#MaeDay
Epílogo.
—Mae, Zeke volvió a la cocina por galletas —habló el pequeño saliendo de la cocina.
—Dile a Zeke que voy a poner purgante en la comida, y él no sabrá cuándo.
—¿Qué es eso?
—Es un líquido mágico que los niños no tocan.
—¿Y qué hace eso? —preguntó.
—Es un imán para baños. Cuando la gente lo toma, hace que...
—Mae, ¿qué haces? —preguntó Mia mirándome.
—Nada —Me levanté poniendo las manos atrás.
—Mami, la tía Mae dijo que le va a dar un líquido mágico a Zeke por comerse las galletas de la cocina.
—¿Yo? —pregunté tocando mi pecho y miré alrededor.
—Mae... deja de meterle ideas raras en la cabeza a mi hijo —Mia entrecerró los ojos y cargó al pequeño tornado—. Luke, ve a la cocina, toma a Zeke de las orejas y llevalo hacia donde está el tío Joedi, ¿sí?
—Sí, mami —Mi amiga dejó a su hijo en el suelo, y él corrió a la cocina, obedeciendo al pie de la letra a su madre. Zeke salió cargando a Luke mientras este halaba de su oreja.
—Mia, ¡dile a tu hijo que me deje!
—¡No! ¡Te comiste las galletas que hizo Mae para la fiesta de mi papi! —gritaba, y salieron de nuestra área visual.
Yo reí mientras me dirigía a la cocina, Mia me siguió.
—Mae...
—Dime.
—¿Estás bien?
—Sí, ¿por qué?
—Porque no lo estás.
—No sé de qué hablas. Es solo que estoy cansada.
—Sí, claro. Estás cansada —Mi amiga rió negando con la cabeza—. Sigue con tu vida, Griffin. Te conozco hace ocho años, tu hermano y yo nos casamos hace cuatro... los conozco como si los hubiera parido.
—Okay, enloqueciste —reí sacando las galletas del horno.
—¿Quién enloqueció? —preguntó él entrando a la cocina.
—Tu esposa.
—Bueno, eso ya lo sabía —Yo giré a mirarlo y me sonrió—. Hola, Muffin —Joseph se acercó a mí, tocando mi estómago y besó mis labios suavemente.
—Cuida tus palabras, Gunn.
—Oigan, lamento cortar su momento de amor y esas cosas, pero... ¿hay algo de lo que me estoy perdiendo? —preguntó señalando la mano de Joseph, que aún tocaba mi estómago.
—No hay un bebé, si es lo que piensas. Solo que Joseph...
—Ambos...
—Bueno, sí... ambos queremos un bebé.
—Quiero una niña —sonrió rodeando mi hombro.
—Dios, Luke la va a sobreproteger, ¿lo saben?
—Sí, tal vez... —reí mirando al pequeño, jugaba videojuegos con Zeke y lo estaba empujando para que pierda.
—Pues serán los mejores amigos —habló Joseph orgulloso— le pagaré para que sea su guardaespaldas.
—Joseph, deja a tu hija en paz. Aún no nace y ya la estás molestando —reí reemplazando las galletas que Zeke se comió y mi teléfono sonó.
De: Darth Vader.
Hora: 12:20 pm.
«Llego en 15».
—Derek llega en quince minutos —anuncié y mi teléfono volvió a sonar.
«12, 11, 10, 9...»
Eché una carcajada y caminé hacia la puerta, siendo seguida por los demás.
—¡¡Bienvenido!! —gritamos alzando los brazos y fue Max quien apareció antes.
—Oh, familia. Se siente tan bien estar en casa —Apretó los labios y abrazó a Joseph, que estaba más cerca.
—Hola a todos —Derek entró con todas las maletas, se quitó las gafas de sol y Luke corrió a abrazarlo.
—¡Papi! —El pequeño emocionado, no quería soltar a mi hermano. Me estremecí, no quería contarles lo que pasaba en ese momento.
—¿Tú no estabas en Nueva York, no sé... haciendo tu vida? —pregunté, Max sonrió abrazándome y suspiró.
—Sí, pero necesitaba vacaciones. Estoy por graduarme de la universidad, ¿bien? Los extrañaba. Derek pasó por Nueva York hace unos días antes de terminar la gira de su obra de teatro y decidí acompañarlo.
—Nosotros también te extrañábamos, mínimo —Mía sonrió tocando su hombro y Max asintió. Pero luego me miró.
—¿Estás bien?
—¿Por qué todos me preguntan eso? Estoy bien, no pasa nada —suspiré y me senté.
—¿Qué hiciste? —Max miró a Joseph y bufé levantándome para alejarme de ahí. Necesitaba aire, así que salí al jardín.
—Soy su mejor amiga.
