—yo iré contigo—me dice Clary y asiento
—bien, pero quiero saber todo lo que dice—nos dice y ambas nos marchamos para ir a la habitación de Lydia.
***
Tocamos la puerta y Lydia nos dejo pasar al instante.
Lydia estaba en bata y una señora con ella, como que se acababa de probar el vestido.
—avísame si necesitas algo mas—dice dulcemente la señora y se marcha
—tu vestido es increíble—le digo sincera
—gracias. Me siento mas nerviosa con ese vestido que en el campo de batalla—me dice caminando hacia el escritorio
—Lydia, debemos hablarte sobre algo—le digo mientras ella se sirve agua
—¿sobre que?—pregunta y le da un trago
—Valentine envío un demonio shax para seguirnos en la misión de hoy y mató a Ragnor Fell—le digo directa
—por el Ángel—dice conmovida
—solo algunas personas del instituto sabían que iríamos a la misión... Tú nos escuchaste esta mañana y luego nos atacaron—le digo sin rodeos
—si yo estuviera trabajando para Valentine ¿no crees que ya le hubiera dado la copa mortal?—da un buen argumento—no puedo creerlo. Mis compañeras shadowhunter me acusan de traición—.
—Lydia, no te estamos acusando de nada—dice Clary
—claro que si. A menos que tengas evidencias sólidas para respaldar tus afirmaciones, creo que esta conversación termino—practicante nos corre
—bien, pero debes saber que estas personas se han convertido en una familia par ambas... y yo protejo a mi familia—le digo retando
—a mi también me importan, ¿porque más me casaría con Alec?—alza una ceja retándome
—¿que tanto lo conoces?—pregunto seria
—¿hablas de los sentimientos de Alec hacia ti? por favor, todo el mundo lo sabe—me dice obvia
—si no estas enamorada de Alec ,¿porque te casarás con el?—pregunto dolida
—el amor de Alec por su familia y su deseo de restaurar el apellido Lightwood me conmovió de formas que no sentía desde hace mucho. Alec es un hombre de honor... y de verdad lo aprecio—se sincera
—¿y que pasa con la felicidad de Alec?—vuelvo a preguntar
—los shadowhunter sabemos que el deber con nuestras familia sobrepasa nuestros deseos personales. Mira, se que eres nueve en este mundo y sé que quieres a Alec y nuestras tradiciones pueden sonar raras, perro...—no la dejo terminar
—si, son heladas. Alec no debería tener que renuncia a quien es o a la oportunidad de descubrirlo, solo para complacer a su familia—digo molesta
—pero el me propuso matrimonio. Es lo que él quiere—eso me dolió demasiado.
Ni siquiera me di cuenta cuando Clary abandono la habitación. Estaba apunto de irme cuando regrese a verla.
—¿como puedo confiar en ti?—pregunto con la voz rota
—Tú eres hija de Valentine ... y aprendi a confiar en ti—me dice con media sonrisa y me doy vuelta—______—me nombra y la regreso a ver—Sé que esta boda te duele, pero trata de hacerlo por Alec, por su deseo de restaurar el apellido Lightwood—me dice y asiento. Le doy media sonrisa y salgo de su habitación.
|ALEC|
Izzy, me traía vendado a quien sabe donde, pero se podía escuchar música.
—casi estamos ahí—me dice. Se escuchaba entusiasmada
—muy bien, Izzy—le digo
—¿confías en mi verdad?—pregunta
—no, no realmente. Y no necesito una despedida de soltero—.
—necesitas esta. Ahora cuenta hasta cinco y quítate la venda—me dice y escucho sus tacones saliendo del lugar
Me quito la venda y veo el lugar vacío.
—¿es en serio?—pregunto a la nada y al voltearme veo a Jace por lo que me cruzo de brazos.
—Isabelle, dijo que querías hablar—dice al instante
—no sé qué pensó que quería decir—digo cortante
—bien, entonces me voy—dice y yo regreso a ver el enorme cuadro frente a mi—tengo trabajo que hacer.
