Benjamín
Todos estábamos desayunando, sin embargó se sentía una atmósfera extraña...
Mire a todos con atención y el profesor William estaba comiendo rápidamente mientras intentaba no hacer contacto con hill, David y Alex se veían muy acaramelados pero discretamente, Amy imaginando yaoi que es lo más seguro, y Jeanette mirándola seriamente.
Lo que mas me llamo la atención fue, la actitud del maestro, y la de Elliot, que no dejaba de mirar hacia la mesa avergonzado, por lo menos soy el único que se percató de ello.
-Benjamín, te encuentras bien? Estás mirando a todos seriamente-.
-Ah estoy bien... Solo ignorarme- baje la mirada intentando pasar lo que había dicho David.
-Hoy vamos a ir al mar verdad?- pregunto Amy.
-Si, intenten llevarse lo necesario, aunque la casa no esta tan lejos del mar je- comento el profesor mientras aun desayunaba.
-Podré ver a Amy en traje de baño- mencionó jean emocionada.
-Has sonado justamente como un anciano lo haría- contesto socarrón Elliot
Comenzamos a reír.
Cuando estábamos ya frente a frente del mar, todos lanzaron sus cosas y corrieron al agua, apenas se escuchaba el sonido del mar lo cual fue relajante y sospechoso, aunque últimamente todo me parece así.
-Adoro la brisa del mar- comento Amy mientras sujetaba su sombrero.
-No intentes imitar a una chica de un anime Shojo- le dijo un tanto serio Elliot.
-Tu cállate, idiota- corrió a donde Jean tomándola del brazo.
-En realidad parece uno yuri- le comenté a mi hermano mientras las veíamos.
-Entonces deberíamos hacer mas escenas homo?-.
Por tal comentario de mi hermano, sentí un leve escalofrío recorrer por mi espalda, además de un calor inmenso que invadía mi cuerpo.
-N-no hagas ese tipo de comentarios en este lugar, podemos causar un mal pensamiento- observe hacia otro lugar tratando de evadir su mirada.
-Disculpa- después de disculparse se fue con David y Alex.
Sentí un frío por su parte, pero supongo que por esos días estaría mejor eso.
-Me vas a ayudar o a molestar?-.
Cuando gire a ver de que se trataba era el profesor William con Hill discutiendo mientras colocaban unas sillas y las sombrillas, el profesor tenía un tono rojo en su rostro, se veía enojado pero a la vez no, avergonzado quizás.
En eso dejo caer una sombrilla y se aparto yendo a la casa, seguido de Hill, se habrá lastimado?
-Benjamín, mira un cangrejo- me llamo emocionada Amy.
-Kyaaaa!!-.
-Aaaah, mordió a Jeanette, resiste-grito nerviosa sin saber que hacer.
William
Había regresado a la cabaña, ya que me había cortado con un plástico saliente de la sombrilla que estaba clavando en la arena, así que intente encontrar un curita sin embargo era inútil, no había un botiquín de primeros auxilios.
-Diablos, tendré que quedarme así después de todo-.
-Si haces eso, tu herida se infectara- cuando gire a ver, se trataba de Thomas, el cual estaba buscando algo en su mochila.
-Y que quieres que haga, no tengo algo con que cubrirme, además esta pequeña la cortada, no es nada- le conteste indiferente.
-Calla- saco un curita de su mochila, pero antes de colocarla en la herida, llevo mi dedo a su boca lamiéndolo, me avergoncé tanto que me quede como piedra.
-¿E-espera que haces?- cuando le pregunté, el me miro con esos ojos grises, esos ojos que me habían cautivado desde hace tiempo.
-Tengo que desinfectar la herida-.
-P-pero-. Sentí como mi cuerpo comenzó a hervir de vergüenza, eso solo es un mito.
Thomas colocó la curita una vez que termino, me sentía mareado, por sentirme tan apenado y avergonzado, no me había sentido de esa manera desde hace años.
-Te sientes mal? Tienes el rostro todo rojo- llevo una mano a mi frente tratando de ver mi temperatura, sin embargo yo.
-No me toques- le avente la mano, esquivando que él me volviera a tocar.
Pude recordar esos momentos que estuvimos juntos, pero ya no quería volver a ese tiempo.
-Que sucede?- me miro serio, lo cual me sorprendió y me asustó, si seguía así.
Si me tocas, siento que me volveré a enamorar de ti una vez más.
Baje la mirada tratando de esquivar la suya.
-Nada, es solo que dejamos a los chicos solos, deberíamos volver-.
Se dio media vuelta yendo a la puerta sin decir ni una palabra.
Detente... Di algo... No me dejes... Otra vez...
Una voz resonaba en mi cabeza, tenía que detenerlo, sentí que volviésemos como esa vez.
