Esta soy yo

De littlemood_

94.3K 3.8K 253

Camino resignado hasta llegar a la oficina del director y me siento en un asiento que vi disponible al lado d... Mais

Prologo
Capitulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Capitulo 4
Capitulo 5
Capitulo 6
Capitulo 7
Capitulo 8
Capitulo 9
Capitulo 10
Capitulo 11
Capitulo 12
Capitulo 14
Capitulo 15.
Capitulo 16
Capitulo 17.
Capitulo 18
Capitulo 19
Capitulo 20
Capitulo 20 1/2
Capitulo 20 2/2
Capitulo 21
Capitulo 22
Capitulo 23
Capitulo 24
Capitulo 25
Capitulo 26
Capitulo 27
Capitulo 28
Capitulo 29
Capitulo 30.
Capitulo 31
Capitulo 32
Capitulo 33
Capitulo 34
Capitulo 35
Capitulo 36
NOTA
Capitulo 37
¿Que es la Navidad?
Esta soy yo
Epilogo
Estamos de vuelta

Capitulo 13

2K 108 2
De littlemood_


- ¿Podemos parar? – Pregunto fastidiada – Hemos recorrido casi todas las tiendas y aun no se deciden. Ya tengo hambre y estoy cansada

Desde que llegamos hemos pasado de tienda en tienda, por todos los pisos y ningún vestido era favorable para ellos, mi opinión no importaba, era como si estuviese pintada en la pared; vestidos lujosos, cortos, coloridos... Perdí la cuenta de cuantos me hicieron probar y ninguno fue de su agrado.

El debate ha sido entre mi tía Carmen y Clarisa, Ismael no más vino a dar su aprobación como hombre y pues Lluvia solo nos mira a todos expectantes.

- ¿Cansada de qué? No haces nada, niña – Replica mi tía – Además no justifiques este motivo con que tienes hambre, tu siempre tienes hambre

La miro fulminante ¿Por qué todos creen que el colegio no cansa? Claro por ser adultos piensan distinto y cada obligación es diferente si, pero las tareas, exámenes, tener que aguantar a tus compañeros, todo eso agota. Mi estómago ruge al momento que mi tía nombro la palabra hambre.

- Tenemos que encontrar el vestido perfecto, An – Dice Clarisa colocando su mano en mi hombro – Además de unos buenos tacones

- Puedo escoger uno de mi closet. Créeme, tengo la suficiente ropa como para no repetir el vestido que use en la fiesta pasada – Me siento en el primer banco que veo – Es una simple fiesta, no es como si fuese la graduación

- ¡Es el primer chico que te gusta, gusta! ¿Cómo vas a decir que no es importante? Perdóname, prima, pero no dejare que vayas como un machito

¿Qué? Vestirse con convers o vans, unos jeans y una camisa sencilla y a la vez linda no quiere decir que me vista como chico. Puede que siempre a cada fiesta que voy o a las pocas que he ido lleve conmigo mis usuales gorritos. Pero eso no quiere decir que no sea femenina ¿O sí?

- Opino igual que Annie – Interviene Lluvia – Tiene que colocarse algo con lo que se sienta cómoda. Tener su propio estilo y no tener pena en mostrarlo es lo que demuestra seguridad y confianza en la persona

- Hija, no te lo tomes a mal, pero, te di esa voluntad y mira no más el resultado – La señala de arriba abajo, haciendo que ría bajito. Lluvia estos últimos años ha tenido un estilo de vestir muy ¿Hipster? - No le perdiste el rastro a tu madre

- Tiene que usar algo atrevido pero sencillo. Que llame la atención apenas llegue – Dice pensativa mi tía.

- Que sea sofisticado y para nada vulgar – Continua Clarisa, dándose pequeños golpecitos con su dedo en su boca.

- Mujeres, los chicos a esa edad solo buscan diversión y pasarla bien. No nos fijamos mucho en lo que llevan puesto sino al momento de quitárselos – Interrumpe Ismael con una sonrisa perversa – Con el cuerpo que tiene Annie cualquier vestido que sea un palmo más arriba de la rodilla hará que el chico caiga rendido a sus pies

- ¡Pero, si yo no quiero acostarme con él! – Bramo exasperada.

- No seas idiota, Ismael. La idea es que lo deslumbre no que crea que es una zorra

- Todo esto es una tontería. Daniel ya tiene algo con Patricia, Clarisa, lo sabes – Observo mi muñeca – Ya van a cerrar el centro comercial

- Pues, apurémonos entonces – Toma mi mano y de un tirón hace que me levante para guiarme a las tiendas que faltan.

