BAD

By BeUnkind

4.8M 204K 42.5K

Marissa Shay llega al peligroso barrio de Bradford siendo una chica consentida y capichosa, pronto aprendera... More

BAD
CAPÍTULO 1. ¡Pelea!
CAPÍTULO 2. Trouble
CAPÍTULO 3. STRANGE
CAPÍTULO 4. ¿Tenemos un trato, sí o no?
Capítulo 5. Ojos así
CAPÍTULO 6. Sólo yo.
CAPÍTULO 7. No tuvimos un buen primer beso.
CAPÍTULO 8. Miedo y atracción.
CAPÍTULO 9. No te haré daño.
CAPÍTULO 10. Porque está mal.
Capítulo 11. Indefensa.
CAPÍTULO 12. Respeto.
CAPÍTULO 13. This is all I know.
CAPÍTULO 14. ¡Aquí estoy!
CAPÍTULO 15. Había algo mal en él.
CAPÍTULO 16. Ahora eres mía.
CAPÍTULO 17. Depredador.
CAPÍTULO 19. Soy problemático.
Capítulo 20. Intocable.
CAPÍTULO 21. La Calle.
CAPÍTULO 22. Mandy.
CAPÍTULO 23. Sus manos.
CAPÍTULO 24. Sí.
CAPÍTULO 25. Prefería verla llorar.
CAPÍTULO 26. Tal vez siempre sería así.
CAPÍTULO 27. Siempre.
CAPÍTULO 28. Casi.
CAPÍTULO 29. No más Freddy.
CAPÍTULO 30. ¡Ahhhhhh!
CAPÍTULO 31. Fallaste.
Capítulo 32. No lo olvides.
CAPÍTULO 33. Así no funciona.
CAPÍTULO 34. Bajé la guardia.
CAPÍTULO 35. Tocar una Cobra.
Capítulo 36. Perro guardián.
CAPÍTULO 37. Para dormir más tranquilo.
CAPÍTULO 38. Diferencia.
CAPÍTULO 39. Pobre, Marissa, pobre.
Capítulo 40. La lección más importante.
Capítulo 41. Te quiero.
Capítulo 42. Mirada perdida.
Capítulo 43. Te odio.
Capítulo 44. Por ti.
Capítulo 44. Por ti. Parte 2
Capítulo 45. En cuerpo y alma.
CAPÍTULO 46. Mi cobra.
Capítulo 47. El Susurro.
Capítulo 48. No voy a perder mi ciudad.
49. Lo vas a perder.
Capítulo 50. Exterminio.
Epílogo.
Gracias.

CAPÍTULO 18. Crucigrama.

98K 3.5K 361
By BeUnkind

CAPÍTULO DIECIOCHO.

Crucigrama.

La Cobra estaba apunto de salir.



-¿Qué hacemos aquí? -pregunté sin entender por qué Justin me había traído a lo que parecía un claro abandonado y con el pasto seco y amarillento.

Era viernes al fin y Justin me había dicho que debía avisarle a mi padre que iría con él a otro lugar después de la escuela. Por supuesto, no le había dicho eso, según mi padre yo estaba en casa de Kayla estudiando lo que habían visto antes de mi llegada.

Cuando sonó la última campana Justin me llamó por celular y me pidió que lo viera en la salida, yo no pude evitar sentirme completamente emocionada ante la idea de ir a nuestra primera cita juntos, como novios, en realidad era nuestra primer cita en todos los sentidos, lo que lo hacía aún más emocionante.

Me alegré cuando note que no planeaba llevarme en motocicleta, pues su tosco medio de transporte me aterraba; pero todo el alivio se fue al caño cuando note que no llevaba ningún otro vehículo, nada, planeaba llevarme caminando al restaurante elegante que había imaginado la noche anterior, porque... planeaba llevarme a un restaurante elegante, ¿no?

No.

Habíamos caminado alrededor de quince minutos hacia un lugar que parecía abandonado, era una especie de claro con muchos árboles, aunque seco totalmente, supongo que con un buen cuidado sería un lugar hermoso, pero no lo estaba y resultaba feo y un poco aterrador, tenía una especie de aura que no me gustaba. Además de que estaba completamente solo y hacía unos metros (demasiados) había dejado de ver cualquier tipo de señal humana.

Justin sonrió y me estremecí de miedo, aunque también de admiración, era tan guapo.

