Berlín, Alemania.
Observó atentamente, a través de los cristales de la gran ventana como las hojas de los árboles se mecían con la fuerza del viento. Todo estaba intranquilo. Algo se aproximaba, el cielo se lo decía, lo podía notar. Acarició lo que sería el crecimiento de una barba de aproximadamente tres días, pensando. De pronto un débil golpe de nudillos se escuchó por la puerta. Suspiró y con voz ronca pronunció un "Pase" e inmediatamente la puerta se abrió revelando a un joven flacucho de pelo negro y ojos de un color ámbar. Detrás de él se encontraban dos hombres de aspecto lúgubre, con los rostros cubiertos por una capucha negra.
- S-se-señor, l-lo lamento pero dijeron que si no p-podían pasar, derrumbarían el edificio.- Al borde de que le diera un paro cardíaco, el débil joven logró pronunciar, las que creyó, serían las últimas palabras de su vida, pues creía que no saldría vivo de esa. Había interrumpido a su señor, lo cual era un incumplimiento a su deber y había permitido ingresar a dos desconocidos. Incumplir, era desobedecer. Desobedecer, igual castigo. Todo era de ese modo con los Dragones Oscuros. Y más teniendo un jefe tan sádico y sin corazón, quien no tenía compasión ni si quiera por su propio hijo.
- Los estuve esperando, ya era hora de que llegaran.- Habló el jefe de los Dragones Oscuros frunciendo el ceño y cruzándose de brazos.- Tomen asiento.- La tensión que se formó en la sala podría ser cortada con un simple toque de un cuchillo.- Retírate.- Hizo un gesto con la mano y el joven dragón oscuro asintió aún nervioso y con pasos torpes se dirigió hacia la salida con la cabeza gacha, para cerrar la puerta tras él.- Muy bien.- Tomó asiento frente a esos seres escalofriantes conocidos como espectros.- Mis amigos, contactos infiltrados entre los cazadores afirmaron que ella está viva. Todos los cazadores lo creen. Uno de mis contactos más cercanos logró verla. Ocultaba sus ojos, pero aún así pudo comprobar quién era.
- ¿Cómo sabemos que lo que dices es cierto?- El Espectro de la derecha habló como en un susurro ronco.
- Para eso están ustedes, tienen que averiguar si realmente es ella. El problema es que unos malditos entrometidos lograron llevársela y ahora está en esa estúpida Academia.- Cerró sus manos en puños hasta que podían notarse sus nudillos blancos.- La quiero muerta. Antes de que los Dragones sepan de su existencia. Eso pondría en peligro nuestros planes.- Se giró, mirando una vez más a través de las ventanas el cielo gris.- Así que, ¿Qué dicen?-
- Considéralo hecho.- Anunció el otro espectro sonriendo bajo la capucha que ahora le cubría mitad del rostro, mostrando su piel grisácea.- Pero como sabes, todo tiene un precio.- Ensanchó su sonrisa, convirtiéndola en una macabra.
-¿Qué quieren?- Los miró con molestia. El precio que ponían nunca era algo bueno.
- La Espada de Fuego.- El hombre asintió, apretando con fuerza los dientes.
- Bien.
- Queridos alumnos de la Academia de Seres Sobrenaturales, se les informa que la ceremonia de iniciación en la cual los nuevos estudiantes serán asignados a sus respectivos grupos comenzará en 15 minutos, se les pide que por favor todos se dirijan en este momento al salón principal. Muchas gracias.
El anuncio salió de todas partes, pero a la vez de ningún lado. Es como si escucháramos la voz de la directora salir de los usuales parlantes que suelen tener los colegios normales, pero estos son invisibles.
Caminé por los pasillos con mi amiga de cabello azul a mi lado. Se encontraba hablando de lo genial que sería comenzar ya las clases, pero yo no podía prestarle menos atención. Mi mente se encontraba divagando acerca de las pruebas de selección, mi transformación, encontrarme de nuevo con mi mate o toparme con los Dragones. En fin, muchas cosas que tal vez no me lleven a ningún lado.
Me frustraba no poder participar de este primer evento siendo una estudiante nueva, pero según lo que me dijo la directora, me pondrían con los Licántropos hasta mi transformación, y luego de eso ya verían cómo dividirán mi tiempo para realizar mis actividades con ambos grupos. Caminamos hasta el salón principal y ya ahí nos dirigieron hacia una puerta doble que nos dio paso a una especie de anfiteatro, con los asientos acomodados en forma de semicírculo alrededor de lo que sería el escenario.
