Dicen que al llorar por un difunto, no le permites descansar en paz, pero...¿Qué es lo que haces al escuchar esto?...Llorar, seguir llorando, no lloras por alguien a quien no quieres, lloras por la pérdida de alguien a quien amas. Así que, cuando escuchas que te dicen eso, y tú haces caso omiso...
¿Significa que estás pensando en ti mismo, y no en la otra persona?
Si estas palabras fueran ciertas, al llorar no dejas a esa persona tranquila, mas sin embargo tú sigues llorando, sin ponerte a pensar en el otro...
¿Aun en estos casos el ser humano se comporta egoísta y solo piensa en sí mismo?
Es triste.
La risa es la forma en la que se manifiesta la felicidad, pero también hay muchas otras formas de hacerlo, se puede llorar de felicidad, pero, ¿Se puede reír de tristeza?
Llorar es la manifestación de muchos sentimientos, principalmente la tristeza, pero también están el coraje, la desesperación y el miedo.
Cuando lloras por alguien a quien no verás más, alguien con quien compartiste muchos momentos de felicidad, que amaste, una de las pocas personas que tenías. Merece la pena llorar por eso.
Pero... después descubres que todo era mentira, y que las lágrimas que derramaste por alguien que creías muerto, en realidad no lo está... y es ahí, cuando todo se va al carajo.
―Sarah...Sarah...―una voz a lo lejos me hace ponerme alerta.
―Deberíamos despertarla―dice otra voz.
―¿Y qué crees que estoy haciendo?―responde―. Sarah...―sus susurros se oyen cada vez más cerca, hasta que logro sentirlos a pocos centímetros de mí.
Abro los ojos lentamente, la luz excesiva en la habitación me obliga a cerrarlos de nuevo, pestañeo un par de veces hasta que logro adaptarme a la iluminación y distingo a las personas a mi alrededor.
―Ya era hora―Adelí, que se encuentra sentada en un sofá, roda los ojos al verme para luego prestar de nuevo atención a la revista en sus manos.
―¿Qué pasó?―digo sin pensar. Mi voz se escucha frágil, como si no la hubiese utilizado durante mucho tiempo.
―Te desmayaste―me doy cuenta de que Alex se encuentra a mi lado, recargado en la cama en que me encuentro.
―¿Hace cuánto tiempo?―coloco una mano sobre mi cabeza al sentir una pequeña punzada.
―Un mes―le escucho decir a Scord. Al instante me sobresalto y mi corazón comienza a acelerarse. Pryscilla pone los ojos en blanco y le da un pequeño golpe a su novio―. Tres días―ríe.
Llevo una mano hasta mi pecho tratando de tranquilizarme. Me recuesto en la cama de nuevo y me quedo observando el techo, recordando.
«No se puede revivir a alguien que no está muerto».
Las palabras de esa bruja viajan por mi cabeza.
«La chica a la que buscan no está muerta».
Comienzo a inhalar aire excesivamente, siento la mano de Alex rodear mi brazo tratando de tranquilizarme.
¡Ella está muerta...La vi morir!
Los recuerdos comienzan a fluir como si aún estuviese ahí, frente a su cuerpo sin vida.
Está muerta.
―Sarah...Sarah―le escucho decir a Alex.
¡Murió frente a mis propios ojos!
―Sarah tranquilízate...Calma...―me sacudo entre sus brazos.
―Está muerta...Yo la vi morir―digo sin parar.
―Sarah debes tranquilizarte―Alex me apreita contra el.
―¡Está muerta!―grito―. ¡Está muerta!
―Rihanna―le oigo llamar.
―¡Está Muerta!...¡Está muerta!...¡Está...―siento una punzada de dolor desde mi hombro derecho, diviso a Rihanna con una jeringa en sus manos―...Muerta...está muerta...―digo, cada vez a un volumen más bajo.
Siento como mis fuerzas abandonan mi cuerpo, dejándome sin energía. Me doy cuenta de que me encuentro de nuevo acostada.
―Monique...regresa...―y a partir de allí, todo se desvanece.
Adelí Mathews
―¿Qué crees que sea?―me vuelvo hacia el chico zanahoria y lo examino por unos segundos, no lo veía desde anoche.
―No lo sé, tal vez le guste el frío―respondo, tomando de nuevo una piedra para después aventarla.
Esta choca contra un pino a cien metros de donde estoy. No es de mis mejores tiros.
