Dejado en un pesebre

By Astrid3490

294K 22.9K 10.3K

En nochebuena, un niño no deseado es dejado en un pesebre y encontrado por un joven Maestro de Pociones, camb... More

Editar
¿De quien es este niño? EDITADO
Noche de Paz... más o menos
Navidad azul
¿Escuchaste eso?
Llegaron a un claro de medianoche
Bailando alrededor del árbol de Navidad
Decorando los pasillos
¿Frosty el perro de nieve?
Quiero un hipopótamo para Navidad
Nada para Navidad
Las maravillas del invierno
Noel
El Grinch
Algún día de Navidad
Blanca Navidad
Deja que nieve
Una Navidad para recordar
Los tres reyes
El acebo y la hiedra
Aliento del cielo
Que Dios lo bendiga querido señor
Que haya paz en la tierra
Alegría para el mundo

¿Donde estas Navidad?

7.9K 700 100
By Astrid3490



Diciembre, 1988

Una semana antes de Navidad:

Harry no estaba sintiendo mucho el espíritu de la navidad este año. Él había cumplido ocho años en Julio y se acercaba a una etapa difícil, no era un niñito, pero no era lo suficientemente grande para asistir a Hogwarts. Estaba entre lo uno y lo otro, como le gustaba decir a Augustus, una parte de él deseaba seguir siendo un niñito para permitir que su padre y abuelo le dijeran que hacer, y otra parte se rebelaba y deseaba que le dieran mas responsabilidades. Su gatita, Parches, lo mantenía entretenido, ya que disfrutaba cuidarla, ella le daba interminables horas de diversión y compañía cuando sus dos mejores amigos, Blaise y Neville, no estaban. Él sabía que ella lo adoraba y él a ella también, la relación entre ellos era muy fuerte.

Aun así, él se sentía. . .insatisfecho esta temporada. Él había ido de compras navideñas con Severus esa mañana y había visto en la tienda de Quidditch el nuevo prototipo de escoba de carrera, una Starcatcher 1900, y se había quejado de inmediato para tener una. Él no pudo evitarlo, aunque sabía que Severus diría que no. La escoba era gloriosa, toda brillante y vivaz y al mirarla parecía que volara aunque estuviera quieta. Era la novedad de este año, y cualquier niño mago que amara el Quidditch quería una.

Harry sabía que la escoba era carísima, pero él también sabía que su padre era el Maestro de Pociones mejor pagado en las islas británicas, y su abuelo tenia bastante dinero también. Augustus había comenzado a enseñarle sobre su herencia el año pasado y no se había molestado en esconder el echo de que los Prince, y por extensión también los Snape, eran de dinero aristocrático. Así que Harry sabía que el dinero no era problema.

Severus lo era.

Severus se rehusaba permitirle a Harry una escoba de tamaño completo, mucho menos un modelo de carreras, al menos hasta que tuviera once años, e incluso quizás doce. Él se mantenía firme en su opinión de que un niño no podría manejar un modelo tan complejo, ni siquiera alguien con el talento de Harry.

Harry sabía eso. Pero aun así no pudo evitar preguntar. Y cuando Severus le dijo que no, que era demasiado pequeño, no pudo evitar sentirse enojado y avergonzado. Entonces hizo algo que no había echo en mucho tiempo. Él había echo tremenda pataleta, justo en medio de la tienda.

Oh, no del tipo que hacia cuando tenia tres años, cuando lloraba y se tiraba al piso, sino que la versión de ocho años, donde se ponía muy molesto y quejoso y hacia muecas hasta que parecía como si hubiera tragado una de las grageas mas desagradables de Bertie Bott. "¡Tu siempre me tratas como un bebé, Papá!" se quejo al principio, mirando malhumorado a su padre. "Ya soy lo bastante grande para una nueva escoba. La otra ya me queda chica. ¿Porque no puedo tenerla?"

Severus le dio una mirada de advertencia. "Tu sabes porque, Harry. Ahora deja de quejarte."

Harry le dio una patada al piso. "No es justo. Si soy grande para tener una mascota, puedo tener una escoba como la Starcatcher. Soy un buen volador, incluso el abuelo lo dice. Él dice que tengo talento natural."

Severus se mordió el labio exasperado. "Talento natural o no, tu no estas listo para manejar algo con tanta velocidad. No tienes suficiente experiencia y eres demasiado joven. Siento mucho que no quieras oírlo hijo, pero es la verdad. No voy a comprarte algo solo para que este guardada hasta que tengas la edad suficiente para volar y arriesgar que sea una tentación."

En ese preciso momento, Harry miro al mostrador, y vio a Draco Malfoy con su madre, Narcissa, pagando por una Starcatcher, la misma que Severus se había rehusado comprarle a Harry. Celos cubrieron a Harry como una plaga de furúnculos. Draco tendría una y Draco tenia su edad, ¡y la madre de Draco no pensaba que era demasiado pequeño! ¿Como eso era justo?

"Pero Papá, ¡mira eso!" Harry apunto a donde el propietario estaba alegremente envolviendo la nueva escoba en papel dorado y metiéndola en una caja especialmente acolchada con lentejuelas centellantes y el majestuoso logotipo — ¡Ve y atrapa una Estella Fugaz con la Starcatcher 1900! ¡Deja que tus sueños vuelen entre las estrellas! "¡Draco Malfoy tendrá una y tiene la misma edad que mi!"

"Tiene la misma edad que yo," corrigió Severus automáticamente. Luego añadió, "No me importan lo que hacen o no los Malfoy, ellos no son miembros de mi familia. Tu lo eres, y lo ultimo que necesito es que te rompas el cuello volando en una escoba que esta diseñada para un adulta."

