Stiles no se atrevió a decir una palabra cuando Kate se marchó.
No tenía ni idea de lo que acababa de ocurrir, pero sí sabía que no había sido bueno.
También sabía que le afectaba directamente, y no sólo por ser uno de los que estaban secuestrados... Pero todavía no sabía en qué medida lo hacía ni, lo que era peor, si podría terminar con él muerto.
Derek, en cambio sí que lo sabía. O al menos intuía algo.
Por eso no pudo aguantar más de cinco minutos para preguntarle.
Él seguía de pie y al fondo de la celda, en el mismo sitio donde había amenazado a Kate, sólo para quedarse callado después.
Y donde tal vez había acabado llorando.
¿Llorando por él?
Sólo le había visto llorar una vez, cuando Boyd murió entre sus brazos. Y no quería ni imaginarse que ahora había sido él el responsable de que volviera a hacerlo... Pero si una persona como Derek, acostumbrado a ocultar sus sentimientos tras capas y más capas de sarcasmo y mala leche, acababa llorando; sólo podía significar que algo muy malo le estaba pasando.
Y necesitaba saber qué era.
- Derek.
Derek no respondió. Siguió en la misma posición, con la espalda tensa. No se había quitado la cazadora, pero podía notar perfectamente la tensión de todos sus músculos y sus puños apretados. A su lado, la comida seguía intacta.
Y que un hombre lobo se olvidara de comer, era indicativo más que suficiente de que las cosas estaban mal. Muy mal.
- Derek. Por favor, dime algo.
- Siéntate y trata de calmarte – respondió sin moverse un milímetro - Tu respiración...
- ¡Me importa una mierda mi respiración! ¿Qué demonios significaba todo esto? ¿Por qué estoy realmente aquí?
El hombre lobo negó, y Stiles pudo oír el chirriar de dientes contra dientes.
- ¡Derek!
- Eres el más débil – explicó con desagrado y todavía sin mirarle - La opción más lógica para conseguir que viniera. Para tenerme donde quería.
Y tal vez fue porque ya estaba acostumbrado a las excusas de Derek, o porque le resultaba más fácil llevarle la contraria cuando no le estaba mirando a la cara; pero el caso fue que Stiles no se conformó con las patrañas de siempre.
- ¡Y una mierda! ¿Es que no la has visto? ¿Lo rápida que es? Podría haberte hecho morder el polvo sin necesidad de secuestrarme. ¡Qué demonios, si ya lo hizo una vez! – le acusó con rabia, deseando poder golpearle - Sabes perfectamente que no estoy aquí por eso. Si fuera así, me habría dejado marchar, o me habría matado cuando ya tuvo lo que quería, que es a ti. Y si no lo ha hecho, está claro que soy más que un simple señuelo. Así que dime: ¡Qué demonios pinto aquí!
Por fin Derek levantó la vista del suelo, y Stiles aguantó la respiración.
Pese al lenguaje corporal que había creído intuir, la expresión de Derek no era la de alguien que estaba tenso y furioso, ansioso por atacar. Por el contrario, se le veía relajado... No, no relajado. Se le veía abatido, cansado.
- No lo sé – respondió.
- Mentiroso.
- ¡No lo sé!
El ex Alpha apretó los labios con rabia, y sus puños se cerraron con fuerza durante unos segundos.
- Siempre ha querido estar por encima de los demás. Y por eso siempre ha elegido al más débil a la hora de atacar.
Aunque estaba repitiendo las mismas palabras de antes, Stiles tuvo claro que ahora mismo no se estaba refiriendo al humano que había allí dentro.
- Pero tú no eres débil.
- Lo era cuando me conoció – dijo con voz grave - Ni siquiera había empezado a desarrollar mis sentidos. Era más humano que lobo. Y con lo de Paige... – volvió a apretar los labios - Se aprovechó de ello.
Stiles sintió un escalofrío, provocado por un millón de motivos: Porque seguía atrapado y a merced de una asesina sobrenatural. Porque en caso de que le atacara, Derek no podría hacer otra cosa que mirar. Porque ahora mismo Derek no estaba hablando como el Alpha que se suponía que era, sino como un Omega vulnerable... Y porque era la primera vez que oía el nombre de Paige de labios de Derek.
Y encima lo había hecho sin dudar, como si ya tuviera más que claro que Stiles conocía la historia, pero que no le importaba que fuera así.
- ¿Y eso es lo que quiere hacer conmigo ahora? ¿Humillarme o...? ¿Por qué? Yo no le he hecho nada...
- Es por mí... Yo no haré nada por miedo a que pueda hacerte daño. Porque sabe que eres importante para mí - susurró, muy bajito, esta vez mirándole fijamente - Lo más importante.
