12 de Diciembre de 2012.
Daisy se levanto grácilmente de la mesa con Rick a su lado, los dos vestidos de gala y de rojo, con unas máscaras rojas y doradas sobre sus ojos. Los dos se dirigieron a la pista donde se estaba iniciando un tango mientras June, sirviendo mesas, los vigilaba atentamente a lo lejos.
Un baile que es supuestamente para enamorados no se debería bailar con un hermano, pero Rick era el único chico a mano y tenían que entrar en la pista de alguna forma.
Todas las mujeres dando una vuelta sobre sus ejes cambiaron de pareja y Daisy llegó a su objetivo.
“¿Donde están?” preguntó Daisy.
“La mesa seis” respondió Adam, el padre de Valerie.
Las mujeres volvieron a cambiar de pareja y Daisy volvió a acabar con su hermano.
“¿Qué mesa?” pregunto Rick.
“Seis” respondió su hermana.
El baile terminó y los dos se sentaron junto a Kathia y Fiona.
Rick y ellas no podían ser relacionados con la familia Brooks o todo se iría al garete.
June se acerco con su traje de camarera hacía ellos.
“¿Mesa?” preguntó mientras intentaba aparentar que les estaba tomando el pedido.
“La seis” respondió Rick.
June dibujo en su libreta un gran seis y asintió dándose la vuelta.
Se dirigió a la mesa seis, los cuatro hombres pidieron una copa de vino y June fue a la cocina.
Una vez que las copas estaban servidas, June vació unos frascos en las copas sin que nadie la viera, y salió de la cocina hacía la mesa seis.
Sirvió las copas y se fue hacía la puerta trasera mientras las demás se iban por la delantera.
Se escucho a las mujeres gritar y a los hombres gritando que alguien pidiera una ambulancia y llamara a la policía.
Demasiado tarde.
Las tacones de aguja y Rick se subieron al coche y Rodrigo aceleró, pero sin dejar marcas en el asfalto.
“Estoy harta de hacer el trabajo sucio para el padre de Valerie” dijo Kathia abrochándose el cinturón de seguridad.
“Nuestros padres trabajan para él, era de esperarse que nosotros también” dijo Daisy.
“Pero yo soy hacker, no una asesina” suspiró Kathia.
“Perdona, pero la que los mató aquí soy yo” dijo June alzando una ceja.
“¿Podéis callaros por favor? Habláis de lo que hacemos como si fuera la cosa más normal del mundo” todas miraron a Rick.
“Para nosotras es normal. Aceptalo, Rick. Fuimos programadas como robots para hacer esto” dijo Daisy mirando fijamente a la carretera.
“Todo es culpa de Adam, el fue quien metió a nuestros padres en esto” gruñó Rodrigo desde el asiento del conductor.
“Nuestros padres también tienen la culpa, por aceptar formar parte de este maldito mundo” dijo Daisy mirándole.
Rodrigo suspiró, dándole la razón a Daisy.
Bienvenidos a la otra vida de las tacones de aguja, la que no sabíais, la que desconocíais. Bienvenidos a un mundo de corrupción y traición. Un mundo en el que la palabra “humano” no tiene significado. Un mundo en el que un pendrive vale más que una vida.
¿Queríais saber los secretos de las tacones de aguja? Pues bienvenidos a: El “forever” no existe.