Por suerte, por ser día de semana no hay mucha gente, eso y que ya es tarde como para que la gente esté haciendo compras a esta hora, hace que el entrar y salir de cada tienda sea más cómodo. Sin embargo, jamás llegaremos a un acuerdo por la simple razón de que mis gustos y el de los demás no se parecen en nada.

Mi tía Carmen se va por lo coqueto, esos vestidos que no dejan nada a la imaginación. Muy exuberantes para mí.

Clarisa se va por todo lo brillo, mientras más lentejuelas o brillantes tenga el vestido, para ella será perfecto.

Y los de Lluvia... Pues esta chica tiene serios problemas, sus vestidos no pasan de lo floreado y hasta los tobillos. Paso.

Me quedo atrás de ellos cuando salimos de otra tienda, observando mi celular viendo literalmente nada, pero es más divertido que escucharlos a ellos discutir por cada tontería.

Levanto mi mirada para encontrarme con un hermoso vestido negro el cual vestía a un maniquí, sí que era hermoso.

- Pruébatelo – Doy un respingo al escuchar a Lluvia – Si te gusta, pruébatelo. No pierdes nada, de los miles de vestidos que hemos visto este es el que visto que te interesa

- Si tú dices - Hago un mohín mientras que Lluvia suelta un chiflido llamando la atención de los demás.

Entro a la tienda y le pregunto a la vendedora por el vestido a la cual se le ilumina la cara, dejándome extrañada. Rápidamente busca el vestido y me ingresa en uno de los vestidores, la tela es muy suave.

Al desvestirme, meto el vestido por mi cabeza y mis brazos para caer luego por todo mi torso, subo la mirada al espejo hasta encontrarme con mi reflejo. Vaya, por mi color de piel el vestido luce; se adhirió a mi figura como si fuese la indicada a llevarlo, el corte es recto llegando solo a un palmo más arriba de las rodillas y con la espalda totalmente descubierta hasta las caderas.

- ¡Carmen, encontramos el vestido! – Clarisa irrumpe al vestidor de manera abrupta, tomándome de la mano para sacarme de él.

- No sabía que tenías tan buen busto, Annie – Dice mi tía con una sonrisa pícara - Este vestido te realza los atributos que no sueles mostrar

- Y sí que son unos buenos atributos – Ismael me hace un pequeño escaneo que me hace revolear los ojos – Ignacio y Adriana sí que hicieron bien su trabajo ¿Qué fue lo que hice mal contigo? – Le pregunta a Lluvia.

- ¡Lo llevamos! – Clarisa chilla emocionada, aplaudiendo a la vez. Rio y busco el precio del vestido, expandiendo los ojos atónita por el precio.

- ¿¡Tres mil pesos!? No voy a pagar tres mil pesos por un vestido que usare solo una noche – Me exaspero. Ya entiendo porque la dependienta estaba tan emocionada cuando pregunte por él.

- Ah no, no seas exagerada, pri. Tienes suficiente dinero como para comprar vestidos así por el resto de tu vida – Revolea los ojos, quitándome el vestido para llevarlo a la caja y pagarlo

Mis pies celebran con suma emoción una vez que salimos del centro comercial, vi eterno este momento.

Nota mental: Mas nunca salir de compras con estas personas, suficiente con Clarisa.

Lo bueno es que al salir de la tienda me concedieron mi deseo de comprar, aunque sea un helado, la felicidad volvió a mi vida.

Estaba tan concentrada saboreando mi helado que no sentí cuando alguien pasó por mi lado no sin antes darme un buen azote en mi trasero que me hizo cerrar los ojos al instante. Eso solo puede significar que...

- ¡Mónica! – Exclamo con una sonrisa - ¿Cuándo regresaste?

- ¿Regresar? ¿Cuándo te habías ido, bitch? Eres peor que un criminal buscado, desapareces cuando nadie se lo espera

- Mi mamá y sus giras. No podía pagarle a alguien para que me cuidara y sola no me iba a dejar – Se encoje de hombros – Estuve un mes recorriendo Chile y Argentina y parte de Ecuador

Mónica es hija de una reconocida actriz aquí en México; su madre empezó en telenovelas y antes de nacer decidió parar su carrera para dedicarse por completo a su hija. La tuvo a corta edad y sin la presencia del padre quería estar ahí para ella, ya después que Mónica creció regreso a su mundo logrando un increíble ascenso porque ahora solo aparece en la gran pantalla.

