TW: Ataques de pánico, mención de pesadilla y descripción de violencia.
Podría haber sido una tarde común, normalmente su madre estaría cocinando la comida Eren y Mikasa le estarían ayudando, su padre había salido a ver a unos pacientes, eso era lo único normal de ese día. Sin embargo no estaba sucediendo lo que debía suceder o al menos lo que Eren estaba acostumbrado, a pesar de ser un niño de apenas 5 años sabía la rutina.
El niño estaba recargado contra la puerta de uno de los cuartos, tenía su oreja pegada a la misma intentando escuchar la conversación que estaba teniendo su madre, a pesar de Mikasa le había dicho que no debía hacer aquello el castaño no le había hecho caso. No entendía muy bien lo que había sucedido, su padre el día anterior le había dicho que su madre había tenido un accidente cuando salió a hacer compras sin embargo Eren la había visto bien, ¿a qué tipo de accidente se refería su padre? Cuando le preguntó sobre ello, Carla los interrumpió y pidió hablar con Eren.
–Estoy bien, si es lo que te preguntas– había dicho en un tono suave –Es solo que algunas personas tal vez no quieran estar conmigo– Eren había preguntado porque no la querrían pero no había recibido respuesta de su madre. Carla solo lo abrazo y después se dirigió a su padre. –Tengo que llamarlos, tarde o temprano lo sabrán y será peor, para todos.
–¿Estas segura que es lo mejor?– Preguntó Grisha alternando su mirada entre e su esposa y su hijo
–No quiero que vengan por Eren, o por ti– Respondió la castaña mientras le rozaba la mejilla a su esposo.
Después de esa conversación nadie se había molestado en explicarlo mucho a Eren o a Mikasa, aunque ella hacía menos preguntas que el castaño, Grisha había querido hacerlo pero su madre dijo que lo entendería después y que era mejor si no sabía mucho.
Eren sabía que había algunos temas que tal vez no podría entender, pero no entendía porqué su madre voluntariamente les estaba ocultando cosas.
La puerta en la que estaba recargado el niño se abrió de pronto golpeando al pequeño en su cabeza.
–¡Eren! ¿Estabas aquí?– Dijo Carla agachandose para verlo a los ojos
–Le dije que no espiara– Murmuró Mikasa, quien estaba sentada en el suelo
–Es que nadie quiere decirme nada– Dijo el castaño mientras se sobaba el golpe que había recibido
–Así es mejor por ahora, prometo que les lo contaré– Respondió su madre y le planto un beso en la frente
–Solo te daremos tiempo de despedirte– Hablo un hombre detrás de Carla, era robusto y alto, más alto que su madre.
–Pero mi esposo no está en la casa, volverá en un rato– Respondió Carla levantándose para hablar con el hombre. El contrario soltó un suspiro desesperado y sacó un reloj de bolsillo.
–Despídete de los niños, habías acordado que solo te quedarías un día más– Respondió el hombre
–Permitame escribirle una carta a mi esposo, al menos, no tardaré. – El hombre ya nos respondió solo asintió.
Carla volvió a agacharse para estar a la altura de su hijo y le dio un abrazo
–Eren mi niño, mamá tiene que irse– Dijo con su voz ahogada, el castaño correspondió el abrazo de su madre
–Pero ¿por qué? ¿Porque tienes que irte?
–Podemos decir que me metí en un pequeño problema, con quienes voy van a solucionarlo, yo voy a estar bien solo que ya no podré estar contigo durante un tiempo– Su voz comenzaba a temblar, como si estuviera a punto de llorar. –Voy a estar en un lugar donde estaré segura– Eren quería hacerle muchas preguntas, quería decirle que ahí estaba segura, no entendía nada lo que sucedía, Mikasa no había querido hacer ninguna pregunta pero probablemente quería hacerlas.
–Quiero que te quedes– Murmuró Eren sin soltar a su madre, su voz comenzaba a temblar un poco
–Yo también, lo siento mucho, te prometo que lo entenderás después– Respondió su madre y soltó a Eren solo para darle un beso en la frente y en la mejilla, acto seguido se volteo a ver a Mikasa
–Grisha llegará pronto, por favor dile que le dejaré un mensaje en la mesa– Mikasa solo asintió, Carla la abrazó por igual y le dijo algo al oído que Eren no fue capaz de escuchar.
Después de haberse despedido de su hijo y de Mikasa, Carla escribió una carta que metió en un sobre y dejó sobre la mesa, tal como le dijo a Mikasa que haría.