Harry pudo oír la nota de finalidad en el tono de su padre, pero no le presto atención. Últimamente, él había estado probando sus límites con Severus, y no estaba en ánimo de dejar ir esto sin una pelea. "¡No me caeré, Papá! ¡Vuelo muy bien! ¡Mejor que tu!"

Las cejas de Severus se levantaron hasta formar una forma de V y casi fue un milagro que no se juntaran en el medio de su cara. "Henry Snape, estas buscando estar castigado durante las vacaciones. ¡Ahora cierra la boca, jovencito! ¡Tu actitud es atroz!"

"Pero de verdad la qui-e-ro," se quejo con un tono que siempre hacia que Snape se molestara mas.

"Que mal. No siempre puedes tener lo que quieres," dijo Severus, tratando de controlar su temperamento.

Harry hizo una mueca. "¡Bien! ¡Entonces se la pediré al Padre Navidad!" dijo con aire de suficiencia. "Él me la traerá si tu no me la compras."

"¿Eso crees? ¡Tendrás surte de que te traiga algo de la manera en que te estas comportando, Henry Snape! Quejándose y hacienda muecas comos SI fueras un mocoso de cinco años."

"¡No tengo cinco, tengo ocho!" grito Harry, ofendido.

"¿Oh? No me había dado cuenta por la forma en que te estas comportando como un mocoso odioso y la forma irrespetuosa en que me hablaste. No es el fin del mundo si esperas un año o dos por una Starcatcher. Mira aquí los modelos de Silverstreak. Es mas adecuada para tu edad y peso—"

"¡No! ¡No quiero esa escoba vieja!" Harry reclamo molesto. "Es un pedazo de basura. ¡Quiero la Starcatcher o nada!"

"Muy bien. Entonces no tendrás nada," Severus dijo fríamente. Y con eso tomo a Harry firmemente por el hombro y lo guío fuera de la tienda.

"¡Suéltame!" grito Harry, retorciéndose para liberarse de la mano de su padre.

Severus se detuvo y se agacho hasta mirar a su hijo directamente a los ojos. "Si no te detienes en este instante, te tomare y te llevare sobre mi hombro a cada tienda que vaya, y todos te verán siendo llevado como un mocoso malcriado. ¿Es eso lo que quieres?"

"No." Harry lo miro con la boca abierta. "¡No puedes hacer eso, Papá!"

"Puedo y lo haré si no paras este comportamiento atroz. Decide. Ahora." Severus se enderezo, con los brazos cruzados sobre su pecho, observando a su hijo con su mirada más poderosa de decepción.

Harry trago y su viejo sentido de preservación llego a su cabeza. "Esta bien," dijo de mala gana.

Severus asintió levemente y tomo su mano, pese a la vergüenza de Harry, lo hizo andar a su lado todo el camino hacia La Botica Slug y Jiggers, donde la dueña, Sandra, le dio un descuento y coqueteo con el. Severus lo habría apreciado mas si no hubiera estado aun enojado por el comportamiento de su hijo, y decidió no quedarse a "conversar", ya que con el animo en que su hijo estaba, decidió que era mas seguro apurarse, así que le deseo rápidamente una Feliz Navidad, pago por sus compras y se fue. Sandra lo miro un poco herida y por dentro se maldijo por ser insensible.

También deseaba sacudir a Harry hasta que temblaran sus dientes por ser tan molesto. A él no le gustaba esta nueva actitud, y estaba decidido a cortarlo de raíz. ¿Desde cuando a su hijo le importaba tanto tener cosas?

Visitaron varias otras tiendas, y en cada una su hijo se quejo y pidió algo, y no estaba satisfecho con que Severus le dijera que esperara hasta Navidad, ya que tenia suficientes juguetes y libros para entretenerlo hasta esa fecha. El chico puso mala cara y actúo insoportable y se rehúso a ayudar a Severus a escoger los regalos para sus amigos y para Augustus.

Al principio Severus trato de apelar al gran conocimiento de su hijo, "Pero Harry, tu sabes mas lo que le gusta a Neville y Blaise que yo, porque tu no escoges los regalos. De otra forma, ellos terminaran recibiendo algo que no quieren o necesitan."

"¿Y? pueden devolverlo."

Severus apretó los dientes. "¿No quieres darles algo especial?"

Harry se encogió de hombros. "Elige tu. A Nev le gustan las plantas y a Blaise le gusta el Quidditch."

"Ellos son tus amigos, significara mas si tu eliges los regalos," Severus trato nuevamente de sacar a Harry de su estado malhumorado.

"¡No! Elige lo que quieras, ¡No me importa!"

Ahora Severus comenzó a enojarse realmente. "Jovencito, la Navidad es la época de dar," comenzó.

"¡Pero tú no me das lo que de verdad quiero!" reclamo Harry.

"¿Eso es todo lo que te importa? ¿Tener lo que tú quieras? ¿De eso crees que se trata la Navidad?"

"Navidad se tarta de hacer listas y recibir regalos," respondió Harry, aunque muy por dentro sabía que la Navidad significaba mas que eso. Pero ahora en todo lo que podía enfocarse era en cuanto quería la Starcatcher y lo injusto que era Severus en no comprarle una y ahora tenia que esperar que el Padre Navidad le trajera una, pero ¿y si no la traía? "y todo lo que de verdad quiero es la Starcatcher."

"Bueno, no la recibirás de mi parte. Y no creas que puedes engatusar a tu abuelo para que te compre una, porque el conoce mis reglas—no escobas de adulto hasta que tengas edad escolar."

"¡Entonces Navidad realmente apesta este año!" chillo Harry, rompiendo en lagrimas. "¿Porque Draco tiene una y yo no? ¡No es justo! ¡Yo también necesito una!"

