"Entonces Hotspur aparece justo cuando mamá nos conto que estaba embarazada y nos dijo que Lina también lo está," Harry le conto las noticias a Augustus.
"Bien, que bien." Augustus rio. "Por fin, su matrimonio ha dado fruto."
"¿Como sucedió eso abuelo? Pensé que Lina y Hotspur eran demasiado viejos para tener un bebé." Pregunto Harry, sentado con las piernas cruzadas sobre la gran silla de cuero tras el escritorio.
El retrato lucia pensativo. "Henry, hay muchas cosas en este mundo que no tienen explicación. Es un hecho conocido que los elfos domésticos no conciben con facilidad. Ninguno de los elfos lo hace. Creo que tiene que ver con sus vidas tan largas. Una raza que vive siglos no necesita producir descendencia tan a menudo como los humanos. Debido a eso, sin embargo, atesoran a sus hijos, y consideran cada nacimiento como una maravillosa celebración. En el caso de Lina y Hotspur. . .creo que sé lo que sucedió para que ella quedara en estado."
"¿Que abuelo?"
"El sacrificio que hice cuando derrote a Voldemort," respondió el viejo hechicero. "Use toda mi magia en mi Ataque Final, y una vez que hizo lo que se suponía, hubo un residuo que se dirigió a la tierra, y los restos de mi magia Elemental se fusionaron con el aire, la tierra, el agua y el fuego. Has oído de la magia residual antes, ¿no es así, Henry?"
"Umm. . .sí, creo que sí. Esa es la magia que un lugar ha absorbido después de años haciendo magia en ese lugar, como un templo o un cementerio."
"Así es. Y esta tierra ha sido morada de usuarios de magia por siglos. Cuando me enfrente a Voldemort, llame toda la magia a mi alrededor para asistirme, y luego de mi sacrifico, la magia regreso a la tierra. Debido a que use la magia para un buen propósito, infundio la tierra con vida. Lina y Hotspur están mágicamente sintonizados con la tierra debido a su naturaleza, y Lina absorbió la magia en su ser, y le permitió concebir. Al menos, esa es mi teoría."
"Tiene sentido," dijo su bisnieto. "Estoy feliz por ellos. Siempre quisieron tener un hijo."
"Yo igual. Me hace feliz, el haber podido darles eso, por los siglos de servicio que le han dado a mi familia." Dijo Augustus sonriendo. "Les deseo felicidad. En seis meses, tendrán un pequeño elfo corriendo por aquí."
"¿Seis meses? Pero creí que se necesitaban nueve meses para que nazca un bebé."
"Sí, para un bebé humano. Pero los elfos son un poco diferentes. Medio año, no mas."
"¡Wow! ¿Me pregunto que tendrá mamá?"
"No lo sé. ¿Tienes alguna preferencia, Henry?"
"No en realidad. Aunque no me molestaría tener un hermanito."
"Lo veraz en nueve meses."
"Abuelo, puedes moverte de tu retrato a otro, ¿como los de la escuela?"
Augustus asintió. "Podría, si hubiera un retrato vacio donde pudiera hacerlo. Pero aquí no hay, así que actualmente estoy atorado aquí."
"Oh. ¿Te gustaría ir a otros lados de la mansión?"
"Me gustaría. Dile a tu padre que mande a hacer tres paisajes para que pueda viajar desde el estudio hasta la sala o a donde quieran ponerme."
"Se lo diré. Debe ser muy aburrido, estar en el estudio todo el tiempo."
"Tiene sus altos y bajos."
Harry ladeo la cabeza. "Mamá esta llamándome, creo que es hora de almorzar. Nos vemos después abuelo."
"Hasta luego, Henry. No corras por las escaleras," grito el retrato mientras Harry salía corriendo de la habitación.
Después, Severus dejo a Harry hablando por Floo con Neville y Blaise para invitarlos a discutir sobre su antigua identidad como Harry Potter y a Sandra durmiendo en el sofá y se dirigió al estudio a reevaluar su recién realizado testamento. Apenas entro, el retrato despertó y le sonrió.
"He oído que felicitaciones están en orden, mi Lord Prince."
Severus sonrió, estaba emocionado por el nuevo bebé. "Si, yo. . .yo no estaba esperando que esto pasara tan pronto, pero. . .Creo que es mejor temprano que tarde."
"Normalmente lo es, especialmente desde la perspectiva de la mujer."
"Solo espero que su embarazo ande bien al igual que el parto." Dijo el Maestro de Pociones. "Y debo confesar, espero tener una hija esta vez. Creo que criar una hija debe ser más fácil que criar a un gamberro como Harry."
Augustus se largo a reír, haciendo que el marco se moviera.
"¿Que es tan divertido abuelo?"
"¡Oh, Severus, chico! Niño o niña, no hay manera fácil de criarlos. Una niña es una poción totalmente distinta que un niño. Las niñas ven el mundo diferente que los niños, y también reaccionan diferente. Podrías encontrar más fácil comprender a Harry que a una hija. Hubo veces, especialmente cuando mis hijas fueron adolescentes, que me desconcertaban completamente. Era algo bueno que su madre estuviera alrededor para ayudarme."
"Sandra estará aquí y es algo bueno que tu también estés para ayudarme." Le dijo Severus. "Pero cruzare ese puente cuando llegue a él. Hablando de la abuela, ¿porque ella nunca se hizo un retrato?"
"Ella mando a hacer uno, y estaba siendo pintado, pero ella murió repentinamente mientras dormía así que nunca fue terminado. Nunca tuvo la oportunidad de poner sus memorias o su magia en el así que por eso hay solo fotografías de ella en los álbumes familiares. Es una pena, porque hubo muchas veces que ansiaba hablar con ella y oír su voz. Pero no importa. Sé que no reuniremos una vez más en El Jardín."