—Lo sé, Mia... pero quiero hablar con ella. Soy su mejor amigo también.
Los oí discutir, y al parecer, Joseph ganó.
—¿Deseas una galleta? Las preparó mi esposa, le quedan muy ricas —mencionó poniendo una frente a mí, sonreír y la tomé.
—Gracias.
—No quiero hacer esta pregunta, porque sé que no quieres oírla, pero... ¿qué te pasa?
—No es fácil —suspiré sentándome en el pasto—. Dios, en serio es muy difícil.
—Bueno, quiero ayudarte. Dilo como puedas.
Bufé y me tapé la cara.
—Fui a hacerme algunos chequeos y decidí pedir algunos exámenes también... solo para saber.
—¿Exámenes? —Me miró preocupado, yo asentí.
—Sí, varios...
—Pero, ¿de qué?
—Uh, anemia y... esas cosas.
—Ajá, ¿y qué pasó?
—Salí bien en ese examen —Empecé a llorar mientras hablaba y Joseph tocó mi espalda para tranquilizarme.
—Mae, no puedo ayudarte si no me dices.
—No podemos tener hijos... Joseph.
—¿Qué? —preguntó incrédulo con los ojos rojizos y tomó mis manos.
—Es por mí, no... —suspiré y cerré los ojos—. Soy yo quien no puede tener hijos.
—Vamos a salir de esto, Muffin. No te culpes, por favor —Se limpió las lágrimas del rostro y procedió a limpiar las mías—. Eres tú la que me enseñó a no rendirse, ¿no? Hay tratamientos...
—No tenemos tanto dinero para pagar esos tratamientos, Joseph —Él tomó mi rostro y besó mi mejilla.
—Basta, deja de hacer eso. Vamos a salir de esto juntos.
—¿Aunque no podamos tener hijos?
—Siempre está la opción de adoptar, ¿no?
—No había pensado en eso —susurré mirándolo detalladamente. No era real, ¿cómo podía estar casada con ese hombre?
—Te amo, estamos juntos en esto. En las buenas y las malas, Muffin.
—También te amo, Capi —Me volví a quitar las lágrimas y lo abracé—. Perdón.
—No me pidas perdón, no hay razón para hacerlo.
—Te amo, te amo, te amo —repetí sin soltarlo y sonrió.
—Yo más, no sé qué haria ya sin ti, duende.
—Me caes mal —lloré y sorbí la nariz mientras el reía.
—Oye, nos están mirando —susurró y giré a ver. Todos nos miraban desde la ventana, y salieron corriendo cuando los noté, el único que se quedó fue Max, que corrió en cuanto notó que se habían ido.
—Será mejor que vayamos —sonrió tomando mi mano y me levanté.
Y así fue como un par de años después, luego de muchos papeleos, la conocimos. Era tan pequeña, tenía cinco años. Nos enamoramos al instante, y cuando nos enteramos que se llamaba Heather, todo empezó a conectar.
—¿Entonces son mis nuevos papis? —preguntó mientras le ponía el cinturón de seguridad.
—Desde ahora y para siempre.
—¿Por qué lloras? —preguntó tocando mi cara, yo sonreí y tomé su mano.
—Estoy feliz de tenerte aquí, bonita.
—Yo también estoy feliz —Heather mostró sus pequeños dientes y besé su frente para luego cerrar la puerta del auto y caminar hacia mi asiento de copiloto.
—También estás llorando —reí tocando la mano de Joseph, él me miró y asintió.
—No puedo evitarlo, es...
—¿A dónde vamos?
—Eh... —Se limpió el rostro y giró a verla—. Vamos a conocer a la familia. Ahora mismo, vamos a casa de... tu abuelo —sonrió asintiendo—. De tu abuelo.
—¿Tu papá?
—No, el mío... Los papás de Joseph están de vacaciones en México justo ahora.
—¿Y tu mamá? —Ladeó la cabeza y suspiré
—Bueno, ella ya no está aquí. Está en el cielo.
—¿Por qué? —preguntó. Joseph empezó a manejar.
—Porque mi mamá era como una superheroína.
—¿En serio? —Me miró asombrada y asentí.
—Sí, y se fue al cielo rescatando a alguien.
—¿Y cómo se llamaba?
—Heather —Le sonreí y sus ojos se abrieron más.
—¿Como yo?
—¡Sí! Igual que tú. Y ahora conocerás a mi papá y a mi hermano.
—¿Son buenos?
—Son muy buenos, también conocerás a mi mejor amiga... ella y mi hermano tienen un hijo que es casi de tu edad.
—¿En serio?
—Sí, su nombre es Luke.
—Y tal vez nos encontremos con Zeke, es mi mejor amigo.
Al llegar, Max esperaba en la puerta con un cartel que decía "Bienvenida, Heather".
