SCOTT EN MULTIMEDIA.
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Sigue narrando Ari.
Nick fue a por la venda que le pedí. A mí me gusta el, sinceramente. Pero no quiero que me lastime, no quiero enamorarme de él y que después me rompa el corazón.
- Ten, dame tu brazo. - dijo, extendí mi brazo y me puso la venda.
- No aprietes - me queje.
- Ari, solo te rozo.
- Pues duele.
Aguante el dolor un poco y acabó poniéndome esparadrapo para asegurarlo. Lo que duele de verdad es mi pierna.
- Me duele mucho Nick.
- Yo puedo curar eso.
Dijo y me dio un corto beso que yo paré.
- No quiero que me lastimes. No quiero ilusionarme y después verte con otras. No quiero que me rompas el corazón Nick.
- Yo nunca haría eso.
- Puede que eso digas ahora. Pero mañana puede que veas a una de esas Barbies y te descontroles. Eres un mujeriego Nick.
- Ari...Eso era antes. Desde que llegaste, hace un par de días, me di cuenta de que me enamore de ti a primera vista. ¿Yo te gusto?
- Si... Pero no quiero que me lastimes.
- Nunca haría eso.
Dijo esto y se acercó lentamente a mí hasta que me besó. Un beso tierno y suave. Yo no me negué. De pronto alguien entró.
- Ari vamos a... - era Cat - ¡Vaya! - exclamó - yo... Lo siento. Vamos a urgencias.
Me separe rápidamente de Nick.
- ¿A urgencias? No Cat...
- Como no te levantes te levantamos nosotros - dijeron los chicos apareciendo.
- Me da que me tendréis que llevar - dije señalando mi tobillo y muñeca negra.
- Oh, claro. ¿Por qué estabas con Nick? - preguntó Luke serio. Nick y yo nos miramos desesperados. No sé qué decir...
- El le trajo una venda para la muñeca - dijo salvándome Cat.
- Bueno... Ya te cojo en brazos yo - dijo Luke sin dejar de mirar mal a Nick.
- ¡Estoy en pijama!
- Pues habrá que cambiarte otra vez - dijo Marco agarrando mi camiseta.
- ¡Para! Y controla tus hormonas - le dije. - Me cambio de camiseta solamente, que el pantalón es normalito.
- Esta bien - dijo Scott levantando un poco mi camiseta pero le pare.
- ¡Me la quita Cat! - grite - ¡Pervertidos!
Ellos rieron y salieron de mi cuarto, Cat me acercó una de mis blusas favoritas, una azul ancha que me gusta mucho.
- ¡Ya podéis pasar pervertidos! - grite.
Luke me cargo en sus brazos y me llevaron hasta un coche. Como el otro día, íbamos Marco, Tyler, Cat y yo en uno y los demás en otro.
A los Díez minutos llegamos al hospital. Es demasiado grande. Me asusta. ¿Y si me cortan el pie?
Aparcaron y Tyler abrió mi puerta.
- Yo no entro ahí.
- Creo que si... - dijo este y me cogio.
- ¿Por qué nunca consigo que me hagáis caso?
- Porque no te queda otro remedio.
- Es que no se... Me tiraron a la piscina, me quitaron la camiseta, me interrogaron, no me dejaban ir al baño, ya me habéis visto en ropa interior, he pasado por los brazos de todos...
- Bueno, ya. Mira, ya vienen los demás.
- Oh, vienen los pervertidos que no controlan sus hormonas. Qué bien - ironicé.
- Ya me puedes dar a Ari - dijo Luke.
- Gracias hermanito - le dije sarcástica.
- De nada hermanita - dijo el del mismo modo.
- ¡Ey! Hermanitos - dijo Cat abrazándonos.
- Bueno ya - dijo Scott - que tienen que mirar a Ari.
- Pero no quiero entrar ahí.
- Pues vas a entrar.
- Ya, creo que no me queda otro remedio... - dije bufando. Entramos por la puerta y observe todo - ¡Sacadme de aquí!
- No te pasará nada... - dijo Cat.
- ¿Y si me ponen una inyección?
- Te quitará el dolor... - dijo Luke.
- O sea que puede que me la pongan - ellos asintieron - ¡Me asustan las agujas!
- Cálmate.
- ¿¡Y si me cortan el pie!?
- ¡CALMATE! - me gritaron todos - ya se acerca el doctor - dijo Marco.
