—Nunca imaginé estar en un lugar como éste.
Dylan miró a su alrededor con suspicacia pero algo curioso, optó una postura altanera mientras miraba a todas aquellas personas vestidas casi idénticas, unas más excéntricas que otras. Tate y él eran los únicos que se veían más apegados a lo normal pues algunos iban vestidos como insectos metálicos gigantes.
—Se llama convención, y estarás presente más frecuente de lo que piensas—Tate le guiñó un ojo y continuó su camino mientas admiraba las estructuras y cosplays de las demás personas, sentía que aquel lugar era su propio paraíso.
Él apresuró el paso para llegar a su lado.
—No te aproveches de mi bondad—Le comentó Dylan y suspiró —, además, ¿Qué es ésto que me obligaste a vestir? Me siento ridículo—Miró sus manos cubiertas por guantes de cuero sin dedos.
—No te ves ridículo, te ves caliente—O'Brien elevó las cejas en su dirección luciendo coqueto pero ésta no le miró, seguía endiosada con el panorama— y no te obligué, es más, te convencí que es un tema diferente.
—Si me convences siempre de esa manera creo que diré que sí a todo—Le susurró al oído y rozó su brazo con la punta de los dedos, Tate saltó regresando a la realidad y le dio un manotazo.
—Compórtate—Le reprendió.
Dylan soltó una carcajada y se alejó de ella unos centímetros, tanto como para no invadir su espacio personal pero lo suficientemente cerca para que los demás supieran que debían mantenerse alejados de Tate.
—¿Qué se supone que somos?—Le preguntó Dylan.
—Corredores de laberinto —Él la miró con un imaginario signo de interrogación sobre su cabeza—, si te duermes a media película está claro que no sabrás de lo que hablo.
Dylan abrió la boca para contestarle pero fue interrumpido cuando alguien le tomó del brazo y jaló haciendo que se diera la media vuelta, miró algo perturbado a las dos chicas vestidas igual que él, éstas le miraban con un brillo en los ojos pero después fruncieron el ceño.
—Lo siento—Dijo una bastante apenada—, pensamos que eras alguien más, te pareces demasiado a Thomas.
—¿Verdad?—Contestó la amiga de la chica, ambas se miraron y soltaron un chillido.
Tate rodó los ojos—Que lastima que no sea Thomas, es mi novio y ahora nos tenemos que ir—Recalcó la palabra "novio" y jaló a O'Brien haciendo que la chica que lo tenía tomado del brazo lo soltara. Tate no esperó una respuesta y lo obligó a caminar entre la gente manteniendo una postura bastante rígida.
—Eres la mujer más hermosa cuando los celos te invaden.
—Y también la más peligrosa—Gruñó—, estuve a nada de estampar mi puño en su cara.
Dylan sonrió de lado —Simplemente me confundió con aquel actor que te gusta tanto, y no estaba haciendo nada malo, ni siquiera coqueteó.
—Tú no lo sabes, las mujeres suelen tener los pensamientos más sucios y diabólicos que puedas imaginarte con tan solo tener su mano tocando tu brazo.
Él rodó los ojos, estuvo a punto de decirle que estaba dramatizando todo pero decidió quedarse callado. En lo que iba de su relación había aprendido que no podía decirle palabras como dramática, loca y otros derivados pues su mala actitud se duplicaba. Así que lo dejó de lado y cambió de tema.
—¿Qué significa "Cruel es bueno"?
Tate se golpeó con la palma de la mano en la frente—Hay tantas cosas que debo enseñarte—Desvió la mirada y de repente se quedó en shock, abrió la boca y sonidos salieron de ésta sin formar alguna palabra reconocible.
—¿Estás bien?—Pasó una mano frente a su cara esperando a que reaccionara de lo que fuese que estuviera viendo.
—No puede ser, ¡Ahí está!—Saltó como niña pequeña y volvió a tomar a Dylan de la mano para comenzar a correr.
Éste se quedó con la palabra en la boca mientras era arrastrado por Tate y empujaba sin querer a las personas que estaban en su camino, esperaba que no se molestaran, debían entender que tenía una novia que a veces estaba fuera de sus cabales.
Tate empujó y se metió entre las personas que estaban más cerca de él aún con Dylan tomado de la mano—¡Hola! Soy una gran, gran, gran, gran fan, te sigo desde Teen Wolf y he visto todas tus películas ¿Podemos tomarnos una foto contigo?—Habló tan rápido que O'Brien se sorprendió de que no se le trabara la lengua o se le acabara el aire.
—¿Tomarnos?—Repitió Dylan incrédulo.
—Sí, tomarnos—Sonrió ampliamente y le dio un codazo a su novio para que guardara silencio.