—¿Sabes que tiene cinco años y no sabe leer?
—Sí, pero pretendía leerlo yo —Max apartó a Joseph y corrió para abrazarla— Hola, pequeña humana. Soy Max.
—Hola, Max —rió abrazándolo—, soy Heather.
—¡Mamá! ¡Zeke no me deja jugar! —gritó Luke desde adentro y Heather me miró.
—Él es mi sobrino, Luke. Ven, mi amor —tomé su mano luego de que Max la dejó en el suelo y caminamos dentro de la casa.
—Mia... —Ella giró a vernos y sonrió emocionada—. Te presento a Heather, nuestra hija.
—¿Heather?
—Se llama Heather —asentí emocionada. Mia se acercó y la abrazó.
—Hola, soy Mia...
—¿Eres tuya? —preguntó confundida, Mia giró a verme lentamente y papá se carcajeó fuertemente desde la cocina.
—¡Es igual a su abuelo! —Mia se rindió y reí.
—Hola, minimí, soy tu abuelo. Abrazame —Papá estiró los brazos y Heather corrió a abrazarlo.
—¿Minimí?
—Es una versión pequeña de mi persona. Le diré Mini.
—Mami, ya tengo un apodo —Heather me miró y mi corazón latió fuerte. Me había dicho "mami" con tanta naturalidad.
—Sí, mi amor —asentí sonriendo y otra lágrima cayó. Una mano tocó mi hombro y ni siquiera tuve que mirar, sabía que era Joseph— ¿La escuchaste?
—Te dijo mami.
—Quiero llorar.
—Ya lo estás haciendo —rió mirándome y giré para estar frente a frente— Oye, Muffin...
—¿Sí?
—Estoy tan enamorado de ti.
—Y yo de ti, hasta te daría un beso.
—Yo lo aceptaría.
Sonreí rodeando su cuello y entrelacé los dedos para acercarme lentamente. Nuestros labios se unieron y cerré los ojos.
—Oigan, estamos todos aquí —mencionó Max apoyando la mano en la pared mientras mi hermano bajaba las escaleras.
—¡Peter Pan! —gritó Heather emocionada y corrió a abrazarlo. Yo la miré confundida y nos acercamos.
—Heather, él es tu tío Derek... no es...
—¡Es Peter Pan!
Mi hermano rió mirándome y cargó a la pequeña.
—¿Es de «Phoenix Orphanage»?
—Sí, ¿por?
—El otro día estuvimos presentando la obra de Peter Pan como regalo del día del niño.
—¿Cómo es que no sabía eso?
—Estaban muy ocupados buscando el local para el restaurante...
—¿Qué? —preguntó papá mirándome emocionado y me golpeé la frente.
—Bueno... era una sorpresa. Gracias, Derek —Joseph miró a mi hermano, pero él solo encogió los hombros.
—Pensábamos decirlo en la noche, junto con una cena... pero en fin, sí. Joseph y yo estuvimos ahorrando dinero estos años y... vamos a tener un restaurante.
—¡Eso es genial! ¿Por qué no sabía nada? —preguntó Mia abrazándome.
—Era una sorpresa para todos, Derek nos descubrió el otro día, se supone que iba a guardar el secreto —Mi hermano no paraba de reírse.
—Felicitaciones, hijos —Papá nos abrazó y Heather estiró las manos para que Joseph la cargue.
—¿Tendrán un restaurante?
—Sí, somos chefs.
—¿Como el ratoncito de la película?
—Sí, aunque el que tiene cara de ratón es Derek —mencioné mirando a mi hermano y le guiñé el ojo.
—Cara de ratón, cara de ratón, cara de ratón —canturreó Heather señalando a Derek.
—Dile a tu hija que se detenga.
—Cara de ratón, cara de ratón, cara de ratón —canturré con ella y luego todos se unieron.
Con ustedes, mi familia.
Muchas veces tomamos decisiones correctas, otras veces no tan correctas. Pero cada decisión en mi vida, me llevó a algo; algo bueno, gracias a Dios.
Conocí a mi mejor amiga de Internet, ella y Derek tuvieron a Luke, que fue mi niño favorito hasta que Heather llegó a nuestras vidas. Capi y yo logramos estar juntos por muchos años, a pesar de mis locuras.
Pero mama, aún te extraño. Te visito y hablo con tu tumba, pero quisiera que estuvieras aquí, oyendo todo.
Extraño tu risa, tus llamados de atención. Quisiera llegar tarde un día a casa y oír tu dulce voz gritando por llegar a esa hora. Pero entonces llega Heather preguntando cosas como «¿cómo es que el señor que inventó el reloj lo puso a la hora exacta?» y entiendo por qué siempre me botabas de la cocina.