Severus contó hasta cincuenta. Mentalmente maldiciendo a los creadores de la escoba, y a Narcissa y Draco por entra a la tienda justoen ese momento y comprar la maldita cosa, y a Harry por ser tan testarudo y materialista. ¿Porque todas las cosa nuevas tenían que salir en estas fiestas? ¿Justo donde los niños podían verlas y luego volvían locos a los padres quejándose? ¡Por las barbas de Merlín!

"Niño, lo que necesitas ahora es una buena paliza y agradece que no soy tu abuelo, ¡o sino eso es lo que recibirías!" gruño Severus, su temperamento destruido completamente. "No es todo sobre lo que tu quieres. Ahora termina con estas quejas obsesivas y elige los regalos para tus amigos. O nos vamos a casa donde puedes pasar toda la tarde castigado."

Normalmente las amenazas directas funcionaban, pero esta vez no lo hicieron. Harry siguió llorando y la ultima paciencia de Severus se acabo y agarro al chico lo lanzo sobre su hombro y se Apareció de vuelta a casa, donde dejo a su hijo en su habitación, después de desaparecer todos lo juguetes y libros, diciéndole, "Puedes quedarte aquí hasta que te disculpes por tu comportamiento conmigo y dejes de actuar como un mocoso malcriado. Esa no es la manera en la que te he enseñado a comportarte."

Luego Severus cerro la puerta y bajo las escaleras totalmente confundido.

"¿En que me equivoque abuelo?" Severus le preguntó cansado al viejo, aceptando el pequeño vaso de vino que Hotspur le pasó y sentándose al frente de Augustus en el estudio del viejo Prince. "De repente se ha vuelto este. . .este quejoso, egocéntrico, chiquillo codicioso. ¿Cuando sucedió? Más importante, ¿como sucedió? Nunca le compre todo lo que quería, ni siquiera en Navidad. No lo entiendo. ¿Fui demasiado blando con el? Trate de no recompensar ese tipo de comportamiento. Pese que le había enseñado que era mejor dar que recibir, pero creo que yo. . .no le enseñe lo suficiente o sino él no seria tan. . .malditamente petulante. Le falle como padre."

Augustus se mantuvo en silencio por un total de cinco segundos, él no podía creer lo que había salido de la boca de su nieto. "¡Severus Snape, muérdete la lengua! ¿Escuchas lo que dices? ¡Estas diciendo basuras! No te atrevas a culparte por la forma en que esta actuando ese mocoso, cuando todos los niños actúan de esa manera a veces. Henry tiene un grave caso de la enfermedad de Lo Quiero ahora, que es normal en los niños de su edad. Yo también fui así cuando tenía ocho años. ¡Le falle como padre! Bah! Tu eres un excelente padre, mejor que algunos que conozco. Incluyéndome a mi."

"Yo. . . ¿lo soy?"

"Si, idiota," Augustus dijo con firmeza, mirando a un asombrado Snape a los ojos.

"Pero no soy tan estricto como tu, abuelo. Quilas ese es el problema."

Augustus tosió. "¡Severus, por Merlín! Tú y yo no vemos la disciplina de la misma manera, pero eso no significa que tú estés equivocado. Solo diferente. Y soy el primero en admitir que no fui un buen padre, viendo que nunca pude disculparme con mi propia hija por ser un idiota testarudo antes de que ella muriera. Ese es un error que no tiene disculpa." Dijo con tristeza. "Pero debes preguntarte a ti mismo, no donde te equivocaste, sino que puedes hacer para que ese diablillo vea el verdadero espíritu de la Navidad."

"¿Que debería hacer?"

Augustus aclaro su garganta. "Bueno, Severus, la respuesta no es tan simple como crees. Déjame contarte una pequeña historia. Como te dije antes, cuando tenia la edad de Henry, estaba lleno de deseos egoístas y no me importaba nada más. Ni siquiera en Navidad. Pensaba que la celebración era toda sobre mi y lo que yo quería. Hasta que mi abuelo me agarro una tarde e hizo algo que jamás olvide." Él se detuvo a tomar un sorbo de té.

"¿Que fue? ¿Te dejo colorado el trasero con una regla?" pregunto Severus, ligeramente sarcástico.

Augustus bufo. "¿Tu creerías eso no es así? Pero no, él hizo otra cosa, algo que me enseño mucho más a apreciar lo que tenia que una paliza. Él me dijo que debería parar de ser tan egoísta y apreciar lo que tenia y que debía ver como vivía la otra mitad. La mitad que trabajaba largas horas por poco dinero y que ganaba lo suficiente para apenas mantener el hambre fuera . . .y me llevo en una pequeña salida . . .solo entonces vi que la Navidad era mas que dulces, regalos y pasteles."

"¿Y crees que debería hacer eso con Harry? ¿No es demasiado joven para comprender?"

"No. Él es un chico inteligente, Severus. A veces demasiado brillante. Trata. Me curo a mi."

"Esta bien," accedió Severus. Además ¿que tenía que perder?

Augustus miro irse a Severus y espero que su consejo ayudara a su bisnieto tal y como le había ayudado a él. El veía muchas similitudes entre él y el pequeño Henry, y deseaba que Severus se le acercara y le confesara sobre su secreto respecto al niño, aunque significara confesar que había dormido con una mujer casada, o quizás ella no había estado casada entonces, ¿y simplemente le había pasado el niño a su marido como hijo? Augustus sabía que había magia—magia de mujer—que podían atrasar o acelerar un embarazo al igual que prevenirlo. Lily quizás había echo eso. Augustus estaba dispuesto a apostar que ella nunca le había dicho a Severus que era el padre del bebé y quizás Severus se había enterado después y por eso lo saco de donde los Muggles.

