Ayúdame a Cambiar

By sifontesa

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Una chica que ya ha sufrido por amor y tiene miedo de volver a sufrirlo. Un chico que nunca ha conocido una r... More

Ayúdame a Cambiar
Cap. uno: Nuestro primer día
Cap. dos: Los reyes del Santa Abel
Cap. tres: La primera peor impresión
Cap. cuatro: ¿Celoso? ¿Yo?
Cap. cinco: Bandera blanca
Cap. seis: La invitación
Cap. siete: La fiesta de bienvenida
Cap. ocho: Solo somos amigos ¿no?
Cap. nueve: Como niños pequeños
Cap. diez: La peor semana
Cap. doce: Lo hago por ti
Cap. trece: Por favor quédate
Cap. catorce: No sé qué hacer
Cap. quince: Los inter-cursos
Cap. dieciséis: Los inter-cursos II
Cap. diecisiete: Los inter-cursos III
Cap. dieciocho: El viaje
Cap. diecinueve: Siendo sinceros
Cap. veinte: El uno para el otro
Cap. veintiuno: Lo juro
Cap. veintidós: Devuelta a la realidad
Cap. veintitrés: Es oficial
Cap. veinticuatro: Venganza
Cap. veinticinco: Una linda noche
Cap. veintiséis: ¿Prometida?
Cap. veintisiete: Una más de la familia
Cap. veintiocho: Una semana difícil
Cap. veintinueve: Reencuentro
Cap. treinta: Subiendo los muros
Cap. treintauno: Perdóname
Cap. treintados: Torturándonos
Cap. treintatres: La verdadera historia
Cap. treintacuatro: Consentida
Cap. treintacinco: Un pequeño ejemplar
Cap. treintaseis: Amor
Cap. treintasiete: Sorpresas
Cap. treintaocho: Del cielo al infierno
Cap. treintanueve: Corazones rotos
Cap. cuarenta: Adiós
Epilogo
aviso importante

Cap. once: Como decirle no

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By sifontesa

P. D:      Nathaly 

Luego de que Sebastián me haya puesto en vergüenza de media universidad, me trajo a las gradas que quedan frente a las dos canchas de básquet, el me coloco con delicadeza en una de las gradas y se sentó a mi lado viéndome a los ojos ¡Dios ya extrañaba esos ojos! nos quedamos en silencio unos momentos que parecieron una eternidad y como él no se animaba a hablar pues hable yo

- Me trajiste aquí en contra de mi voluntad y ahora no piensas hablar- le dije con un tono seco

- No voy a decir que lamento haberte cargado hasta acá porque no es cierto la verdad lo disfrute- me dijo con ese tono de descaro

- Claro que lo disfrutaste, amas tener la atención de todos- digo bruscamente ¡de donde saque semejante estupidez! mire a Sebastián y él tenía el ceño fruncido

- Eso no es cierto- me dijo serio

- Si lo sé, es que estoy enojada y digo cualquier cosa que se me acurra- dije mirándolo a los ojos su rostro de suavizo- lo siento- murmure

- Nathaly ya no quiero estar así- me dijo con sus ojos tristes

- Sebastián n…- ante de terminar la oración me hizo un gesto para que me callara

- Déjame hablar por favor- me dijo el- lo siento en serio lo siento, soy el más grande idiota que existe en el mundo me he sentido como una basura desde el día de la fiesta y el lunes pasado cuando discutimos- respiro profundo y continúo- te lo dije Nathy no soy bueno en estas cosas, pero quiero arreglarlo y lo estoy intentando pero tú eres tan difícil- me dijo exasperado

Yo me quede analizando todas sus palabras él me veía esperando que dijera algo pero lo cierto era que yo no sabía que decir, tenía un conflicto interno de si lo perdonaba o no, sus ojos lo delataban me decían que si era sincero y admítelo Nathaly cuando te trajo aquí solo para disculparse y que nadie nos interrumpieran mientras hablábamos se te ha hecho tierno. También tengo que admitir que lo extrañe como una loca pero no puedo decirle eso o sí?

- Nathy te extraño si? solo perdóname por favor- me suplico el, mi cuerpo comenzó a relajarse después de la horrible semana pasada y ahora estaba aquí con el suplicándome que lo perdone y al fin hable

- Lo siento- dije, él me miro con una cara de confundido- si lo siento yo también me comporte con una niña ignorándote y evitándote, es tu vida Sebastián puedes hacer con ella lo que ten venga en gana, es solo que me enoje no entiendo muy bien la razón pero me enoje y lo siento- dije arrepentida por mi comportamiento de los pasados días

- Comprendo que te hayas enojado yo lo hice el lunes cuando te fuiste con el idiota de Evans, en serio en serio que estaba enojado pase toda la tarde en el gimnasio tratando de drenar mi ira- dijo el mirando hacia la cancha del frente la idea de el en el gimnasio pegándole a cualquier cosa me hizo sonreír

- Me gusta verte sonreír- me dijo él, no me había percatado que estaba viéndome 

- Estaba haciéndome la idea de ti en el gimnasio pegándole a todo- le dije con la misma sonrisa y me vio y también sonrió

- Si en realidad estaba un poco fuera de control- dijo el en broma

- Pero para que te sientas mejor, después de nuestra pelea solo me fui a mi casa no tenía ánimos de salir gracias a ti- le dije de manera más brusca de lo que planeaba eso lo hizo sonreír aún mas

- Lo dices en serio, no es que me sienta bien por la pelea pero si con que no salieras con ese imbécil- me dijo orgulloso, lo golpee en el hombro pero el seguramente ni lo sintió- Au- dijo fingiendo dolor

- Tengo una pregunta pero quiero que me jures que no le molestaras- me dije seria