- Esto es emocionante. Lo mejor es que este fin de semana estará la fiesta de comienzo de año. ¿Quién diría que nos la pasaríamos de fiesta en fiesta en una institución académica? Es como el sueño de todo estudiante. ¡Que no termine nunca, por favor!- Laila alza los brazos hacia arriba como si estuvieran cayendo gotas de lluvia y las estuviera recibiendo. Estuvo contándome acerca de los eventos de comienzo de año, y tiene razón, todavía no he oído nada acerca de las clases, lo cual no es un problema, pero aunque odie admitirlo, extraño asistir a las clases de combate, además de estar ansiosa por comenzar las prácticas de control de poderes.
Tomamos asiento al final, en donde teníamos una perfecta vista de todo el lugar. Al terminar de llegar todos los alumnos, la directora, quien estaba sentada junto a los demás profesores al fondo del escenario, dio unos pasos al frente.
- Muy buenos días alumnos. Primero que nada quiero darles la bienvenida a los nuevos estudiantes y desearles un grandioso año. También saludar a aquellos que ya asistían de años anteriores. Como muchos han de saber, esta es la ceremonia de iniciación para los nuevos que aún no pertenecen a ningún grupo.- Extendió la mano hacia arriba y de ella salió una resplandeciente luz que se convirtió en una proyección.- La Academia está divida en cuatro grupos generales...- De la luz, se proyectaron cuatro imágenes. En una, se encontraba un árbol con grandes extensiones de raíces; en otra, se podía ver el dibujo de una ráfaga de viento; Seguidamente, estaba una gota a punto de caer en una cuenca de agua; y por último, una especie de dibujo de un suelo que abajo tenía un espiral.- ...Terrestres, Aéreos, Acuáticos y Subterráneos. Luego, dentro de estos grupos, se dividen en secciones dependiendo de qué clase de ser seas.- La luz desapareció y la directora comenzó a hacer movimientos con su magia hacia el suelo donde ella se encontraba. De pronto éste comenzó a moverse y de ahí empezó a elevarse, de manera ramificada, una especie de antorcha grande, con un pequeño fuego que iba desde tonos rojizos a unos de un azul intenso.- Esta es la Llama de las Esencias. Cada estudiante nuevo vendrá hasta aquí y dejará caer una gota de su sangre.- Uno de los profesores, Edgar Loiz, encargado de enseñar historia mágica, se acercó con pasos apresurados hasta la directora, y depositó en sus manos una daga impoluta.- Esto es para saber, sin equivocaciones, a qué grupo pertenecen. Ahora bien, ¿Quién será el primero?-
Una chica, de estatura mediana y cabellos rojo sangre, se acercó con pasos seguros hacia el escenario. Subió las escaleras con el rostro serio. No parecía mayor que yo, pero la seguridad que mostraba le daba un aire de madurez.
Al llegar hasta donde se encontraba la directora, tomó la daga de sus manos y caminó hasta la antorcha gigante. Todo el mundo miraba expectante, a espera de lo que fuera a suceder. Extendió la palma sobre el fuego y con la daga hizo un corte no muy profundo. En su cara no se vió dolor, o quizás lo ocultaba. Las gotas de su sangre cayeron en el fuego, y éste ardió casi al instante, convirtiendo su pequeña llama en una de casi dos metros. La chica se apartó con sorpresa. Luego de esto, del fuego empezaron a escribirse palabras letra por letra, hasta que se formó lo siguiente:
Fairy Ignis
Sit aer
Mis conocimientos en otros idiomas eran nulos, pero podía reconocer que eso era latín.
- ¡Muy bien! ¡Un Hada de Fuego! Muy bien cariño, eres del grupo aéreo.- La directora sonrió encantada, y la chica prosiguió a dirigirse de nuevo a su asiento.- Esta ceremonia sirve para que no hayan fraudes al momento de ubircarlos en grupos, además les permite conocer los diferentes seres que existen en este maravilloso mundo.- Luego de la chica comenzaron a pasar otros, elfos, sirenas, drows (descendientes de los elfos), enanos, vampiros, etc.
Al terminar la ceremonia cada estudiante se dirigió a sus dormitorios. Laila me tomó del brazo emocionada y prácticamente me hizo correr hasta nuestra habitación. Al entrar cerró la puerta y se dirigió al baño. Yo me quedé ahí parada extrañada, sin saber qué hacía.
- Oye Laila, ¿Qué carajos haces?- La miré salir del baño con gasas, cinta, curitas, tijeras. No sé, parecía que iba a hacer una cirugía.
- No me digas que lo olvidaste.- Me miró incrédula. Y a juzgar por cómo negó con la cabeza, notó por mi cara de confusión que no tenía ni idea de lo que estaba hablando.- ¡Quedamos con los chicos de ir al bosque ya que teníamos la tarde libre después de la ceremonia!- Me lleve la palma a la frente.