Y sus ojos, de ese color indescifrable, no dejaron duda alguna de a qué se estaba refiriendo exactamente.
Stiles sintió una mezcla de sentimientos imposible de describir: Sintió como su pecho se hinchaba al ver el modo tan intenso en que Derek le estaba mirando, reflejando en sus irises un millar de emociones que jamás había visto en él, y menos dirigiéndose a él... Pero al mismo tiempo recordó que seguían atrapados.
Y separados.
- Joder... Por qué demonios tenemos que tener esta conversación aquí, con esta asquerosa verja entre medias. Tu sentido de la oportunidad es increíble, ¿lo sabes?
- Qué más da.
- ¿Que qué más da? – repitió con asombró - ¿Sabes el tiempo que llevo deseando que digas eso? – hizo un aspaviento que en seguida se transformó en rabia - ¿Y sabes las ganas que tengo ahora mismo de abrazarte y no soltarte nunca? ¿O de besarte, esta vez de verdad?
Derek le miró en silencio unos segundos, el rostro impertérrito; pero al final cedió a la evidencia y mostró una tímida sonrisa.
- Lo siento.
- No... Ni se te ocurra decir eso... - suspiró – Y después de todo, es lógico. Si no vivimos en un pueblo normal y mis amigos no son normales, tiene sentido que el tipo que me gusta se declare cuando estamos secuestrados por una psicópata.
- Yo no me he declarado.
- No intentes disimular ahora, Hale – sonrió con un toque de amenaza – Conozco perfectamente todos tus movimientos de cejas y el significado de tus miradas asesinas... Y la de antes ha sido como gritar a los cuatro vientos que estás colado por mí.
El Beta negó unos segundos, dejándose llevar por el buen humor que Stiles siempre era capaz de traer. Incluso en las peores situaciones.
- ¿Cómo sabes que significa eso? No es que hayas podido verlo antes.
- Puede que no... Pero sí que he visto tu mirada asesina cada vez que hablaba de Malía – casi deletreó su nombre de lo despacio que lo dijo, y un segundo después Derek frunció el ceño - Ja. Lo has vuelto a hacer... Reconócelo, cielo. Estás completamente celoso.
- No me llames así.
Derek respondió sin pensar, su voz mucho más grave y dura de la que había estado usando hasta entonces.
Exactamente como ocurrió la otra vez que estaban charlando, cuando fueron a cavar la tumba de Kate, y de pronto el chico uso ese apelativo cariñoso con él.
Al principio no había entendido el verdadero motivo por el que Derek no quería que le llamara así. Intuía que se debía más a su naturaleza huraña y a aparentar que era un auténtico lobo amargado... Pero desde que conoció a Kate y vio lo mucho que a ella le gustaba usar esa palabra, sobre todo con Derek, Stiles había empezado a comprender el verdadero motivo del rechazo a aquel inocente mote.
Y ahora que veía su reacción, casi instintiva y tan visceral, ya no le cupo ninguna duda.
Por ello Stiles no tuvo más remedio que agachar la cabeza, y susurrar un sincero "perdona".
El otro asintió enseguida, serio, pero dejando claro que aceptaba sus disculpas, y que no había sido su intención saltar de ese modo... Simplemente, no podía evitarlo.
- No va a poder conmigo – dijo entonces Stiles. Siguió hablando en voz baja, pero al menos se le veía seguro de lo que decía – No puede matarme porque entonces se quedaría sin su juguete con el que chantajearte. Y si lo que intenta es minar mi autoestima para que tú te sientas culpable, se ha equivocado de persona – sonrió cuando Derek alzó una ceja con curiosidad - Si estuviera solo, tal vez acabaría enloqueciendo, pensando que voy a morir con nadie a mi lado. Pero estando tú aquí, y después de todo lo que he pasado en los últimos meses... – sonrió con prepotencia, y no toda era fingida - Ella no es más que otro monstruo de fase.
- Ella es más rápida que yo.
- Y qué. Tú sigues siendo un hombre lobo. Y un Hale. Y por si eso fuera poco, ahora mismo tienes una mayor motivación para salir de aquí – abrió mucho los ojos cuando el Beta volvió a mirarle con curiosidad - ¿Tienes idea de lo que voy a hacerte cuando salgamos de aquí y pueda estar a solas contigo? – sonrió – Te aseguro que a ella no la está esperando nadie... Y menos para eso.
Derek alzó una ceja, en gesto de horror, pero entonces soltó una carcajada.
Una que jamás había tenido ocasión de mostrar las otras veces que estuvo atrapado y pensando que iba a morir.
Pero supuso que eso era bueno.
Que demostraba lo mucho que cambiaba la situación cuando estaba con la persona adecuada.
Y por si no estuviera ya claro, Stiles Stilisnki era definitivamente la persona adecuada para él.
TBC...