En un día común, había una niña muy seria, amable y estudiosa, su nombre era Ilse, no tenia amigos, no hablaba con nadie, solo se concentraba en sus estudios.
El lunes llegó una niña nueva a la escuela, se llamaba Carla, parecía buena niña, pero en cuanto se sentó no hizo otra cosa mas que hablar, pero por un momento no se escuchó su voz, Ilse volteó a verla y Carla se le quedó viendo fijamente por toda la clase hasta el receso.
Ilse se sentó sola en una banca enseguida de la cafetería, estaba tranquila hasta que llegó Carla a sentarse al lado de ella, a Ilse le dio un poco de miedo, pero le preguntó- ¿Por qué te sientas aquí? no me molesta, pero por que?-
Carla se quedó un momento en silencio y le respondió- no tengo amigos y por lo visto tu tampoco, ademas eres como muy calladita, alguien te tiene que enseñar a divertirte- Carla jaló a Ilse y se la llevó a una salida que daba a la calle
– Esto esta mal, estas loca si crees que voy a ir contigo, con una desconocida a la calle- dijo Ilse, pero Carla le respondió
– Vamos, será divertido, ademas si me contradices el todo poderoso vendrá contra ti-
-Dios?- dijo Ilse – no, mi padre el Diablo- respondió Carla, a Ilse le dio demasiado miedo, pero a la vez curiosidad, así que decidió ir con ella.
Carla la llevó a la Iglesia, pero entraron por una puerta secreta, que daba a un sótano, un sótano que Ilse no sabía que existía, pero aun así entró.
Estaba todo oscuro y olía raro, Carla prendió la luz, Ilse quedó atónita al ver lo que había en ese cuarto.
Todo el cuarto estaba cubierto de fotos de ella y de su familia, incluso fotos de su abuela.
Carla le dijo- deja explicarte, esta es la bisabuela de tu abuela y esta la bisabuela de la bisabuela de tu abuela, he esperado miles de generaciones solo por ti, Tu fuiste la elegida, el ingrediente que me faltaba para abrirle el paso al todo poderoso-
-¿Por qué yo? ¿Que tengo de especial?- dijo Ilse
– ¿Aún no lo sabes?
Tienes valor, no le temes a nada, he traído a muchas personas a este cuarto y no soportan la maldad que hay aquí.
Solo tú.
Ilse no sabia que decir, se quedó en shock, cuando intentó correr muchas personas aparecieron detrás de ella, que la acorralaron hacia una puerta pequeña diciendo una frase
{The devil needs you / El diablo te necesita}.
Una y otra vez.
Obligando a Ilse a meterse en esa pequeña puerta, para tomar el lugar del diablo por una eternidad.