Cuando empezó con las giras por los estrenos, solía dejar a Mónica con una niñera, pero luego de todas las travesuras que hacían que las niñeras se fueran corriendo sin mirar atrás, le dio el voto de confianza para dejarla sola. Primer error, recuerdo que la última fiesta estuvo involucrada la policía, ya se podrán imaginar cómo fue.

- Y... ¿Qué haces aquí? – Pregunta Clarisa.

- Trabajo de medio tiempo en la cafetería que está en la cuadra. Óyeme ¿Cómo es eso de que sales con Rodrigo?

- Vaya, sí que vuelan rápido los chismes – Bufo – No salgo con él, solo somos amigos

- Solo ten cuidado, Annie. Rodrigo no es alguien con quien quieras estar, no deberías

- ¿Por qué o qué? – Pregunto con el entrecejo fruncido.

- Lo conozco tanto que da miedo. Pero, no soy tus padres para decirte que hacer y qué no. Solo tienes que estar pendiente ante cualquier señal

- ¿Mónica, puedes hablar bien? No te entiendo y ya me estas exasperando

- Nada, no me hagas caso. Las cosas que hace Rodrigo no me compete a mi decirlas - ¿Qué hace Rodrigo? ¿Qué es lo que hace? Veo como su melena rubia se pierde dentro del bus dejándome más confundida. Ya la interrogare luego.

***

- ¿Sabes quiénes son los padres de Patricia? – Pregunto en un susurro mientras intento resolver los ejercicios de física.

- ¿Me ves cara de agente policial? Que voy a saber – Responde Tomás, inclinándose un poco hacia atrás para poder escucharme

- Tienes los datos de todos en este colegio, es lógico que lo sepas – Digo cínica.

- Insoportable. Su mama es una ama de casa, ya ves, por eso es una becada, pero de su padre biológico no se tiene mucha información ¿Para qué quieres saber?

- Curiosidad – Replico intrigada. Uniéndolo con lo que dijo Rodrigo me hace pensar que la persona que perdió Patricia fue a su papá. Pero lo extraño es que no se sabe quién es.

- Realmente pocos saben su historia – Dice Clarisa, sacándome de mi ensoñación - ¿Qué es lo que sucede contigo últimamente que quieres saber sobre el pasado de todos?

- ¿Qué? No. Rodrigo me dijo algo hace unos días y... ehm, solo quería saber de qué hablaba – Miento.

- Mientes – Touche – Te conozco perfectamente para saber cuándo lo haces ¿A ti que te importa la niña esa? Déjalo ya a menos que

- ¿Qué?

- Quieras saber en manos de quien caerá tu chico – Revoleo los ojos

- Lo que tienes de inteligente también lo tienes de estúpida. El amor te hace mal, adiós – Tomo mis cosas una vez finalizada la clase.

- Esperen un momento, por favor – Resuena la voz de Aguirre por todo el salón – La próxima semana tenemos examen, estudien con los que hemos hecho hoy en clase, así no son los que irán en el examen, pero se harán una idea de con que se encontraran. Pueden retirarse

- Tu – Tomo a Andrés por su chamarra – Tú tienes que saber ¿Quién es el padre de Patricia

- ¿De quién?

- De Patricia, Andrés. Reacciona – No entiendo porque este chico siempre anda en la luna – Eres algo así como uno de los mejores amigos de Rodrigo, habla

- Mandona. Eh...tengo entendido que era una figura muy importante en México, pero no se sabe mucho al respecto, a Patricia no le gusta hablar mucho sobre eso

- ¿Era? ¿Murió? – Asiente dejándome atónita.

- Nos vemos, Annie

Recapitulemos

Tuvo una perdida muy fuerte que la marco estando pequeña.

De su padre biológico no se sabe nada, no tiene más parientes y su mamá prácticamente vive en las penumbras

Su padre biológico seguro era un funcionario publico, única razón para que alguien sea importante en este país, pero ya murió.

Claramente la perdida fue su papá, ningún niño está preparado para crecer sin la presencia de uno. Yo no sé qué haría si los perdiera a algunos, se acabaría la razón de porqué estoy aquí. Simplemente no puedo tan si quiera imaginarlo.

Pero aun no entiendo que es lo que tiene a Patricia tan obsesionada conmigo, sus mensajes anónimos ya me están poniendo nerviosa. Con todo lo que sé, no sé qué pinto yo en toda su historia o que tengo que ver con ella.

Esta chica necesita ayuda con urgencias.