Eren no sabe cuanto tiempo pasó desde que su madre había cruzado la puerta con aquel hombre, pero asumía que había pasado bastante, para él aquel hombre y las personas que habían decidido llevarse a su madre eran malas personas, Mikasa no había intentando convercelo de otra cosa, pues aparte de saber que no podría convencerlo de otra cosa tampoco parecía ser mentira, había alejado a Eren de su madre, y aunque ella decía que había sido por voluntad propia parecía que de eso la habían convencido, como si la otra opción que tuviera fuese más cruel.
Cuando Grisha llegó a Mikasa y no encontró a su esposa le preguntó a Eren.
–Se la llevó un hombre– fue todo lo que pudo decir
–Me dijo que le dejó un mensaje sobre la mesa– Respondió Mikasa, Grisha comenzó a llorar cuando leyó el mensaje. Lo que contenía aquel mensaje era un misterio para ambos, después de aquella tarde Grisha se encargo de criar a ambos niños y aunque intento que Eren no odiara a quienes se habían llevado a su madre no pudo evitar que el pequeño creciera con cierto resentimiento hacia ellos, a pesar de que no los conocía.
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Cuando abrió los ojos y notó que estaba en un cuarto conocido de sintió más calmado, pero su respiración seguía entrecortada, sabía que estaba cerca de hiperventilar, hacia noches que no tenía pesadillas y por alguna razón había vuelto, tal vez le preocupaba volver a casa, cambiarse de lugar, salir de aquel lugar que consideraba seguro, algo de eso tendría que ser.
Eren aún estaba intentando calmarse cuando Hanji irrumpió en el cuarto, traía puesta una bata blanca rosa, pero no era de doctor sino de pijama, parecía tener pelucche por dentro para ser más caliente.
–¿Estas bien Eren?– Preguntó la mujer con voz suave mientras entraba en el cuarto, en su mano derecha sostenía una lámpara prendida –Te escuché gritar
–¿la desperté?– Preguntó Eren, aún sentía su corazón muy acelerado, parecía que en cualquier momento se le saldría de la caja torácica.
–No, seguía trabajando, pero eso no es lo importante ahorita– La castaña se acercó a la cama de Eren –Estas empapado en sudor– murmuró cuando estuvo lo suficientemente cerca para notarlo –¿Tuviste una pesadilla?– El chico se quedó en silencio mientras la mujer se sentaba en la orilla de la cama, ya parecía haber descifrado lo que le había sucedido, a pesar de haber tenido varias ocasiones en que la parecía que podía contarle sobre las pesadillas nunca se había animado y ahora que tenía la oportunidad no se sentía capaz de decirlo, como si tuviera miedo, no solo a ser vulnerable.
–Si quieres que te deje solo esta bien, solo quiero asegurarme que estás bien– volvió a hablar la castaña, después de unos segundos sin respuesta la mujer parecía levantarse de la cama hasta que Eren decidió hablar
–Fue una pesadilla, a veces las tengo– al escuchar esas palabras la mujer soltó un pequeño suspiro
–¿Esto sucede a menudo?
–A veces, desde que me golpearon las tengo, no tenía antes, no que yo recuerde– La contraria se mordió un poco los labios
–Eren, no tienes que decirme si no estas listo, pero ¿recuerdas que sucedió cuando te golpearon?
Aquello era algo que había estado evitando recordar, cuando tenía algún tipo de flashback de obligaba a pensar en otra cosa, incluso en sus mismas pesadillas, extrañamente presentía que recordaba lo que le había sucedido, al menos ahora si, reciente había sucedido el accidente no recordaba mucho pero conforme habían pasado los días más recordaba, aunque hubiese preferido ignorarlos los recuerdos estaban ahí.
El castaño parecía dudar de sí hablar o no, tenía miedo, como si alguien más fuera a escucharlo, como si fuese a correr peligro si lo hablaba, tal vez incluso le daba miedo hablarlo porque haría real lo que le sucedió y del alguna forma él quería seguir negando, quería seguir creyendo que no había sucedió a pesar de tener las marcas en el cuerpo, a pesar de smhaber sentido el dolor físico de el incidente por los últimos 2 meses.
–Entiendo si no quieres hablar, solo quiero que sepas que aquí estas seguro, no importa lo que digas yo te creo– Aquellas palabras causaron en el castaño un cierta sensación de seguridad, la seguridad que le faltaba para poder romper el silencio y poder hablarlo, de algún forma se había prometido que si alguien preguntaba, si alguien hacia la pregunta correcta y él hablaría, aunque era más fácil decirlo que hacerlo.