―¡Wow!―ríe―. ¿Pero que le ha pasado a la campeona?―se levanta y camina alrededor de mí.
―No estoy de humor para juegos Eric―digo, fastidiada.
―Claro, ¿Y para el sarcasmo sí?―coloca ambos brazos en sus caderas.
―Siempre―esbozo una pequeña sonrisa de lado.
Él me imita y se echa a mi lado observando el bello paisaje.
―¿Siquiera es normal que haya sobrevivido?―pregunta.
―El que haya sobrevivido fue gracias a Sarina...el que no haya sentido como todos sus órganos se congelaban...definitivamente no, no es normal―agacho la cabeza.
―Sarah pudo haber muerto...
―Sarah debió haber muerto...―le interrumpo.
Bien, eso se escuchó cruel. Pero no era más que la verdad.
―Vaya no pensé que la odiaras tanto―dice.
―No yo...no quise decirlo de esa manera―sacudo la cabeza para aclarar mis ideas―. A lo que me refiero es que, es imposible que no se haya muerto congelada...ni siquiera lo sintió.
Las imágenes regresan a mi cabeza en un flash, Sarah recostada en el suelo, pálida y helada.
Ni siquiera lo sintió.
Eso era bueno, al menos para ella, no sufrió demasiado, a excepción del estar cerca de la muerte. Sin embargo, la cuestión era...¿Por qué?
Se supone que el antihumanos era un hechizo para matar humanos y hacerlos sentir dolor, entonces, ¿Por qué Sarah no lo había sentido?
Sarah tenía algo, algo que ni siquiera ella sabía que poseía. Y yo descubriré que es.
―Tal vez no es algo de lo que haya que preocuparse―la irritante voz de Eric interrumpe mis pensamientos, me vuelvo hacia él y lo miro con el ceño fruncido.
―¿Qué no hay que preocuparse?―digo, incrédula.
―Lo que trato de decir es que...hay cosas mucho más importantes por las que preocuparse ahora...―coloca sus manos a sus costados, detrás de su cuerpo, apoyando todo su peso en ellas y mantiene la vista en el horizonte―. Aún no hay señal de ella.
―Tal vez la bruja estaba loca―chasqueo la lengua―. No puedes poner toda tu confianza en una bruja, ellas no son de fiar.
―Pero...¿Y si dice la verdad?...¿Y si Monique estuviera realmente viva?―su tono de voz se nota ligeramente ansioso.
Rodo los ojos ante la idea. Un escalofrío recorre mi piel al recordar la escena de esta tarde, mientras Sarah estaba con la tal Sarina, la bruja, charlando de no sé que cosa...
Yo estaba en el bosque tratando de ordenar mis ideas y averiguar por qué Sarah no sentía dolor mientras se convertía en una paleta humana. Caminaba por el bosque alejándome de las molestas personas con las que me había aliado.
Sabía que si regresaba ahora con ellos mataría a alguien―Probablemente a la rubia―, y entonces me correrían de nuevo, y no podía estar sola en medio de una guerra, tenía un plan, pero lamentablemente los necesitaba cerca, sobre todo a Sarah, que era pieza importante en esto, por no decir que absolutamente todo lo que había ocurrido hasta ahora era su culpa.
Pero obviamente no podíamos decirle semejante insulto, la pobre Sarah quedaría destrozada.
Patrañas.
Fue en ese momento que escuché una voz frente a mí, me sorprendió el no haberla olido o sentido, incluso de cerca ni siquiera sentía su presencia, pero estaba justo a unos metros de mí.
Se trataba de una anciana, su mirada clavada en mi persona, parecía asustada, había algo en su rostro que indicaba conocerme. Tenía que ser una bruja, pero jamás la había visto antes―O más bien no había tratado de asesinarme como todas las que conozco―.
―¿Quién es usted?―interrogué de manera firme.
―Tienes miedo―dijo, ignorando mis palabras anteriores.
―¿Acaso no me escuchó?―elevo mi tono de voz―. ¿Quién es usted y qué es lo que quiere?
―Oh yo no quiero nada...―su voz era rasposa―. Pero tú...tú suplicarás misericordia...en cuanto ella llegue...
―¿De qué mierda está hablando?
―Dejaste morir a una persona, pudiste salvarla, pero no lo hiciste, preferiste salvarte tu...Ella regresará, y regresará por ti...
