban junto a Steve por los pasillos de las instalaciones.
—No tengo elección. La Gema de la mente es la cuarta Gema del Infinito que apareció en los últimos años y no es coincidencia —los tres salieron al frente, en donde se encontraban con el resto del equipo horas atrás—. Alguien está jugando a un complejo juego y somos sus peones, cuando las piezas estén en posición...
—¿Triple corona? —lo interrumpe Stark.
—¿Podrás averiguar lo que viene?
—Sí —dejaron de caminar—. Fuera de este hombre —tocó el pecho de Tony y se alejó unos metros de ellos— no hay nada que no se pueda explicar —los miró con media sonrisa y ladeó la cabeza en forma de despedida para luego alzar su martillo y transportarse hasta Asgard, dejando parte del jardín marcado.
Ambos se quedaron mirando la parte del césped quemada.
—Ese hombre no tiene ningún respeto por los jardines —se dieron la vuelta y comenzaron a caminar hasta la carretera—, pero lo voy a extrañar. Y tú también a mí, habrán muchas lágrimas masculinas —apretó uno de los botones de su llave y su auto fue hasta él.
—Tony, te voy a extrañar —le dice Steve mirándolo, el millonario hizo lo mismo y sonrió un poco.
—¿Sí? Bueno, me tomaré un respiro —se encogió de hombros mientras abría la puerta de su auto—. Posiblemente tome los mismos pasos que Lawton y Barton. Montar una granja para Pepper y esperar que nadie la vuele.
—Una vida simple —suspira el rubio.
—Algún día la tendrán —le asegura el castaño.
—Posiblemente —apartó la mirada.
Stark asintió—. ¿Estás bien? —le pregunta antes de subirse a su vehículo.
Steve sonrió al ver a Harley salir, la rubia al verlos comenzó a correr hasta ellos—. De maravilla —le contesta bajo—. Estoy en casa —lo miró.
Cuando Tony iba a subirse al auto, fue interrumpido por Harley, quien lo había abrazado mientras sonreía.
—¡¿Por qué ibas a irte sin despedirte, lucesitas?! Que malo eres —se separó de él e hizo un puchero, el millonario sonrió al ver como su mejor amigo y la rubia se abrazaban.
—Cuídense los dos —se subió al auto y bajó un poco la ventana—. También su lenguaje —y antes de que ellos pudieran contestar, él aceleró y desapareció de sus vistas.
Ambos quedaron frente a frente—. ¿Qué pasa? —cuestiona él al ver su sonrisa alegre.
—Ya todos estamos listos, sólo faltas tú, jefe —se puso de puntillas y le dio un beso fugaz, lo tomó de las manos para luego comenzar a jalarlo en dirección a las instalaciones.
Steve abrió las puertas de par en par, Harley y él entraron y pudieron ver frente a ellos... Los Nuevos Vengadores.
Peter, Wanda, Rhodes, Sam, Waylon, Tatsu, Natasha, Visión y Digger se encontraban en la sala de entrenamiento, mirándolos con una sonrisa.
El Capitán sonrió luego de suspirar—. Vengadores... —miró el lugar y tomó aire.