Jeremy: La suerte es que tú no eres ella. –sonrió.
Sophia: ¿Extrañas a tu hermano?
Jeremy: Un poco. He aprendido a vivir sin él.
Estuve un largo rato hablando con él. Luego Salí de su habitación y entre a la de Lizzy, la cual ahora era mía. Izzy, estaba jugando con ella. Me miro al escuchar la puerta.
Izzy: ¿Qué tal el entrenamiento?
Sophia: Bien. Al fin le he quitado el cuchillo a, Jeremy. –sonreí.
Izzy: Eso es grandioso. –se levanto y camino hacia mí-. Solo faltan días. ¿Cómo te sientes?
Sophia: Con ganas de vivir. –Él sonrió-. Voy a luchar hasta el final. No quiero que alguien mas muera por mí.
Izzy: No vamos a permitir que mueras.
Izzy, me abrazo y yo cerré mis ojos.
* * *
Daphne: ¿Casarnos?
Duff: Sí. Daphne, quiero que nos casemos. –Daphne, estaba muy nerviosa-. Te amo y si vamos a vivir la eternidad vivámosla juntos para siempre.
Sophia: ¿Quieres actuar como una persona normal? –dije y me senté en el sofá.
Duff: Claro. Omitiendo el hecho de que siempre estamos en peligro y que nunca moriremos, somos normales.
Sophia: Que normales, Duff. –reí.
Duff, sonrió y volvió a mirar a Daphne.
Duff: ¿Qué dices?
Daphne: Que esperemos a que todo pase, ¿Si?
Duff: Esta bien. –Le dio un beso en la mejilla-. Estaré arriba.
Daphne: Esta bien.
Duff, se fue y Daphne camino hacia el sofá. Yo seguí leyendo, hasta que ella arranco el libro que estaba en mis manos.
Sophia: Oye, estaba poniéndose interesante.
Daphne: Sophia, estoy nerviosa. ¿Has escuchado lo que quiere, Duff? ¡Quiere casarse!
Sophia: Si, lo escuche. La verdad ya es hora, amiga. –Ella jugaba con sus manos-. Tres años de relación es suficiente. Tienen que dar ese paso.
Daphne: Amo a Duff, pero la idea de casarme me... aterra un poco.
Sophia: No seas idiota. –reí-. Solo vas a decir, "acepto" y estarán juntos siempre.
Me levante del sofá y recogí mi libro. La volví a mirar y luego subí las escaleras. Entre a la habitación la cual estaba sola, porque Lizzy estaba en el jardín jugando con Celeste. Mañana era el cumpleaños de Lizzy, y aunque trataba de parecer tranquila, estaba angustiada y esperando el día. El sol se había ocultado y decidí ducharme. Luego de una ducha de quince minutos, me coloque la pijama y busque unas hojas. Si algo salía mal, quería que Axl, Steven y Slash supieran de mí. Así que escribí una carta para los tres. Les explique lo que pensé que era necesario que supieran.
La puerta se abrió y Liz entro por la puerta. La hice entrar al baño para que tomara una ducha. Mientras ella se duchaba, guarde la carta y la coloque en la mesa. Cuando salió del baño, le coloque la pijama y la lleve a la cama. Me hizo que le leyera un cuento y poco a poco fue quedándose dormida. Salí de la habitación y baje hacia la cocina. Elizabeth estaba ahí.
Elizabeth: ¿Cómo te preparas para mañana?
Sophia: Estoy... tranquila.
Elizabeth: ¿Segura?
Sophia: No. –Me senté en la mesa-. No quiero dejar a Lizzy sola. Siento miedo de fallar.
Elizabeth: No fallarás. Estaremos ayudándote, en todo.
Sophia: No quiero que se arriesguen.
Elizabeth: Ya estamos en esto contigo, Sophia.
Era cierto. Elizabeth y Jeremy, ya estaban conmigo en esto desde el principio. Por eso ellos estaban aquí, porque quería que Miranda muriera. Cuando termine de hablar con ella, subí a la habitación de Izzy. Él estaba acostado en la cama y me miro al entrar por la puerta.
Sophia: Hey. –sonreí.
Izzy: Hola. –Se sentó en la cama-. Pensé que estabas con Lizzy.
Sophia: He estado dando vueltas. Ella esta dormida.