- ¿Vamos a mi casa hoy? – Pregunta Daniel, pasando su brazo por mi hombro.

- ¿Para que querría yo, ir a tu casa? – Enarco mi ceja y me cruzo de brazos.

- Para arreglar asuntos que tenemos pendiente – Ronronea en mi oído, haciendo que mis pulsaciones se salgan de control. Suelto una risita mientras tomo distancia. Si se da cuenta el efecto que tiene en mi habré perdido la batalla – Necesito que me ayudes a estudiar para física ¿Puedes?

- No mames, Daniel ¿Hoy? El examen es el miércoles, mi cerebro no puede más por hoy

- Prometo comprar una pizza para ti sola y mi madre horneo galletas con gotas de chocolate. Todas para ti – Explica apresurado cuando vio que iba a poner objeción.

- Una pizza mediana solo para mí – Lo señalo – Y no te quiero ver cogiendo alguna de mis galletas

Me dedica una sonrisa ladeada mientras me abre la puerta del piloto para que me adentre a mi auto. Espero por el para que arranque e ir a su casa, ilógico que vayan dos autos a la misma dirección, pero en caso extremos necesito algún medio de transporte para salir corriendo en caso de alguna emergencia.

- Terminamos por hoy ¿Entendiste? – Me recuesto en el sofá – Porque no volveré a explicarte

- Sacar el tamaño de las masas para luego sacar la longitud y fuerza de estas y poder tener un promedio de todo. Si lo tengo – Sonríe como un niño, contagiándome al momento. Idiota

- Oh chicos, no sabían que estaban acá – El padre de Daniel entra a la sala luciendo todo desaliñado, como si llevase varios días sin dormir; con su camisa entre abierta, la corbata des -aflojada, su cabello despeinado y unas bolsas bajos sus ojos que demostraban síntomas de cansancio extremo – Niña

- Se llama Annie, papá – Bufa.

- Capaz ustedes pueden ayudarme – Dice expandiendo sus ojos, al ser iluminado por la idea que acaba de sonar en su cabeza - ¿Qué es lo que buscan los jóvenes ahorita en un celular? ¿En que se basan antes de realizar la compra?

- No sé, que sea un buen celular. Papá, estamos ocupados ¿Si? Ve a hacer la reseña de tu articulo a otro lugar

- ¡Daniel! – Le riño – Creo que lo que importa es el RAM y los mega pixeles que pueda tener la cámara así como el almacenamiento, no importa la marca que sea, si reúne todas estas características ya lo hace bueno – Me encojo de hombros

- ¡Este será un buen artículo para la revista! Con tantos modelos que han sacado al mercado, la competencia es muy fuerte. Gracias, Annie – Me dedica un guiño antes de salir disparado hacia donde supongo que es su oficina

- ¿Por qué te comportas así con él?

- Una historia muy larga. No le creas, es solo aparecían. Luego mostrara su verdadera cara – Revolea los ojos – Ven, vamos a mi habitación mientras esperamos por la pizza. Pronto llegara mi madre y con mi padre aquí no estaremos tranquilos

- ¿A... a tu habitación? – Balbuceo – Pero si acá estábamos bien, digo no es necesario estar tan solos, no es bueno la soledad ¿Lo sabias? Es mejor está rodeado de muchas personas, recibir toda la energía que nos dan y – Oh aplausos, Annie, ya estás hablando como Lluvia. Esto solo sucede cuanto estoy nerviosa.

Y adivinen ¡Estoy muy nerviosa! Siento que me flaquean las piernas y la respiración me falla al pensar en estar en un espacio más estrecho con Daniel, en la sala por lo menos tenia escapatoria. Santos que están allá arriba, ayúdenme a no cometer una locura

- ¡Tienes una Xbox 360! – Corro hacia el aparato como un niño – Esta padrísima

- ¿Te gusta? – Pregunta divertido – Fue uno de los tantos regalos que me dio mi padre para compensar sus ausencias

- Pues claro, tenía una hace tiempo. Pero en uno de los tantos castigos que me implementaron mis padres me la quitaron – Muerdo mi labio para reprimir la risa de tonta que se avecinaba.

- ¿Juegas? – Ladea su cabeza para mirarme mientras toma uno de los controles - ¿Qué te parece un poco de FIFA?

- Si – Digo con orgullo y rio – Me crie prácticamente ente hombres, Daniel. Eran más los juegos de chicos que jugaba, que los de niña

- Perfecto – Prende la TV para luego encender el equipo – Juguemos – Me pasa el mando del control, riendo por mi notoria emoción - ¿Qué te parece si ponemos condiciones?

