-¡Melissa, Deja de correr así! -Gritó un chico pelinegro tratando de alcanzar a una niña de no más de tres años.
-¡Nunca me atraparás, Papi! -Gritó la pequeña mientras seguía corriendo por todo el living de la casa.
-¡Melissa Dallis Hamada! ¡Ven acá! -Gritó el joven mientras trataba de atrapar a su pequeña hija.
-Melissa, ¿Has vuelto a molestar a tu padre? -Una chica jóven de cabellos.. (C/c) entró a la habitación con un pequeño bebé en brazos.
-Lo siento, Mami.. -Dijo la pequeña mirando sus pies.
-Aww.. -Sonrió. -Si te disculpas así, No puedo evitar perdonarte. Ve a jugar. -Dijo y sonrió la jóven, Que al parecer se llamaba ____.
-____, ¿No crees que estás siendo demasiado dulce con Melissa..? Ella es una revoltosa. -Dijo Hiro mirando a su pequeña hija de reojo.
-No seas así, Es cómo tú. ¿Cuántas veces te perdone...? -Preguntó ella señalando a su prometido con su dedo índice.
-Muchas. -Suspiró el pelinegro.
-Así me gusta, Hirito Amor. -La chica le robó un beso al pelinegro, Haciendo que él se sonrojara.-Todavía sigues siendo tan fácil de sonrojar cómo cuándo teníamos catorce. -Sonrió.
-Tenías que ser Tú.. -Dijo el jóven mirando atentamente a la chica, Sonriendo cómo bobo, En verdad la amaba, Más de lo que ella imaginaba.
Y así es el futuro de ____ Dallis y Hiro Hamada.. Con dos hermosos hijos, Ambos siguen amándose de igual manera que cuándo eran dos adolescentes. Ellos creen que no podrían ser tan felices sin ayuda del otro..
Tenías que ser..Tú..