Una historia de bulimia más

By margomugani

189K 7K 940

[Finalista en los Premios Watty 2014] Emma Bondt había caído en la bulimia como muchas chicas, y ―como en la... More

I
II
III
IV
V
VI
VII
VIII
IX
X
XI
XII
XIII
XIV
XV
XVI
XVII
XVIII
XIX
XX
XXI
XXII
XXIII
XXIV
XXV
XXVI
Epílogo

Prólogo

28.1K 659 61
By margomugani

Jueves 19 de noviembre del 2009, 3h15 p.m.

Emma estaba en el comedor del internado que se situaba en los valles apartados de París, junto con su mejor amiga, Chloe.

Muy pocas veces comía allí, pues en realidad, la comida era pésima. Había decidido comer allí a petición de Chloe, pero apenas y le dio una probada a la comida.

Se encontraban en una mesa común, hundidas en sus conversaciones de quinceañeras. Que la comida del instituto era malísima, que las habitaciones eran un lujo, que el profesor de matemáticas estaba buenísimo, que la vigilante de cuarto les trataba peor que cadetes… en fin, una infinidad de cosas acerca del instituto.

Ese día el menú se basaba en una sopa de verduras, puré de papas con una ensalada griega y pollo asado. No se veía tan mal, aparte de que la bebida era opcional según compraras en la máquina situada en el comedor.

―Ahí vienen ―advirtió Chloe.

Eran dos chicas con aspecto reluciente. Ambas eran rubias, una con una tonalidad más oscura que la otra, pero de todas formas, lucía fabulosa. Al par de chicas se las conocía como las populares, y cuando se trata de populares, siempre son airadas, mirando sobre el hombro al resto.

Las dos rubias ―también de la edad de Emma― se sentaron una mesa al lado que la de Chloe y Emma. No tardaron en llegar un par de chicos a flirtear con ambas, lo cual no era extraño.

Chloe y Emma silenciaron su conversación al ver la presencia de esa bola de oxigenados.

Madison ―la rubia de una tonalidad más oscura― tomó la mano de uno de los chicos que se sentó allí, dándole a entender que ella también coqueteaba con él.

Emma los veía con atención, por un lado celosa, y por otro… no supo reconocer cuál era la otra sensación.

Madison percibió la atención de Emma encima de su grupo. Meneó su cabello con gloria y rio como toda una dama.

―¿Ya la viste? ―se dirigió a su amigo especial.

Emma se coloró cuando el chico regresó a ver. Era muy apuesto, «aunque imposible», se había dicho. Desvió la mirada pero su sentido auditivo seguía presente en aquella mesa.

―No quiero fijar mi atención en otra. ―Había regresado a ver a Madison.

―Está muy gorda para ti, ¿no?

Madison rio, fingiendo arrepentimiento. Mía ―la otra rubia― y los otros muchachos siguieron la risa de Madison, como si les fuera obligación.

Emma, al escuchar eso, se sintió mal. Tomó su bolso mientras su amiga le decía «No les hagas caso, Emma, espera», pero ella ya se había levantado con su bolso al hombro y estaba ya a varios metros del sitio.

En cuanto salió por las puertas del comedor, se echó a correr. Estuvo pensando en el comentario de Madison. «Estoy gorda. Debo bajar de peso. Estoy gorda. Debo bajar de peso», se repetía a sí misma.

Fue corriendo al baño de su habitación, para estar segura que nadie la escuchase. Entró y cerró la puerta con seguro detrás de ella. Y metió su dedo por la garganta, causándose vómito.

Jueves 19 de noviembre del 2009, 3h32 p.m.

Chloe corrió tras ella. En cuanto llegó, se dio cuenta que la puerta de la habitación quedó abierta. Escuchó sonidos enfermizos provenientes del cuarto de baño. Se acercó un poco más y se dio cuenta que era la mismísima Emma vomitando.

―¿Emma? ―llamó desde afuera.

―Chloe ―Emma respondió con la voz quebrada.

―¿Qué sucede? ¿Te sientes mal?

―Sí, algo me cayó mal, supongo.

Chloe no era tonta, ella sabía lo que sucedió ―era inútil recalcar, ella estuvo presente en la burla de esos niñatos―, pero prefirió no decir nada. Temió que Emma lo tomara mal.

―Está bien, esperaré en el cuarto.

Chloe no esperó mucho para salir corriendo de la habitación y dirigirse a otro edificio, en la sección de chicos. Estaba exhausta cuando llegó a la habitación 405 del edificio que buscaba.

―Aquí estas―pronunció Chloe recuperando el aire. Se apoyó en el marco de la puerta para mantenerse en pie.

―Hola, bonita―dijo Noah pícaro.