-Thomas- lo llame con una voz susurrante, casi inaudible - N-no te vayas!!- Mi voz salió gritando y titubeante.
Me di cuenta de lo que había hecho, que hice, por qué lo hice, me lleve las manos a la boca cubriéndome, yo sentí miedo.
-Will, es posible que volvamos a ser como hace 13 años?- basto esa oración para que corriera hacia él abrazándolo por la espalda, mi pecho sintió una fuerte presión.
Pero... Y Benjamín...
Al recordar al gemelo me separe bruscamente mirándolo al rostro, el cual el giro rápidamente al sentir ser soltado por mi.
-Yo...-.
Fue cuando, sus manos tomaron mi rostro y posó sus labios en los míos, trate de separarme sin embargo fue inútil.
Esos labios, su calidez y dulzura, no los había olvidado, haciéndome caer nuevamente a su encanto.
Una de sus manos bajo por mi, pasando por el cuello, mi pecho hasta la cintura, subiendo lentamente la camiseta que llevaba encima.
Separe mis labios mirando donde tocaba.
-Detente Thomas- sin embargo el poseyó mis labios nuevamente, en un beso mas apasionado y seductor, pude sentir algo húmedo y caliente entrar a mi boca, jugueteando con mi lengua.
Su mano entro debajo de mi ropa, fue cuando sentí una caricia en un pezón, haciendo que soltara un gemido.
-Sabes algo, tu voz sigue siendo tan dulce- con un ágil movimiento, me tiro al suelo, sin que yo pudiera hacer algo.
-Espera, y si viene alguien?- lo mire asustado.
-No te preocupes, ellos están en la playa, no creo que vengan acá-.
Por una parte tenía razón, sin embargo, tenía miedo de ser el de abajo.
Me va a doler.
Fácilmente me liberó de la camiseta y bermudas que llevaba puestas, dejándome al completo desnudo.
No podía mirarlo al rostro, sentía mi cuerpo arder, me cubrí la cara con los brazos.
-No me mires-.
-Como no podría hacerlo, me has encantado desde que te vi por primera vez en ese hotel recuerdas?- me dijo mientras tenía una sonrisa un tanto pervertida en si rostro.
Era imposible que pudiera recordar algo en ese momento, aparte un poco la mano y pude notar que el también se había desecho de su ropa, había cambiado desde entonces, su cuerpo estaba mas marcado que antes.
-Ahora lamelos- llevo dos de sus dedos a mi boca, no pude rechazarlo, y empecé a lamerlos, y ensalivarlos.
Cuando los quito ya estaban chorreando de saliva, fue cuando los llevo a mi entrada anal.
-Espera todavía no estoy listo- a pesar de haberle dicho eso, el introdujo lentamente su dedo dentro de mi, haciendo que soltara un quejido.
Había olvidado aquella sensación dentro de mi, que hizo encender algo en mi.
Comenzó a introducirlo y sacarlo, dilatando la entrada, fue cuando metió el otro dedo, abriéndolos y cerrándolos, para abrir mas mi entrada.
-Vaya, al parecer no has ocupado mucho este lugar-.
-No digas eso, además no he hecho esto desde... Hace mucho-.
-Ya veo, entonces intentaré acostumbrarte desde ahora-.
No pasaron segundos hasta que mi rostro se torno rojo.
Se inclinó hasta mi entrepierna comenzando a masturbarme con la boca, haciéndome correr dentro, mientras que él se lo tragaba.
-Por qué lo hiciste, eso no sabe bien- le dije casi gritando.
-El tuyo si- respondió sonriendo.
Me volteo boca abajo jalandome hacia él, mientras masajeaba mis glúteos, tomo su miembro introduciéndolo en mi, arquee la espalda al sentirlo entrar profundo, mientras di un grito de dolor.
Mis piernas temblaban, sin embargo, me gustaba, comenzó a mover sus caderas penetrandome lento y suave, poco a poco comenzaba a aumentar la velocidad y fuerza.
Con una mano sujeto mi cabello, mientras continuaba penetrandome mas fuerte y rápido, comenzaba a llegar al clímax, se acerco besando mi cuello, cuando él se corrió dentro de mi.
Llenándome, solté un gemido, fue cuando alguien entro a la cocina abriendo la puerta viéndolos de tal manera.
-Ah, yo, solo venía por bebidas, lo siento- salió rápidamente Alex.
Sentí como una cubeta de agua fría cayese sobre mi.
-Salte ahora- me quede hecho piedra.
-Ya me salí- grito desde a fuera Alex.
-Tu ya largate de aquí- grite mentalmente.
* * *
Después de eso me la pase encerrado en mi habitación y procure no salir de ahí.
Odio, odio estas vacaciones de verano.