Me quedo unos segundos viendo el cuadro, cuando escucho sus pasos de nuevo.
—¿sabes que? tiene razón, debemos de hablar—me dice
—si bueno, es mi despedida de soltero, empieza tu—le digo
—no sé como todo terminó tan mal entre nosotros, pero lo que si se es que mi vida ha sido mas dificil al no poder hablar contigo—dice sincero
—la mía también—.
—se que parece que he tomando un montón de decisiones dementes y se que tu piensas que solo pensaba en mi y en Clary, y que no pensaba en las consecuencias para nadie mas. Solo puedo decir que he pasado por muchas cosas—nos quedamos en silencio unos segundos—pero lo hice porque lo creía correcto, Alec. Nunca quise lastimarte—se acerca a mi—lo siento—finaliza
—lo sé. Sabes... nos enredamos en este drama—le digo sincero
—sí—se ríe—es decir, te casaras mañana.
—y Clary es tu hermana. ¿que es eso?—pregunto gracioso
—es un infierno, ni lo digas—me dice cansado y se sienta en el sofá—la besé y lo peor es que la deseaba, me estaba enamorando. Debo estar enfermo o algo. No sé—menciona triste y cansado
—No—me siento a su lado—No estas enfermo, la situación es...confusa. Confía en mi, lo sé. Es como tener un plan para tu vida y entonces sabes que tienes que hacer y cuales son tus responsabilidades. Y piensas: ''si sigo las reglas todo estará bien''. Luego llega alguien y te saca del plan—digo recordando a ____—tu solo...—me quedo sin palabras
—oye, lo entiendo—me dice Jace
—el punto es que como shadowhunters, las emociones nos estorban y si logras sacarlas del camino y te concentras... volverás a tu camino—digo firme—pero ____ logro afectarme en cierto modo—me sincero
—tienes que ser fiel a ti mismo—dice Jace comprendiendo mi discurso
—lo soy—digo firme y me levanto—estoy cumpliendo con mi deber—trato de creérmelo yo mismo—Jace, ¿quieres ser mi Suggenes y entregarme mañana?—pregunto para cambiar el tema y se pone de pie
—Alec, si eso es lo que realmente quieres... seria un honor—me dice feliz—siempre voy a estar aquí para ti—.
—yo también—le digo y le extiendo la mano a lo que el la toma.
|T.N|
Necesitaba el consejo de una persona que ya haya pasado por la decepción del amor. La necesitaba ahora antes de comentar una locura.
Abrí un portal a la casa de Magnus, lo atravesé y en segundos me encontraba en su hogar.
—¡Magnus!—exclamo su nombre desesperada mientras las lagrimas rodaban por mis mejillas
—¿que pasa querida?—pregunta asustado mientras llega hacia mi.
—necesito que me borres los recuerdos que tengo con Alec—le imploro llorando
—¿que?, no haré eso—me dice tomadome de los hombros para calmarme—siéntate y hablaremos de esto con calma—me siente en el sofá.—ahora si cuantame—me dice y yo respiro hondo.
Comencé a contarle todo desde el principio, las cosas que hicimos y como nos llevamos. Quizá no era la mejor relación del mundo pero nos queríamos y eso bastaba. Me desmoroné cuando comencé a contarle de Lydia, si no hubiera sido por que ella le dijo que sus padres estuvieron en el circulo, no se le hubiera metido a la cabeza lo de restaura el apellido Lightwood.
Terminé de contarle todo, absolutamente todo, no me guarde nada de lo que sentía.
Lloré, lloré, lloré y lloré. Era lo mejor que podía hacer en estos momentos.
—irrumpe esa boda—me dice finalmente
—no puedo hacerlo, Alec jamas me lo perdonaría—le digo limpiando mis lagrima para después sonarme con los pañuelos que Magnus me trajo.
—La interrumpes tu o lo hago yo por ti—me dice serio y solo niego.