—Por supuesto—Contestó el actor con una sonrisa plasmada en el rostro. Tate no perdió tiempo y le dio su celular a una de las fans que estaba casi desmayándose frente a ellos, Tate y Dylan se acomodaron a cada lado del actor y la chica les tomó varias fotos.
—Te amo—Dijo de repente Tate hiperventilando.
—¿Qué? ¿Así de fácil?—Soltó Dylan indignado—De acuerdo, suficiente, nos vamos—La tomó del brazo haciendo que diera varios pasos hacia atrás.
—Espera—Dijo aquel actor—, ¿Nos conocemos de algún lado?
Ambos se miraron fijamente y se miraron de arriba a abajo buscando dentro de sus mentes por qué sospechaban conocerse.
—De hecho se llaman igual: Dylan—Mencionó Tate.
Dylan-actor sonrió —Fue agradable conocerlos—Su atención se desvió y comenzó a firmar autógrafos al azar.
O'Brien asintió —Lo mismo digo—Hizo una mueca al ver a Tate de reojo y pareciera que necesitara una cubeta para no babear el piso—, gusto en conocerte pero me llevaré a mi novia antes de que me cambie por ti.
Dylan cargó a Tate sobre su hombro y pasó entre los fans, que eran muchos más que antes, logrando salir vivos de aquella multitud. Casi sintió pena por él, la vida del famoso debía ser difícil, no poder salir tranquilamente a algún lugar sin que alguien te abordara.
La bajó de su hombro y caminó hacia la salida, Tate frunció el ceño, confundida—¿A dónde vas?—Corrió hasta llegar a su lado.
—A casa, te ves demasiado cómoda diciendo "Te amo" a extraños.
Tate lo tomó del brazo deteniéndolo cuando salió del lugar—Eres el hombre más guapo cuando te invaden los celos—Copió su frase, Dylan no pudo resistir dejar salir una media sonrisa—. No estés así, lo amo como actor pero a ti te amo por todo lo que eres, jamás te cambiaría por él.
—¿Lo prometes?
Ella asintió regalándole una sonrisa, enredó sus brazos tras su cuello y se puso de puntillas dándole un suave beso, Dylan colocó sus manos en su cintura y la apegó más a él.
—Necesitas más que eso para hacerme cambiar de opinión.
Tate soltó un bufido y sonrió mostrando los dientes—Siempre te aprovechas de la situación.
—Se llama saber tomar las oportunidades.
Ella rió, se tomaron de las manos y comenzaron a andar a paso lento.
—No entiendo por qué nos confunden, no nos parecemos en muchos aspectos, uno de ellos es su barba de vagabundo, mientras yo tengo una piel suave y tersa—Tocó su rostro y acarició su piel.
Tate rodó los ojos con diversión—Ya olvídalo—Miró hacia todos lados cerciorándose que no hubieran personas cerca y, entonces, se metieron a uno de los cubículos que se encontraban fuera de la convención.
—¿Qué haces?—Preguntó Dylan, no es que se quejara pero corrían el riesgo de hasta ser vetados del lugar.
—Te hago cambiar de opinión—Le recordó lo que habían hablado momentos atrás—, pero tienes que prometer que verás The Maze Runner conmigo sin quedarte dormido.
Y cómo siempre, esa era su forma de convencerle a hacer cosas que en realidad no quería, Dylan soltó un suspiro y frotó sus narices en una suave caricia.
—Esta bien, no puedo decirte que no—Le dio un corto beso en los labios haciendo que ella se sonrojara.
—Te amo.
—Lo sé—Sonrió creído y volvió a besarla, ésta vez más suave y con más tacto.
A él claro que no le molestaba en lo absoluto que estuvieran en algún lugar público en el que podrían ser descubiertos, así que tomo las riendas de la situación y la estampó contra una de las paredes y se besaron con pasión, Dylan comenzó a acariciar su cintura por encima de la tela de su blusa, mientras Tate bajó pasó sus manos desde su espalda sintiendo los músculos de ésta, pasó por su duro estómago y llegó más abajo hasta la hebilla donde Dylan la detuvo tomando sus manos.
Sus respiraciones eran agitadas y ella le dio una mirada desesperada —¿Qué pasa?
—Compórtate.
Él sonrió inocente y ella soltó un bufido—No es justo que utilices mis propias palabras en mi contra.
—De alguna manera debo vengarme—Dylan se encogió de hombros y entrelazó sus dedos con los suyos haciendo ademán de salir de aquel espacio reducido—. No pienso hacer el amor contigo en un asqueroso cubículo—Besó su frente—, vamos a casa.