Dos Semanas Después...
-Narra Dulce-
Ya han pasado dos semanas y no puedo evitar sentirme feliz, Aura y Mai ya están en casa y yo he decidido quedarme algunos días con ellas para disfrutar de mi pequeña sobrina, aunque la verdad desde ese día no puedo dejar de pensar en él, vivo en la casa de Christian y Mai para ayudarla en todo mientras mi hermano trabaja y Christopher se pasa el día aquí metido con la excusa de la niña aunque yo sé muy bien que lo hace para verme.
Desayunamos y Christian se va al trabajo y aprovechando que yo cuido de Aura, Mai sube a darse un baño relajante. Me siento en un sillón con Aura en brazos intentando que se duerma y de repente suena el timbre. Voy y al abrir no puedo evitar sonreír.
-Narra Christopher-
Llamo al timbre y oigo el ruido de unos zapatos acercarse a la puerta, despacio. Alguien abre y la veo, parada con Aura entre sus brazos y veo cómo sonríe.
Chris: Buenos días hermosas.
Acaricio la cabecita de Aura y le doy un beso en ella y le doy un beso en la mejilla a Dul.
Dulce: Buenos días, ¿qué haces aquí tan temprano?
Chris: pues quería ver a las princesas de esta casa.
Dulce: ¿Ah sí? ¿Y quiénes son eh?
Chris: Bueno pues una es mi sobrina que adoro, otra mi hermanita y la tercera y la más hermosa de todas es la mujer que amo.
Dulce: Wow, pues qué afortunado, rodeado de mujeres.
Chris: Sí, soy muy afortunado, ¿ya me vas a dejar pasar o no?
Dulce: Sí claro pasa, pero no hagas mucho ruido, estaba a punto de dormirse y May estaba dándose un baño y después se iba a recostar un rato, apenas ha dormido en toda la noche.
Entramos hacia el salón y me siento en uno de los sillones, ella se sienta justo enfrente de mí y no puedo evitar sonreír como un bobo al ver cómo acuna a Aura con una infinita ternura. A los pocos minutos veo cómo se levanta y me hace un gesto para que no diga nada y recuesta a Aura en una pequeña cuna que esta situada al lado de su sillón. Se vuelve a sentar y sigo mirándola.
Dulce: ¿Por qué me ves así?
Chris: ¿Así cómo?
Dulce: Pues así como menso.
Chris: No te miro como menso te miro como enamorado porque eso es lo que soy.
Me levanto del sillón y me acerco a ella y me siento a su lado.
Dulce: Chris ya te dije que...
Chris: Sí ya sé lo que me dijiste pero yo también te dije que cuando estuviera contigo iba a hacer lo que sentía y lo que siento en este momento es que me muero por besarte.
Le agarro con mis manos su cuello y la beso, primero tiernamente acariciando sus labios y ella me corresponde y con una mano la atraigo hacía mi haciendo que se siente a horcajadas sobre mí mientras nos seguimos besando, bajo mis manos hasta su trasero apretándolo hacia mí y ella corta el beso intentando bajarse pero la detengo.
Chris: ¿Qué pasa? ¿Te molesta que te bese?
Dulce: No es eso, sabes que me encanta que me beses.
Chris: Entonces no entiendo cuál es el problema.
Dulce: El problema es que estamos en casa de nuestros hermanos con nuestra sobrina de apenas días de nacida y no sé si podré controlarme si me sigues besando de esa manera.
Chris: No quiero que te controles, quiero estar contigo, entiende que te amo.
Dulce: Bebé, aquí no, te prometo que después hablamos de esto.
Chris: Está bien como tú quieras.
Me da un rápido beso mientras se baja de encima de mí para ir por Aura que había comenzado a llorar.
-Narra Alfonso-
Después de desayunar con Annie recibo la llamada de Christian pidiéndome que vaya a la oficina junto con Annie porque nos tiene que contar algo muy importante. Llegamos a la oficina y Luján nos indica que mi hermano nos está esperando en la sala de juntas. Entramos y nos sentamos y observo cómo él sostiene entre sus manos un montón de carpetas y de papeles.
Alfonso: Bueno ya dinos para que querías hablar con nosotros con tanta urgencia.
