-¿Necesitas fumar ahora? -pregunto Neve cubriéndose sus peches desnudos con la sábana blanca de la cama de Blake.
En la miro y siguió encendiendo el cigarrillo que despidió el aroma a tabaco por todo el lugar.
-Este lugar ya apesta a tabaco de por si -exhaló el humo del lado contrario de donde estaba la chica.
Neve se posiciono de espaldas a él, tenía cierta vergüenza de su cuerpo, estaba a punto de hacerlo pero no pudo.
Termino desnuda pero cuando llego el momento se echó para atrás. Era su primera vez.
-¿Eres virgen, verdad? -la voz de Blake sonaba un poco preocupada. La chica asintió -Entiendo si no quieres hacerlo ahora.
-No, si quiero, es solo... -suspiró -No me siento muy cómoda, me siento expuesta.
-Lo entiendo -el chico se levantó a pesar de estar desnudo, Neve se giró al sentir el movimiento en la cama y se volvió a girar de la pena al verlo desnudo-Como te darás cuenta, a mí me da igual -se recostó de nuevo en la cama y le extendió una playera blanca larga.
-¿Ya no quieres estar conmigo? -pensó Neve que Blake ya no la quería allí.
-Solo póntela -suspiro Blake.
La chica obedeció.
-Ahora, cierra los ojos y no te muevas.
-¿Por qué?
-Solo hazlo, Neve -repitió el chico.
Una vez que los ojos negros de aquella chica se cerraron, los labios de Blake le dieron un suave beso en los labios.
-Esto -tomo la mano de Neve -, es lo que tú causas en mí.
La coloco en su masculinidad que reclamaba el cuerpo de Neve, la sonrisa traviesa de Neve quebranto los nervios que sentía antes.
-Y esto -las manos de Blake fueron a los pequeños pechos de Neve-, es mío ahora.
Los besó.