— ¡Mamá! — grite. — ¿Por qué?
— No reclames más, es una decisión ya tomada.
— ¿Pero por qué me haces esto? Aún soy menor de edad, se supone que mi único deber es estudiar.
— Estas a menos de un año para cumplir la mayoría de edad, deberías estar preparada.
— Pero Mama... —
— Pero nada — me interrumpió — te das cuenta que has tenido suerte de que te consiguiera este trabajo. Además ¿Quien mas me ayudaría a mantener esta casa?
— Pero... ¿Por que yo?
— Tu hermano esta estudiando y no quiero que se distraiga con nada.
— Entonces ¿Voy a trabajar para pagarle los estudios a mi hermano cuando yo ni siquiera podré seguir estudiando?
— Cuando él ya trabaje podrá pagas tus estudios.
— Mama, mi hermano es menor ¿En verdad crees que voy a esperar?
— ¿Por qué estás gritándome?— reclamó — soy tu madre y tienes que respetarme. Además, le debemos tanto a el Señor Park. Gracias a él no nos quedamos sin casa.
— Bien... — me fui a acostar.
En verdad detestaba esto.
Hace algunos años todo era diferente.
Mamá y papá estaban juntos, mis dos hermanos y yo estudiábamos tranquilamente.
Su trabajo era en la casa de la familia Park, nunca habíamos ido a esa casa mis hermanos y yo, ya que nunca tuvimos razones para hacerlo.
Mi madre trabaja en la cocina y ahí pasaba todo el día. Mi padre trabajaba como jardinero y llegaba en las tardes para cuidarnos.
Hace tres años mi hermana mayor se caso con un hombre de negocios y prácticamente se olvido de nosotros.
Su nueva vida la había cambiado, todo estaba lleno de lujos. Sin embargo su familia se quedo en la vida noble.
Y tiene 5 años que murió mi padre.
Mi hermano intento ayudar a mi mamá pero ella no quiso que él descuidara sus estudios y por eso casi perdemos la casa, que por cierto, era rentada.
El jefe de mi mamá se entero de la situación y nos compro una pequeña casa cerca de la suya para que mamá no le costará llegar.
Le debemos mucho a ese señor, pero en verdad detestaba la idea, de por sí era pesado el día por la escuela ¿y ahora un empleo?