―¡Lárguese ahora!―lancé un grito agudo, para después aparecer un círculo de fuego a mi alrededor, la anciana ni se inmutó.
―Se vengará de ti...Se vengará de todos...Debiste asegurarte de que muriera antes de cantar victoria...―Y desapareció sin dejar rastro.
Sacudo la cabeza oprimiendo el recuerdo, me vuelvo hacia Eric que aún me mira desconcertado.
―No es verdad...Yo la vi morir...¿Además por qué te importa tanto?, ni siquiera la conocías.
―Charlé con ella un par de veces, yo me ofrecía a llevarle sus comidas a la celda―sonríe un poco.
―Lástima que tu linda enamorada ya murió―digo a manera de burla.
―No estés tan segura, todavía hay esperanza― escucho como se pone de pie.
―¿A qué te refieres con que todavía hay esperanza?―me vuelvo hacia él
―No te enteraste...―niego con la cabeza―Sarina buscó su alma en... el lugar tenía un nombre extraño no lo recuerdo, Alex le llamo el "Más allá"...
―¿Y qué paso?―digo a regañadientes
―No había rastro de ella―dice para después dar media vuelta y desaparecer.
No podía ser cierto.
Vuelvo la vista hacia el barranco y me concentro en el fondo. Si me aviento ahora sería demasiado tarde, y de todas formas no moriría, además correría el riesgo de que Monique, si es que es verdad que está viva, pudiera encontrarme.
Al momento siento como mis manos se tensan, y tengo una rara sensación, ¿Cómo es que Sarah le había llamado aquella vez?, Preocupación.
¿Y por qué rayos Adelí Mathews estaría preocupada?
Está bien, admito que el que Monique esté viva me preocupa un tanto ya que, después de todo, yo fui quien la llevó hasta su muerte, entregándola a los hechiceros. ¿Pero en todo caso qué es lo que me preocupa?, Si no está muerta ahora, lo estará pronto. Después de todo, ¿Por cuánto tiempo podría sobrevivir una simple humana fugitiva?
Lo que no entiendo, es como logró pasar por el Arco Mítico, bueno, la cuatro ojos se sabe a R de memoria, tal vez haya alguna forma de que los humanos puedan atravesarlo.
No hay nada de qué preocuparse, ¿Qué podría hacer ella?...¿Vengarse?...¿Qué podría hacerme?...¿Enterrarme una estaca?...
Recuerda el Vamperus...
Es cierto, pero de todas formas, no logrará matarme una simple humana.
¿Pero y si no es solo ella?...¿Si al estar viva decide cobrar venganza contra mí? Entonces tendría a Sarah, Alex y los gemelos de su lado, incluso a Scord y Pryscilla que se han hecho muy amigos de la odiosa de Rihanna, hasta Sandra se encargaría de mi asesinato. De hecho, deben estar planeando todo ahora mismo.
¿Y qué pasará con Eric?
Lo matarían a él también, no sirve de mucho después de todo, estarían más que felices por deshacerse de mi aprendiz.
No. No puedo dejar que eso ocurra.
Arruinaría mi perfecto plan.
Si es cierto que Monique está viva, no lo seguirá por mucho tiempo, yo misma me encargaré de eso, y lo mejor de todo, nadie se dará cuenta, podrán pensar que alguna otra criatura la asesinó, o que murió de hambre o alguna otra de esas absurdas muertes humanas, y qué mejor que agregarle un poco de drama y diversión a esto. Sarah sí encontrará a su adorada prima, encontrará su pequeño cuerpo destrozado y sin vida, la bruja no podrá revivirla si su cuerpo se encuentra hecho pedazos ¿Cierto?
Si pienso hacer todo esto, debo hacerlo cuanto antes. ¿Tendría que decirle a Eric? De ninguna manera, si algo llega a salir mal no quiero que salga involucrado, aunque es poco probable que algo salga mal, prefiero hacerlo esto sola.
Y esta vez, me aseguraré de que Monique Cooper este muerta.
―¡Adelí!―una voz a lo lejos interrumpe mis pensamientos.
Localizo a Alex, que me llama desde la azotea de la casa. Debe ser algo urgente como para que se haya arriesgado a que algún hechicero lo escuchara, por lo que será mejor que me apresure a ver qué es lo que quiere.
Llego hasta la casa y voy directamente con Alex.