—¿puedo quedarme a dormir esta noche aquí?—pregunto con la voz rota
—claro que si querida, eres bienvenida—me da un abrazo a lo que yo lo correspondo con fuerza.—ve a dormir que mañana hay una boda que interrumpir—me dice con cara maliciosa
—no lo haré, Magnus—le digo seria
—si lo harás y yo mañana te ayudare a arreglarte, a sí que a dormir—me levante y practicante me empuja hacia la habitación de invitados.
Me quito los zapatos, me lavo la cara y me acuesto a dormir.
***
—¡es la hora!—exclama Magnus entrando a mi habitación.
—no quiero—me tapo con la sabana.
—arriba—Magnus me quita la sabana y se tira sobre mi
—¡esta bien!—exclamo para que se quite y así lo hace.
—allí esta el baño, deje ropa interior nueva para ti. En el estante de abajo están los cepillos dentales nuevos junto con jabón, dentífrico y toallas. ¡así que ya ducháte!—me ordena y me meto rápido al baño.
***
Salgo de ducharme, lavo mis dientes y busco la ropa interior. ¡Santo cielo! esta es lencería romántica.
No hay nada mas que ponerme así que me la coloco y salgo envuelta en un toalla.
—tardas siglos—dice Magnus desesperado—te compre un vestido para la boda—me dice señalando una caja enorme
—Magnus, haces mucho por mi y yo no tengo con que pagarlo—le digo sonrojada
—¿acaso no te dieron tu dote?—pregunta y yo niego—tendré que ir a pelear—hace una cara de desagrado—¿acaso crees que tu madre te dejo pobre? ¡Claro que no!, ella tenia lo mejor, tenia joyas, cuadros, reliquias, evaluadas en milles de millones de dólares—mi mandíbula casi cae al suelo—ese asunto después lo arreglaremos y me pagaras ¿de acuerdo?—pregunta tiernamente
—esta bien—le digo con una gran sonrisa
—manos a la obra—me sienta en un silla y comienza a desenredar mi cabello
******
Habían pasado al rededor de 3 horas aproximadamente, mi trasero estaba entumecido.
—Te ves fantástica—me dice Magnus. Voltea la silla hacia el espejo y por dios, me veía hermosa...sin exagerar.
—gracias—me levanto a abrazarlo.
—vístete, vuelvo en unos minutos—me dice y sale de la habitación.
Abro la caja donde se encuentra el vestido y podía jurar que mis ojos casi se salen de mi cara.
Simplemente era un hermoso vertido y supongo que el mas caro, conociendo los gustos de Magnus.
Me lo puse pero no podía cerrar el cierre.
—te pareces tanto a tu madre—me dice Magnus cerrando mi cierre
—lo sé, ella era tan bella—digo con melancolía
Le había contado a Magnus sobre la otra dimensión, así que el sabia que la conocí.
—te esperan en la sala—me dice y hace cara de ''traviesa''
Me pongo las tacones y salgo de la habitación para encontrarme con Raphael que se veía extremadamente guapo, pero ¿como supo que estaría aquí?.
—Te ves hermosa—dice Raphael sin despegar sus ojos de mi cuerpo— y si preguntas como llegue aquí, Magnus me envió un mensaje—me dice acercandose a mi para darme un beso en la mejilla.
—Gracias Rapha, tu te ves muy guapo—no mentía, se veía exquisito con su traje negro.
—¡Magnus ya nos vamos!—exclamo para que me escuche donde sea que estuviera
—¡te alcanzo en unos minutos, tengo que arreglarme!—exclama
—bien es hora—le sonrío a Raphael
—¿segura que quieres ir?—pregunta tomando mi mano
—si—digo decidida
Abro el portal hacia el instituto donde se llevará a cabo la boda, ambos cruzamos y en segundos estábamos a fuera del lugar.
Comenzaba a arrepentirme, había demasiada gente importante, solo tome el brazo de Raphael y ambos entramos con una sonrisa.
Cuando vi a Alec en el altar sentí como mi pecho se comprimió pero aun así no deje de sonreír.