–Me gustaría decir que no lo recuerdo pero lo hago, con más detalle de lo que me gustaría, a veces recuerdo más y a veces menos, aunque normalmente intento ignorarlo– El chico se mantuvo en silencio pero al no recibir respuesta de la mujer decidió seguir hablando –Recuerdo que había terminado de trabajar, y ya iba de camino a casa, un compañero quería acompañarme hasta mi casa pero le dije que no pero si quería acompañarme al estacionamiento estaba bien, y algo sucedió en el camino al estacionamiento, no tengo muy claro que fue, pero hizo que mi compañero se volviera agresivo, él ya tenía fama de ser un alfa salvaje, de igual no entiendo, no entiendo... –Eren tuvo que parar porque lo recuerdos volvían a él, sabía que algo había activado algo en él, sus manos comenzaron a temblar y su respiración se volvió inestable de nuevo, incluso sintió un nudo en la garganta. Hanji le tomó la mano con fuerza y asintió dándole su apoyo al chico. El chico intento volvió a hablar pero las lágrimas que comenzaron a salir de sus ojos se lo impidieron
–Entiendo que esto sea difícil para ti y agradezco tu confianza para contarmelo – Hablo la mujer sin soltarle la mano, con su mano libre saco un tarjetero color azul cielo y como pudo saco una tarjeta de papel medio dañada y se la dejo al chico en el regazo –Es la tarjeta de mi psicóloga, es buena si gustas ir con ella, estoy segura de que podría ayudarte, no importa que no puedas pagarla ahorita debido a ti situació económica, pero tenlo en mente. – El chico asintió y como pudo se seco las lágrimas y la tomó –Te dejaré si eso esta bien para ti, intenta dormir algo, ¿de acuerdo? –El chico volvió a asentir y la mujer lo dejó solo.
Eren siguió llorando, tenía muchas emociones mezcladas, el dolor físico ya había desaparecido incluso las heridas, moretones o huesos rotos pero el dolor emocional persistía. El miedo a lo que le sucedería si salía de sus lugar seguro, el miedo que había sentido tras hablar de lo sucedido, a pesar de ser consciente de que estaba en un lugar seguro le había sido bastante difícil hablarlo. El trauma era más grande de lo que se hubiese imaginado.
El dolor que había sentido en aquel momento, cuando su compañero lo había golpeado en la cabeza, como su vista se había vuelto oscura de pronto, había pensado antes que estaba en peligro por ser omega pero a no a ese nivel, pensó que había sido descuidado, no tenía que haberse culpado a sí mismo peor lo había hecho, aquellas personas que se creían con el derecho de hacerle daño a otros eran despreciables.
Sin embargo su maldición lo había salvado, el golpe había activado algo dentro de él, porque a pesar de sentir el dolor en su cabeza conocía la sensación de calor que recorría su cuerpo, y confirmó lo que sentía cuando abrió sus ojos y vio como humo emanaba de él, la maldición del gato se había activado.
Solo había escuchado como su agresor gritaba que era un fenómeno, segundos después volvió a sentir el cosquilleo y volvió a su forma humana, no se había movido mucho por lo que se pudo ajustar su ropa. Sin embargo cuando quiso huir fue cuando el agresor volvió a atacarlo.
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–¿Esto era todo lo que traías?– Pregunto Armin mientras revisaba por tercera vez la maleta
–Si, aparte ya revisaste todo de nuevo– le respondió el castaño mientras exhalaba
–Bueno no esta demás revisar– dijo Hanji mientras guardaba las copias de los resultados de cada revisión en un folder para entregárselos a Eren, cuando estaba por hacerlo el timbre de la puerta sonó –Ya vuelvo Eren– el chico no respondió y solo se quedó viendo el cuarto donde se había quedado por 3 meses y medio
–¿Te sientes nostálgico?– Pregunto Armin cerrando la maleta y colgándosela al hombro
–Algo, pero me alegra saber que ya volveré a casa
–A mi también– Parecía que el rubio iba a decir algo más pero cuando quiso decirlo Hanji llegó al cuarto acompañada de Levi
–Tienes una visita Eren– Dijo la mujer con un pequeña sonrisa en su rostro. Levi altero su mirada a entre Eren y Armin durante unos segundos antes de hablar
–¿Es un mal momento?
