Visitas inesperadas.

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Tengo en frente a un maldito ángel. Su cabello castaño agarrado en una coleta, sus ojos almendrados, su piel blanca... Joder.

El ángel sin nombre estaba hablando con una chica pero gracias a mi atontamiento no escuchaba nada. Solamente me faltaba empezar a babear.

Caminé hacia ellos hasta que ví que la chica con la que ella hablaba empezaba a llorar. Y el precioso ángel empezó a gritar más fuerte.

- ¿¡CREES QUE ME VOY A CREER ESAS TONTERÍAS!?

- Pero... Mi abuela murió, por eso falté. -Trató de excusarse la pobre chica.

Supongo que ella es la famosa Alana Rose.

- Estas despedida y por tratar de mentirme no te daré el último cheque. -Dijo con una mirada fría.

- Pero...

- ¡LARGO! -Gritó enfurecida.

JODER.
JODER.
JODER.

¿Ángel? ¡ES UN MALDITO DEMONIO! ¡SATANÁS! ¡ATRÁS! AIUDAAAA.

Cuando la chica salió del lugar yo traté de darme vuelta y no volver a bajar nunca más pero mi huida se vio interrumpida gracias a la voz de la demonio.

- ¿Y tú que quieres? -Me preguntó con voz fastidiada.

Ya me morí.

- ¿Yo? ¿querer? Nada, nadita, nadeichon. ¿Qué podría querer yo? -Le contesté nervioso.

Ella me miró como si me hubiera vuelto loco.

¿Loco yo? ¡Ella corrió a una pobre chica por faltar cuando su abuela murió! Ella esta pero bien safada de la cabeza.

- Habla ya. No tengo tu tiempo.

Vamos, Ryan. ¿No eres hombrecito o qué? DALE. TU PUEDES.

- Si, verás... -Le dije sin mirarle la cara.- Estos días se ha ido la luz muy seguido y me preguntaba... Digo, es una sugerencia, ¿ya han llamado a alguien para solucionar el problema?

- Si, ¿es todo?

- ¡Si! -Dije con un gritito. Quería largarme de ahí. Me di la vuelta articulando un pequeño "hasta luego" y casi corrí al ascensor.

Antes de que las puertas se cerraran escuche la voz de la demonio gritando:

- ¡Por cierto, dile al idiota de tu amigo que si vuelve a verme el culo lo mataré!

¿Bratt? Tal vez él solo quería ver la marca de jeans que estaba usando.

Joder, que susto.

Cuando llegue a mi piso me metí rápidamente a mi departamento. Encontré a Bratt echado en el sillón viendo Gossip Girl y babeando por Chuck Bass.

Uff, Chuck Bass...

¿Qué? NO ME JUZGUEN. ¡ES ÉL MALDITO CHUCK BASS!

Cuando Bratt me vio entrar se sentó en el sillón dándome a entender que quería que me sentara a un lado de él. Cuando lo hice el palmeo sus piernas. Yo dejé caer mi cabeza en ellas.

- Cuentale a Bratty tus problemas. -Dijo acariciando mi cabeza.

Yo hice puchero.

- Ella es el mismísimo demonio. -Le dije con voz de niño chiquito.

- Lo sé, lo sé...

Me paré como resorte cuando me acordé de lo que la demonio me dijo antes de que el elevador se cerrará.

- Ella me dijo que le miraste el culo.

Él me miró con desagrado.

- Solo quería saber la marca de jeans que estaba usando, me gustaron.

Sarcasmo x2Where stories live. Discover now