Noah era el mejor amigo de Chloe y también el chico de los sueños de Emma.

Emma no era gorda, pero en ese internado todas las chicas tenían cuerpos perfectos y estilizados, y Emma no contaba con eso.

Noah era de los típicos chicos que buscan la chica con mejor figura y rostro, y con su aspecto, conseguía satisfacer sus deseos.

―Noah, no estoy para bromas. Necesito que me ayudes.

―Claro… ―replicó confundido. Sacó de su nevera una botella de agua y se la lanzó desde lejos a Chloe, asumiendo que la necesitaba.

―Gracias ―susurró atrapando la botella.

―Bien… suéltalo.

―Se trata de Emma.

Noah enarcó una ceja y se recostó en su sillón. Tomó el mando de su videojuego y comenzó a configurar para empezar una partida de FIFA 2009.

―Chloe, Chloe, Chloe… ―exhaló, con la mirada aún fija en el televisor―. Yo te estimo mucho, y no tengo nada en contra de… ―Le regresó a ver―, tu amiga, pero temo decirte que tengo quince años y no quiero hacer el papel de niñero ahora.

―¡Ay, por favor! ―se quejó, tapando el agua que había dejado por la mitad. Se dio cuenta que le sería difícil correr con tanto líquido en el estómago―. Noah, hazlo por mí, ¿sí?

Noah le puso pausa al juego, rotando los ojos a la vez.

―Sabía que cederías ―expresó ella, aplaudiendo infantilmente.

Se quejó con un gruñido.

―Entonces, ¿qué es lo que pasa? ―inquirió él.

―Creo que Emma tiene bulimia.

―¿En serio? ―soltó una risita burlona―. Guau, no creí que ser… como es le afectara tanto. ―Esta vez enarcó ambas cejas y se volvió a recostar en el sillón, pero sin intención de seguir jugando.

―No vine para que le hicieras burla. ¿Me ayudarás o no?

―Bien, bien. ―Alzó ambas manos a la defensiva―. Entonces ¿qué hago?

―Acompáñame.

Jueves 19 de noviembre del 2009, 3h47 p.m.

―Está ahí―susurró Chloe, señalando la puerta del baño de su habitación.

―¿Entro?

Chloe colocó expresión dubitativa.

―Inténtalo. Estaré afuera por si viene alguien. ¡Anímala bien!

Noah se acercó al baño y tocó la puerta. Esperaba que Emma le abriera.

―Emma, abre por favor. Soy Noah.

―¿Noah? ―pronunció con gran ilusión en su tono.

«¿Noah Moon ha venido a verme a mí? ¡Pero qué vergüenza que me encuentre en estas circunstancias!», pensó.

―Sí. Por favor abre.

Emma rápidamente bajó la válvula del retrete y abrió la puerta, aún sentada en el piso. No quería causar lástima pero ella sospechaba que él ya lo sabía.

―Chloe me dijo que te sentías mal y vine a ver como estabas.

«¡Chloe!», chilló su subconsciente con los ojos entrecerrados.

―¿Viniste por mí? ―Ella cada vez se ilusionaba más, pero para Noah era un «acción de bondad».

―Sí, ¿te sientes bien?

―Eso creo.

―Qué bueno, me preocupe. ―La abrazó y frunció la cara sin que Emma lo notara; sentía mal ilusionarla así, pero no ser de eso, Emma podría desmayarse por tanto vomitar.

____________________

¡Hola! Bueno, antes que nada diré gracias y anunciaré que ya hay book trailer de la novela. (: Pueden verla aquí en la multimedia adjunta de Wattpad, o buscarla en YouTube con el nombre de la novela, y al lado "book trailer".

En fin, gracias por todo y espero que vean el book trailer. 

Besos. xx

PD: ¿se pasarían por el Wattpad de mi editorial @EditorialRossetti? 

Continue Reading

You'll Also Like

164K 7.5K 33
¿Te imaginas ser una espia el FBI sin conocer a tu nuevo Agente y que en un operativo tengas que ir a hacer un privado sin saber a quien se lo haces...
28.7K 1.3K 15
Jeongin siendo el Omega más coqueto y lindo no ayuda mucho para changbin. En el sexo con él no se puede ser amable. Changbin top Jeongin bottom ¡18+...
9.8K 859 5
Valentina despierta en una cama totalmente vacía y fría, con solo una carta de despedida, dejando a la ojiazul con tantas preguntas sin responder. Va...
DFDBCB By Debby 🌺

General Fiction

157K 21.4K 146
Chu Li es una beta de bajo nivel sin feromonas, pero su prometido es el único alfa de nivel 3S en el imperio, Lu Jin. Como resultado, Chu Li se convi...