- Mierda, lo olvidé.- Ella me miro con cara de "¿En serio? No me di cuenta".- ¿Y para qué necesitas eso?- Señalé todo lo que buscó del baño.
- Por si alguien se tropieza con una rama y se cae, duh. Hay que estar prevenidos.- Y siguió dando vueltas por la habitación buscando todo tipo de cosas y las puso en una mochila.- Vamos, todavía tenemos que pasar por la cafetería para buscar comida.- Me tomo del brazo y fuimos casi corriendo hasta la cafetería. Si seguía así me iba a quedar sin brazo.
Llegamos y el lugar estaba repleto de estudiantes. Al parecer como teníamos la tarde libre todos se venían acá. Laila avanzó hasta la sección de comida y buscó prácticamente de todo un poco para luego guardarlo también en la mochila, ya saben, por las dudas. Uno nunca sabe si se va a encontrar un oso desnutrido por ahí en el bosque.
Ya con toda las provisiones listas, que no se como hicieron entrar en la mochila de Laila, fuimos a la salida para encontrarnos con Ethan y Will.
- Llegan tarde.- Acusa Ethan.
- Dile a Laila, que estuvo juntando provisiones como si nos fuéramos a vivir al escampado.- Ethan rodó los ojos y negó con la cabeza.
- Ay, por favor, cuando tengan hambre en medio del recorrido o se corten un dedo van a querer hacerme un altar.- Acomodó su mochila al hombro.- Así que ahora dejen de quejarse y empiecen a caminar.- Corrió su cabello con una mano como todo una diva y empezó a caminar en dirección al bosque.
- ¿Sabe que nos curamos rápido?- Murmuró Will para luego también comenzar a caminar, y luego le seguimos Ethan y yo.
Llegamos a la entrada del bosque. Todo se veía misterioso y escalofriante. Nah, es broma. Era un bosque normal que si no fuera por los espirales brillantes dibujados en los troncos de los árboles, nunca te darías cuenta de que era un bosque encantado.
- Bueno, dicen que en el centro del bosque hay un valle de luces. Ahí es donde la mayoría de los estudiantes van a encontrarse.- Dijo sonriente Laila.
- ¿Eso quiere decir que no somos los únicos que se están internando en el bosque? ¿Vamos a una estúpida reunión de estudiantes?- Bufé molesta cruzándome de brazos. Genial, voy directo a mi muerte.
- Oye, va a ser divertido. Además es otra oportunidad para conocer gente y no sólo encerrarnos en nuestro grupo.- Contestó ella.
- A mi me gusta nuestro grupo.- Dijo mi amigo pelinegro mientra Laila lo fulminaba con la mirada.
- Cállate Ethan.-
Seguimos caminando un largo rato esquivando ramas y tratando de no tropezarnos. Yo iba mirando mis pies al caminar cuando escuche un leve sonido de ramas moviéndose que provenía de mi derecha.
- Chicos, esperen.- Dije mientras trataba de escuchar mejor.- Escucho algo.- Todos se pusieron alerta mirando hacia la misma dirección que yo.
Pronto pudimos distinguir que eran pasos, que iban rompiendo ramas y hojas. Seguimos mirando atentamente, hasta distinguir siluetas. De entre los árboles aparecieron cinco personas. Los reconocí de mi primer día en la cafetería. Eran los Dragones.
- ¿Qué hacen ustedes aquí?- Hablo un chico de cabello castaño claro, ojos pardos y complexión atlética.
- ¿No es obvio? Nos dirigimos al Valle.- Le respondió Laila rodando los ojos.
El chico frunció el ceño e iba a contestarle hasta que alguien le interrumpió.
- ¿Por qué se detuvieron?- La pregunta provino de un chico de pelo negro azabache y esos ojos azul eléctrico contenían el más desastroso de los mares. Tanto Laila como yo nos quedamos estáticas mirándolo, porque había que admitirlo, el chico era todo un Dios griego.- ¿Quiénes son ustedes?- Volvió a hablar mientras fruncía el ceño. Salí de mi embelesamiento y me dispuse a contestarle.
- Eso no te interesa.- Giró a mirarme y levantó una ceja. ¿Podía alguien acaso verse tan bien haciendo eso?- Ahora si nos disculpan, tenemos cosas mejores que hacer que quedarnos charlando con ustedes.- Enganché mi brazo con el de Laila que ya no seguía estupidizada por ese Dragón y tomé de la manga a Ethan y a Will, no pregunten cómo.- Adiós, no fue un gusto conocerlos.- Los Dragones se quedaron observando cómo nos marchábamos. Sólo espero que se olviden de mi cuanto tenga que tener clases con ellos.
