[1] AGE OF ULTRON » Marvel & DC

⁹ 𝘫𝘶𝘦𝘨𝘰𝘴 𝘮𝘦𝘯𝘵𝘢𝘭𝘦𝘴.

AGE OF ULTRON.
( 28/03/14. )
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—No me digas que tus hombres te estafaron, ¡te envié seis misiles infrarojos y recibí un barco lleno de piezas oxidadas inútiles! Quiero que repares esto o el próximo misil llegará mucho más rápido —Ulysses colgó la llamada enojado con uno de sus clientes y atendió otra llamada que estaba en espera—. Sí, Ministro, ¿por dónde íbamos? —toda la energía de la base se fue, haciendo que el lugar quedara a oscuras, Klaw miró a sus lados y tomó su arma despacio que estaba en el escritorio, dio dos pasos en dirección a la puerta y disparó, pero fue detenido por Pietro, quién gracias a su habilidad había podido sacar todas las balas de la pistola y dejarlas en fila sobre la mesa.

El chico de cabellos platinados se cruzó de brazos mientras su hermana entraba a la pequeña clase de oficina.

—Sí, los mejorados, los alumnos más preciados de Strucker —ríe Klaw sentándose en su silla, tomó un pequeño plato y se los tendió, más estos no lo tomaron—. ¿Quieren un dulce? —al no obtener respuesta, lo puso nuevamente en su lugar—. Lamento mucho lo de Strucker, pero él entendía la clase de mundo que ayudaba a crear, la vida humana no es un gran mercado —dice sonriendo —los gemelos se miraron algo sorprendidos y confundidos—. ¿No lo sabían? ¿Es su primera vez intimidando a alguien? Porque temo que no me da miedo.

—Todo el mundo teme a algo en especial —dijo Wanda acercándose un paso a él.

—Las sepias —contesta el hombre con simpleza—. Los peces abisales, tienen luces punzantes —comenzó a hacer sonidos con la boca, simulando ser el pez del que hablaba—. Hipnotizan a su presa y entonces... —chasqueó los dedos—. Vi un documental, era aterrador.

Pietro con su velocidad tomó un dulce de la mesa y le quitó la envoltura para luego comérselo.

Klaw volvió la vista a Wanda—. Y si piensas husmear en mi cerebro y hacerme ver una gigantesca jibia, entenderé que no quieren negociar y entenderé que no están al mando, y yo solo trato... —se levantó y se acercó a ellos—. Con el hombre al mando —Ultrón rompió el ventanal de su oficina y lo tomó por el cuello para luego lanzarlo al piso, el androide se puso sobre él.

—No hay un hombre a cargo —acercó su cabeza al rostro de Ulysses—. Negociemos ahora.

El empleado de Klaw abrió un almacén, para luego este bajar como un ascensor y dejar a la vista un almacén repleto de vibranium, el jefe del lugar tomó uno de los contenedores y se lo entregó a Ultrón.

—Vibranium —dice para luego dárselo a Prieto.

—¿Sabes? —comenzó Klaw—. He tenido que pasar por mucho para conseguirlo, eso vale mucho.

El androide rió—. Igual que tú, y todo bajo tus cuentas ficticias, las finanzas son tan raras, pero como siempre digo, trata a tus amigos igual que tus enemigos y espera a ver cuál es cuál —el hombre dueño del lugar se volteó para verlo.