Christian: Ya tranquilos porque les aseguro que lo que les tengo que contar les va a poner muy contentos.
Annie: ¿Tanto así?
Christian: Sí Annie, ¿se acuerdan que hace algún tiempo me pediste que investigara a la tal Renata?
Annie: Sí claro pero aún no sabemos nada.
Christian: Te equivocas, me llegó alguna información aunque todavía no está completa.
Annie: Bueno pues ya cuéntanos lo que sea, tenemos que ayudar al bebé, y más ahora que parece que Dul y él se están acercando.
Después de que mi hermano nos cuente lo poco que ha descubierto sobre Renata, Annie y yo nos quedamos muy sorprendidos.
Alfonso: ¿Eso es todo?
Christian: Pues sí ya les dije que era muy poco pero muy pronto vamos a tener todo y si esa mujer ha hecho lo que yo creo lo va a pagar caro.
Alfonso: Por supuesto, por su culpa mi hermana ha sufrido durante mucho tiempo y no voy a permitir que siga sufriendo por culpa de esa mujer.
Annie: Exacto Gatito, esa mujer es demasiado perversa y yo creo que todo lo que sospechamos de ella es cierto.
Christian: Bueno eso era todo en cuanto tenga toda la información confirmada les cuento pero aún no podemos decirle nada a Christopher.
Annie: Sí es mejor que por el momento no le digamos nada, sé que si le contamos nuestras sospechas irá corriendo a reclamarle a la tipa esa y la pondría sobre aviso.
Alfonso: Tienes razón amor, bueno hermano hablamos luego.
Me despido de Christian y de Annie y me voy a mi oficina para terminar pronto todos los pendientes y poder ir a visitar a mi sobrina.
-Narra Maite-
Después de un baño me quedo dormida en la cama y despierto al oír el llanto de Aura y unas voces en el salón. Bajo las escaleras y sin poder creerlo, me escondo un poco, mientras veo como mi hermano y Dul se están besando muy acaramelados. Veo como se separan y entonces decido bajar y hacerme notar.
Chris: Buenos días, hermanita.
Maite: Muy buenos. ¿Cómo amaneciste?
Veo como Dul se sonroja y mira para otro lado mientras mi hermano me dedica una sonrisa.
Chris: Pues muy bien, vine a visitar a mis tres princesas.
Maite: ¡Qué bien! Oigan quiero ir a visitar a Christian y darle una sorpresa ¿se podrían quedar con Aura?
Sin que Dul se dé cuenta le guiño un ojo a Chris para que me siga la corriente y él asiente, para decirme que me ha entendido.
Dulce: Claro May, yo encantada me quedo con esta princesa.
Chris: Yo también me quedo hermanita.
Maite: Pues que bueno, en la nevera tiene un biberón preparado y en el cuarto están todas las cosas de Aura, Dul ya sabe todo, yo ya me voy.
Me despido de los dos y de mi princesa y me subo al cuarto, me arreglo rápido y voy a la oficina para visitar a Christian.
-Narra Dulce-
No puedo creer que May me haya dejado sola con él, diez minutos después de que se fuera May, Aura se ha puesto a llorar para decirnos que es su hora de comer y Chris la ha cogido mientras yo le termino de preparar su biberón. Llego al salón y veo cómo él ha logrado calmarla y veo que ya no llora y que le está haciendo risas. Me siento junto a él y le extiendo los brazos para que me dé a la niña.
Dulce: Chris, ya dámela, tiene que comer.
Chris: Oye pues ni que yo fuera idiota para no saber cómo darle de comer.
Dulce: Bueno no eres idiota pero...
Chris: ¿No me crees capaz de darle un biberón a un bebé?
Me mira alzando una ceja mientras acuna a Aura en sus brazos.
Dulce: Bueno yo no dije eso.
Chris: Entonces ya dame eso, además tendré que ir practicando para cuando tengamos a nuestros hijos.
Me quedo helada al oír sus palabras y siento cómo mi corazón se acelera y él me mira y sonríe mientras me quita el biberón de las manos y se lo da a Aura. Lo observo mientras le da de comer a la bebé y no dejo de pensar en sus palabras.