"¿El Jardín?"
"El Jardín del Paraíso Recobrado," respondió el retrato.
"Ya veo. El Jardín con el que soñó Harry."
"Si." El retrato miro a su nieto. "¿Que estas escribiendo, Severus?"
"Una enmienda al nuevo testamento que acabo de realizar. En el documento original nombro a Harry como mi único heredero, ya que no sabía que Sandra estaba embazada cuando lo escribí. Pero una vez que el bebé nazca, creo que sería mejor que él o ella heredaran Foxfire Hall, ya que el bebé debería tener su propio titulo y propiedad. Harry tiene sus propiedades de la herencia Potter en Godric Hollow, al igual que más terrenos y el titulo y herencias de los Potter y le daré la mitad del dinero de los Prince al igual que la mitad del Laboratorio. Eso es justo para ambos. No creo que él se moleste."
"¿Estas planeando en preguntarle al chico?"
"Deseo discutirlo con él." Dijo Severus. "Así cuando llegue el tiempo, no este amargado o enojado o se sienta traicionado."
"Esa es una buena idea." Le dijo Augustus. "Y por supuesto, Henry siempre será bienvenido en Foxfire Hall si lo desea."
"Si. Pero el titulo y la propiedad pasaran a mi hijo o hija menor. Sé que no es la manera en la que se hace, normalmente el mayor lo hereda todo, pero no creo que sea justo para mi hijo o hija menor dejarlo sin una casa y Harry no necesita dos casas y dos títulos."
"Esa es tu decisión como lord de Foxfire Hall," dijo Augustus con calma.
"¿No estás de acuerdo conmigo?" pregunto Severus en cierta consternación.
"Eso no es para que yo diga," respondió el retrato. "Puedes distribuir tu herencia como lo desees. Al igual que yo lo hice."
La mayoría de la herencia había ido claro esta a Severus, con varias donaciones hechas al fondo de Aurores Retirados, a San Mungos y a la librería y laboratorio de pociones de Hogwarts. Algo del dinero también había ido al orfanato del Cielo del ángel. Pequeñas cantidades de dinero habían sido enviadas a Augusta y a Annamaria Zabini, además Moody había recibido el antiguo detector de maldad personal de Augustus, que había admirado desde que era un estudiante. Pero la mayoría de los artefactos mágicos raros habían permanecido en la familia Prince.
"Hablare con Harry después de cenar, antes de tomar una decisión final," decidió Severus. Se sobo las sienes. "Nunca imagine que ser el lord de Foxfire Hall era tan demandante y consumía tanto tiempo."
El retrato rio por lo bajo. "Ves, aprendes algo nuevo todos los días, Severus."
Mientras tanto, Harry estaba sentado en los peldaños de la entrada con Neville y Blaise a cado lado, explicándoles porque su familia había decidió mantener en secreto su identidad todos estos años. "Fue para protegerme, entienden, y es por eso que no podía decirles. Jamás esperamos que Lucius Malfoy recobrara sus memorias y le contara todo a Voldemort y luego a la prensa. Yo. . .espero que puedan comprender porque no les conté nada antes. Lamento haberles mentido en cierto modo."
"¿Cierto modo?" pregunto Blaise.
"Porque en realidad soy Harry Snape ya que Severus me adoptó sanguíneamente, y crecí como Harry Snape. Solo me entere que era un Potter la navidad pasada."
"Oh. Está bien, estoy un poco molesto de que no hayas confiado en tus mejores amigos," Blaise dijo en voz baja, sus ojos color avellana brillaron un poco. Luego suspiro. "Pero te perdono. Se lo difícil que es tratar de ir contra una decisión familiar."
"Yo también," dijo Neville. "Y en realidad no me importa si eres famoso o lo que sea. Fuiste mi amigo mucho antes de eso y siempre lo serás."
Harry suspiro aliviado. "Gracias chicos, por comprender. Pensé que ya no querrían ser mis amigos una vez que se enteraran."
"Harry, no seas estúpido," bufo Blaise. "Nev tiene razón. Aunque tu apellido sea Potter, Snape, o Rockadoodle, aun eres mi amigo. Para siempre."
"¿Rockadoodle?" Harry casi se cayó de lado riendo.
"¿Qué? Es un nombre perfectamente bueno."
"¡Si eres una mascota!" comento Neville poniéndose a reír.
Blaise se saco un zapato y se lo arrojo.
Neville se agacho y el zapato le dio a Harry en un hombro.
"¡Oye, cuidado!" grito Harry tirando el zapato a su dueño. "Vuelve a ponértelo, Blaise. No quiero morir con gas venenoso."
"¿Estás diciendo que mis pies apestan, Snape?"
Harry fingió desmayarse.
"¿No lo hacen los de todos?" pregunto Neville, confundido.
"No como lo suyos," recalco Harry riendo.
"Ahh, cállate, Harry." Blaise rodo sus ojos y se puso el zapato.
"¡Ah, aire limpio!" Harry sonrió. "¿Adivinen que mas tengo que contarles?"
"¿También eres pariente de la Reina de Inglaterra?" dijo Neville.
"No, pero habrá una adición nueva a mi familia como en nueve meses."
"¿Quieres decir que Sandra esta esperando?" Blaise pregunto conociendo del tema.
"Si."
"¿Ella va a tener un bebé?" pregunto Neville.
"Si-ii."
"¡Pobre de ti! Sabes lo que eso significa, ¿cierto?" pregunto Blaise con simpatía.
"¿Qué?"
"Significa que ahora tendrás que ser el hermano mayor responsable y tendrás que cuidar a tu hermanito o hermanita," Blaise hizo su voz sonar aguda casi como la de su madre. "Y debes dar un buen ejemplo y todo eso."
"¿Es difícil?" pregunto Harry.
"A veces. Es un gran dolor en el trasero. Tienes que cuidar todo lo que haces o dices, 'porque el bambino copia lo que haces. Y después te acusan. Mejor espera que sea un niño, Harry. Son mas fáciles de manejar que las hermanitas, créeme."
"Jo no parece tan mal."
"Eso es porque tu no vives con ella."
"Estoy feliz de que mi mamá tenga un bebé," admitió Harry. "siempre quise un hermano o hermana."
Blaise tosió con fuerza. "Eso dices ahora. Espera que el bebé llegue aquí, Snape. Y tengas que terminar de niñera cuando tus padres salgan y te quedes solo con el mocoso. No vas a poder jugar partidos de Quidditch como estabas acostumbrado con un bebé en la casa."
Harry se encogió de hombros. Estaba seguro de que Blaise estaba exagerando. "Y hay más. Lina también está embarazada."
"¿Tu elfina?" exclamo Neville.
Blaise abrió los ojos. "Por Merlín, es muy raro que un mago vea nacer un elfo domestico. Normalmente no tienen bebés muy a menudo."
"Lo sé. El retrato del abuelo me dice que cree que sucedió por toda la magia Elemental que fue liberada en su muerte. Eso afecto a Lina y Hotspur de buena manera y les permitió tener lo que siempre habían soñado, un hijo."
"¡Dos bebés!" Blaise silbo. "Harry, vas a estar hasta las orejas con biberones y pañales."
"Nunca he visto un bebé elfo antes," dijo Neville. "¿Me pregunto como lucirá?"
"Espero que no sea feo. Cuando mi hermanita nació, estaba toda arrugada y roja como un diablo que hubiera recibido un puñetazo. Pensé que era horrible. Pero Mama pensó que era hermosa. ¡Madres!"
"Creo que todas las madres piensan que sus bebés son hermosos," dijo pensativo Harry. Estaba seguro que su hermano o hermana no nacido sería adorable, dado quienes eran sus padres. No podía esperar a que naciera, sin importar lo que había dicho Blaise. O el bebé de Lina.
"Vamos a volar," dijo, poniéndose de pie de un salto. "¡El último en llegar al estanque es un escarabajo!"
Corrió hacia el estanque por la parte trasera de la mansión, y fue seguido con rapidez por los otros dos chicos, mientras Problema ladraba tras ellos acompañado de un silencioso Magnus.
"Harry, ven al estudio un momento," le solicito Severus después de cenar. "Necesito hablar contigo."
"Claro, Papá." Siguió a su padre por el pasillo hasta la familiar sala con paneles de roble. Se sentó en una de las hermosas sillas tapizadas en frente del escritorio mientras que Severus se sentó tras él.
"Es sobre tu herencia," comenzó su padre, sus manos cruzadas sobre el escritorio.
"¿Mi herencia?" repitió Harry confuso. "Quiere decir, ¿lo que recibiré cuando mueras?"
"Si."
"¿Por qué. . .por qué estamos hablando de esto ahora? No estás muriendo."
"Lo sé. Pero necesitamos discutir esto. Ya que tu mamá y yo tendremos un bebé, tengo que. . .reorganizar las cosas respecto a tu herencia. Porque ahora debes compartirla con el nuevo bebé."
Harry se encogió de hombros. No estaba listo para pensar en lo que esto significaría para él. Sería en un futuro lejano. "¿Así? ¿Qué significa eso para mí?"
"Significa que he estado pensando en quien recibiría Foxfire Hall y heredara el titulo cuando yo muera," Severus dijo en forma directa. "Tú tienes dinero y propiedades por los Potter. Y también serás el Jefe de la línea Potter, ya que eres el último de ellos. ¿Te molestaría mucho. . .si le traspaso la mansión y el titulo al bebé que nacerá? Originalmente te tenía como mi único heredero, pero ahora no creo que sería justo que tuvieras todas los bienes Prince y tu hermano o hermana solo tenga un parte de lo que hay en la bóveda y un porcentaje de los Laboratorios Prince. Tu aun eres un Prince, Harry, y tienes derecho al dinero, las inversiones y los laboratorios Prince, aun eres mi hijo, no estoy. . .desheredándote o relegándote. Foxfire Hall siempre será tu hogar, nadie puede discutir eso, o. . .puede echarte si tú deseas quedarte aquí. Es solo que. . ."
"Lo entiendo señor. Quiere que ambos tengamos una casa y. . .propiedades. Y ya que yo tengo y el bebé no. . . Y el bebé es mas Prince que yo, es justo que él o ella hereden la mansión. Después de todo es una propiedad Prince."
"¿Entonces no me resientes? ¿O al bebé? Estoy tratando de ser justo, no tiene nada que ver con el hecho de que el bebé es mi hijo sanguíneo." Insistió Severus.
Harry negó con la cabeza. "Papá, siempre te amare y a Foxfire Hall. Pero no planeo vivir aquí el resto de mi vida. Si me caso, me gustaría un lugar propio, y si reconstruyó la casa de Godric Hollow, podría vivir allí o en alguna de las otras propiedades. Y por el título, Papá, no me gustan. Estoy feliz siendo simplemente Henry Snape. En realidad no quiero ser Lord Prince. Deja que mi hermano o hermana tengan esa responsabilidad. Ni siquiera quiero el titulo Potter"
"¿Estás seguro?"
"Si señor."
"Muy bien. Entonces hare los arreglos necesarios a mi testamento." Dijo Severus. "Gracias, Harry, por ser tan generoso."
"Papá, ni siquiera quiero pensar en lo que sucederá cuando mueras." Harry dijo con sinceridad. "¿Por favor podemos dejar de hablar de esto?"
"Está bien. ¿Juguemos ajedrez entonces? Veremos si ahora puedes mantener las piezas dentro del tablero."
"Está bien." Accedió Harry.
Severus despejo su escritorio, convoco el tablero de ajedrez y comenzaron a jugar, con Augustus aconsejando a Harry para ayudarlo a derrotar a Severus, y Severus retándolo por hacer trampa.
Callejón Diagon
Sábado en la tarde
A mediados de julio:
Como lo había prometido, Sirius estaba esperando a Harry y Severus fuera de la heladería de Fortescue. "Hola, Harry," saludó sonriéndole a su ahijado. "Lord Prince," le hizo un gesto con la cabeza a Severus.
"Hola, Sirius," dijo Harry sonriendo. Ahora que estaba seguro que no habrían grandes peleas entre su padre y padrino, se sentía mucho más cómodo con el otro mago.
"Sr. Black, buenas tardes," Severus dijo educado. "¿Vamos a entrar o prefieres que tomemos helado parados aquí en la calle?"
""No, eso sería malo para tu imagen, ¿no, Snape? nunca dejes que la gente te vea comer en público. ¿Esa no es una especie de regla con ustedes los lord?"
Severus bufo. "Quizás lo era en la familia Black." entro a la tienda de helados. "Hablando de eso, ¿ahora no eres tu el Jefe de tu familia?"
Sirius tosió incomodo. "Uh, si, podrías decir eso. Aun no estoy. . .acostumbrado a estar a cargo de algo así."
"Bienvenido al mundo adulto," dijo Severus ligeramente sarcástico.
Sirius torció sus labios. "Ahórrate el sarcasmo, Snape." luego miro a Harry. "¿Ya escogiste tu helado, Harry?"
Harry había estado revisando el menú mientras su padre y padrino combatían. "Uh, si. Quiero un sundae triple con todo. De chocolate, fresa y pistacho."
"Ah, es igual que yo a esa edad," Sirius sonrió y le dio una palmadita en la espalda.
"¡Que Merlín lo prohíba!" murmuro Severus fervorosamente. Él ordeno un pequeño helado de pistacho.
Sirius ordeno un banana split.
Escogieron una mesa en el rincón lejos de los demás clientes. El lugar no estaba lleno, pero habían varios adolescentes riendo y haciéndose bromas, aunque ninguno que Harry reconociera de la escuela. Mientras comían, Harry escucho a Sirius y a su padre discutir las noticias locales del día—es decir, la sentencia de Lucius Malfoy.
"Ahora es oficial, y se unirá con sus compañeros mortífagos en Azkaban," dijo Severus, sonando complacido. "Era hora que pagara por sus crímenes."
"Si. Por esta vez su dinero y conexiones no pudieron salvarlo," accedió Sirius. Lamio un poco de banana de su cuchara. "La única cosa es que ahora eso me hace responsable de su hijo."
Severus levanto sus cejas. "Tu estas a cargo de Draco? ¿Como paso eso?"
"Porque, como dijiste antes, soy el Jefe de la familia Black y Narcissa era una Black así que su hijo también lo es por ella. Con Lucius en la cárcel, el Ministerio me ha declarado una especie de. . . modelo a seguir o guardián para Draco. Creo que piensan que soy mejor para el trabajo que su viejo."
"Suenas tan emocionado, Black."
"Estoy saltando de alegría, ¿no te das cuenta?" respondió Sirius. "No tengo ni una idea de cómo ser. . .un modelo a seguir, Snape."
"Y aun así querías que Harry viviera contigo."
"Eso era diferente. Harry no es como Draco. Él no es un mocoso malcriado y egoísta."
"No lo soy porque papá me educo," dijo Harry. "Al igual que mi abuelo."
"Que gracioso, pero tú eras igual a Draco a esa edad. Ambos nacieron con una cuchara de plata en la boca," le recordó Severus.
"Si, lo sé. Eso es lo que temo." suspiro Sirius.
"¿No crees poder lidiar con un niño malcriado? fuiste un Auror, Black."
"¿Y que diferencia hace eso?"
"Cuando fuiste a la Academia, ¿cómo te manejaron tus instructores?"
Sirius hizo una mueca. "Me volvieron humilde, me hacían correr vueltas y hacer abdominales hasta que aprendí a guardarme mis estúpidos comentarios. ¿Crees que debería hacer lo mismo con Draco?"
"Si crees que necesitas marcar un punto. Black, necesitas recordar dos cosas al disciplinarlo. Uno, cuando digas algo que sea enserio y dos, se consistente. Harry sabe que cuando digo no volar dentro de la casa o estará castigado, hablo en serio. ¿No es así hijo?"
Harry asintió, comiendo el último poco de su sundae.
"¿Pero su madre no debería hacer la mayoría de eso? quiero decir, yo no viviré con ellos."
"Narcissa, estoy seguro, apreciara tu ayuda. ¿Has hablado con ellos desde el veredicto?"
"Brevemente. Draco lucia choqueado."
"Bueno, es un shock descubrir que tu padre, que todos creían eran un miembro honrado de la comunidad, es un criminal," comentó Severus.
Probablemente era peor que tener un padre muerto, pensó Harry. Porque al menos si tu padre muere, todos sienten simpatía por ti. Pero esto. . . ¿hará a Draco un paria en la escuela? Harry casi podía sentir pena por él.
"Si." dijo Sirius. "Bueno, lo arreglaremos de alguna manera." luego cambio el tema. "¿Y si vamos a un partido de Quidditch la próxima semana? puedes invitar a quién quieras, Harry. Yo invito." luego miro a Severus. "¿Si no hay problemas contigo?"
Severus asintió. "Solo déjame saber a dónde irán y a qué hora volverá a casa."
"Invitare a Blaise, Ron y quizás a Susannah Smithers también," dijo Harry. "Nev irá a Cornwall la próxima semana a ver su su primo y a Hermione no le gusta el Quidditch." le había escrito a sus amigos y ninguno tenía problemas con su previa identidad. Luego recordó la otra buena noticia que quería compartir con su padrino. "Sirius, pronto voy a ser un hermano mayor."
"Vas a ser. . . ¡oh!" exclamo Sirius. "Felicitaciones, a ambos. Y a Lady Sandra, claro está." levanto su cuchara de helado en saludo, sin importarle en realidad si lucia ridículo.
Severus sintió una breve sonrisa aparecer en sus labios. "Gracias."
"Y nuestra elfina también está embarazada," añadió Harry.
Sirius casi se ahogo con el agua que estaba bebiendo. "Tremenda casa esa, Foxfire Hall." le lanzo una mirada traviesa a Severus. "Aunque no te envidio, Snape, con dos mujeres embarazadas en la misma casa. Tienden a ponerse de mal humor, especialmente en el tercer trimestre."
"¿Y cómo sabes eso?"
"Tuve un hermano menor y aun recuerdo como mi madre volvía loco a mi padre, haciéndolo salir a buscarle salmón ahumado y queso crema en medio de la noche, o sorbete de melocotón con pepinillos y sardinas."
"Uh! ¡Eso es asqueroso!" Harry hizo una mueca.
"No para una mujer embarazada. Ellas quieren las cosas más extrañas, te lo juro por Merlín." dijo Sirius. "Sólo espera y veras."
Harry no estaba seguro de creer todo lo que había dicho Sirius. No podía imaginarse a su sensible mamá queriendo algo tan. . .desagradable. Miro su plato vacio de postre y suspiro.
Sirius reconoció la mirada y dijo, "¿Quieres otro, Harry? cuando tenia tu edad, podía comerme dos de esos."
"¿Puedo?"
"No, uno es suficiente—" comenzó Severus.
"Deja al niño vivir un poco, Snape." discutió Sirius. "¿Del mismo tipo que antes?" chasqueo los dedos y un segundo sundae apareció enfrente de Harry con una nueva cuchara.
"¡Black, por Merlín. . .!"
"No te alborotes, Snape. Soy su padrino, se supone que debo malcriarlo. Así es como funciona. ¿No sabias eso?"
"Eres imposible, Black."
"Y orgulloso de eso," dijo sonriendo, y ordeno para sí mismo un segundo banana split.
24 de Diciembre, 1992:
Harry no podía creer lo rápido que había pasado el año. Parecía que en un parpadeo Julio se había vuelto Diciembre. Sandra había tenido tres meses de embarazo cuando volvió a clase en septiembre, y se veía muy sana y feliz. Ella y Lina parecieron tener muy buenos embarazos. Sandra había sufrido de leves nausea en las mañanas y eso había sido aliviado con te de frambuesa y galletas y una de las pociones de Severus. Lina, al ser una elfina, no sufrió ningún malestar, en vez de eso se puso más sonrosada y redonda como una naranja.
Harry estuvo feliz de volver a la escuela, y dejar a los dos futuros padres en casa para mimar a sus esposas como mamás gallinas. La nueva Directora de Hogwarts era la Profesora McGonagall, y Harry estaba feliz de ver a la seria pero justa matriarca a cargo de la escuela. Por supuesto, esos significaba un nuevo Jefe de Gryffindor, y Harry se preguntó porque Ron sonrió de medio lado cuando menciono el asunto en el tren, hasta que llego a la escuela y McGonagall presento al nuevo Maestro de Estudios Muggle y Jefe de casa, Arthur Weasley.
"Papá decidió que era mejor trabajar como profesor que en el ministerio con bajo sueldo." Ron les dijo a sus amigos después del Sorteo. "Dijo que siempre había querido ser maestro, pero cuando termino la escuela, no habían puestos disponibles en Hogwarts así que fue a trabajar en el Ministerio y de alguna manera nunca se movió de allí. Hasta ahora."
Blaise silbo. "Por Merlín, Weasley, pero ahora no podrás hacer nada ya que tu padre esta aquí."
"Papá no es tan malo como mamá," Ron sonrió. "A él no le molestaran unas cuantas bromas, mientras nadie salga lastimado."
El nuevo profesor de Transfiguración era un hombre llamado Remus Lupin, y Harry lo conocía por las historias de Sirius. Él había sido amigo cercano de Sirius, James y el malvado Pettigrew durante la escuela. También era un hombre lobo, aunque Harry había jurado que mantendría el secreto. Sólo Harry sabía que Severus le enviaba a Remus una poción especial cada mes antes de la luna llena, para que pudiera transformarse de forma segura.
También había un nuevo profesor de Defensa el Jefe de Aurores Moody, que había aceptado enseñar por dos años y luego McGonagall tendría que encontrar un nuevo profesor, ya que él se retiraría. Harry estaba feliz de ver al viejo Auror, que recordaba con cariño de todas las veces que había visitado Foxfire Hall, para hablar con Augustus.
Esta vez, Harry era el Buscador de Slytherin, y fue capaz de priorizar su tiempo mejor, para poder jugar y tener buenas notas. Pero ahora que estaba en casa, podría relajarse.
O eso pensó.
Se dio cuenta al llegar a casa que el lugar se encontraba en un estado de excitación y confusión, porque Lina iba dar a luz cualquiera de estos días, y estaba redonda como una calabaza. Le había entregado la cocina y todos sus deberes de la casa a su marido y pasaba la mayor parte del tiempo descansando en el diván de la sala.
Como resultado, las decoraciones en la mansión estuvieron un poco complicadas este año y Harry había tenido que enderezar las guirnaldas de acebo en las escaleras y murallas, tocando las bayas rojas con diversión y preguntándose como había podido ser tan estúpido de comerlas cuando era pequeño. Esperaba que su pequeño hermanito o hermanita. . .no fuera tan curioso.
Augustus ahora podía moverse de su retrato en el estudio, a la sala, y a la entrada frente a la puerta principal, ya que Severus había encargados varios cuadros de paisajes para él. Ahora podía estar con la familia y unirse a las festividades la mañana de navidad si lo deseaba.
Severus había hecho que las luces de afuera de Foxfire Hall cambiaran a rojo, verde y blanco y este año por fin le permitió a Harry colgar las campanas plateadas en el techo. "Pero si te pillo haciendo cualquier estupidez allí, Harry Snape, te hare lo mismo que te hizo tu abuelo cuando tenias cinco años, ¿está claro?"
Harry simplemente dijo, "Si señor," y obedeció, sabiendo que la paciencia de su padre estaba al límite debido a su preocupación por Sandra y Lina.
La segunda mitad del embarazo de Sandra no estaba yendo tan bien como lo había esperado. Sus tobillos estaban hinchados, estaba agotada y había desarrollado migrañas así que pasaba mucha parte de su tiempo en el sillón al lado de Lina, con sus pies elevados y bebiendo remedios para la jaqueca y té. Los sanadores le habían dicho que estaría bien con descanso y le recetaron una dieta nutritiva baja en calorías para que siguiera.
Hotspur había contratado una partera elfina para su amada Lina, y se estaba quedando en la casa por ahora, así que no sería necesario buscar una cuando llegara el momento. El nombre de la partera era Clara.
Harry apenas entro a la casa pregunto por el pequeño elfo.
Lina respondió, "Estoy a punto de reventar como un melón, joven amo, y no puedo esperar para que esto elfito nazca."
"Se exactamente como te sientes, y sólo tengo seis meses," gruño Sandra de buen humor. Ella estaba usando una cómoda túnica azul y tenia calcetines suaves en sus pies hinchados, que tenía sobre varios almohadones. Su estomago era una luna redonda debajo de su suave túnica.
Lina estaba usando un suave blusón rosa con pantuflas a juego.
"Oh, bueno, que bien," Harry dijo incomodo, asombrado de lo mucho que habían crecido sus estómagos desde que se había marchado a la escuela. No podía entender como la delicada Lina podía moverse con todo ese peso extra. "Umm. . . ¿puedo traerles algo?"
"No, pero nos gustaría que te sentaras con nosotras y nos contaras como te fue en la escuela, Harry," dijo Sandra, y se sentó en una silla frente a ellas cerca del fuego y comenzó a contarles todo.
Después de cenar, Harry y Severus regresaron a la sala para leer y en el caso de Harry, terminar sus tareas escolares mientras Sandra dormitaba en frente del fuego.
Lina se había marchado a la cocina, quejándose de dolores en la espalda.
Al poco tiempo Hotspur entro apresurado, luciendo pálido y aterrorizado. "¡Oh, mi Lord Prince!" chillo. "Lina esta. . .a comenzado. . . ¡nuestro bebé va a nacer!"
Severus agarro al futuro padre antes que se desmayara y le dio un pequeño vaso de cerveza de manteca y lo sentó en el sillón al lado de Sandra. "Toma, Hotspur. Respira profundo. No pasara mucho rato para que sostengas a tu bebé en tus brazos."
"¿Has escogido un nombre para el bebé?" pregunto Harry tratando de distraerlo.
Hotspur negó con la cabeza. "El privilegio de nombrar al bebé le pertenece a la madre, esa es la tradición de mi gente. Pero Lina me ha prometido que le dará a nuestro milagro un nombre especial." Hotspur bebió la cerveza de manteca. "¡Oh, cielos!" dijo, sus grandes ojos miraban y miraban alrededor.
No dejaban de mirar el reloj, hasta que escucharon un pequeño llanto proveniente del cuarto de los elfos cerca de la cocina.
Hotspur aun estaba afectado por la cerveza de manteca, pero se sacudió los efectos cuando escucho ese hermoso sonido y salió a toda prisa de la sala.
Regreso varios momentos después con un pequeño bulto envuelto en un calcetín azul.
"Observen, mi lord Prince, mi lady Sandra, y amo Harry. Este es mi hijo." levanto al pequeño elfo para que todos lo vieran.
El pequeño bebé elfo tenía la piel tan pálida como la cascara de un huevo y era calvo. Tenía grandes ojos de color verde azulado y grandes orejas que estaban enrolladas en las puntas. Se desenrollarían en una semana y comenzaría a crecerle fino cabello. Era divertido y lindo y todos los Snape lo admiraron.
"¿Cual es su nombre, Hotspur?" pregunto Harry.
"Lina lo ha nombrado. . .Augustus, por el difunto Lord Prince," Hotspur dijo orgulloso, acurrucando a su hijo. Miro el retrato de su antiguo amo.
Augustus le sonrió al elfito. "Ah, que chico más lindo, Hotspur. Se parece a su madre."
"Si," dijo de acuerdo el orgulloso padre. "Espero que no le moleste que nuestro hijo tenga su nombre."
"Para nada. De hecho, me siento honrado," respondió el retrato.
El elfito comenzó a llorar, tenía una voz como una tetera, aguda e insistente. Hotspur lamentablemente lo llevo de vuelta donde su madre para que pudiera alimentarse.
"Bueno, uno menos," dijo Severus y le sonrió a Sandra. "Tu turno viene pronto amor."
"Lo sé. No puedo esperar." ella se acaricio su barriga.
"Yo tampoco," dijo Severus y le tomo la mano, sonriéndole de la misma manera en que todas las personas que se aman lo hacen.
Harry tomo eso como indicación de marcharse, y rápidamente les dio las buenas noches a sus padres y subió a su habitación.
Harry se despertó dos horas mas tarde por un fuerte golpe seguido de su padre gritando el nombre de su esposa con horror.
Harry se levanto de inmediato y salió corriendo de la habitación.
Vio a su padre parado con una expresión de horror al frente de las escaleras, y a los pies de ella estaba Sandra, sangre extendiéndose en un charco bajo ella.
"¿Papá, que sucedió?"
"Ella me seguía por la escaleras y creo que resbalo y. . .cayo." Severus le conto aturdido. "Ella cayo."
"¡Severus, llama a un sanador!" Augustus ordeno secamente.
Severus asintió, luego envió a su Patronus, ya que no quería dejar a Sandra.
Bajo corriendo la escalera y se arrodillo a su lado y acuno la cabeza de ella en su regazo, murmurando, "Por todo lo sagrado, amor mío, por favor quédate conmigo. ¡No me dejes, Sandra, por favor!"
Harry se quedo helado en las escaleras, preguntándose con una especie de terror si esta navidad terminaría en tragedia o alegría.
El día de navidad encontró al nuevo Lord Prince y a su hijo, sentados al lado de la cama de Sandra. Ella había entrado en labor debido a la caída y tuvieron que hacerle una operación de emergencia con magia porque los sanadores habían dicho que se le había desprendido la placenta. Sandra aun estaba profundamente sedada y nadie podía decirles si la pequeñita bebé sobreviviría.
Ella era muy pequeña, había pesado menos de una libra, y aunque estaba completamente formada y respirando, era muy frágil. "No podemos asegurar que vivirá, Sr. Snape," dijo con amabilidad un sanador. "No hemos lidiado con un bebé tan pequeño antes. Pero haremos lo mejor que podamos."
Ahora Severus estaba sentado en una dura silla al lado de su esposa, esperando que ella despertara para decirle que su hija había nacido. Harry estaba sentado a su lado, tenso y miserable. Esto no era como había imaginado pasar la navidad este año.
"¿Papá? ¿Crees que lo lograra?" Harry pregunto con pena.
Severus se giro hacia él. El mago estaba pálido y tenía grandes ojeras y una especie de terror en sus ojos. "No lo se, Harry. No lo se."
Por primera vez Harry vio a su padre temeroso y se apoyo contra su hombro, tiritando y rogando por otro milagro. Abuelo, como desearía que estuvieras aquí ahora, pensó, desesperado, porque el Maestro Elemental siempre había podo corregir las cosas, sin importar lo horrible que fueran.
Cuando Sandra despertó, de inmediato pregunto por el bebé. Severus le dio la noticia de la forma más gentil posible. "Ellos no saben si. . .lo lograra. Ella es muy pequeña, puede respirar por sí sola, pero aun no saben si puede comer, ahora la mantienen cálida en una especie de burbuja, como una incubadora. . ."
"Quiero verla," dijo Sandra, sentándose con cuidado.
"Los sanadores no quieren que te levantes, acaban de operarte, e incluso con los hechizos. . ." Se estremeció ante la mirada que ella le dio.
"¡Malditos sean los sanadores, Severus! puedes tomarme en brazos y llevarme allí, pero quiero ver a mi niñita. No dejare. . .no dejare que se vaya sin nunca haber visto el rostro de su mamá. . .sin nombre. . . ¿entiendes?" lagrimas silenciosas caían por sus mejillas, pero su voz era como el acero.
Sin decir nada, Severus la tomo en brazos y la llevo a la sala de recién nacidos del hospital, para que pudiera ver el trozo precioso de vida que era su hija prematura. El bebé estaba dentro de una burbuja protectora, así que Sandra no podía sostenerla, pero paso la mano por la burbuja y la bebé la miro.
"Es tan pequeña. . ." susurro Sandra, porque la bebé podía caer en su mano, y sus brazos y piernas eran como palitos. " . . .pero estas aquí conmigo . . .creo que te llamare Talia . . .Talia Augusta Snape . . .porque crecerás para ser una mujer fuerte . . ." ella miro a Severus, cuyos ojos negros estaban llenos de lagrimas. "Has que escriban su nombre aquí, en su ficha," ella apunto a la ficha que estaba al lado de la cuna que contenía la burbuja.
"Lo hare."
Permanecieron allí, observando a la bebé respirar, hasta que una enfermera los mando de vuelta a la habitación de Sandra donde Harry dormía en una silla al lado de la cama.
Despertó adormilado escuchando voces bajas discutiendo, el sanador y su mamá, pensó, y logro captar algo de la conversación. El sanador estaba diciéndole que su hermanita quizás no lo lograría, porque había nacido demasiado pronto, pero su mamá decía que no debían rendirse con ella, que era una luchadora. El sanador sonaba escéptico, pero dijo que harían todo lo posible para ayudar a la bebé.
Una semana después, los sanadores estaban cautelosamente optimistas sobre las probabilidades de la bebé Snape. Cada día, la pequeña Talia parecía ponerse más fuerte, pese a su minúsculo tamaño. Sandra y Severus rara vez dejaban el hospital, y Harry iba y venía con Sirius a visitar a su pequeñísima hermana, que lucía mas y mas como un bebé normal y menos como una figura de palitos.
Ella era una luchadora, determinada y testaruda, ella estaba aferrada con fuerza a la vida, pese a las predicciones de los sanadores de que no sobreviviría. Cuando Sirius le pregunto como se encontraba, respondió, "Ella esta poniéndose más fuerte cada día, creo."
"Que bien. Estoy feliz de oírlo." dijo el antiguo Auror con sinceridad. Lo decía en serio. Esta pasada semana, mientras llevaba a un preocupado Harry de Foxfire Hall a San Mungos y de vuelta, había llegado a ver a su ex rival en una luz muy diferente. Había visto el tipo de amor y devoción que el Maestro de Pociones sentía por su esposa, su pequeña hija y también por su hijo adoptivo. Lo vio reflejado en sus ojos, y en pequeñas docenas de cosas y gestos cuando se relacionaban entre ellos. Era estimulante y le daba una sensación de humildad, y fue entonces que Sirius finalmente vio al verdadero Severus Snape y no al flacucho ratón de biblioteca del que se había burlado hace tanto tiempo.
Por primera vez, vio la verdad, y recordó la carta que Sandra le había escrito meses antes, y lo que había comenzado como una tolerancia a regañadientes ahora se había transformado en un honesto respeto por el mago que había criado a su ahijado.
Le dio un apretón leve al hombro de Harry y dijo con gentileza, "Estoy seguro que tu hermanita estará bien."
Y lo estuvo. En dos meses, Talia había crecido lo suficiente para que la enviaran a casa desde el hospital, y prospero en el amoroso círculo familiar de Foxfire Hall. Muy a menudo se la encontraba acurrucada en los brazos de sus padres o en los de los dos elfos, ella dormía y jugaba con Augustus, su "gemelo elfo", y se reía del retrato de Augustus que le hacía caras graciosas.
Severus se aseguro que Harry tuviera fotografías de su hermana mientras se encontraba lejos en la escuela y Sandra le escribía semanalmente para contarle sobre sus progresos y sobre todo lo que sucedía en la casa. Sus amigos disfrutaban de oír las noticias y de ver las fotografías también.
Incluso así, cuando Harry llego a casa para las vacaciones de verano a fines de junio, descubrió que su hermanita había crecido de una cosa pequeñita a un hermoso bebé redondo, aunque aun pequeño para su edad, pero ahora Harry podía tomarla en sus brazos y ver que tenía el cabello oscuro de ambos padres y ojos color avellana. "Hola hermanita," le sonrió y la levanto en sus brazos para mirarla a la cara. "Te has puesto tan grande que apenas te reconozco. ¿Me recuerdas? soy tu hermano mayor, Harry."
Talia lo miro con sus enormes ojos interrogadores. Luego le sonrió.
Y le quito los anteojos.
Harry rio, y con gentileza se los quito de la mano, pasándole mejor su dedo para que agarrara. "Tienes un buen agarre para ser tan pequeña. Perfecto para agarrar la Snitch. Cuando seas grande te enseñare a volar, y prometo que no te enseñare a volar al revés desde el techo o si no papá me matara. . .bueno, quizás si te enseñare, pero tienes que prometerme que nunca le dirás a nadie quien te enseño ese truco, ¿esta bien?" le hizo cosquillas, y la bebé rio, sus risa era como el repique de campanas y hacía eco en el cálido aire primaveral, mientras llevaba a Talia a la laguna donde estaba el memorial de Augustus.
Se sentó al lado de la piedra, entre las flores, y jugó con la bebé. Los sanadores en San Mungos llamaban a su hermana un bebé milagroso, porque nunca había sobrevivido uno que naciera tres meses antes. "Que gracioso que los dos fuéramos famosos antes de poder hablar, ¿no es así? yo, por sobrevivir a Voldemort y tu por sobrevivir simplemente. Que malo que no hayas conocido al abuelo como yo lo hice, tú sólo conocerás un retrato. Pero un día, cuando seas mayor, te contare todo sobre él, y cómo llegué a vivir aquí a Foxfire Hall después que Papá me encontró en un pesebre. ¿Te gustaría eso, Talia?"
La bebé lo miro y luego rio, moviendo sus brazos, y la levanto alto y le hizo muecas para que ella riera aun mas, le encantaba como reía, alto, dulce y llena de alegría, como imaginaba debía ser la risa de un ángel.
"Ah, así que aquí estaban," se oyó la voz de Severus tras ellos.
Harry se dio la vuelta mientras Talia reía y le estiraba los brazos a su padre.
Severus hizo "volar" a la bebé hacia él con un simple movimiento de su mano y la abrazo luego se unió a su hijo en el suelo, maravillándose ante lo grande que se encontraba Harry, finalmente había tenido su estirón. Talia balbuceo y jugó con los botones de su túnica mientras Severus miro a su cada vez mas alto hijo de doce años y dijo, "Me acuerdo cuando tu también caías en mis manos igual que tu hermana, y como me dejabas lleno de babas."
"¡Papá, por favor! ¿Porque los padres siempre deben acordarse de las cosas más embarazosas?"
Severus rio traviesamente. "Recuerdo cosas más vergonzosas que esas, Harry." alboroto el cabello de su hijo, que necesitaba un corte, y sonrió con nostalgia, recordando esa navidad cuando encontró al niño en el pesebre, y como había cambiado su vida para siempre, en formas en que jamás habría imaginado.
"No le digas a nadie," dijo su hijo, dándole su mirada más suplicante. "Ya soy suficientemente famoso." apoyo su cabeza en la rodilla de su padre, luego hizo una mueca cuando Talia le jalo el cabello. Pero no se movió, estaba demasiado cómodo.
Era un día perfecto, pacifico y sereno, y estaba agradecido por eso. Le sonrió a su hermana y pensó en lo afortunado que fue de que Severus lo hubiera encontrado esa noche, y en que le había dado el regalo más grande que no era oro, incienso o mirra, si no que el amor de una familia y un lugar al que llamar hogar.
Esta historia ha llegado a su fin.