¿Qué le tengo que decir? Gracias por enseñarme como limpiar la mierda del trasero de Blake.
Tal vez se lo tome mal...
- De nada. -Dijo Rose sonriendome.
- Gracias. -Le dije con una sonrisa ladeada.
Ella me miró expectante como si esperara que dijera otra cosa. Al ver que no diría nada más ella habló.
- Sabes... Pienso que serás un buen padre. -Dijo mirándome seriamente.- Aunque allás perdido a Blake en el centro comercial.
- Esto es muy difícil. -Dije. Y ella movió la mano diciendo "prosigue". Bufé.- No esperaba tener hijos tan rápido. Tenía una vida planeada, primero iba a terminar la preparatoria, luego a la universidad y trabajaría en la empresa de mi padre. Tendría mi propio departamento que seguramente compartiría con Bratt -Reí.- y tal vez después formaría una familia hasta que... -Y me quedé callado.
- Hasta que... -Dijo ella animandome a continuar.
- Hasta que llegó ella y cambió todo.
- ¿Quién es "ella"? -Preguntó con curiosidad.
- Teresa... Mi hermosa pelirroja. -Dije suspirando.
- ¿Es la mamá de Blake? -Me preguntó. Asentí.
- Ella movió todo mi mundo. Llegó tan de repente que no pude frenarla. -Dije mirando hacia la pared.- Yo no sabía del amor antes de ella. Y al principio fue un dolor en el trasero. -Le dije riendo.- Me perseguía a todos lados diciendo que eramos novios, se podría decir que era mi acosadora. Hasta que logró enamorarme.
- ¿Y qué pasó?
- No tuvimos nuestro felices para siempre. -Dije bruscamente.- Solo me utilizó.
- ¿Por qué Blake no esta con ella?
- Tal vez se cansó de él de la misma manera que conmigo.
- Asco de mujeres las que dejan a un hijo. Puedo entenderlo, ¿sabes? Mi madre biológica me dejó en un bote de basura cuando tenía dos meses. Lilian me halló y me cuidó como si fuera su hija. Nunca me alcanzaría la vida para agradecerle.
- Suena como una buena mujer. -Le dije sonriendo.
- Lo es. -Me dijo devolviéndome la sonrisa.
Los dos quedamos en un silencio cómodo hasta que ella volvió a hablar.
- ¿La sigues amando? -Me preguntó con curiosidad.
- Yo...
¿La seguía amando? No lo sé, no me había puesto a pensar en eso. Me hizo mucho daño pero a pesar de eso ella fue mi primer amor y dicen que ese nunca se olvida. ¿Podré algún día olvidarme de ella? Espero algún día poder contestarme esta pregunta.
- No lo sé. -Dije con sinceridad.
- Tal vez deberías de conocer a otras personas. -Dijo ella sin mirarme.
- No tengo tiempo para eso. No digo que no voy a volver a enamorarme pero ahora tengo un hijo que cuidar y a una universidad a la cual acudir. -Las palabras salieron sin pensarlo mientras miraba con ternura a Blake.
- Supongo que tienes razón.
- ¿Tú no tienes pareja? -Le pregunté para desviar su atención de mi.
Ella sonrió con pesar.
- Es complicado.
- ¿Por qué?
- Él es muy complicado. Su nombre es Adrien. -Dijo sin mirarme.- Lo conocí en una fiesta, él resultó ser primo de mi mejor amiga. Cuando lo conocí no podía creer lo hermoso que era. Quedé completamente embobada. Y cuando él me sonrió simplemente todo desapareció y solo éramos él y yo.
- Suena bien. -Le dije con media sonrisa.
- Si... Hasta que él empezó a cambiar. -Dijo y a sus ojos se les quitaron por completo el brillo que hace unos segundos tenía.- Fue cuando cumplimos tres meses de noviazgo. Se enojaba y me gritaba sin razón. Pensé que yo era la culpable hasta que un día entre a su habitación para darle una "sorpresa". -La palabra sorpresa la dijo con incomodidad y supe de lo que estaba hablando.- Lo encontré con la cabeza apoyada en su escritorio y en frente de él habían varias lineas de cocaína. Al momento de querer salir de ahí choqué contra un mueble y él despertó. Le dije que no podíamos estar juntos, no quería estar con alguien que se arruinaba la vida de tal manera.
- ¿Y lo dejaste?
Ella rió amargamente.
- No. Traté de hacerlo pero el me rogó para que no lo dejara. Me dijo que iba a cambiar y le creí.
- ¿Dejó la droga? -Le pregunté esperanzado.
- Por un tiempo creí que si pero hace unos días lo encontré metiéndose esa porquería y no tuve el valor de dejarlo. -Su voz se escuchaba triste.- Y no sé si lo sigo queriendo o solo estoy con él porque me da miedo dejarlo sólo.
- Todo va a mejorar. -Le dije con una sonrisa consoladora.- Si él te quiere va a luchar por dejar esa adicción atrás. Y si no... Deberías seguir tu vida sin él. Hazlo antes de que sea tarde.
- Gracias. -Me dijo con una mueca. Miró la hora en su celular y abrió los ojos sorprendida.- Llevo más de dos horas aquí. Mamá va a matarme. -Dijo con preocupación. - Tengo que volver a casa.
Mamá... Como quisiera que estuvieras conmigo.
Forcé una sonrisa.
- Vamos, te acompaño a la puerta.
Los dos salimos de mi habitación y y nos dirigimos a la puerta. La abrí para ella. Alana salió y volteó darme una sonrisa.
- Nos vemos luego, Ryan.
- Hasta luego, Alana.
Los dos nos sonreímos y ella entró al elevador. No dejamos de vernos hasta que las puertas se cerraron.
Suspiré
- No es tan mala después de todo. - Murmuré.
- ¿Quién no es tan mala? -Preguntó alguien a mis espaldas haciendo que brincara del susto.
- ¡Dios! No me asustes. -Le dije tocándome el pecho.
- No es mi culpa que estés suspirando por Lucifer. -Dijo con los ojos entrecerrados mirándome acusadoramente.
- No estaba suspirando por nadie. -Le dije poniendo los ojos en blanco.
- Ajá, y yo soy heterosexual. -Me dijo con una sonrisa burlona.
- ¿Donde están todos? -Le pregunté tratando de cambiar el tema mientras caminaba de regreso a mi habitación.
- ¡Claro, cambia de tema, marica! -Me gritó con voz burlona.
- ¡Aquí el único marica eres tú!
- ¡Al menos yo lo acepto!
Estúpido.
Yo no estaba suspirando por nadie. ¿O si? No, por supuesto que no.
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Hola...
Ya sé! Odienme si quieren, me lo merezco. Yo los amo♥
Aquí esta el capítulo espero que lo disfruten y me dejen de odiar tan siquiera un poquito.
Los amo con todo mi cora.
(si hay errores, por favor corriganme. Mientras lo hagan con amor c: recuerden que no soy profesional.)
Anna Fuera xx.