Son las doce de la mañana,9 meses de embarazo, el ginecólogo dijo que ya he salido de cuentas y en cualquier momento puede nacer. Renee también ha salido de cuentas, se casó hace unos meses por una boda privada, sólo fuimos sus amigos y algunos familiares principales, lo celebramos en su casa.
Estamos Renee y yo en el hospital, nuestras habitaciones están en la misma planta. Se han asegurado para que cuando rompamos aguas estemos a tiempo de que nazca el bebé.
-Quiero que nazca ya .-dije a Seth sonriendo.
-Yo también .-dijo él cogiendo mi mano.
-¿Cómo está Renee? .-pregunté.
-Igual que tú, las dos mejores amigas pariendo a la vez .-dijo riéndose.
-Estamos sincronizadas .-dije también riéndome.
El doctor entró y me revisó el útero para ver si estaba dilatando bien.
-Vas muy bien, el bebé va a nacer ya mismo .-dijo el doctor.
-¿Y Renee? .-pregunté.
-No está dilatando mucho, pero cuando llegue la hora del parto estará bien, te lo aseguro .-contestó el doctor.
Lo que dijo el doctor sobre Renee me tenía preocupada, pero todo saldrá bien, espero.
Ya eran las diez de la noche y noté algo que se derramaba por abajo, miré y me di cuenta de que había roto aguas. Seth llamó a los médicos y de momento se prepararon para que nazca el bebé.
Me inyectaron anestesia en la espalda y esperaron un poco. Me dijeron que empujara todo lo posible, le agarré la mano a Seth y empecé a empujar y gritar con todas mis fuerzas. Uno de los médicos fue sacando el cuerpo del bebé poco a poco, con ayuda de otros. Yo agarraba tan fuerte la mano de Seth que creía que se la iba a romper. Durante unas pocas horas estuve empujando todo lo posible y al fin consiguieron sacar a mi bebé.
Estaba manchada de sangre, le dieron unos golpecitos en la espalda para que respirara bien. Le cortaron el cordón umbilical y Seth se la llevó para lavarla. Me sacaron la placenta y todo lo que quedaba. Seth vino con nuestro bebé limpio en brazos. Le puso un traje para los recién nacidos y el médico le puso una pulsera en la muñeca con algo escrito. Me la dieron en mis brazos y la abracé.
-Hija... Te quiero .-susurré.
Estaba dormida, con cara de angelito.
Los médicos dijeron que tenía que estar en el hospital recuperándome tres días.
Los médicos se fueron y Seth y yo nos quedamos a solas con nuestra hija. Era preciosa. Yo estaba muy cansada después del parto, me dormí con Diana en brazos, Seth estaba sentado a mi lado dándome la mano.
Al día siguiente me desperté por los gritos de una mujer pariendo. Seguía con Diana en brazos. Seth me trajo la comida, comí y le di el pecho a Diana.
-¿Quién está pariendo? .-pregunté.
-Renee .-contestó Seth.
Al oír eso se formó una sonrisa en mi cara.
Después de tres horas los gritos pararon. Seth fue al pasillo para hablar con Dean y luego volvió.
-¿Cómo le ha ido? .-pregunté.
-Dice Dean que muy bien .-contestó Seth.
Estuve los tres días en el hospital recuperándome muy bien. Salí con Seth y Diana del hospital. Fuimos a casa y llevamos a Diana a su habitación y la pusimos en la cuna.
-Es preciosa .-dijo Seth.
-Somos una familia .-dije.
Nos abrazamos mientras mirábamos cómo dormía Diana.
Al día siguiente Dean nos llamó para decirnos que ya estaban en casa con su nueva hija Elena.