―¿Qué ocurre?―le interrogo.
―Necesito que vayas con Rihanna a inspeccionar la parte este del bosque, por... ya sabes, la búsqueda de Monique― susurra.
Entorno los ojos con fastidio.
―¿Otra vez con eso?...¿Es que no logran entender?―hago todo lo posible por poner mi falsa expresión―. ¡Ella está muerta!―digo a pocos centímetros de su rostro―. Espero que eso le quede claro a todos ustedes también―me vuelvo hacia los demás que se encuentran en el lugar.
―Pero la bruja dijo...
―Lo que la maldita bruja dijo es una total mentira, y de lo más absurdo si me dejan decirles―digo interrumpiendo las palabras de Zack.
―En todo caso, debemos salir a buscarla―habla Alex.
―Y arriesgarnos a que alguna de las patrullas nos encuentre y que alguno de nosotros de verdad muera, porque déjame decirte Alex, tal vez Monique no este muerta, pero si un hechicero atrapa a alguno de nosotros, lo matará, y de eso no se regresa. Porque cuando una persona muere...¡Muere!...¡Se va!―exclamo.
―La mimada tiene razón Alex―me vuelvo hacia Rihanna que está de brazos cruzados caminando en nuestra dirección.
― ¡Exacto!, Espera ¿Qué?―me vuelvo hacia ella―. ¿La tengo?―digo totalmente sorprendida. El que Rihanna me dé la razón no es algo que suceda todos los días, más bien, nunca sucede.
―¿La tiene?―dice Alex igual de confundido que yo.
―Claro, no debemos salir todos a buscarla―se coloca frente a mí―. Debe ir ella.
―¿Qué?
―Como escuchaste, después de todo fuiste tú quien entrego a Monique a Robert así que debes ser tu quien la busque―se cruza de brazos.
Sabía que tanta bondad hacia mí no existía en aquella cabeza oxigenada.
―Permíteme decirte cariño que estás realmente loca si crees que yo haré eso―frunzo el ceño.
―Oh créeme, lo harás, y no regresarás hasta volver con Monique sana y salva―demanda.
―¿Y si me da hambre en el camino?―digo con descaro.
―Pues entonces cuando regreses, verás lo que te sucede―dice en tono amenazante. Me da la espalda y se retira hacia la cocina.
Si no estuviera preocupada por la inesperada noticia de Monique, probablemente ahora me encontrara quemando el cabello de Rihanna. Eso es algo de lo que tengo demasiadas ganas de hacer.
Salto fuera de la casa y camino sin rumbo fijo. Hasta sentir la sensación de que alguien me sigue.
―Espera...―escucho que dicen detrás de mí. Es la voz de Carter, el chico apuesto al que le gusta Sarah y que quiere quitársela a Alex. Me agrada.
―¿Qué sucede?―suelto un bufido.
―Quería decirte algo...es sobre la chica a la que buscan...
―Si la mataste no hay problema, guardaré el secreto―le interrumpo y le dedico un guiño.
―No, no es eso―ríe, como si lo que yo acababa de decir fuera una broma―. Es que yo...creo haberla visto hace un par de meses antes de venir a la ciudad. Tenía cabello castaño lacio, decía que su nombre era Monique Cooper...―hace una pausa―. Estábamos en una fiesta, fue lo único que me dijo antes de irse con una chica de cabello muy, muy largo, debo decir que era verdaderamente escalofriante, era vampiro, venía con otro chico que también daba miedo...
―Sé quiénes son―lo detengo―. ¿En qué lugar la viste?―pregunto rápidamente.
―En el club nocturno al otro lado de Weakon.
―¿¡Weakon!?―exclamo. Él asiente―. Bien...Carter te agradecería que no le dieras esta información a ninguna otra persona...¿De acuerdo?
―Está...bien―dice desconcertado― ¿Estás segura de que no quieres que les avise a los otros también?
―No―lo detengo―. No oíste lo que me dijo Rihanna allá arriba, debo encontrarla por mí misma, debo demostrarle que puedo hacerlo―vaya, que gran mentira.
―De acuerdo―dice confundido. Después, se aleja en dirección a la casa.
―Te lo agradezco―digo.
Espero a que esté lo suficientemente lejos para que no me escuche decir un montón de maldiciones, y no vea la rabieta que estoy haciendo en este momento.
Monique Cooper tienes tus días contados.