Te amo, mamá. Fuiste una gran mujer... a pesar de que ese vicio te consumió, te admiré mucho y lo sigo haciendo.
—Heather, aquí descansa mi mamá.
—Está frío, vamos a comprarle una manta.
—No lo necesita, Heather —sonreí y me senté en el jardín, entonces me imitó.
—Hola, abuela. Me llamo como tú.
—Sé que estaría muy feliz de conocerte... tal vez te botaría de la cocina como hacía conmigo cuando le preguntaba tantas cosas.
—¿Yo hago eso? ¿pregunto mucho?
—Un poco —reí tomando su mano—. Pero está bien, si alguna vez tienes una duda, aquí está tu mamá. Tú sabes que Mae Griffin sabe todo.
—Y que eres la mejor, y que nadie te supera, y que eres humilde. ¿Así está bien?
—Perfecto —guiñé el ojo y reí.
—¿Tomamos un helado?
—¿Y por qué no?
—Me agradas, mamá. Me agradas —Heather se levantó e hizo que me levante también—. Adiós, abuela.
—Adiós, má. Te amo.
Dejé la flor sobre la tumba y corrí junto a mi hija fuera de ese frío lugar.
Max y Kat terminaron en cuanto Max se graduó de la Universidad. Así que él volvió a Counterville e inició una oficina de Odontología cerca de nuestro restaurante. Ha estado soltero por los últimos meses, pero está feliz así.
Mia y Derek solo tuvieron a Luke, pero decidieron adoptar a dos gatos llamados Albert y Oliver... y se volvieron vegetarianos.
Zeke encontró el amor abriendo su propio gimnasio y años después, se casó con una linda fotografa llamada Melissa.
Mi prima Lex, siguió haciendo gimnasia rítmica, y al darse cuenta que Zeke era solo un amor platónico, decidió volverse voluntaria en una fundación y ahora viaja por el mundo construyendo casas y enseñando a niños con bajos recursos a leer.
En cuanto a Joseph y a mí, abrimos un restaurante en una zona céntrica de la ciudad. Abby y Nate Collins fueron de nuestros primeros clientes. El abuelo llegó a visitarnos y le dio un visto bueno al lugar.
Creemos que Heather estudiará algo con respeto a la investigación, no se cansa de preguntar cosas. Pero es una niña feliz y no tiene complejos por nada.
Mi papá sigue dirigiendo su teatro, desde la gran acogida que tuvo la obra de teatro que mi hermano protagonizaba, le ha ido muy bien.
Y entonces así es como termina (para ustedes), la historia de mi vida. Yo seguiré buscando nuevos retos, y mientras tanto, no se cansen de intentar. Algún día, de algún modo, podrán lograr lo que tanto anhelan.
Nosotros lo logramos, ¿por qué tú no?
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:(
Okay, tengo sentimientos encontrados, puedo decir que me demoré por las clases y cosas que tenía que hacer, pero en parte fue porque no quería escribir el final, me aferraba a la idea de que si demoraba, duraría más... pero bueh, luego de veintiocho días, les traigo el epilogo de Eterneco.
¿Les gustó? Soy consciente de que no ha sido una laaarga historia, ni la más genial del mundo, pero me gustó mucho escribirla porque bueno, está el tema de la "internet friend", es algo que muchos aquí sufrimos. El síndrome de miamiguivivelejosdeaquíynocuedoverlabcnotengoplataparairhastaalláasiquemeconformohaciéndolepromociónaDatingWho.
Ah, no. Así no era 😂😂.
Güeno, básicamente es algo que quería que salga en alguna de las historias, hay muchos chistes internos que tengo con mis amigas en esta historia, sobre todo con Glay aka @Acciocandies.
Así que hoy le dedico el epílogo a ella. Porque aunque es una condenada loca, la quiero. Y seguro me va a escribir por DM llorando o algo después de esto (o tal vez no).
Además, se lo dedico porque SÉ que va a lograr ESO que está buscando hacer. Ella sabe a qué me refiero.
*Cof NEGROROJODORADO Cof*
En fin.
Mañana tengo una gran exposición en Arqueología y estoy aquí escribiendo la nota de autor 😂, pero vale la pena. Ya quería subirlo y terminar con el sufrimiento.
Así que gracias por cada comentario a lo largo de estos meses.
Aprovecho la nota de autor para anunciar que este año están los Wattys 2016, y si no me equivoco empiezan en cuatro días, así que estoy pensando en presentar Eterneco y Zion... tal vez solo Eterneco, no lo sé.
Y ya... creo que eso es todo.
Love ya <3
Pd: No se olviden que si terminaste de leer Eterneco, y quieres leer más de mis historias, Zion y Nick esperan en mi perfil :-)
SON MIS NOVELAS, OKS. PUEDO HACERME SPAM.
Baaaaaaiiii✌