El doctor tiene pinta de ser bueno en su trabajo. Debe de tener unos sesenta años o algo así. Tiene pinta de doctor.
- ¿Les puedo ayudar en algo?
- No hace falta... Estoy bien - dije mientras él me miraba completa.
- Tu muñeca y tú pie no dicen lo mismo señorita. Ven, pasemos a una consulta. Pueden pasar todos si lo desean.
- Si - dijeron todos.
Nos llevaron hacia una sala de hospital bastante grande. Había una camilla y un montón de máquinas con cables y antenitas. Luke me puso sobre esa camilla y el doctor salió de allí un momento.
- Os mataré por traerme aquí - advertí cuando todos se cruzaron de brazos. - Parecéis serios de esa manera - dije eso y se acercaron a mí con los brazos cruzados - ¡Ahora parecéis acosadores! Atrás.
Dije y se echaron a reír como focas retrasadas atragantándose con la comida. Después llegó el doctor.
- Ven, vamos a hacerte unas radiografías.
Me baje de la camilla olvidando que mi pierna derecha no funcionaba y casi me caigo, pero Nick me agarro antes de que eso pasara. Después me cargo en sus brazos y Luke le miró mal...
Me llevaron a una sala donde me quede sola pero veía a los chicos y a Cat detrás de un cristal. De repente esa máquina empezó a hacer ruido. ¿Qué contra pasa?
CAT POV.
Ya estamos en casa de nuevo. Son las doce y cuarenta de la madrugada y Ari tiene que estar con muletas 2 semanas y después andar despacio. Tiene un pequeño esguince en la muñeca pero dijo el doctor que eso pasaría en una semana o así. Cat se enfadó, no sé por qué.
Ahora todos están durmiendo. Yo haré lo mismo. Cerré mis ojos y me fui con Morfeo.
De repente me desperté y eran las once de la mañana. ¡Idiotas! ¡No me llamaron para el instituto!
Baje corriendo las escaleras para ver si la hora de mi reloj estaba bien y me encontré con Ari desayunando.
- ¿Qué pasó aquí? - dije confusa.
- A ver, Me despertaron los chicos y me dijeron que hoy me quedara en casa para reposar y que tú te quedarás cuidándome.
- Ah... Bueno, tendré más tareas.
- Pero es por mi - sonrío como una niña inocente.
- Bueno... ¿A dónde vamos? - dije ansiosa.
- ¡A la discoteca! -gritó - Tonta, mi pierna.
- Ah - dije desilusionada. - Vamos a hacer las tareas entonces.
Llame al colegio diciendo lo que había pasado, y le pedí al director Lambert que nos diera las tarda para hacerlas. El nos la dio. Es mucha.
- 12 ejercicios de Mates, 18 de lengua, 14 de biología, 10 de ingles, 6 de química y 12 de sociales. - dije bufando.
- Bueno, podríamos haberlos hecho todos allí y no tener tarea... Pero bueno. Nos copiamos una de la otra y ya está.
- Si...
Nos pusimos a hacer la tarea y acabamos a las dos y cuarto. Los chicos llegarían en media hora o así.
- ¿Les hacemos la comida a los chicos? - dije.
- Yo me quedaré en la silla de la cocina viéndote mientras tú preparas. No creo que deba estar de pie - rió.
- Haré arroz con pollo.
Primero cogí las cantidades de todo. 3 pechugas de pollo, 1kg y un poco más de arroz en seco, y lo demás no importa.
Por si se preguntan cómo se cocinar... No se cocinar, solo que parecía fácil en internet y quise probar. Es... Entretenido por así decirlo.
- ¡Qué bien huele! - gritaron los idiotas al entrar por la puerta.
No. Si quieres por la ventana.
Ignoro a mi consciencia absurda y sigo con lo mío.
Oigo tus pensamientos maldita.
- ¡Cocine! - grite alegre para que se acercaran. - Arroz con pollo.
- Que rico, por suerte no comimos en la cafetería para llegar antes a casa.
Serví los platos para todos y lo probamos. Dioses del cielo. Es la pura gloria. Esto está increíble. Repetiría mil veces pero me quede llena. En cambio todos los demás menos Ari repitieron. Marco repitió tres veces...
Era demasiado. Se suponía que iba a ser el almuerzo de mañana también. Pues se lo acabaron todos.
- ¡Pervertidos y glotones! - exclamó Ari.