Llevaba puesto un pantalón enorme, como siempre, era azul de mezclilla y tenía rota la parte de la rodilla derecha; llevaba una playera enorme negra y con un estampado de un graffiti rojo, no logré decifrar lo que decía.

Justin se sentó en el pasto seco y me hizo y una seña para que me uniera a él. Me senté lentamente, a su lado y el me jaló de inmediato, levantándome y colocándome sobre su regazo.

Yo llevaba puerta una blusa de olanes, rosa pastel. Justin tomó el último olán y lo revolvió entre sus dedos. Se acercó a mi orwja y susurró:

-¿Tienes idea de las ganas que he tenido de quitarte esta maldita blusa en todo el día? -preguntó con voz rasposa y yo fruncí el ceño.

Justin bajó sus labios a mi cuello y comenzó a besarlo. Su mano intentó levantar mi blusa poco a poco y yo lo detuve.

-¿Qué haces? -pregunté confundida y un poco ofendida.

Justin pareció notar mi problema y quiso contestar como si fuera normal.

-Eres mi novia...

-Sí, pero creo que vas muy rápido.

-¿Rápido?

-Sí, Dios, Justin. No llevamos ni una semana. Además debemos conocernos antes.

Justin entorno los ojos y supo que yo no cedería.

Sí, Justin me encantaba, pero no estaba dispuesta a hacer nada con él, por mucho que se molestara. Aún no lo conocía ni él a mí. Me molestó saber que él era capaz de acostarse con una chica sin conocerla de verdad.

Vi sus ganas de mandarme a la mierda, vi sus ganas de dejarme ahí, botada, sola, pero al final vi una pequeña decisión en sus ojos, como si decidiera que valdría la pena quedarse a mi lado. Era una decisión malvada y no sabía por qué.

-¿Cuántos años tienes? -preguntó con voz neutra.

Yo sonreí.

***

El sol estaba ocultándose y sabía que ya debía estar en casa, pero no me importó porque estar con Justin era mejor de lo que había creído posible, mejor que muchas otras cosas.

Había aprendido varias cosas de él, tenía 18 años, no tenía hermanos, vivía solo con su madre y por lo que pude notar le molestaba hablar del tema, así que no lo presioné y pregunté otras cosas. Amaba el rap, las motocicletas y las peleas, verlas y estar en ellas. En sus tiempos libres sus amigos y él solían salir a hacer graffitis en las calles. Sé que debí salir corriendo cuando le pregunté si tenía algún registro en su expediente, el expediente de la policía, donde sólo te ponen cosas malas si has sido arrestado, él sólo había sonreído perversamente murmurando "Claro que no, princesa, soy un chico bueno", pero si no huí con eso, entonces, ¿por qué iba a huir cuando me dijo que a veces participaba en peleas y carreras clandestinas? ¿O cuando confesó haber sido expulsado y vetado del servicio militar por hacer "unas cuantas travesuras"?

Justin era lo más complicado que había conocido jamás, la persona más extraña y fuera de lo común que había conocido, por una parte me encantaba estar sobre su regazo, abrazada por sus enormes brazos, y por otra parte, el miedo me decía que debía salir corriendo, que el lugar estaba demasiado solo y él podría hacerme daño.

Él era como un crucigrama, algo que yo simplemente no acababa de entender. Por una parte me molestaba su olor permanente a tabaco, por otra parte, creía no haber conocido jamás a alguien que oliera tan bien, tan sexy.

La mitad de mí quería estar con él todo el tiempo posible, la otra mitad, quería salir huyendo.

Justin era todo, absolutamente todo lo que yo odiaba, fumaba, peleaba, no sabía hablar sin soltar al menos una grosería o maldición en cada frase, era un maleducado, no tenía modales, ni valores bien marcados, se vestía mal, caminaba extraño, como adueñándose del lugar, no respetaba a nadie, ni a las leyes, su brazo izquierdo estaba lleno de tatuajes y en el derecho estaba la enorme Cobra, mi educación y yo no aprobábamos nada de lo que hacía ni lo que era y aún así, me sentía completa y perdidamente atraída a él. Sabía que estaba mal pelear, hacer cosas ilegales y no tener moral, pero en él resultaba extrañamente bien, como si en él, y sólo en él, fuera correcto.

Había ocasiones en las que le preguntaba sobre sus amigos, pero él evitaba mis preguntas y desviaba la conversación, como si no quisiera decirme mucho, como si quisiera mantenerme fuera de su entorno.

