Holuuuuu, bueno, a partir de hoy, y durante todo el finde iré subiendo los capítulos que prometí.
Espero que los disfrutéis muchísimo xx
Gracias a mi mejor amiga, Eva, que me ha sido de muchísima ayuda. Por inspirarse solo para ayudarme con las ideas...GRACIAS. Te quiero :')
CAPÍTULO 13.
—Liam...—abrí la puerta de nuestra habitación después de llamar un par de veces. Estaba tumbado en la cama, como de costumbre, con un par de libros y los auriculares puestos.
Apoyé mi mano con cuidado en su pierna y él apartó la vista, quitándose los auriculares, para mirarme.
—Hey, Dev, ¿qué pasa?—miró hacia la puerta buscando a alguien, supuse que a Ali, y le sonreí.
—Está abajo.
Él me miró con la boca levemente abierta, y asintió.
—¿Puedo hablar contigo? Es...necesito...
—Claro—dijo incorporándose y sentándose bien, apoyando su espalda en la pared, y dando unos golpecitos a su lado.
Me senté dónde él había indicado y lo miré a los ojos. Me quedé callada durante unos instantes y pensé bien lo que quería decir. Eran tantas cosas...
—¿Qué te preocupa?
Sonreí levemente. Era la escena de un psicólogo. Quizás lo necesitaba de veras.
—Es...¿te gusta Ali?
Él se rió.
—No, Dev, no me gusta Ali. ¿Cómo me va a gustar alguien que conozco de un día? Es guapa, pero no me gusta.
—Bien...
Él sonrió y pasó su mano por mi pelo, colocando un mechón detrás de mi oreja.
—Ahora dime por lo que de verdad estas aquí, porque creo que sabías de más mi respuesta. ¿Qué es lo que de verdad te preocupa?
Cogí aire y lo solté lentamente antes de preguntarle la bomba. Necesitaba saberlo.
—¿Por qué...por qué nunca me has besado, Liam? ¿Por qué nunca, durante todas estas semanas...jamás se te ha ocurrido darme un beso?
La sonrisa le desapareció del rostro y pude ver dolor en él. No, no podía...
—Yo...—pareció costarle pronunciar cualquier palabra. Oh no...—Yo, Dev...no puedo besarte. Solo...para mí un beso es mucho, demasiado. Creo que el sexo es algo más natural que un beso. El sexo implica más físico, el beso es más emocional, más...alma.
—¿Más alma?
Él cerró los ojos y me agarró la mano, entrelazando sus dedos con los míos.
—Para mí un beso implica algo grande. Es como..."quiero estar contigo"—apostilló las comillas.— No quiero que pienses que no me importas...es solo que no estoy preparado para tener una relación.
—¿Querías estar con Janet? Porque a ella la besabas a diario...
Él suspiró.
—Hace mucho que Janet dejó de ser importante para mí, Dev. Ya era una rutina besarla, pero no sentía nada...era como...obligación. ¿Qué pasaría si tu novio dejase de besarte?
Sí. Buena pregunta.
—Sería raro, sí...
Liam asintió y despegó su mano de la mía.
—No le des más vueltas, Dev. Ahora quiero acostarme contigo, si quieres.
Me dejé llevar. Sus manos empezaron a acariciar mi cuerpo, y sus labios recorrían mi cuello hasta el hueco de mi hombro, dejando un reguero de besos interminables. Su lengua me recorría la piel y me mordía levemente dejándome pequeñas marcas mientras me susurraba que era suya.
Me desnudó poco a poco, y me cogió en brazos cuando comenzó a deshacer la cama, sin parar de besarme, agarrándome con su brazo izquierdo, acariciando mi cadera, a la vez que con la derecha quitaba las sábanas para tumbarme. Se deshizo de su ropa al instante y se puso sobre mí, tapándonos a ambos.
Nuestros cuerpos estaban pegados el uno al otro, dándonos calor mutuo. Se chupó dos dedos y me hizo que imitase su gesto, y le lamí los dedos haciendo que su sonrisita traviesa desapareciese y notase como su erección empujaba contra mi pelvis. Genial, lo había puesto más cachondo.
Recorrió mi abdomen hasta llegar a mi vientre y luego introdujo ambos dedos en mí, haciéndome gemir levemente, tapándome la boca con su mano libre. Sus dedos se movían en círculo dentro de mí, y yo me arqueaba a la vez para conseguir introducirlos más y durante más tiempo.
No tardó en introducir su miembro, justo después de que me hiciese chupar los dedos de nuevo, después de que hubiesen estado en su boca. Me besaba los pechos a la vez que se movía dentro de mí cada vez más fuerte.
—Oh, Dev...—sus manos estaban a ambos lados de mi cabeza y me miraba fijamente y luego cerraba los ojos, y después volvía a abrirlos...Ah, Dios mío.
—Liam...ah...—solté un jadeo inesperado, y fue lo que necesitó para que empezase a correrse como loco dentro de mí, haciendo que perdiese el control y llegase al clímax unos segundos después.
Me levanté de la cama con cuidado. Liam había tirado el condón y estaba tumbado en su cama desnudo, medio dormido.
—¿Te vas?
—Sí, abajo. Voy a llamar a Ali para que venga a dormir.
Él sonrió y asintió.
—Buenas noches, Liam—susurré.
—Hasta mañana, nena.
Si os ha gustado comentad y votad, por favor xx un beso graaaaande.