Solté el brazo de Laila y las mangas de Will y Ethan a medida que nos alejábamos. Suspiré ya más tranquila y fulminé con la mirada a Laila.
- Que buena idea la tuya de escabullirnos en el bosque.- Ella rodó los ojos y se cruzó de brazos.
- Ni que nos fueran a comer.- Contestó mi amiga de cabello azul a la que tenía ganas de asesinar.
- Yo creo que no estuvo tan mal.
- ¡Cállate Ethan!- Dijimos Laila y yo a la vez.
- Eso Ethan, cállate.- El pelinegro fulminó con la mirada a Will mientras éste reía.
- Bueno ya, sigamos caminando que debemos estar por llegar.- Laila siguió avanzando y luego nosotros la seguimos.
A lo lejos distinguimos a estudiantes juntandose en grupos alrededor de un hermoso lago de aguas cristalinas. Muchos comenzaron a sacarse prendas y saltar al agua. Al llegar al lugar pudimos ver que habían llevado bebidas y algo de comida. Laila abrió su mochila y colocó lo que ella había buscado junto a la demás comida. Chica inteligente.
- Y, ¿Qué tiene de especial este lugar? Claro, además del lago.- Pregunté mirando alrededor a ver si encontraba a Jay.
- Ya lo verás.- Contestó Will.- Mientras tanto disfruta y ve a nadar un poco.- Guiño el ojo y comenzó a sacarse la remera. Eso si era algo digno de ver, y no era la única que lo pensaba, ya que varias giraron a ver el torso desnudo de mi amigo. Corrió hasta la orilla del agua y se tiró dentro. Al asomarse fuera nos hizo una seña de que fuéramos. Laila y yo negamos con la cabeza, pero Ethan rápidamente se desvistió y corrió hasta donde estaba Will. Por supuesto, otra cosa digna de ver.
- ¿Tú no te metes?- Le pregunté a mi amiga.
- No quiero dejarte sola.- Sonreí.
- No te preocupes por mi.- Aseguré.- Preocúpate por ellos.- Señale con la cabeza a Will y Ethan que trataban de ahogarse el uno al otro.- Que van a terminar matándose.- Ambas reímos. Laila asintió y comenzó a desvestirse. Me sorprendió ver que traía puesta una bikini.
- ¿Qué?.- Me miró.- Era por las dudas.- Se encogió de hombros.
Repito, chica inteligente.
Yo me quedé ahí sentada en un tronco, observando a mis amigos haciendo sus burradas y los veía haciendo guerras de salpicaduras. Tenía un vaso de cerveza en la mano, y sinceramente no sé como se las arreglaban para conseguir alcohol estos chicos. Mientras observaba a mi alrededor siento que alguien se sienta a mi lado.
- Otra vez te vuelvo a encontrar.- Giro a ver al dueño de esa voz con fastidio.
- ¿No tienes cosas mejores que hacer que molestarme?- Fruncí el ceño enojada.
- ¿Te molesto?- Una sonrisa prepotente apareció en su rostro.
- Sí.- Me levanté de donde me encontraba y miré a todas partes a ver si encontraba a mi mejor amigo. Lo vi charlando animadamente con una chica.
Comencé a caminar en su dirección y de reojo vi como él también se levantaba. Seguí caminando ignorándolo. Sentí que me tomaba del brazo girándome para que lo vea. Y nos quedamos así, viéndonos. En una guerra de miradas. Verde contra rojo y gris. Mi corazón se aceleró al estar en esa posición, gran próximos. Sentía que se estaba creando una conexión y rompiendo algo dentro de mi. Hasta que descubrí qué era y aparte la mirada, con el corazón acelerado.
- ¿Por qué huyes de mi? ¿Y por que siento esto cuando te veo?- Me agarró del mentón y volvió a girar mi rostro, observándolo, tratando de descubrir algo.
- Ya te lo dije, no lo sé.- Murmuré lo suficientemente audible como para que lo escuchara.
- Sí que lo sabes, y tarde o temprano lo voy a averiguar.- Me soltó, me miró por última vez, se dio la vuelta y caminó hasta adentrarse en el bosque.
Yo me quedé parada como idiota mirando el lugar por donde se fue, con el corazón en latiéndome fuerte pero aliviada a la vez.
- Hey, Claire. ¿Qué pasó? Te vi hablando con Cameron.- Laila llegó a mi lado un poco agitada, con el agua chorreando de su cabello azul y mirándome confundida.