Había otras ocasiones en las que le preguntaba sobre los rumores que había escuchado sobre él en la preparatoria, sobre sus delitos, él sonreía y repetía lo mismo: "Claro que no, princesa, soy un chico bueno", su sonrisa perversa lo delataba, pero cuando sus ojos se conectaban con los míos, le creía, o tal vez no, pero al menos dejaba de importar.

Quedamos callados por un momento sin saber que más preguntar.

Él tomó mi barbilla y giró mi rostro, presionó sus labios sobre los míos y supe que eso estaba mal, que alguien como él y alguien como yo no deberían besarse, éramos diferentes, estaba mal, esto, él y yo, no estaba hecho para ser, para funcionar; aún así, seguí su beso con gusto, casi hambre.

Estuvimos basándonos un buen rato, al fin sentía que lo conocía un poco, sólo un poco, pero era mejor que nada.

Justin llevó sus labios a mi cuello y lo beso suavemente.

-¿Puedo tocarte, princesa? -preguntó susurrando con sus labios contra mi cuello.

Yo sólo asentí ligeramente.

El sol estaba prácticamente oculto y la luna había llegado a remplazarlo, en el claro no había faros de luz así que no podía ver muy bien sus movimientos, aunque claro, pude sentirlos completamente.

Su mano viajó en seguida de mi mejilla a mis pechos. Primero acarició suavemente por encima de la ropa. Después la metió bajo la blusa y tocó por encima del sostén.

Sus labios intercambiaban entre mi cuello y mis labios y yo comencé a soltar ligeros gemidos.

Sus dedos se deslizaron por debajo de mi sostén y rozó uno de mis pezones, yo me sobresalté e intenté ponerme de pie.

-Shh, esta bien, princesa, esta bien. -susurró sin sacar sus dedos, poco a poco metió su mano completa y abarcó mi seno por completo.

Era una sensación increíble, el viento fresco (helado) de Bradford, convinado con el calor del cuerpo de Justin, y el mío.

Justin atrapó entre su pulgar y su índice mi pezón y lo apretó un poco, sólo un poco y el torrente de sensaciones fue demasiado para mí y jadeé sin poder evitarlo. Escuché su risita burlona y volvió a hacerlo.

Él fue levantando lentamente mi blusa, intentando quitarla y yo me aterré, no estaba lista para que me viera sin nada.

Busque cualquier excusa para distraerlo, sacarlo de ahí. Con la poca luz del lugar pude distinguir a la Cobra en su brazo, el largo cuerpo daba dos vueltas sobre su brazo y su imponente cabeza se alzaba con majestuosidad, recordaba que las cobras sólo hacían eso cuando estaban apunto de atacar. Recordé a todos en la preparatoria llamándolo así, Cobra y me pregunté por qué el apodo, por qué se lo habían puesto, y por qué significava tanto como para tatuarlo permanentemente en su piel.

-¿Por qué te dicen Cobra? -pregunté en susurros, ingenuamente.

Y de pronto la sensación de calma que nos había encerrado, la burbuja de relajación y serenidad que nos había envuelto estalló. Como un globo.

Su mirada se obscureció y noté algo gracioso y horrible a la vez: La Cobra estaba apunto de salir.

-------------------------------

Siento tanto la eespera, esta ur oficialmente la peor semana de mi vida:/ En fin, aquí esta guapas.

Por lo del especial de Halloween, lo siento, sé que debí iniciarlo ayer, pero me fui de fiesta y regresé tarde xD En fin, ahora mismo también me voy de fiesta pero antes quería dejarles capítulo y avisarles que en unos minutos subiré el primer capítulo de Moon's son, probablemente cuando regrese (un poco tarde) suba el segundo.

Muchas gracias bellas;3

Vota si te gustó.

Comenta, comparte, recomienda.

xDD

Love, Valeria.

Continue Reading

You'll Also Like

324K 24.8K 53
Historias del guapo piloto monegasco, Charles Leclerc.
862 76 12
Esta es la historia de la hermana melliza de Cristopher Morgan y Rachel James (GL) Contiene +18
15.5K 437 53
Voy a sorprenderte al final de la historia, si no es así no me culpes tal vez eres difícil de comprender.
167K 6.3K 34
Abril Wiliams es una chica lista y de carácter fuerte la cual es parte de un grupo en la secundaria conocido como los chicos malos este consiste de...