–No– Respondió Eren de forma abrupta y tras darse cuenta se aclaro la garganta –No, solo estaba recogiendo mis cosas para irme.
Armin quería reírse, en parte de los nervios y en parte por la incómodad que claramente había en el pequeño cuarto desde que había entrado el pelinegro.
–Me llevó la maleta y te espero en el coche– Dijo el rubio rompiendo el silencio entre Levi y Eren, acto seguido le dio un toque al castaño en el hombro y salió de la habitación con Hanji, quien insistió en acompañarlo con la excusa de darle el folder con los exámenes de Eren.
–Asi que ya te vas– Comentó Levi una vez que estuvieron solos
–Si, creo que ya extrañaba mi propia casa– Contestó con una pequeña risa y se pasó la mano por la nuca. –Fue agradable el tiempo que pasé contigo– Agregó algo nervioso
–¿Esto es una despedida?– Preguntó el contrario alzando una ceja algo confundido, en ese momento Eren noto que era más alto que el contrario, imaginaba que así era pero dado que se pasaba el día entero en la cama no había podido comprobarlo, ante ese pensamiento el castaño sonrió ampliamente.
–Podría ser, pero no creo, igual tienes mi número de celular, siempre podemos vernos después– Ante esa respuesta Levi solo ladeo la cabeza y clavo sus ojos grises en los de Eren
–Suena bien para mi
–Entonces nos vemos, Levi
–Nos vemos, Eren
La forma en que ambos habían dicho el nombre del contrario había sido diferente, como si se hubiesen molestado sin ser agresivo, el castaño se había esforzado porque el nombre del Ackerman saliera de su boca con suavidad, quizá Levi no se había esforzado tanto, pero al menos para Eren aquella despedida se guardaría de forma especial en su memoria.
Eren salio de la habitación y Levi solo lo acompaño hasta la entrada donde ya estaba Hanji, quien igual se despidió de Eren antes de que éste saliera dejando a Levi solo con Hanji.
–¿Al menos lo besaste?– Preguntó Hanji dándole un codazo suave a su amigo
–¿Qué demonios te sucede?– Respondió el pelinegro frunciendo el ceño
–Bueno, bueno, ¿lo invitaste a salir?
–No
–¡Vamos! No seas así, es más que claro que le atraes, y diría que a ti tambien– Lebo no le respondió solo la fulmino con una mirada molesta. –Bueno, no insisto pero podrías darte la oportunidad de conocerlo al menos, y que sea lo que sea.
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La mujer de cabellos castaños estaba sentada mirando la ventana, tenía una cobija café sobre su regazo posiblemente llevaba cerca de hora en ese misma posición, la castaña froto sus manos entre ellas intentando obtener algo de calor, a pesar de que aún no era invierno ese cuarto no era muy caliente.
–¿Señora Jeager?– Pregunto una mujer tras tocar la puerta del cuarto
–Esta abierto, puedes pasar– Contestó Carla, y la chica entró
–¿Cómo se siente?– Preguntó la pelinegra mientras se acercaba a donde estaba sentada la contraria
–Mejor que otros días, incluso la maldición se ha quedado inactiva
–
Me alegra oír eso, la mía también sigue inactiva– la azabacha iba a seguir hablando peor Carla la interrumpió
–Pieck, me temo que la de mi hijo se haya activado recientemente
–Quisiera decirle que se equivoca pero no– Antes de continuar decidió sentarse en un silla enfrente de Carla.– Hace poco los demás portadores supieron que Eren tuvo un incidente, los que están aquí comentaron que sería mejor que viniera, algunos hasta quisieran usarla para atraerlo–Ante esas palabras Carla frunció el ceño con fuerza
–¿Por qué harían algo así? Bien aquí voluntariamente para que lo dejarán en paz, no para que me usen como chantaje para encerrar a mi hijo– Su tono de voz demostraba que estaba molesta, no contra Pieck, contra el clan, aunque se había imaginado que podrían hacer algo así prefería creer que no serían tan crueles para hacer algo de ese estilo.
–Yo comprendo su molestia, tampoco quisiera que hicieran algo de ese estilo, cuando escuché aquello también me moleste, si convocan votación yo estoy de su lado, que Eren se quede fuera de este lugar, ambas sabemos que no importa si lo traen o si prometen que podrá verla– Replicó Pieck tomándole la mano a Carla –No lo quieren, aunque sea un portador, es el gato.
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Esta vez tenía ganas de actualizar rápido, espero les vaya gustando <3
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