Chris: Ya se lo terminó. ¡Dul!
Doy un respingo al oír su grito y salgo de mis pensamientos.
Dulce: ¿Qué paso?
Chris: Que ya se lo ha terminado.
Dulce: Bueno ahora tienes que darle golpecitos en la espalda.
Veo cómo recuesta a la bebé en su hombro y le da pequeños golpecitos durante un par de minutos y al volver a tumbarla sobre sus brazos veo que está completamente dormida.
Chris: Se quedó dormida.
Dulce: Sí, mejor ve y acuéstala en su cuna, yo mientras voy a darme una ducha. ¿Podrás ocuparte de ella un rato?
Chris: Siii, ve tranquila yo me ocupo.
Me voy hacia mi cuarto y veo cómo él entra al cuarto de mi hermano y de Mai para acostar a la bebé en su cuna. Me quito el pijama, que hasta ahora lo había tenido puesto y dejo preparada encima de la cama la ropa que me voy a poner después. Entro en la ducha y me quedo durante algunos minutos con los ojos cerrados sintiendo el agua caer sobre mí y de repente siento como alguien me abraza por la espalda y me invade su olor.
Dulce: ¿Qué haces aquí?
Le pregunto soltandome de su abrazo y me giro y todo mi cuerpo tiembla cuando lo veo, desnudo frente a mí, despues de tres meses de no sentir sus manos en mi cuerpo, sus besos recorriendo mi piel, lo deseo... lo deseo tanto... está tan guapo como lo recordaba.
Chris: Quería ducharme contigo.
Dulce: Estás loco, has dejado a la niña sola.
Chris: Estoy loco pero por ti y por Aura no te preocupes que he dejado el intercomunicador encima del lavabo, si llora la escucharemos.
Me besa mientras con sus manos acaricia mi espalda bajando hasta mi trasero, apretándome contra él y no puedo evitar soltar un suspiro de placer al sentirlo pegado a mí, desnudo, después de tanto tiempo. Sigue besándome esta vez bajando por mi cuello haciendo que queden unas pequeñas marcas sobre él.
Dulce: Chris no... puede venir alguien.
Digo con la respiracion entrecortada y apenas un hilo de voz mientras sus manos recorren mi cuerpo, como lo había extrañado, sus manos y sus besos me enloquecen, tanto o más como lo hacían antes.
Chris: Tranquila, no va a venir nadie, Mai llamó y dijo que si nos podíamos quedar con Aura toda la mañana porque iba a ir con Annie de compras y Christian va a estar toda la mañana en la oficina.
Dulce: Igual esto no puede ser, por favor...
Digo con un hilo de voz mientras vuelvo a gemir de placer cuando siento como su mano acaricia mi sexo.
Chris: Dul, yo se que lo deseas tanto como yo... por favor, quiero que estar contigo. Te amo.
Dulce: Yo también te amo, bebé.
Y me dejo llevar por este amor que siento por él, dejo de negarme y nos besamos apasionadamente, enrollo mis piernas a sus caderas y el agarra con fuerza mi trasero y me apoya contra la pared. Siento como me mete un dedo y gimo de placer y después otro haciendo que me arquee mientras le acaricio y decido complacerlo a él también.
Dulce: Bebé, te necesito dentro.
Me mira y me besa apasionadamente y siento como llena mi interior una y otra vez mientras me aferro a su espalda y muerdo su hombro para no gritar mientras él acaricia mis piernas y deposita pequeños mordiscos sobre mi cuello.
Ambos llegamos al orgasmo y nos quedamos en la misma posición, abrazados.
Dulce: Bebé, quédate dentro de mí, por favor.
Chris: Te puedo lastimar.
Dulce: No me vas a lastimar, quiero sentirte siempre, dentro de mí, como antes. Quiero seguir siendo tuya, que sepas que te amo tanto como hace tres meses, que soy tuya, que sigo siendo tuya mi amor.
Chris: y yo soy tuyo mi amor, te amo Dulce, mucho más que antes.
Me besa de nuevo y vamos hacia la cama, después de hacerlo varias veces más caemos rendidos, quedándonos abrazados sobre la cama, sintiendo la más inmensa felicidad por estar de nuevo entre sus brazos.