De cualquier manera, Augustus no quería interrogar a su nieto como al sospechoso de un crimen. Él amaba a Severus como a un hijo, y sabía como el mago valoraba su privacidad. Él no quería acusar a Severus de haber secuestrado al niño, aunque Augustus temía que eso era lo que había sucedido. Él quería, sobre todo que Severus le contara todo y confiara en él, pero hasta ahora su nieto permanecía cerrado como una almeja.

El Viejo mago suspiro. Era algo bueno que hubiera aprendido a ser paciente en sus ciento un años.

"Ponte tu capa, guantes y botas," Severus le ordeno al aun enojado Harry. "Vamos a salir."

Harry levanto la mirada por entre su flequillo. ¿Quizás su papá había cambiado de idea? Significaba que había sucedido un milagro, pero entonces. . . ¿no se suponía que Navidad era la época de milagros? "¿Vamos adonde? ¿De vuelta al Callejón Diagon?"

"Ya veras," fue todo lo que dijo Severus, luego hizo un gesto impaciente para que Harry terminara de vestirse.

Harry lo obedeció, pensando que Severus había cambiado de idea y le compraría la Starcatcher. Quizás esta Navidad no seria una que olvidaría después de todo.

"Estoy listo, Papá.".

"Toma mi mano," dijo Severus.

Harry lo hizo y Severus lo acerco mas, luego se concentro y entre un parpadeo y el otro se Apareció a su antiguo hogar en Whitechapel, cerca de San Paul. Como residente de Foxfire Hall, Severus podía usar medios tradicionales de transporte mágico en vez del Traslador que el había dado su abuelo si hacia lo decidía, las protecciones de la mansión "reconocían" su firma mágica como alguien perteneciente al hogar. El lord de Foxfire Hall también tenía la habilidad de bajar las protecciones para permitir que un niño o niña mágica pudiera entrar junto con un familiar, esa era la razón por la que los Longbottom y Zabini podían ir y venir. Sin embargo cualquier otra persona que quisiera entra, chocaría contra las protecciones y seria rechazado con fuerza. Otra protección impedía que cualquier persona pudiera obligar por medios mágicos o de otro tipo al lord a bajar las protecciones, el lord tenia que hacerlo libremente.

Severus no había vuelto a su antiguo vecindario desde que había contactado a Augustus hace tantas navidades atrás, pero lo recordaba muy bien. Su apartamento había sido el primero de una serie de seis viviendas, aunque la única donde no había niños, hasta que había rescatado a Harry del pesebre.

Harry miro alrededor, confundido y molesto. "Papá, ¿donde estamos? Este no es el Callejón Diagon. Pensé que iríamos allí para que pudieras comprarme la Starcatcher."

Severus lo miro seriamente. "¡Silencio! Te traje aquí para que aprendas algo muy importante sobre la Navidad y lo que en realidad significa. En un momento estaremos invisibles y nadie podrá vernos ni oírnos. Quiero que prestes atención a las familias aquí y te des cuenta que la Navidad no viene de una tienda. Ni tampoco se trata de solo recibir regalos del Padre Navidad."

"No entiendo."

"Lo harás. Esto es parcialmente mi culpa, te he malcriado sin intención," Severus suspiro. "Nunca quise que vivieras como yo—no importa, solo mira y escucha."

"¿Puedo hacer preguntas?"

"Si, por supuesto. Así es como se aprende." Entonces Severus lanzo dos hechizos de Invisibilidad y de Silencio hacia el mismo y su hijo y desaparecieron de la vista. Cuidadosamente guío a Harry fuera del callejón donde habían aparecido hacia el segundo edificio donde sabia que había familias con niños. O por lo menos los habían cuando él vivía ahí.

Y de seguro, allí habían familias viviendo con hijos pequeños y no tan pequeños, aunque no eran los que el recordaba, no importaba. El guío a Harry por las escaleras hasta el segundo piso y cuidadosamente con un hechizo abrió la puerta y entraron al apartamento.

Harry arrugo su nariz ante el olor de cañerías oxidadas y basura, mezclada con el aroma de canela y azúcar. "Huele extraño aquí," dijo.

"Es porque la plomería esta goteando," le dijo Severus.

"¿Entonces porque no la arreglan?"

"Porque no tienen dinero. No todos viven en una bonita mansión como Foxfire Hall, hijo. Millones de personas viven en viviendas deterioradas como esta y tienen que hacer lo mejor posible."

Harry miro alrededor. El apartamento estaba destartalado y las únicas luces provenían de bombillas desnudas en lo alto del cielo. Las paredes estaban pintadas de un color amarillo y algunas tenían hoyos en ellas, que habían sido cubiertas con guirnaldas caseras y dibujos hechos por los niños que vivían allí. Había una raída alfombra azul en el piso, con machas de café y otras cosas desagradables. El mobiliario tampoco estaba en buenas condiciones, el sofá tenía agujeros en su tapiz, nada coincidía.

Harry observo. "¿porque alguien querría vivir aquí?"

"Porque es mejor que vivir en la calle," le explico Severus. "Al menos aquí tienen un techo bajo sus cabezas, calor y luz. Y muebles donde sentarse aunque no hagan juego."

"¿Porque no tienen muebles que hagan fuego?"

"Porque necesitan dinero para pagar la renta, alimentarse y vestir a sus familias. Los muebles a juego no son importante."

El apartamento era pequeño y abarrotado, el viejo radiador bajo la ventana crujía y Harry sentía calor y frío. Vio un pequeño árbol de navidad sobre una pequeña, vieja y redonda mesa al lado de la ventana. Estaba escasamente decorado con unos cuantos adornos baratos, retazos y una estrella de plástico en la punta. Era el árbol de Navidad más penoso que Harry había visto.

Él abrió la boca para preguntarle a Severus porque no tenían un árbol verdadero, pero la cerró. Él ya sabía que la respuesta seria porque no tenían dinero. Por primera vez Harry comenzó a comprender como la falta de dinero podía afectar a las personas.

