Este capítulo estará narrado desde la perspectiva de nuestra protagonista, será el capítulo de "El baile de la Luna Roja".
Espero les guste.
~
Caminaba por la escuela junto a Marco, quien me estaba hablando.
-Es obvio que "El día de muertos" no se celebre aquí, pero mamá insiste en hacer vestuarios... ¡Que rídiculo!- Dijo exasperado mientras atravesabamos unos casilleros.
-Si, Marco. Pero ella es tú mamá. Solo has lo que ella diga.
-¡¿Y si me viste de Pony!? O peor... ¡De unicornio! - cuando llegamos al estacionamiento, se escuchó la voz de Star a lo lejos.
-¿Esa no es la voz de Star?- pregunté a lo que asintió.
También, a lo lejos, vi llamas de fuego.
Okey... no quiero más problemas...
-¡Vamos! Tal vez Star está en problemas- Marco me jaló del brazo.
-¡Espera! Yo... tengo que ir a la dirección por mí reporte de ausencia...
-Okey... ¡Te veo en un rato! - El corrió hacia donde provenía el fuego, mientras yo daba la vuelta y me dirigía hacia donde él director.
~~~~
-Cometes un grave error, Star - Le dijo Marco a la rubia mientras él salía de un armario con un sombrero de Mariachi y ella buscaba un vestido.
Después de que había salido de la escuela, volví a "casa". Marco me contó que el fuego fue ocacionado por el ex novio de Star, ya que él -supuestamente- era un demonio.
Yo no me metí tanto en eso, ya que odio a los demonios. Simplemente, ellos son mi fobia desde pequeña. Una de esas bestias fue la que ocacionó que quedará aquí, en la tierra. Alejándome de mi familia, pero bueno, al menos aquí si me quieren y aceptan.
-Tal vez... ¡Pero será divertido!- Star tomó un vestido y fue a su espejo, en donde lo convirtió en un tipo "Provador" de tres lados.
-¿Porqué no te quedas aquí? Donde siempre hay diversión- dijo Marco, mientras levantaba los dedos índice - Garantizada...
-Bueno, es otro tipo de diversión. -Se metió entre los espejos- no miren, me cambiaré- Marco se giro, y tapo su cara con su sombrero. Mientras yo solo volteé mi cabeza.
-Estoy con Marco en esto, Star. ¿Qué tal si él te hace algo raro...? ¿Oh qué tal si termina vomitando en tú atuendo? Supongo que en un baile eso terminaría mal...- Dije yo, a lo qué ella rió.
-No pasará nada de eso, Mia.
-Yo no confío en Tom... Tal vez tenga que ir contigo- Ahora habló Marco.
-Marco, no estás invitado - reprochó Star- Además, debes saber que puedo hacer las cosas bien... ¡Yo misma!- gritó la última parte, y se escuchó un "Din"
-¿¡Estás bien!?- exclamé.
-Si... solo... debo de dejar de usar magia aquí... en mí cara...- Reí ante su respuesta.
Cuando había salido del espejo, nos miró divertida.
-¿Y? ¿Cómo me veo?-.
-Muy bien...- dijo Marco, y pude notar un brillo en sus ojos. -No vayas...- Murmuró.
-Claro que iré- Star tomó la campana y la hizo sonar.
-¡Mia!- oí que la mamá de Marco me llamaba.
-¡Suerte Star! - le grité a la rubia antes de salir del cuarto.
-¿Qué pasa, Señora Diaz?- entré a una habitación, en donde se encontraba la señora con una máquina de coser y muchos vestidos a su alrededor.
-Por favor, Mia. Has vivido con nosotros cinco años... creo que es el tiempo para que empieces a decirme mamá- Ella sonrió, mientras que yo solo podía hacer una mueca en forma de sonrisa.
¿Decirle mamá? Pues... siento que estaría un poco avanzado. Todavía no puedo superar que mis padres me abandonaran.
-C-Claro... mamá- Al decir la palabra, sentí cómo algo dentro de mí se rompía.