- Nada, no te preocupes.- Dije frunciendo el ceño molesta conmigo misma. Por poco me dejo descubrir, que idiota.
- Bueno, si tu lo dices.- Se encogió de hombros.- Anda, ven, ya está por comenzar el show.- La miré sin saber a qué se refería. Me tomó del brazo y me arrastró hasta el centro del lugar donde comenzaban a arremolinarse los demás estudiantes.
Vi como todos observaban al cielo. No me di cuenta de que el sol ya casi se ocultaba. Cuando éste desapareció completamente, de los árboles comenzaron a verse luces que se empezaban a mover por todo el valle. Una de esas luces se acercó hacia mi y descubrí que no era simplemente una luz. Extendí mi mano y el pequeño ser se posó en ella. Era delicado y tenía orejas puntiagudas como las de un Elfo o Hada. Su piel se veía tersa y suave, y unos ojos violetas resaltaban de su pequeño rostro. No tenía cabello, pero aún así era hermoso. Sus alas eran como las de la libélula y tenían un brillo propio magnífico. Estaba sorprendida y seguro se notaba en mi rostro.
- Es un Medry. Fueron creados por la Reina de las Hadas, Titania, hace mucho tiempo.- Comentó Laila también observando al pequeño ser que pronto alzó vuelvo para ir con sus compañeros.- Habitan este valle desde antes de que se creara la Academia.- Vimos como los Medrys comenzaron a volar alrededor de todos. Se posaban en la cabeza u hombros de algunos, hacían trucos para ellos y se alegraban cada vez que alguien reía.
- Son magníficos.- Murmuré para Laila. Ella sonrió y caminamos hasta donde estaban los chicos.
Will nos rodeó con sus brazos y seguimos viendo el espectáculo. Más tarde volvimos a la Academia. Fue mucho más difícil volver, ya que todo estaba oscuro y una que otra rama nos hacía tropezar. Entre risas y bromas llegamos y fuimos a la cafetería a cenar. Al llegar nos sentamos en una mesa cualquiera y Will y Ethan fueron por la comida.
- ¿Estás ansiosa por mañana?- Preguntó Laila.
- Un poco, ¿Tú?- Ella asintió repetidas veces.
- ¿Cuando es tu transformación?- Mire a Laila mientras una mueca aparecía en mi rostro.
- Pues, este fin de semana.- Apoyé mi cabeza entre mis brazos sobre la mesa.
- Tranquila. Tienes cinco días para prepararte.- Laila puso una mano en mi hombro.- No se cómo será para los Licántropos su primera transformación, pero seguro no es tan mala.- Claro, se te rompen los huesos en miles de pedazos pero no es tan malo, no.- Además, tienes tu otro lado. Que no sé cuál será porque aún no me lo has dicho, pero tampoco debe ser tan malo.- Es aún peor querida Laila.- En ambos casos debes saber que estoy aquí para apoyarte.- Sonrió.
- Gracias.- Dije con sinceridad. Al menos lo intentó.
- ¿Que pasa bellezas?¿De qué hablan?- Llegaron los chicos con la comida y se sentaron con nosotras.
- Las clases. Estamos ansiosas porque comiencen.- Respondió mi amiga de cabello azul.
- Lo siento chicos. No tengo hambre.- Me levanté.- Voy a dormir, nos vemos. - Les sonreí y salí de la cafetería para dirigirme a las habitaciones.
Doble en una esquina y paré en seco. Una sensación comenzó a quemarme en la boca del estómago. Comenzaron a aflorar instintos asesinos que no sabía que tenía. Esa situación era de verdad horrible, y lo peor es que no podía hacer nada. Trate de calmarme, respiré profundo y avancé. Miré de reojo cuando pasé por al lado de el par de animalitos hormonales.
¡Ay, Cameron! Cuando descubras que soy tu mate, vas a arrepentirte de haberte besado con esa pelirroja.
Seguí caminando con los puños apretados y noté su mirada, pero la ignoré.
Necesito unas buenas horas de descanso para olvidarme de esto.
¡PEEEEERRRDDOOOOONN! ¡Lo siento! Sé que dije que iba a actualizar una vez por mes. Perdón en serio. Los hice esperar mucho. Y no se lo merecen.
Pero quiero agradecerles el apoyo. A todos💙 Quiero que sepan que leo todos sus comentarios. Muchas veces no tengo tiempo de contestarlos, pero Me alegra saber que están ahí, leyendo mi historia y que les gusta. Eso de verdad me encanta.
Bueno, he aquí el capítulo 5. Espero que les haya gustado. Nos vemos pronto.🤗💗
Kisses and love, NN.💋💕