Entraron mas en el apartamento y Harry vio que solo había dos dormitorios y las niñas que vivían allí compartían un cuarto, había una litera, un aparador y un closet que tenia el tamaño del armario de la ropa de cama de Harry en la mansión. Estaba lleno de vestidos, jeans y poleras para niñas de dos edades diferentes.

Harry miro alrededor por juguetes y solo vio una solitaria muñeca con el pelo parado con en un destartalado vestido, un perro y un león de peluche maltratados, además de lápices de colores y una caja de crayones. Eso era todo.

Encima del aparador había unos sencillos tubos de brillo labial y joyería de plástico, del tipo que podías conseguir en una tienda de cincuenta peniques, hechos de plástico y metal barato. También había un espejo trizado y recortes de preciosos animales y de un hermoso árbol de Navidad con muchos adornos y luces y en el margen estaba escrito lo siguiente ¡Algún día quiero uno como este!

Yo también si viviera aquí, pensó Harry.

Entonces oyeron el sonido de pies subiendo la escalera. Harry fue a esconderse tras Severus, hasta que recordó el hechizo y se quedo donde estaba. La puerta del apartamento se abrió y dos chicas entraron, una como de la edad de Harry y la otra como de once o doce años. Ambas usaban sencillas faldas, blusas blancas con cuello, calcetas hasta la rodilla y mocasines negros. La chica mayor tenía el cabello tomado en una cola mientras que la menor tenía dos trenzas afirmadas con una cinta azul. Ambas tenían abrigos que eran demasiado grandes y mitones que habían sido tejidos con lanas de diferentes colores.

Se pararon un momento en el medio de la sala, sacudiendo sus pies y temblando. "Ohh, pero aquí no hace mas calor que afuera, Mitzi," dijo la chica mayor. Ella camino hacia el radiador y le dio una patada. "¡Maldita cosa vieja! Otra vez no funciona. Desearía que mamá pudiera comprar uno nuevo."

"Demasiado caro, Carla," murmuro la mas pequeña, ella fue a parase al lado de su hermana, poniendo sus manos cerca del radiador para calentarlas.

Harry vio que las dos hermanas tenían cabello rubio, ojos oscuros y tenían las mejillas coloradas debido al frío.

Estuvieron allí como cinco minutos tratando de calentarse antes que Mitzi se alejara y dijera, "Tengo sed, Carla."

"Hay un poco de leche en la nevera, pero ten cuidado de no beberla toda. A mamá no le pagan hasta el final de la semana"

La niña asintió y se dirigió a la pequeña cocina, Harry observo cuando regresó y sentó en el sofá con un pequeño vaso de leche y un trozo de pan blanco. Ella no se la bebió de golpe como él normalmente hacia con sus bocadillos, sino que bebió y comido lentamente y se lamió los dedos cuando termino.

"Carla, ¿crees que tenemos suficiente dinero para comprarle un regalo a mamá este año?"

La niña mayor se dio la vuelta y se encogió de hombros. "No se. Busca tu calceta y mi caja y contaremos el dinero. Me dieron dos peniques por darle al viejo Asher la latas vacías que encontré."

Mitzi se dirigió a la habitación, casi chocando con Harry al hacerlo.

El dio un salto y se acerco a Severus. "Papá, ¡ella casi me toco!"

"Esta bien, Harry. Mi magia evitara que nos vea, escuche o sienta." Le aseguro Severus. Pero se alejaron un poco de la puerta del dormitorio para que Harry se sintiera confortable.

Ella regreso después con una calceta verde atada en un extremo y una caja de zapatos que tenia escrito ¡Privado—No tocar! Con marcador rojo. "Aquí están."

Carla se sentó en el viejo sofá y cuidadosamente abrió la caja de zapatos primero y luego la calceta de Mitzi y puso las monedas en extremos diferentes de la mesa. "Tu cuentas las tuyas y yo las mías, luego yo sumare."

Les tomo menos de cinco minutos contar el dinero.

"85 peniques," anuncio Carla.

"¿Es suficiente para compare la caja de burbujas de baño?"

Carla se mordió el labio. "Quizás. Mientras no haya subido el precio."

Harry miro a Severus. "¿Eso es mucho?"

Severus meneo la cabeza. "No. ni siquiera es una libra. Son casi tres Sickles o dos Sickles y trece Knuts."

Harry parpadeo. "Pero eso. . .con eso podrían comprar una barra de chocolate. Quizás dos si no son muy grandes."

"Si, y han juntado todas esas monedas para comprarle un simple regalo a su madre."

"No es mucho." Él volvió su atención a las dos niñas.

"¿Crees que le gustara, Carla? Creo que es lindo, huele a rosas."

"Claro que si. Y le haré una tarjeta y será genial."

Mitzi suspiro. "Desearía poder comprarle un regalo de verdad. Como un nuevo abrigo. . O pendientes. Como las demás chicas de la escuela."

"Oye. Tú sabes lo que mamá siempre dice. No es lo que uno recibe de regalo, si no la intención lo que cuenta."

"Desearía entonces que mis intenciones se volvieran reales," dijo Mitzi con nostalgia.

"¡Tontita!" le dijo Carla con afecto. "Algún día me volveré una actriz famosa, tendremos todo el dinero que queramos. Montones."

"¿Cuanto?"

"Tanto que. . . ¡empapelaría mi pieza con el!" dijo Carla riendo.

"¿Y que mas. . .?"

"Tendremos suficiente para vivir en una gran casa y mamá tendrá un auto para ir a trabajar y le compare zapatos nuevos y ropa nueva. . ."

"¿Como Minnie Miller? Le compraron un vestido nuevo para Navidad. ¡Dijo que era de seda roja y había costado 40 libras!" exclamo Mitzi.

