Esta soy yo

By littlemood_

94.3K 3.8K 253

Camino resignado hasta llegar a la oficina del director y me siento en un asiento que vi disponible al lado d... More

Prologo
Capitulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Capitulo 4
Capitulo 5
Capitulo 6
Capitulo 7
Capitulo 8
Capitulo 10
Capitulo 11
Capitulo 12
Capitulo 13
Capitulo 14
Capitulo 15.
Capitulo 16
Capitulo 17.
Capitulo 18
Capitulo 19
Capitulo 20
Capitulo 20 1/2
Capitulo 20 2/2
Capitulo 21
Capitulo 22
Capitulo 23
Capitulo 24
Capitulo 25
Capitulo 26
Capitulo 27
Capitulo 28
Capitulo 29
Capitulo 30.
Capitulo 31
Capitulo 32
Capitulo 33
Capitulo 34
Capitulo 35
Capitulo 36
NOTA
Capitulo 37
¿Que es la Navidad?
Esta soy yo
Epilogo
Estamos de vuelta

Capitulo 9

2.5K 110 1
By littlemood_


- Estas son las mejores fresas bañadas en chocolate que he probado – Chupo mis dedos justo después de haberle dado un mordisco a la fresa – Así que, un picnic bajo la luz de la luna, muchos dulces... Dime, Daniel ¿Estas tratando de conquistarme? – Enarco mi ceja.

- ¿Qué unos buenos amigos no pueden salir a compartir un momento en un lugar especial? – Ríe con su voz ronca – Espero que te haya gustado, te comiste todo. No, mejor dicho, te devoraste toda la comida

- ¡Oye! – Le lanzo una servilleta que tenía a mi alcance – Claro que no, me sacaste de mi casa al momento que iba a cenar ¿Qué esperabas? – Hago un leve puchero – Pero si, momentos así te ayudan un poco a olvidar algunas cosas. Gracias

- Dicen que soy bueno en hacer que las personas tengan momentos agradables – Me dedica un guiño.

- Idiota – Sonrío – Sabes, a veces veo todo esto y pienso si de verdad me quiero alejar del lugar que nací, pero a veces siento que no es aquí donde pertenezco. Que hay un mundo allá afuera esperando por mí

- No falta mucho para que salgas corriendo a donde de verdad deseas estar, capaz sientes que en ese lugar algo bueno te espera y si ya sabes a dónde quieres ir... Pues adelante

- A Londres. Definitivamente quiero ir a Londres, no sé con exactitud lo que hare pero sé que quiero ir allá. Y tu ¿Qué piensas hacer con tu vida?

- Estudiare medicina, - Mi cara muestra total expresión – Si, sé que esa carrera es fuerte, pero luego que pasas por situaciones difíciles de la que no pudiste ayudar algo como que nace de ti a poder tener el conocimiento necesario para ayudar a quien sea

- Pues, suerte entonces – Rio de nuevo. