Santa Mónica. - Libro 1.

By Alexsofia_

175K 8.8K 594

Una joya. Sí, ella era una joya para él, pero no se trataba de eso. Él se enamoró como nunca imaginó, descubr... More

Sinopsis.
Capítulo 1. Cita inesperada.
Capítulo 2. Corre.
Capítulo 3. Al suelo.
Capítulo 4. Clichés y desconfianzas.
Capítulo 5. Desierto sin fin.
Capítulo 6. 911.
Capítulo 7. Into you.
Capítulo 8. Objetos valiosos.
Capítulo 9. Nudo en la garganta.
Capítulo 10. Fiesta.
Capítulo 11. La verdad.
Capítulo 12. Más como Celia.
Capítulo 13. Golpe duro.
Capítulo 14. Mafiosa.
Capítulo 15. Versus.
Capítulo 16. Nuevos amigos.
Capítulo 17. Corazón de niño.
Capítulo 18. Pesadillas.
Capítulo 19. Eres mía.
Capítulo 20. San Francisco.
Capítulo 21. Plan maestro.
Capítulo 23. Amenazas y Anastasia.
Capítulo 24. El ático.
Capítulo 25. Te quiero.
Capítulo 26. Zafiro.
Capítulo 27. Ángel.
Capítulo 28. Nápoles.
Capítulo 29. Su colección.
Capítulo 30. Cacciatrice.
Capítulo 31. Mi amor.
Capítulo 32. Culpa.
Capítulo 33. Esclava y condenada.
Capítulo 34. Metidas de pata.
Capítulo 35. Heridas.
Capítulo 36. Desaparecido.
Capítulo 37. A toda velocidad.
Capítulo 38. Dangerous Woman.
Capítulo 39. Mundo en pedazos.
Capítulo 40. Muerta en vida.
Capítulo 41. Palisades Park.
Capítulo 42. Sangre Italiana.
Capítulo 43. Paquete especial.
Capítulo 44. Sin sentido.
Capítulo 45. Noche inesperada.
Capítulo 46. Algún tiempo.
Capítulo 47. Confusión.
Capitulo 48. Loco y estúpido amor.
Capítulo 49. Ojos azules.
Capítulo 50. Gracie.
Capitulo 51. Desde su perspectiva.
Capitulo 52. Pasado pisado.
Capítulo 53. Mensajes extraños.
Capítulo 54. Vendetta.
Capítulo 55. Despedidas y promesas.
Capítulo 56. Culo gordo.
Capítulo 57. Flores y cambios.
Capítulo 58. Destrucción.
Capítulo 59. Perros guardianes.
Capítulo 60. Cumpleaños feliz.
Capítulo 61. Saltar o morir.
Capítulo 62. Piesas perdidas.
Capítulo 63. Impostora.
Capítulo 64. Ella.
Capítulo 65. De tal padre tal hija.
Capítulo 66. No hay vuelta atrás.
Capítulo 67. La historia acaba.
Capítulo 69. Final.
Epílogo.
Segunda Temporada.

Capítulo 22. Mantener a Candice callada.

2.7K 133 3
By Alexsofia_

Mi cabeza daba vueltas. Mis ojos aún estaban cerrados o al menos eso creía porque todo se veía oscuro. Un fuerte dolor de cabeza me atacó. Comencé a agonizar y sentía la voz de alguien desde lejos.

Eric... Eric...era lo único que salía de mi. Aunque no sabía si estaba soñando, alucinando o quizá estaba muerta.-¡Eric!- mis ojos se abrieron de golpe y una luz brillante me cegó. Comencé a abrir mis ojos de a poco y el lugar se me hacía muy extraño. Personas estaban a mi alrededor, dos me sostenían de los braza mientras que otras dos de las piernas, comencé a agitarme y a gritar que me soltaran pero no lo hacían, estaban vestidos como enfermeros y llevaban barbijos. — ¡Sueltenme, joder!grito desde lo más profundo de mi garganta. Un doctor, enfermero o lo que carajo sea se acercó con una aguja. Una jeringa.— ¿Qué van a hacerme?, ¡Sueltenme!mis lágrimas salían como locas mientras que yo me retorcía y trataba de que me liberen, pero el hombre acercó la jeringa y la insertó en mi cuello. Todo se volvió oscuro nuevamente.

No cuando, no cómo, pero desperté en una habitación. Unos tubos estaban conectados a mi muñeca con por lo que parecer ser suero mientras que mi cabeza aún dolía. Al parecer estoy en un hospital.

Una mujer entró a la habitación con una bandeja de comida. Era una enfermera. Me miró y me sonrió amable, pero yo no hice nada más que mirarla mientras dejaba la bandeja en la mesa a mi costado.

¿Cómo se encuentra señorita O'Brien?me sonríe nuevamente verificando si todo estaba bien con el suero.

¿Qué me hicieron?la miré y ella me sonrió a medias.

Se que todo pareció verse mal, pero los doctores debieron hacer eso, porque siempre después de pasar un accidente algunas personas suelen... Despertarse algo agresivas. Se dislocó la rodilla y tuvo un fuerte golpe en la cabeza. hace una muecaLos doctores la anestesiaron y ahora está bien.

Trago saliva: —¿Mi-i hermano está mejor?

Ella bajó su mirada.

¿Dónde está Eric?vuelvo a preguntar. Ella trató de hablar pero se veía algo nerviosa. Mis lágrimas pincharon mis ojos.— ¡¿Dónde está mi hermano?!

Señorita O'Brien, su hermano no sobrevivió al accidente.

—Eric. —murmuro— ¡No! —grito— ¡No! —tomé mi cabeza con mis manos y sentía el impacto en mi cuerpo. Sentía como todo se derrumbaba y todo se volvía borroso— ¡Eric! —grito su nombre una y otra vez pero él no me escucha.

—Eda. —siento unos brazos sostener mis hombros pero no veo nada— Nena, abre los ojos. —agitó mis hombros fuertemente— Nena. —esta vez siento sus brazos rodearme.

Mi respiración estaba agitada y sentía que me faltaba el aire. Pero de repente abrí mis ojos y pude ver el rostro asustado y muy preocupado de mi novio mirándome tratando de comprender que sucedía conmigo.

—Lo siento. —mis lágrimas comenzaron a caer— En verdad lo siento, Jonathan. —lo abrazo fuertemente.

—Descuida, nena. —besa mi hombro.

—Papá, ¡Deja de molestarlo! —grita Candice mientras yo río.

Patrick estaba mirando a Jonathan detenidamente mientras desayunamos. A él parecía intimidarle y ¿Quién lo diría? Jonathan Bieber está intimidado por un hombre de cuarenta y nueve años que adora ir a jugar poker con los amigos y mirar fútbol.

—Creo que deberíamos irnos antes de que Justin llore. —río nuevamente.

Ya estaba lista. Vestida y habíamos comprado unas flores hermosas para dejarle a mi hermano.

Llevaba vestido un conjunto bastante común y cómodo, era un top gris cuello de tortuga con una camisa a cuadros negra y unos jeans mom. Aunque Candice me dijo que no me quedaba Jonathan me dijo que me veía fantástica, no se si lo dijo por ser mi novio o porque en verdad lo pensaba. Opté por la segunda para no sentirme mal.

—Si, creo que deberían. —dice Patrick un poco divertido. Se que Jonathan le cayó bien a pesar de que no le dijo toda la verdad sobre él. En algunas cosas ambos inventamos algo. Me sentí mal al mentirles pero se que se caerían de culo al piso se se enteraran de la verdad.

—Adiós, Sussan. —beso su mejilla— Adiós, Patrick, y por favor deja de molestar a mi pobre novio. —le doy un abrazo.

—Adiós, hija, y no, no lo haré. —me guiña un hijo y yo ruedo los míos.

Salimos de la casa y Jhonson y Maxwell nos estaban esperando con el coche listo para llevarnos al cementerio. Hoy es el aniversario de la muerte de Eric. Quise estar tranquila, después de la escena que le he hecho pasar a Jonathan esta mañana le debo estar más calmada, para no preocuparlo más.
Él tomó mi mano tomo el viaje mientras mi cabeza descansaba en su hombro. Candice miraba por la ventana pacíficamente.

—Llegamos, señor. —habla Maxwell.

Bajamos del coche y vimos la entrada del San Francisco National Cemetery. Entramos y saludamos al guardia de seguridad que trabaja hace años allí. Creo que su nombre es Charlie.

Buscamos a mi hermano entre las tumbas y las criptas. A pesar de lo turbio que suena el lugar es hermoso y verde. Me gusta venir aquí y hablar con Eric.
Pero en él momento que llegamos una mujer estaba parada frente a la tumba de mi hermano. Tenía un pañuelo blanco con flores en la cabeza, un tapado color crema y unos zapatos de tacón del mismo color que el tapado.

—¿Disculpe? —pregunté al llegar allí. La mujer se dio vuelta y tenia unos grandes lentes oscuros. Sus labios estaban pintados y su cabello era rubio — ¿Qué hace en la tumba de mi hermano?

Ella me miró detenidamente un instante, un largo instante, y luego vio que venia acompañada y me sonrió.

—Lo siento, al parecer me confundí. —se quitó las gafas de sol y me miró con sus ojos azules. Me resultaba muy familiar su rostro, pero imaginé que era coincidencia. La mujer es muy bella y tiene un ligero acento que no distingo.

Miro a Jonathan quien también la veía detenidamente. Me di cuenta de que estaba muy concentrado pensando ya que se veía esa pequeña arruga en su frente.

—Lo siento. —mira a Jonathan y luego vuelve a mirarme a mi y se retira de allí. Fue realmente extraño.

Suspiro ignorando lo que sucedió recién y me inclino sobre la tumba de mi hermano querido.

—Te extraño tanto. —murmuro. Candice me pasa las flores que compramos para él y las dejo sobre ella. Una pequeña lágrima se escapó de mi ojo derecho, pero al instante la limpié.

Luego de media hora decidí que debíamos irnos, ya que no quería que ellos pasen tanto tiempo allí. Aunque Jonathan estuvo más conmigo ya que Candice, aprovechó para visitar a sus abuelos que se encontraban allí también.

Caminamos hacia la salida hablando de cosas sin sentido cuando vimos el coche incendiado, estaba perdido fuego y chispas salían por todos lados. Candice soltó un grito al instante. Jonathan y yo no entendíamos nada hasta que vimos en su dirección y pudimos ver los cuerpos de Jhonson y Maxwell desangrándose en el piso. Candice comenzó a llorar y yo estaba en completo shock. Escuchamos el ruido de las ruedas de unos autos y al instante dos autos negros se estacionaron frente a nosotros.
Jonathan apretó mi mano fuertemente mientras que Candice se escondía detrás mío.

Cuatro hombres bajaron de uno de los autos y nos rodearon apuntando con armas. Del segundo auto bajaron dos seguir dos de... Joder.

—¡Qué bueno verlos! —gritó irónico mientras se acercaba a nosotros.

—Ashir. —murmuro.

—¿Quién coño es? —pregunta Candice en voz baja.

—Veo que me recuerdas, pequeña O'Brien. —sonríe satisfecho el muy hijo de puta.

—¿Eda? —habla Candice nuevamente, pero yo estaba predtanto atención a los movimientos de Ashir.

—¿Quién es tu amiga? —se acerca a Candice pero yo me interpongo y me coloco frente a él cubriéndola a ella. Jonathan toma nuevamente mi mano y se acerca.

—No te acerques a ella. —le gruño.

—Woh, Becker, veo que te has buscado una gatita con garras. —ríe.

Jonathan estaba serio mirando seriamente los movimientos del inútil de Ashir al igual que yo. Candice temblaba y de vez en cuando sollozaba del miedo. Podría sentirla detrás mío.

—Dejanos ir, Ashir y te prometo que no te torturaré, simplemente te mataré.

Ashir rió a carcajadas y obligó a que todos su secuaces rieran con él. Luego hizo que hicieran silencio y se acercó a mi.

—Te advertí, Eda. —acaricia mi cabello y yo aparto su mano bruscamente haciendo que este sonría— Pero no puedo matarlos aún. Pietro quiere veros.

—Bien, pero dejen ir a Candice. —digo. Jonathan y Candice me miran pero yo sigo enfocada en Ashir.

—Dejalas ir a ambas, ellas no tienen nada que ver. —habla Jonathan.

—Lamentablemente mi jefe quiere verlos a ambos, Becker. Y no puedo dejar ir a la rubia, tu sabes que puede ir y delatarnos. —se giró y caminó hacia su secuaces— No les resistan porque será peor. —los secuaces de Ashir caminaron hacia nosotros y nos tomaron de los brazos. Jonathan no se resistió y yo tampoco. No era momento para hacernos los héroes ya que Candice podría estar en peligro.

—Candice, tu tranquila. —le digo cuando nos metieron a uno de los coches negros. Nos dejaron atadas las manos para que no pudiéramos hacer nada.

—¿Cómo cojones quieres que esté tranquila? ¿Qué sucede aquí, Eda? ¿Cómo conocen a estos tios? ¿Por qué nos hacen esto?

—¡Dile a la rubia que cierre la boca porque tendré que cubrirsela! —grita uno de los secuaces de que Ashir.

—Candice, habrá tiempo para explicar todo, ahora simplemente confía en mi y no entres en pánico. —ella simplemente suspiró y apoyó su cabeza en la ventana polarizada.

Miré a Jonathan y él me sonrió.

—¿Qué?

—Me gusta como estás manejando la situación. —sonríe.

—No es momento de sentirse orgulloso. —bromeo.

No sé cuánto pasó. El viaje fue muy largo. Pero luego de todo eso llegamos a un lugar muy parecido a un bosque. No se si era, pero el auto condujo hacia lo que parecía una casa o mansión muy antigua. Las rejas de entrada estaban muy oxidadas y grises, la pintura estaba vieja y deteriorada y también estaba todo cubierto de plantas. Como si hubiera estado abandonado hace mucho tiempo. Lo que parecía un castillo era la mansión que estaba al fondo. Muy hermosa y antigua.

—¿Dónde estamos? —habla Candice mirando muy sorprendida por la ventana al igual que nosotros dos.

—Bienvenidos a al palacio Giovanni. —habla el otro secuaz.

Nos quedamos helados y asombrados por el hermoso palacio que estaba frente a nuestros ojos. El coche avanzó cuando dos hombres abrieron las rejas. Ellas hicieron un ruido espantoso pero abrieron. Estacionaron frente a la puerta de la mansión donde Ashir nos estaba esperando con una espléndida sonrisa de idiota.

Los hombres nos hicieron bajar bruscamente y nos pararon frente a Ashir.

—Revisenlos. —le ordena Ashir a sus secuaces. Ellos nos revisaron para ver si portábamos armas o algún elemento que pudiera perjudicar a alguien. Estábamos limpios. Jonathan había dejado su arma en el coche ya que me dije que no era necesario que entre con ella al cementerio. En estos momentos me arrepiento de haberle dicho eso. Joder.

Miré a Candice quien observaba todo con atención y callada. Estaba bastante tranquila gracias a Dios. Cuando por fin nos desataron tomé el dije de mi collar entre mi mano y recé para que hoy no nos mataran. Uno de los secuaces tomó a Jonathan de un brazo y le apuntó con un arma en la espalda para que caminara. Otro hizo lo mismo conmigo y otro con Candice. Nos obligaron a que entráramos a la mansión, palacio o lo que mierda sea.

¡Madre mía! Si que este tipo está bañanado en oro y dinero. Todo es un lujo.


Continue Reading

You'll Also Like

1.8M 75.7K 54
«"Ella es devastadora, si supiera lo loco que me vuelve con una mirada, jamás dudaría de lo que siento por ella"» Samantha Sánchez consiguió un trab...
1M 29.5K 32
Cuando las personas que más amas, te rompen, es difícil volver a unir esos pedazos. Victoria Brown, creía que cuando amas, la brecha para perderte a...
210K 11.8K 25
Ella es la princesa del Clan más poderoso de toda Francia y de la familia más millonaria de toda Europa. El siendo una de la familia más poderosa de...
136K 7.5K 28
El es oscuridad, no es el mejor hermano y el lo sabe. Ella es la luz, es la mejor alumna pero como también la peor nadadora. Aquí estuvo Ale