Carla silbo.

"Desearía tener un vestido de seda como ese."

"Tu puedes. Solo cierra tus ojos y sueña." Le aconsejo Carla.

Mitzi suspiro. "Desearía que fuera real y no un sueño."

"Algún día lo será. Pero por lo menos ahora los sueños son gratis," le dijo su hermana.

Severus sonrío con tristeza. Él también podía recordar noches cuando era pequeño en que los sueños era lo único que lo hacia soportar la vida en Spinner End. "¿Te das cuenta, Harry? Los sueños dan esperanza, y eso es más valioso que los galeones. Y mejor que cualquier regalo."

Harry las miro unos minutos mas, tratando de comprender como los sueños podían ser mejores que las cosa reales. Extrañamente, las niñas se veían felices pese a vivir en un lugar del tamaño de una de las salas en Foxfire Hall que tenia mala calefacción y olía mal y que solo podían comprar un regalo que equivalía a una barra de chocolate.

Él se rasco la cabeza, confundido.

"Vamos, Harry." Severus dejo el pequeño apartamento, llevando a Harry a otro donde una madre con sus tres hijos estaba horneando galletas de jengibre de una simple caja lista, salían doce, y cuidadosamente los estaban guardando para Navidad envueltos en plástico en un plato de papel.

"¿Crees que nos darán la canasta de Navidad este año mami?" pregunto un niño pequeño con un jersey y jeans con un parche.

"Quizás, Tim. El obispo Paúl quizás escogerá nuestro nombre de la lista nuevamente," le respondió su madre, ella era delgada y se veía cansada, usaba una vieja polera con lunares y pantalón café. Parecía tener como veintiocho.

"Ojala tenga pavo," dijo otro niño, parecía tener nueve.

"Yo quiero pollo. Es mas rico." Dijo una niña como de siete.

"No."

"¡Si!"

"¡Andrew y Lisa, dejen de discutir! Deberían agradecer la comida que ponemos en sus bocas. Con su padre siendo despedido por el cierre de la fabrica, deberían estar felices de no tener que comer carne enlata y manzanas como otros que conocemos."

Los niños hicieron una mueca, y dejaron de discutir.

Severus le explico a Harry que la iglesia de San Paúl daba canastas de Navidad a algunas de las familias de la parroquia. "Las canastas son donadas por otras familias que pueden costear una para darle a la gente mas pobre. Pero nunca hay suficientes, por eso hacen una lista y si tienes suerte, el nombre de tu familia es escogido. Sino, uno se conforma con lo que tiene."

"¿Pero. . .pero si no tienes mas que sopa. . .y galletas?"

"Entonces eso es lo que comes," respondió Severus.

Harry pensó en eso. Era muy extraño pensar que la comida de una familia provenía de otra persona o que la cena de Navidad no tuviera un gran pavo con salsa y puré de patatas, salsa de arándanos, ensaladas y dulces.

Él miro el rostro de los niños, eran delgados pero no se veían muertos de hambre y en realidad no se veían tan preocupados por lo que comerían en Navidad. Él pensó en su cena navideña y se pregunto que pensarían estos niños de ella.

Y creyó que ellos preferirían eso antes que algún juguete.

Severus llevo a Harry por todo Whitechapel y finalmente le mostró el orfanato donde una vez había considerado dejarlo. Fue ahí que Harry aprendió que a veces el deseo mas profundo no es por cosas materiales, como juguetes, ropa o comida, sino por una familia.

"¿Entonces porque nadie los adopta?" pregunto. "¿es porque son traviesos o malos?"

"No, hijo. No es porque hayan echo algo. Es solo que. . .hay muchos niños huérfanos y no mucha gente dispuesta a recibir un niño extraño en su casa, especialmente si son mayores."

"¿Entonces porque no le piden al Padre Navidad una familia?"

Severus casi quedo pillado con esa pregunta. Pero su astuta mente Slytherin rápidamente proveyó una respuesta. "A veces ni siquiera el Padre Navidad puede cumplir todos los deseos, Harry. Y muchos de estos niños ya no creen en el y él no puede venir a donde no creen. . ."

Harry comprendió y de repente se imagino como sentiría si fuera como uno de esos niños, solo, sin su padre y abuelo, sin Hotspur y Lina. "No es Navidad sin familia," dijo, y le dio un fuerte abrazo a Severus. "O si lo es, no es una buena."

"No, y esos niños solo se tiene a ellos mismos y aun así Navidad viene." Severus se arrodillo y tomo a su hijo gentilmente por los hombros, pensando pero por el destino, este pudiste ser tú, si yo no te hubiera encontrado cuando lo hice y si Augustus no nos hubiera recibido."¿Entiendes ahora porque yo estaba tan enojado contigo por hacer una pataleta por una escoba? ¿Entiendes que tienes que aprender a apreciar las cosas que crees seguras, Harry? ¿Como ropa calida un techo sobre tu cabeza y una familia con la que compartir las fiestas?"

Harry asintió lentamente. "si señor."

Severus vio la comprensión iluminar los ojos esmeraldas y dio una pequeña plegaria de agradecimiento. "Y. . . ¿sabías tu que yo una vez fui como esos niños que te mostré?"

"¿Tu fuiste? Pero yo creí. . ." Harry estaba atónito.

"¿Tu pensaste que crecí en Foxfire Hall rodeado de elfos y dinero?" Severus meneo la cabeza. "No, Harry. Yo crecí pobre y luchando, mi padre era un Muggle que gastaba todo el dinero del trabajo de mi madre bebiendo y viví en una casa donde se colaba el frío y donde no había suficiente para comer y tenia suerte si me daban tres regalos en Navidad. No fue hasta que entre a Hogwarts que aprendí lo que era un verdadero festín navideño, o vi un árbol que estuviera decorado con otra cosa que no fueran adornos de papel o plásticos. Oh, si, yo recuerdo. . .y es por eso que todos los años doy donaciones al orfanato y a la iglesia de San Paul."

