Maraton 2/2
-NO PUEDO HACERLO!!!!!!!!!!
-Vamos Justin no seas desesperado quizás solo fue un momento de debilidad.
-Pero es que nunca me pasa cielo
-A ver tranquilo...tal vez...fue falta de práctica
-No no, yo soy Justin Bieber hago todo bien!!!
-Ay Justin tranquilo te aseguro que con unas cuantas clases podrás cocinar bien.
-Es que se supone que yo hago todo bien Megan
Llevábamos casi dos horas preparando unos malditos huevos y yo nomás no podía hacerlos, primero no puse aceite en el sartén y los huevos se pegaron, luego puse demasiado aceite y quedaron todos aguados, luego los quemé, poco después cuando ya lo había logrado, se me caen del sartén y cayeron llenando el piso de esa comida amarillenta, me sentía frustrado por no poder hacerlo y peor, hacer el ridículo frente a Megan, ella con su encantadora sonrisa y su espectacular cuerpo me ponían nervioso y ya me estaba estresando tenerla cerca y comportarme como un pelele.
Me senté en una silla del comedor con la cabeza entre mis manos y alborotando mi cabello de la frustración, sentí sus cálidos y frágiles manos en mis hombros sobando desde mis hombros hasta mi pecho, los pelitos de mi nuca se erizaron con su toque, y su aroma me estaba volviendo loco.
-Tranquilo Justin, ya lo podrás hacer, yo aprendí si o si pero bueno, también tuve que aprender y no era una experta pero ya vez aprendí, no te preocupes Justin---dejé de sobar mis sienes y me recargué en el respaldo de la silla sintiendo esa sensación que mi madre algún día me dijo que llegaría a sentir-
"Ma...¿Cómo sabes que una chica te gusta?—ella me miró con cariño, a pesar de que su hijo era un rebelde y una estrella, siempre estaba conmigo y me aconsejaba, puso sus manos en mis hombros y s respuesta me hiso pensar
Cariño, el día que te guste una niña, vas a sentir millones de hormigas en todo tu cuerpo con tan solo verla, tocarla, sentir que está a tu lado o con el simpe hecho de tenerla cerca pero cuidado porque el verdadero amor, es como una descarga eléctrica que te deja estático y medio tonto"
Reí ante su comentario pero comprendí lo que quería decir y me di cuenta de que me habían gustado muchas chicas...bastantes para ser verdad pero jamás había sentido esa descarga y hasta ahora no lo hacía hasta que Megan había puesto sus manos en mis hombros y bajó la cabeza para para darme un beso en la cabeza, sonreí ante el acto, adoraba esos cariños.
-¿Ya estas más tranquilo?
-Sí, pero...es que soy Justin Bieber cielo se supone que soy perfecto.
-A ver Justin--- se dio la vuelta y puso sus manos en mis rodillas mirándome a los ojos, yo quedé idiotizado viendo el hermoso destello de sus ojos---el hecho de que seas "el gran Justin Bieber"---dijo haciendo comillas---no significa que seas perfecto, cada persona es igual, nadie es más que nadie y usted señor Mallette, necesitas dejar de pensar que te mereces todo lo que tú quieras
-Pero ¿Qué tiene de malo cielo?, digo, merezco descansar ¿no? Y para eso merezco lujos...¿no?
-A ver Mallette, supongamos que...te pondré un ejemplo, cuando yo estaba en la marina logré tener varias medallas y un alto rango, logré salir de 3 guerras sana y salva, soporté los peores climas con mis compañeras siguiendo mis órdenes para mantenerlas a salvo y jamás tuve un día de descanso en esos momentos, pero no por eso salí gritando que me trajeran lo que yo quisiera o mandaba a la gente para que cumpliera mis caprichos ¿verdad?
-Pero es diferente Megan, yo puedo tener todo eso y tú no podías.
-No es diferente Mallette, lo que pasa es que tú te dejaste llevar por la fama y fuiste inmaduro al pensar que te lo merecías, ¿Cómo crees que se siente Scootter viendo que su pequeño se ha vuelto un grosero y arrogante cantante?