- No somos pervertidos - dijo Scott.
- No... Solamente me quisieron quitar por segunda vez la camiseta - dijo con ironía.
- Si estás bien de cuerpo no es mi culpa - se excusó Scott.
- ¿Si? Pues tengo novio.
- ¿Si? ¿Quién? - dijeron todos.
- Ese unicornio que está vomitando colores - dije señalando a una esquina del techo y los idiotas miraron.
- ¡Pervertidos! - les golpeamos Ari y yo en la cara no muy fuerte y salimos corriendo.
Bueno, salí corriendo. Ella se quedó allí sentada. 5 chicos me persiguen por toda la casa. Esto me da mucha risa. Me estoy cansando de correr. De repente estaba acordada por esos 5 idiotas glotones como diría Ari o por 5 dioses griegos como diría yo.
De repente se me acorralaron y me cargaron encima de todos ellos.
Apareció Nick con una manta y me taparon la cara.
Ahora me encuentro atada en un sitio que no veo porque me pusieron una venda en los ojos. Solo sé que me están echando agua incluso con ropa. Si es que no me la quitaron.
- ¿¡Qué se supone que hacéis!? - dije eso y una manzana se metió en mi bonita boca. No puedo sacarla ni hablar. - Mm mmnn nnm mnm - fue lo que dije. Se los traduzco. Quitadme esto o les Castro.
De repente sacaron la manzana de mi boca pero unos labios me besaron mientras me echaban más agua.
- ¡No me violen! - grite bromeando cuando esos labios se separaron de mi.
De repente me quitaron la venda de los ojos y me dijeron con una sonrisa de pícaros que nunca sabría quién me besó.
- ¿Dónde se metió mi hermano sobreprotector?
- Aquí.
Dijo y fue a desatarme. Estaba atada a un árbol de al lado de la piscina con cuerdas que agarraban mis pies y mis manos.
- Eso dolió. - dije.
- ¿El qué? - dijo Marco.
- Pues que yo no hago gimnasia rítmica ni nada de eso para que me hayáis colocado así. Ahora me puedo abrir de piernas y hacer el puente.
- De nada - dijeron al unísono.
- Que sea la última vez que me tapan los ojos, me atan abriendo totalmente mis piernas, doblándome la espalda y me besen sin decirme quién es.
Dije eso y me metí en la casa. No me importa si estoy mojada. Yo solo les golpee suavemente pero ellos se pasaron. ¿Quién demonios me dio un beso? Mi hermano no fue seguro, porque él no me habría dado un beso con lengua. A Nick le gusta Ari a sí que tampoco fue el. Ósea que me besó o Tyler, o Scott, o Marco. No, Scott no fue porque los labios de él son muy finos y esos eran gorditos, a sí que Marco tampoco fue. ¡Fue Tyler! ¡Fue Tyler! ¡Fue Tyler!
Salí de mi habitación y entre en la de Tyler sin preguntar ni nada.
- Se que me besaste tu.
- ¿Y cómo sabes que fui yo?
- Mi hermano no me besaría con lengua. A Nick le gusta Ari. Scott y Marco tienen los labios muy finitos para ser eso y solo quedas tú y además tus labios son carnosos.
- Esta bien. Fui yo.
- ¿Por qué me besaste? - pregunte.
- No lo sé.
- Besas bien. - oh dios. Esa que dijo eso, fue mi consciencia, no yo.
Ya me estás echando la culpa de algo que no hice...
No, que va.
- ¿Te gusto? - preguntó con media sonrisa.
- Hombre pues si. Pero ahora que sé que eras tú no lo sé.
- Cat... A mí me gustas un poco.
¿Qué? ¿Le gusto a Tyler?
- Yo no estoy a tu altura.
- Eres perfecta, Cat. Te da igual lo que pienses los demás...
- Mi hermano puede que te parta la cara bonita que tienes, que te ase en el horno, que te corte a pedazos y que se los de de comer a un perro.
- No tiene porque enterarse.
- No se...
- Cat, te quiero.
Él, se levanto de su cama, donde estaba sentado y se acercó a mí. Esto es una locura, es demasiado pronto para que esté pasando esto. Apenas llevo cinco días aquí. Pero eso no evitó que él me besara.
Era todo perfecto. Pero todo lo bonito se iba a desvanecer cuando dentro de unos minutos me enterase de la verdad de ese beso...
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