"¿Hace alguna diferencia?"

"Eso espero. Cada poquito ayuda. ¿Recuerdas todos esos villancicos que cantaste hace una semana? ¿Cuantos de ellos hablaban sobre regalos? Solo uno o dos ¿Cierto? ¿Pero la mayoría de que hablaban?"

Harry frunció el ceño y pensó. "Ayudar a las personas. Paz, amor y buena voluntad hacia los hombres," recito.

"Muy bien. De eso se trata la Navidad. No de tener la escoba mas costosa porque la quiero o Draco Malfoy la tiene." Dijo Severus. Luego se Aparecieron de vuelta a casa, donde llevo a Harry a su habitación, lo sentó en su regazo y le dijo, "Ahora, voy a leerte una historia. Este libro era mío cuando era un niño y lo leía en época de Navidad una y otra vez." El convoco un libro viejo y maltratado del clásico del Dr. Seuss, Como el Grinch se robo la Navidad.

Luego se lo leyó a Harry, que escucho atentamente, hasta que termino.

Severus cerró el libro y se lo dio a su hijo. "Toma. Ahora es tuyo. Puedes leerlo nuevamente si lo deseas, pero quiero que pienses lo que leíste en este libro sobre el significado de la Navidad y lo que viviste conmigo hoy. Espero que hayas aprendido algo."

El puso a Harry de pie. "Te llamare cuando sea hora de cenar."

Harry miro a su padre dejar la habitación, aferrando el libro. Luego se sentó en su cama. Tenía tanto que pensar. Y mucho por lo que estar agradecido.

El miro alrededor de su habitación y pensó en todo lo que había visto y oído y en todo lo que había aprendido este día. Y por primera vez comenzó a sentirse avergonzado por como se había comportado. En realidad se había comportado como un mocoso malcriado. Él tenía mucho más que aquellos niños pero aun así quería más. Él pensó en el Grinch y como había querido robar la Navidad, solo para darse cuenta que la navidad no eran los adornos y regalos, era algo que uno sentía en el corazón.

Algo que él había dejado de sentir.

Hasta ahora.

Luego salto de su cama y comenzó a revisar su baúl de juguetes y los estantes en su closet.

Cuando Severus fue a buscar a Harry para la cena, encontró una pila de juguetes y libros en el medio del piso. "Harry, ¿que significa esto? ¿Porque esta tan desordenada tu habitación?"

Harry miro sin miedo a su alto padre que estaba con el ceño fruncido. "No es un desorden, Papá. Estaba revisando mis juguetes y. . .bueno, no necesito todos estos. Y pensé que quizás los otros niños los querrían, los del orfanato, porque son para niños magos y los Muggles no pueden tener juguetes mágicos. Así que elegí algunos libros para los Muggles." Él hizo un gesto hacia la pila de libros esparcidos en el montón.

"¿Quieres hacer una donación al orfanato?" pregunto Severus, su ira desapareció. "¿Y a esos niños en Whitechapel?"

"Si señor."

"¿Estas seguro que quieres hacer esto?"

"Si."

"¿Porque?"

"Porque es como me dijo. Navidad es un tiempo para dar. Y esto es todo lo que tengo para dar." Luego añadió, "Siento mucho la pataleta de antes y por haber respondido de esa manera."

Severus sonrío. "Estoy orgulloso de ti, Harry." Luego se arrodillo y convoco varias bolsas mágicas para guardar todo. "Gracias por pensar en los demás y no solo en ti. Te perdono por tu mal comportamiento. La próxima vez trata de controlarte." El hizo una nota mental de agradecerle a Augustus por su consejo.

La mañana de Navidad llego y Harry abrió sus regalos. No había una Starcatcher bajo el árbol, pero Harry no se sintió decepcionado. . .bueno no mucho. Después de desayunar, comenzó a preguntarse por el saco de juguetes que él y Severus habían dejado en el orfanato, con una simple nota que decía-Feliz Navidad para todos, de Harry. ¿Les habrían gustado los juguetes? ¿Habría suficientes para todos? También habían dejado libros y cintas para el cabello a las dos hermanas y una canasta navideña a la otra familia de Whitechapel.

El se levanto de su asiento, paso sobre su gata, que estaba dormida al lado de su silla, y susurro algo al oído de Severus.

"¿Quieres ir donde?" Severus estaba asombrado. "¿Ahora?"

"Por favor, Papá. Necesito ver."

"Muy bien. Abuelo, volveremos pronto."

Augustus los miro confundido. "En nombre de Merlín ¿a donde van tan temprano en la mañana de Navidad, Severus?"

"Te contare cuando regresemos," dijo Severus, luego él y Harry se pusieron sus abrigos y guantes y se Aparecieron primero a Whitechapel. Dentro del pequeño apartamento, Mitzi y Carla exclamaban sobre los abundantes regalos, por las brillantes cintas para el cabello y los hermosos libros ilustrados de los clásicos de los Hermanos Grimms y Hans Christian Anderson, empastados en suave cuero.

"Mamá, ¿como pudiste pagar por estos?" pregunto Carla, con la boca abierta, pasando su mano una y otra vez por al cubierta.

"Yo. . .no fui." Dijo su madre, mirando fascinada los regalos que habían aparecido bajo su destartalado árbol, envueltos en brillante papel. "Debió ser el Padre Navidad."

Su hija mayor rodó los ojos y Mitzi aplaudió y grito. "¿Viste? ¡Te dije que era real, Carla!"