- ¿Qué tipo de condiciones? – Pregunto con la mirada achinada.

- Si tu ganas, hare lo que quieras, pero si yo gano me darás un beso – Me dedica una sonrisa ladeada, haciendo que trague fuerte ¿¡Que!? – No uno corto, un beso de verdad

- Ok – Suspiro – Trato hecho – No sé de donde saque la valentía para aceptar y para lograr que mi voz no temblara al hablar. Juntamos nuestras manos mientras comenzaba el juego.

Conocimientos en FIFA no me fallen ahora, miro al cielo suplicando.

Acepte por el hecho de que Ismael, mi padre y Tomás me han enseñado lo suficiente como para ganar un partido.

Aunque... Siempre se puede aplicar un plan B: Apretar todos los botones al azar

Después de unos minutos el juego empezó bien, ninguno decía nada, ambos estábamos concentrados en ganar. El claramente por el beso y yo para que eso no pase. A los cinco minutos ya había metido mi primer mi gol, haciendo que saltara emocionada de la cama, cinco minutos después y ya había metido otro gol

- ¡Toma eso, idiota! – Exclamo, lanzando el mando a la cama – Te dije que era buena

- Pues, la verdad me sorprendes. Te subestime – Oculta su sonrisa tras esos hermosos labios. No vayas por ahí, Annie.

Rio mientras retomamos el juego, otros largos minutos y ya íbamos 7 – 2 a mi favor. Creo que me está dejando ganar porque no hay otra explicación ante tal resultado, pero entonces quiere de decir que su condición solo fue para burlarse de mi cara de idiota cuando me la dijo.

Después de media hora, nos encontrábamos descansando antes de volver a empezar. Quedando el juego 15 – 12, muy reñido.

- ¿Lista para el segundo tiempo? – Asiento. Uno más y ya, Annie. Uno más y ya. Quedas libre de esto.

Mi mirada es incrédula 16 – 16 fue lo que pudimos avanzar después de haber empezado, esta vez fue difícil hacer algún gol puesto que Daniel no se dejaba. Llego la hora de empezar a sudar frio.

- Ups, creo que nos iremos a penalti – Dice con una mirada inocente. <<Tu puedes con ello>> Me doy apoyo moral mientras respiro, mis manos sudan y tiemblan a la vez por los nervios ¿Está haciendo calor aquí o solo soy yo?

- Creo que gane – Dice con soberbia – A la final no eras taaan buena- Mi mirada no se despega de la pantalla la cual muestra el resultado 22- 16 a favor de él, claramente.

¡Es un idiota! Todo lo tenía planeado. Ok consideremos las opciones para que el beso no pase: opción a; atender una llamada fantasma, opción b; fingir un desmayo, opción c; darle una patada en su entrepierna y salir corriendo.

- Yo...eh... - Mi respiración se agita al sentir la cercanía de Daniel, más cerca mucho más cerca, al punto que nuestras respiraciones chocan. Mi corazón late a mil por horas que justo ahora deseo que esto sea otro sueño y pueda despertar en cualquier momento.

- Es solo un beso, Annie. Nada cambiara después de esto – Dice con su voz ronca, rozando sus labios con los míos, asiento temblorosa, posicionando mi mano sobre la suya que se encontraban sujetando mis mejillas.

Solo basto una acción para que Daniel reaccionara y sellara de una vez por todas sus labios con los míos; dejando pequeños besos al comienzo para luego convertirlo en una beso fugaz, tierno pero a la vez fuerte, sus labios y los míos se movían en un solo son, como si se tratase de una cálida coreografía que solo ellos conocían.

Poco a poco me fue recostando en el espaldar de la cama, para profundizar el beso, abriéndose paso con su lengua en mi boca para juntarla con la mía ¡Diablos! Ahora mismo siento un show de fuegos artificiales en mi estómago, experimentando mil sensaciones a la vez, cosa que antes nunca me había pasado. Un beso real, un beso que te hace sentir viva, un beso de esos que sabes no podrás olvidar

Paso mis manos por su cuello, atrayéndolo más a mí a la misma vez que doy pequeños tirones en su cabello, escuchando un suave gruñido de su parte que me hace reír. Siento que mi corazón se va a desbocar en cualquier momento un tamborileo tan fuerte que ensordece.

Luego de quince minutos así Daniel se separa de mí un poco, logrando así que ambos tómenos las respiraciones necesarias para regular nuestro aliento, bajo mi mirada porque justo ahora la adrenalina del momento se ha ido y realmente no sé cómo mirarlo a la cara.

¿Qué hice?

¿Qué hicimos?

<<Solo fue un beso, no es para tanto>> Pienso. Aunque un beso puede significar muchas cosas, le puede dar la autoridad a el de hacer lo que quiera ¿No? O crear confusiones. Tal vez estoy exagerando pero, no quiero ser de esos típicos amigos con derecho, no.

- Fue tal cual como lo imagine – Susurra, sonriendo mientras niega con su cabeza. Posicionando sus brazos a ambos lados de mi cabeza.

- ¿Qué? – Pregunto con apenas voz audible.

- Nada ¿En serio creías que no entendía física? – Pregunta rozando nariz con la mía, mandando choques eléctricos a todo mi sistema – Era solo un motivo para hacer que vinieras. Me lo debías

- Eres un tonto – Sonrió bobalicona, dándole una suave bofeteada ¿De verdad quería el beso? Podrían ser ilusionas mías que por la emoción estoy entendiendo lo que no es ¿o no?

Tal vez exista la pequeña teoría que también le gusto a Daniel y solo significaría que Clarisa tenía razón ¡Le gusto! Dejo escapar una risita estúpida mientras soy fijamente observada por él, empezando así una guerra de miradas.

Su mirada tiene ese algo que me hace sentir segura, como si miles de cosas se pudieran explicar a través de ella y a su vez esconder miles de secretos.

Su celular interrumpe el momento que ambos teníamos, resignado se alza para tomarlo de la mesita de noche, como aún estoy atrapada entre sus brazos pude divisar el nombre de Patricia en pantalla.

¿Patricia? Claro que es ella, la foto lo deja en claro, pero ¿Para qué lo llama?

Nivel dos del juego: Comienzan los celos.

Bufo a la misma vez que Daniel justo antes que deslizara su dedo con el icono verde de llamada.

- Amor, mi madre prepara enchiladas así como te gustan. Me pregunto si podrías venir y.... – Lo miro incrédula ¿Amor?

- Vete a la mierda, Daniel – De un empujón salgo de su encierro, para tomar mis cosas y salir lo antes posible de ahí.

- Annie, espera – Intenta tomar mi brazo pero me alejo antes que lo logre

- Dan ¿Sigues ahí?

Sin esperar más bajo como rayo veloz por las escaleras, pasando por la sala directo a la salida, me subo en mi auto y lo enciendo justo cuando veo a Daniel abriendo la puerta. Retrocedo lo más rápido que puedo y salgo espavorida de ahí; mis ojos mi pican y pestañeo para que las lágrimas rebeldes no salgan, mi madre me enseñó a ser fuerte y a afrontar cualquier situación sin mostrar debilidad ni bajar la cabeza. Pero es imposible no sentirse como si todo fue parte de un plan, todos los chicos buscan lo mismo y Daniel no fue la excepción. A la final no me equivoque, Daniel solo quería probar algo y lo logro.

Annie – 1 Clarisa – 0.

***

Ayy, hasta que por fin *.* El primer beso de ambos y no fue solo un sueño de Annie, pero como todo hombre, Daniel la tuvo que liar ¿Qué creen? ¿Daniel estará jugando doble play? Seguro Ignacio lo mataria ajajaja

Y la fiesta, ya se acerca la fiesta, le tengo mucha fe *Inserte emoji de diablito*

Gracias por sus votos y a todos los fantasmas que leen más no hacen nada ajajajaj

Nos vemos.

Cualquier duda o sugerencia, háganmelo saber por mensaje.

Besitos y ¡Feliz tarde!

Por cierto, Feliz dia de la Independencia en Venezuela.

Continue lendo

Você também vai gostar

455K 9K 9
La maternidad nunca fue una prioridad para mi, de hecho, pensé que a mis veintitrés años,aún estaba lejos de esa etapa de mi vida, pero como suele pa...
1.4M 56.3K 66
Me llamo Julia, tengo 18 años y os contaré mi historia. Dejé de estudiar cuando acabé el módulo de administración, me busqué un piso que comparto con...
19.1K 1.6K 42
Completado ✅Adam Miller es un famoso rockero que a pesar los gustos que tengo por los hombres él me enamora por completo. Pero al estar a su lado tod...
131K 28.3K 59
La mano del rubio se coló bajo la máscara del anbu acariciando su rostro suavemente, los azules lo veían con debilidad y un gran amor, Itachi se dejó...