Izzy: ¿Preparada para mañana?
Sophia: Sí. Aunque no se que esperar de, Miranda.
Izzy: Puede hacer cualquier cosa, ¿no? –yo asentí-. Todo saldrá bien.
Camine hacia la cama y me acosté con él.
Izzy: Lamento haberte metido en esto. –lo mire-. Si nunca te hubiera conocido esto no estaría pasando.
Sophia: Ya hemos tenido esta charla. Igual íbamos a conocernos.
Izzy: Quizás no.
Lo mire fijamente a los ojos.
Sophia: Entonces mi vida seria completamente aburrida y cotidiana. –Él sonrió-. Y no tuviéramos a esa increíble niña.
Izzy: Pero no estarías en peligro.
Sophia: Olvida el peligro. –él acaricio mi rostro-. No me arrepiento de haberte conocido. Jamás voy a arrepentirme.
Ambos nos acostamos en la cama en silencio.
***
Desperté y vi a mi lado a Izzy. Me levante de la cama con cuidado y entre al baño, tome una ducha y busque en el armario algo que colocarme. Salí de la habitación y camine hacia la habitación de Lizzy. No estaba en la cama, era extraño porque nunca se levantaba tan temprano. Salí de ahí y comencé a buscarla en la parte de abajo, no estaba por ahí. Salí al jardín y tampoco la encontré.
Sophia: Mierda. –Dije mirando a mí alrededor-. Miranda.
Entre de nuevo a la casa y subí corriendo las escaleras. En el pasillo me encontré con Daphne.
Daphne: ¿Has visto a, Celeste?
Sophia: No. Y Lizzy, no esta. –Tapo su boca con sus manos-. Las tiene, Daphne.
Daphne: ¿Qué hacemos?
Sophia: Me quiere a mí, ¿no? –Ella no dijo nada-. Yo iré por ellas.
Jeremy: No vas a ir sola. –me gire para verlo-. Iré contigo.
Todos estaban ahora en el pasillo. Duff y Daphne, no querían quedarse porque su hija estaba en peligro, pero tuve que hablar con ellos. Jeremy, Elizabeth y yo iríamos a buscarlas. Izzy, no sabia a donde íbamos, el seguía dormido. Elizabeth, había estado vigilando a Miranda, así que sabia donde estaba su escondite. Jeremy, manejo el auto de Duff, siguiendo las indicaciones de Elizabeth. Luego de una hora de camino, llegamos a una especia de cueva. Bajamos del auto y comenzamos a caminar.
Sophia: ¿Segura que es aquí?
Elizabeth: Completamente.
Comenzamos a caminar hacia adentro. Todo era muy oscuro, y no se escuchaba absolutamente nada. No creo que las niñas estuvieran aquí. Camínanos con cuidado por la cueva y no parecía haber rastros de Miranda, ni de nadie. Jeremy, me tenia con fuerza tomada de la mano y eso me hacia sentir protegida.
Miranda: Han llegado mas rápido de lo que pensé. –dijo detrás de nosotros.
Sophia: ¿Dónde están las niñas?
Miranda: Tranquila. Ellas están bien.
Me solté de Jeremy y camine hacia ella. Ella no parecía estar preocupada, de hecho creo que estaba muy segura de si misma. Creo que pensaba que lograría lo que quería. Saco la daga y deje de caminar. Ella sonrió de una manera malévola.
Miranda: Yo tengo el poder, Sophia. –dijo mientras jugaba con la daga.
Sophia: ¿Cómo conseguiste traer a Lizzy aquí? ¿Por qué no se protegió?
Miranda: No solo tú cambias de forma. –me miro-. Yo también. Te he dicho que no somos tan diferentes.
Sophia: Solo quiero que las dejes ir.
Miranda: Primero... ¡Acabo contigo!
Se lanzo sobre mí y ambas caímos al suelo. Ella trataba de clavarme la daga, pero tome su brazo con fuerza. No iba a permitirlo. Hay un momento y un lugar para morir, pero definitivamente este no era. La empuje y ella se levanto rápidamente. No se de donde habían sacado gasolina, Jer y Elizabeth, pero la estaban regando por toda la cueva. Tome del cabello a Miranda, y la golpee un par de veces en el rostro. Me empujo y me pegue fuertemente con un extremo de la cueva.