"Mamá, de verdad. . . ¿de donde los sacaste?" susurro Carla.

"No fui yo, Carla. Cuando vine a dejar los regalos bajo el árbol ya estaban aquí. No se de donde vinieron."

Carla parpadeo. "¿Pero podemos quedárnoslos?"

Su madre asintió y luego se pregunto quien podía haber echo algo así. Ninguno de sus vecinos tenía el dinero como para comprar algo como esto, menos para niños que no eran los suyos. Quizás Mitzi tenía razón y existía un espíritu de la Navidad.

"¡Les gustaron!" dijo Harry, sonriendo. Se sentía absurdamente feliz.

"Por supuesto. Cuando era un niño, algunos de mis mejores amigos eran libros," le dijo Severus, alborotando su cabello, que cada año oscurecía aun mas. Y aun lo son, pensó el Maestro de Pociones con cariño.

Luego se marcharon y volvieron a ver las mismas caras de incredulidad y encanto en los rostros de la otra familia. Severus les había dado una canasta navideña al estilo Foxfire Hall, con todo tipo de cosas ricas, mas juguetes y libros que él y Harry habían comprado en tiendas de Londres.

"Un ángel o un Buen Samaritano debió enviarla, Ralph, ¡porque ni en San Paul han dado algo tan grandioso!" la asombrada madre le decía al esposo que miraba con los ojos bien grandes como sacaba cosas de las canasta que parecía no tener fondo. "No se como cayo todo esto aquí. Oh, mira, un verdadero pastel de fruta con brandy, ¡Como los que hacia mi madre! ¡Y un jamón glaseado!"

"¡Mira que grande! ¡Es un milagro!" exclamo el marido, mientras alrededor de ellos Andrew y Timmy jugaban con su nuevo tren, que lucia muy parecido al Expreso de Hogwarts, y Lisa mecía su suave nueva muñeca en sus brazos que tenia el cabello rojo y ojos verdes como cierta chica que Severus había conocido.

Harry aguanto una risita al ser comparado con un ángel. Que tontita la señora, ¿Acaso ella no sabia que los ángeles tenían alas?

Finalmente, se Aparecieron al orfanato.

Escondidos con la magia de Severus, observaron desde el vestíbulo, y Harry vio a todos los chicos jugando alegremente con las cosa que había enviado, incluso los mayores que decían ser " muy grandes" para ese tipo de cosas. Algunos estaban leyendo los libros que él había dado, y Severus había donado aun mas textos adecuados para niños de todas las edades.

Todos estaban alegres y disfrutando de los regalos incluso las brujas que estaban a cargo del orfanato sonreían

"Mira, no es maravilloso, Bess, verlos tan felices y bueno. . . ¿tan despreocupados esta Navidad?"

"Lo es, Beatrice. Nunca los he visto tan emocionados, y todo es por el regalo de último minuto que encontramos en la entrada. Desearía saber quien es este "Harry" para poder darle nuestros agradecimientos. ¡Por un regalo tan atento y generoso! ¡Algunos de esos libros se veían nuevos! Y mágicos. . ."

Harry sintió como se alegraba su corazón al oír las palabras de la bruja y vio la alegría que su regalo había traído a aquellos que no tenían mucha alegría en su vidas. Y se sintió mejor que haber recibido la Starcatcher. Mucho mejor.

Una línea del libro del Dr. Seuss entonces floto a su cabeza. "Quizás la Navidad, pensó, no viene de una tienda. ¡Quizás la Navidad. . .quizás. . .significa mucho mas!"

Él giro su cabeza y miro a Severus, sin el cual jamás habría aprendido esa lección, y dijo, "Papá, ¿podemos hacer esto nuevamente el próximo año?"

"¿Así que te gusto jugar a ser Padre Navidad?" pregunto su padre, su corazón alegrándose al oír esas palabras de su hijo.

"Si. ¿Podemos?"

"Podemos, Harry. Y ahora, dejémoslos con su feliz Navidad y volvamos a casa a hacerle compañía al abuelo. Porque nadie debe estar solo en Navidad." Entonces los dos volvieron a Foxfire Hall, y mientras Severus se sacaba los guantes pensó que quizás Augustus había tenido razón y no era tan mal padre después de todo.

Excepto que había una lección que no quería que Harry aprendiera nunca, y era como mantener un secreto por años y años. Él sabía que se acercaba el tiempo en que Harry asistiría a Hogwarts y temía ese momento, porque sabía que tendría que reveler la verdad sobre el pasado, y temía nunca poder tener el coraje de decirle al niño que adoraba mas que nada en el mundo que era un huérfano y que el hombre al que le decía "Papá" era un mentiroso. Él temía el rechazo de Harry más de lo que temía la reacción de Augustus, y por eso guardaba silencio. Era mejor dejar que el niño mantuviera su inocencia unos años más.

Severus guardo los guantes en el bolsillo del abrigo, luego fue a sentarse con su familia, su corazón pesaba con el gran secreto que cargaba, el secreto que podría destruir a su familia si lo decía en voz alta.


Continue Reading

You'll Also Like

13K 1K 29
Finalmente, Harry está listo para un verano perfecto con su padrino y amigos, o eso comienza. Pero ser Harry Potter significa que nada puede permanec...
284K 27.1K 39
Un accidente en pociones deja a Harry convertido en un bebé y Dumbledore no tiene mejor idea que poner al bebé Harry al cuidado de un malhumorado Se...
58.3K 6K 15
Nota; Todos los personajes de Naruto son de M.K Ella sale con un chico diferente durante siete días, lo equivalente a una semana y al finalizarla la...
256K 26.1K 30
No Quiero Ser Un Héroe / Autor original: Etherian / Traductor: The Snarry's Archivist ~Disclaimer: Los personajes son propiedad y autoría de JK Rowli...