-Bien. Te llamé porque, como ya sabes, hoy es el día de los muertos. Y cómo antes en mi familia lo festejabamos disfrazandonos de gente muerta... es algo así cómo Halloween pero con disfrazes tradicionales ¿Qué opinas?- me explicó la señora Díaz.
-Genial- empezé a pensar en Marco, y en lo que me plático de los disfraces. ¿Serán tan horribles cómo él lo dijo?
-Bien, cómo Marco se vestirá de catrín /Mariachi muerto. Compré un vestuario casi igual para tí. - me enseño un vestido negro con algunos detalles rojos y unos zapatos rojos.
-Es hermoso, M-Mamá...- dije mirando el vestido.
-¡Que bien que te guste!- Me obligó a ponerme él vestido y los zapatos. La verdad, nunca había usado un vestido. No se usan de donde vengo.
-Wow...- murmuré viéndome al espejo.
-¡Te queda genial! Pero, sólo falta él toque final- empezó a maquillar mi cara, después trenzó mi cabello y le agregó flóres de papel.
-Antes de todo, quiero que te veas al espejo. - me sonrió y me guió al espejo, yo abrí mis ojos y me quedé sorprendida.
Mi cara estaba pintada cómo si fuera una calavera, tenía diferentes colores y alrededor de mis ojos tenía círculos negros con flores en los bordes.
-¿Te gusta?- asentí.- ¡Lo sabía! Que bueno que tomé ese curso - reí ante su comentario.
Cuando al fin habíamos terminado, me dirigí al cuarto de Star, de donde provenía música.
"La calaca, la calaca, calaca feliz. "
Se escuchaba, mientras Marco comía nachos de un pote.
-¿Para qué ir a un baile aburrido? Si aquí en la habitación de Star siempre hay diversión... garantizada...- dijo comiendo nachos. -¡Wow! Miren quien ha llegado. La chica calavera- se burló.
-Ja, ja- reí sarcásticamente. - Mírate a tí, Mariachi come nachos- Él me miró con cara de pocos amigos.
Me senté a su lado y empecé a comer nachos junto a él, mientras escuchábamos la música "tradicional" de el "Día de muertos".
-La Luna esta bañada en sangre...- se escuchó que alguien decía. Era una voz varonil, así que no pensé que fuera de Marco.
-¿Escuchaste eso?- le pregunté.
-Claro que lo escuché - se paró de su asiento, yo imité su acción.
-¿De dónde habrá venido?- empezó a buscar con la mirada al portador de la voz, cuando no vió nada, sólo se encogió de hombros y se volvió a sentar.
-Es la luna de los amantes...
Él volvió a levantarse, y miró a todos lados, de nuevo, pero ahora confundido. Después, sólo fijo su mirada en un punto que no distinguí.
-Tenemos que ir...- se acercó a la campana.
-Espera, Marco- lo interrumpí, tomándolo de la manga de su sudadera- ¿Qué tal si es peligroso?
-Si quiéres quédate, yo ayudaré a Star.- se separó bruscamente de mí, para después tocar la campana y que, segundos después, en el balcón apareciera un "monstruo" rojo con alas, cargando un "ataúd" gigante.
-¿A qué piso mortal?- su voz era áspera y rasposa, de el tipo de voz que caracterizan a los monstruos temibles en las típicas películas de terror.
-Al último... hasta abajo- dijo Marco entrando a la "carroza".
Cuando ya estaba a punto de bajar, tomé aire pesadamente.
¿Qué hago?
¿Paso?
¿Qué pasaría si le pasa algo malo a Star?
¿Oh... A Marco?
Salté y aterrizé dentro.
-Si tu vas, yo también voy.
-Perom ¿No te daban miedo los demonios?
-Pues si, pero tengo que encargarme que no le pase nada a mi gemelo.
-¡Ya les dije! No soy gemelo ni de Star ni de tí. Soy hijo único.
-Si, claro Marco. - síguelo creyendo.
Él suspiró resignado, yo solo me dediqué a mirar por la ventana en todo el viaje.
[...]
Lo siento por las faltas ortográficas.
Tuve que buscar un vestuario típico del día de muertos :/.
Se llaman "Catrinas".
Espero les guste el capítulo.
Bye~
-ReaderCipher