Io c k m haman :v
Zoy un hamor i lo zaben
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El peliceleste se encontraba completamente desnudo y esposado a la cama, el pelirrojo estaba encima de el sin camisa y con una fusta en sus manos.
—¡Por favor! ¡Amo! ¡Castígueme!—El peliceleste ansiaba ello mas que nadie—¡Ah!—Sintió como con la fusta era golpeado en uno de sus pezones—¡Ngh! ¡mgh!
—Adoro tus gemidos cariño—le dijo al oído luego para morder el lóbulo de este
—¡Ah!—El menor sintió como su cuello era mordido y chupeteado dejándole marcas nuevas al menor
—Eres mío Nagisa, solo mío
—Solo suyo.
....
—¡Ah!—El menor sintió como la cera caliente caía sobre sus piernas sintió el ardor de están sin embargo eso llegaba a excitarle—¡Ah!—El mayor empezó que la cera empezará a caer cada vez mas cerca de la entrepierna del otro, este parecía no poner objeción alguna.—¡Ngh!—sintió como la cera cayó en su miembro erecto dandole una nueva sensación que le hizo casi convulsionar del placer causado—¡Ahh!
—¿Te gusto?—pregunto el otro
—Si, amo, por favor mas.—No necesitaron repetírselo al pelirrojo, este volvió a repetir la misma acción que de la otra vez—¡Amo!—Termino por correrse
—Esto no acaba aquí.
...
El menor no pensó que estaría en una situación de esa manera, tenía un intruso en su interior que daba leves pero placenteras vueltas en él, sentía las marcas que el pelirrojo le daba con la fusta en su espalda mientras que además de eso follaba la pequeña boca del de orbes azules.
—¡Ngh!—Nagisa daba arcadas pero aquello no le importaban ni al de orbes doradas ni al pelilargo.
El peliceleste sintió como la semilla del otro entraba por su boca, este se la tragó toda sintiendo el sabor amargo y salado que le encantaban a Nagisa, este también de corrió manchando las sabanas de su semen.
—Aún falta lo mejor—dijo el pelirrojo.
Le quito las esposas y el vibrador, lo cargo y recargo la espalda de Nagisa en la pared, sin mas entró en el, Nagisa se aferró a la espalda del otro arrañandola.
—¡Ah!
—Tan calido—le susurro al oído para empezar a embestir de manera fuerte al menor, este gemía y se aferraba a su espalda sintiendo como el mayor tocaba su punto G, enloqueciendolo, mientras que el de orbes doradas escuchaba a su oído los dulces gemidos del pelilargo.
—¡Ah! ¡Amo! ¡Ngh!—El menor sentía llegar por tercera vez al climax y así fue se corrió entre los torsos de ambos.
El mayor dio un par de embestidas mas profundas para luego correrse, Nagisa sintió como la semilla salía y escurría por sus piernas.
Los dos se acostaron rendidos ante aquellos actos.
—¿Te gusta que te castigen?
—Si—dijo el menor—Pero si el es solo mi amigo.
—Un amigo muy confiansudo
—Jeje, sabes que no te cambiaría, además por lo que se es Uke como yo, eso no va
—Jajaja —Empezó a reír el pelirrojo imaginándose la escena de dos ukes teniendo sexo—Tienes razón
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Pueden seguir enviando sus teléfonos.
Ya saben si quieren provocarme nuevamente 7w7
-Zülü-