Bajé mi mirada y pensé... ¿de verdad me estaba comportado tan grosero?, era cierto ¿Cómo se sentirían todos los chicos del Staff con mi comportamiento?, miré esos ojos verdes que me encantaba y sonreí.
-¿Soy un idiota verdad?
-No...solo eres un poco sonso ---sonreía ante las muecas graciosas que estaba haciendo Megan
-Oye cielo...¿por qué me dices Mallette?
-¿no te gusta? Si quieres dejo de llamarte así.
-No no no no, solo que nadie me había llamado así.
-Pues acostúmbrate, te llamaré así...Mallette.
-Oye cielo y...si...vamos a hacer algo afuera
-Pues...no sé, no he salido desde que volví aquí a Florida
-¿enserio?---ella movió la cabeza casi infantilmente afirmando mis palabras, yo me paré y tomé su manos---pues bueno señorita Hamilton, prepárese para la mayor experiencia de su vida.
-Que planeas Mallette
-Ya verás, ahora ve a cambiarte, digo, si quieres.
-¿Pero a donde vamos a ir?---preguntó mi morenita con el ceño fruncido.
-Esa es sorpresa, solo vístete cómoda y espérame aquí ¿ok?
-Bien
-Ya vuelvo
Tomé mi billetera, las llaves, mi teléfono y mis lentes, y salí afuera, Martín estaba en la hamaca de afuera leyendo el periódico
-¡Oye Martin!
-¿Qué pasa señor?---dijo el un tanto desconfiado.
-¿podrías llevarme a el centro de la ciudad?
-Amm...claro
Martin tenía el ceño fruncido, no era extraño, la primera vez que me trajo lo traté con arrogancia, me subí al coche y miré por la ventana, ahora que me fijaba, el vecindario tenía unos parques hermosos y un lago pequeño.
Después de unos minutos llegamos al centro de Florida, busqué una dirección y fui al banco, mis cuentas estaban llenas, y ahora podía actuar libremente, después le pregunté a Martin por un lugar y el me llevó ahí, vi varios modelos y al fin me convencí por una, nos dirigimos a la casa de nuevo después de haber comprado unas cosas para mí y una cosita para Megan, bajé de mi transporte, agradecí a Martin y este hizo una reverencia, entré a la casa, y me encontré a Jack quien bajaba las escaleras, me vio y movió la cabeza en forma de saludo yo hice lo mismo.
-¡Hey Jack! ¿A dónde tan guapo?
-Y a vez Bieber, me voy, llego tarde ¿ok? Cuida a la nena quieres
-Claro, diviértete
-Gracias hermano---dijo el pelinegro saliendo de la casa y subiendo al auto junto con Martin quien me sonrió antes de salir, yo lo hice igual y subí a mi cuarto, dejé las cosas que había traído, me cambié como todo una chico malo, unos pantalones de cuero hasta la mitad del trasero, una musculosa que dejaba remarcado mi trabajado abdomen y una chaqueta negra, unas supra negras con suela blanca y estaba listo , salí de mi cuarto y bajé
-¡Megan!
Grité su nombre, mientras me recargaba en la entrada de la casa, tenía los lentes puestos y mis brazos cruzados, cualquiera diría que estaba cuidando a mis compañeros ladrones, sonreí ante esa idea, entonces volteé y vi a Megan bajar las escaleras ¡diablos esa mujer era la tentación en persona!, traía unos pantalones ajustados de jean que resaltaban su trasero, una musculosa rosa fosforescente que resaltaba sus pechos y un chaleco se jean también, junto con unos botines grises, el cabello lo llevaba suelto y rebelde, su cara estaba enmarcada con un poco de maquillaje, más sexy no estaba seguro que pudiera serlo, ella caminó a mí con esa sonrisa tan linda y una expresión de sorpresa en su cara.
-Pero bueno, ¿debo preocuparme de que robes mi casa?
"deberías preocuparte de que te robe a ti" pensé
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