Miranda: No sabes... no sabes como disfrute matando a tus padres. –dijo mientras se levantaba-. Me gusto ver la expresión de miedo en sus rostros. –sonrió-. Tu padre, fue muy fácil.
Sophia: ¡Cállate!
Miranda: Pero tu madre... ella si que costo. –Tomo la daga con fuerza-. La apuñale, y luego de un rato la mordí. Me había cansado de verla agonizar.
Corrí hacia ella, pero me detuvo y volvió a empujarme. Que hablara sobre mis padres me dejaba débil. Me hacia recordar cuando los encontré muertos y me quitaba las fuerzas. Me dio unas cuantas patadas mientras estaba en el suelo. Cuando por fin pude me voltee y la mire cerca de mí, llevaba la daga.
Miranda: Esto es tan fácil. –sonrió-. Eres una niña patética.
Volvió a patearme. Ella se agacho y me miro. Iba a fallarles a Lizzy, a Izzy... a todos. Me apretó fuertemente del cuello con una mano y la otra la fue acercando la daga a mi corazón.
Jeremy: ¡No!
De pronto la daga no me había atravesado a mí, había atravesado a Jeremy. Elizabeth, se lanzo hacia ella y yo tome el cuerpo de Jeremy. La daga, estaba justamente en su corazón.
Sophia: No, no, no... -dije mientras lo sostenía-. Jeremy, ¡No!
Su cuerpo se fue descomponiendo poco a poco y ni siquiera hubo tiempo de despedidas. Mire a Elizabeth y vi como Miranda, le arrancaba la cabeza. Vi morir a ambos. Quite la daga que estaba en el corazón de Jeremy, y me levante. Saque el encendedor de mi bolsillo y lo encendí.
Miranda: ¡¿Qué haces?!
Sophia: Si yo muero, tú mueres conmigo... perra.
Deje caer el encendedor en el suelo y cuando toco la gasolina todo se prendió en fuego. Miranda, se tiro encima de mí y comenzamos a pelear por la daga. La quite de encima con una patada y voló hasta el otro extremo de la cueva. Sabía que las niñas no estaban aquí, porque no había más lugar en la cueva. Supuse qué estaban escondidas en otro lugar. Camine hacia Miranda, y la tome del brazo. Clave la daga en su pierna y ella grito. Fue un grito aterrador. La saque de ahí y la clave en su estomago. Mire a mi alrededor y vi el fuego expandirse mas, fue una oportunidad para Miranda. Me golpeo y me dejo debajo esta vez. Quiso caminar hacia la salida, pero la tome por los pies.
Sophia: ¿Disfrutaste matando a mis padres? ¡Yo disfrutare matándote a ti! –Hice que cayera de nuevo al suelo-. ¡Eres una perra! –Dije y le di una bofetada-. ¡Una maldita!
Miranda: Sophia, ¿Crees que matándome te salvaras? –Soltó una carcajada-. Muchos vendrán por ti. Y estoy feliz de que Jeremy y Elizabeth estén muertos. Esta vez no van a protegerte.
Me tomo del cuello y se levanto. Sentía que iba a romperlo de lo fuerte que lo estaba apretando. La daga estaba en mi mano, no todo estaba perdido. Pensé en Izzy, en Lizzy, Daphne... todos ellos. No iba a morir, no iba a fallarles. Con toda la fuerza que aún tenía, hice que me soltara. La tire al suelo.
Sophia: Todo termino, Miranda. –la apreté-. Todo termino para ti.
Clave la daga en su corazón. Me miró y antes de que muriera como Jeremy, le arranque la cabeza. Saque la daga de su corazón y me levante. El fuego ya se había expandido demasiado y había bloqueado la salida. Empuje el cuerpo de Miranda hacia las llamas y busque otra salida. Si pasaba por las llamas, me quemaría inmediatamente. El cuerpo de Miranda ya se lo habían consumido las llamas, y ni hablar del de Elizabeth y Jeremy.
Sophia: Perdóname Lizzy. –Dije mientras buscaba la salida-. Creo que al final voy a fallarte.