- Vale tratare- dijo y luego suspiro

- ¿Por qué se odian?- le pregunte el suspiro aún más y se pasó una mano por el cabello ¡yo quería pasar una mano por su cabello! basta Nathaly concéntrate estamos en tema serio 

- Bueno la verdad es que nuestros institutos son rivales desde hace tiempo pero todo empeoro el año pasado en los inter-cursos

- Inter-cursos? Que es eso?- pregunte confundida

- Esos son juegos que hacen anualmente con otras universidades donde se hacen competencias de distintos deportes y distinto géneros, puedes estar en los equipos que te de la haga siempre y cuando no choque con los otros juegos- dijo el tranquilamente explicándome

- Vale creo que lo tengo, pero todavía no entiendo porque se odian tanto- le dije, el parecía algo incómodo se movía de aquí para allá- te pasa algo te noto muy inquieto- pregunte 

- Es que con tanto ejercicio en la semana me ha matado la espalda y estar sentado aquí me alborota el dolor- me dice con una mueca 

- ¿Quieres que nos vayamos?- le pregunte no quería irme pero tampoco quería se le doliera la espalda por estar aquí

- ¡No!- grito él- estoy bien, se me pasará además aquí no nos interrumpe nadie- dice él con una mirada picara que me hace sonreír, en ese momento se me ocurrió una idea me eche más hacia atrás en mi asiento y pegue mis piernas una de la otra, luego lo miro

- Vale ahora acuéstate y pon tu cabeza en mis piernas así tendrá la espalda recta y no te dolerá- le dije con una cara de lo más inocente, él se quedó sorprendido por mi petición su cara daba risa pero después de unos minutos hizo lo que le dije 

- Gracias- dijo el sonrojado ¿sonrojado? ¡Que! Se ve tan lindo 

- Bueno ahora sigue con la historia- le dije con una sonrisa 

- En donde estaba- dijo el pensando- ¡ah sí! porque nos odiamos, bueno yo jugué futbol con el equipo de Jonathan en los inter-cursos de año pasado, estábamos ganando el juego 3-1 y el cometió una falta que no lo cobro el árbitro porque venía de su universidad supongo- dijo jugueteando con mi cabello largo

- Cual fue la falta tan grave que cometió- dije pensando que fue un poco dramático cuando lo dijo

- Le hizo una plancha a Jonathan adrede, dejándolo más de un mes sin jugar futbol porque tuvo una felula en el pie derecho- dijo un poco enojado por recordarlo pero aún seguía concentrado en mi cabello

- Queee- casi grite- pero eso se paga con penal o con expulsión como mínimo- dije algo exaltada y él se rio 

- Si lo sé, pero no se cumplieron ninguno de los dos- dijo el- luego en los vestidores ellos comenzaron a decir que hicimos trampa y el resto del equipo se molestó muchísimo por lo que le habían hecho a su capitán y se entraron a los golpes, cuando yo llegue después de a ver visto a Jonathan en la enfermería los encontré a todos peleando, los separe me explicaron lo que paso y Evans fue el primero que se acercó a mí para decirme que hicimos trampa y bueno él y yo tuvimos una buena conversación- sonrió el con el recuerdo

- ¿A que te refieres?- le pregunte en seguida

- Pues- se encogió de hombros y agarro otro mechón de mi cabello y empezó a jugar con el eso se veía tan tierno- nos entramos a los golpes también pero me odia porque le gane- dijo orgulloso

- Hombres- dije yo viendo al frente, luego baje la mira y me encontré con esos ojos que tanto me gustan- ¿que tú no eres capitán del equipo de básquet?- le pregunte

- Si lo soy, pero como te dije en los inter-cursos puedes jugar varios deportes, además el futbol me gusta mucho al principio quería ser capitán del equipo de futbol, pero a Jonathan le gustaba más así que se lo deje a él- dijo él, me pareció muy dulce que le haya dejado a su amigo ser el capitán del deporte que más le gustaba

- Aahh que tierno- dije entre risas

- Lo sé, pero que puedo decirte son como mis hermanos hago todo por ellos- dijo riendo también- ¿además como sabes tanto de futbol?- me pregunto el eso hizo que se me borrara la sonrisa en cuestión de segundos

- Bueno- respire profundamente- mi papa era fanático de futbol y a veces lo veía con el- dije tratando de sonar tranquila, pero lo cierto es que mis ojos enseguida se hicieron agua y cayo una lagrima por mi mejilla

- Lo siento, no sabía te haría sentir mal con la pregunta solo era curiosidad- dijo el culpable, luego paso su mano tiernamente por mi mejilla borrando la marca de la lagrima se sintió tan bien que cerré los ojos ante la cálida sensación, cuando los abrí él estaba viéndome fijamente con una mirada profunda ¡daría lo que fuera por saber en lo que piensa! Ambos nos quedamos así por un largo rato el jugueteando con mi cabello y yo viendo su perfecto rostro y sus hermosos ojos, pero el momento se rompió cuando escuchamos el timbre él maldijo por lo bajo y yo lo hice mentalmente

- Tenemos que irnos- le dije sin ganas

- Si lo sé, pero la verdad es que me gusta estar aquí- me dijo por un momento sentía que me estaba derritiendo, sonreí  y luego él se levando de mis piernas y se estiro parándose de las gradas tomo su bolso y el mío y estiro su mano hacia mí- nos vamos- pregunto

- Si- le dije mientras tomaba su mano ¡dios como decir que no a una reconciliación así! fue tan perfecto este tiempo, espero que siempre sea así ¡maldición como lo extrañe! Ambos teníamos una sonrisa estúpida mientras atravesábamos el área para entrar a los pasillos por donde hace unas horas estaba tan molesta, que bueno que me trajo por las malas sino aun estuviera extrañándolo.     

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