Entonces algo comenzó a temblar y algunos pedazos de la cueva comenzaron a caer. Esto iba a derrumbarse pronto. Ya no podía avanzar más, puesto que las llamas ya habían tomado casi todo el lugar. Comenzaba a sentir como las llamas me rozaban y no era la mejor sensación. Fue entonces escuche que alguien gritaba mi nombre. Y mire a mi alrededor y no veía a nadie. Un gran pedazo de la cueva cayó e hizo que tuviera que retroceder. Las llamas iban a alcanzarme.
Izzy: ¡Sophia! –dijo detrás de mí.
Sophia: ¡Izzy! –camine hacia el-. ¿Qué haces aquí?
Izzy: Buscarte. No voy a dejarte aquí. –Me abrazo-. Salgamos de aquí.
Sophia: No puedo pasar por ellas. Me mataría.
Miro a su alrededor y luego me tomo en sus brazos. El podía atravesarlas, nada le pasaba y era como si no lo tocaran. Claro, el controlaba los elementos, controlaba el fuego y por eso no le sucedía nada. Fue un largo recorrido para encontrar la salida. Cuando por fin salimos, vi a Daphne y Duff. Cuando estábamos los cuatro juntos, aquella cueva se derrumbo por completo. Sepultando los tres cuerpos.
Daphne: Sophia, ¿Estás bien? –dijo mientras me veía llorar-. ¿Dónde están Elizabeth y Jeremy?
Sophia: Los mató. –dije y la abrace-. Los mató y no pude salvarlos.
Luego sentí los brazos de Duff y de Izzy rodearnos. Era bueno estar viva, ahora estaba más viva que nunca y con motivos suficientes para vivir. Nos montamos en el auto y Duff comenzó a conducir hacia la casa. En el camino, Izzy tomo mi mano y sonrió. Habíamos ganado la guerra, y el futuro había cambiado. Al llegar a casa, entramos rápidamente. Lizzy y Celeste del futuro cuidaban a Las pequeñas.
Lizzy: ¡Mamá!
Sophia: Lizzy.
La abrace fuertemente. Esta vez no crecería sin una madre, su futuro sería otro. Me aleje de ella y abrace a la Lizzy del presente. Hoy era su cumpleaños y había quedado en segundo plano por todo esto.
Celeste: Ya todo termino. –sonrió-. Encontramos a las niñas en otro lugar. La verdad, recordamos un poco que lugar era. –Miro a Daphne-. Y por eso logramos rescatarnos.
Daphne: ¿Cómo volverán a...?
Cerca de las escaleras se abrió el mismo agujero negro que la otra vez. Pero extrañamente este no se llevaba nada. Celeste, se despidió de todos mientras Lizzy se despedía de Izzy y de mí.
Lizzy: Los amo. –sonrió.
Sophia: Y nosotros a ti.
La abrazamos de nuevo y al sepáranos, nos despedimos de Celeste. Luego ellas se tomaron de la mano y atravesaron aquel agujero. A penas ellas entraron el agujero se cerro. La paz y todo volvía al hogar.
Daphne: Ha sido un día largo. –Suspiro-. Creo que... es hora de descansar.
Duff: Señorita, usted y yo aun debemos hablar. –Dijo y la tomo de la cintura-. Sigo esperando tu respuesta. ¿Aceptas casarte conmigo y convertirte para siempre la señora McKagan?
Daphne: Acepto. –dijo y beso sus labios.
Izzy: Oh, vayan a su habitación. –dijo y reímos-. No hagan escenas delante de las niñas.
Tomaron a Celeste de la mano y subieron las escaleras. Yo mire a Izzy.
Sophia: Todo vuelve a ser normal, ¿no?
Izzy: Supongo que sí.
Me acerque a él y pase mis manos por su cuello. Lo mire a sus hermosos ojos... azules.
Izzy: ¿Qué pasara con nosotros?
Sophia: ¿Aún quieres casarte conmigo? –Él sonrió-. Porque si es así... quiero retomar nuestro compromiso.
Izzy: ¿Estás completamente segura? –yo asentí-. Pensé que dejaste de amarme.
Sophia: Nunca. Viviremos la eternidad juntos, ¿lo olvidas?
Izzy: Jamás lo olvidaré.
Sophia: Sé que éstas semanas todo fue complicado. –suspiré-. Izzy, quería a Jeremy, eso es algo que no voy a negar. –Él asintió-. Pero nunca deje de amarte. Lo que sentía por ti era más fuerte. Siempre fuiste tú y siempre serás tú.
Sonrió y me beso.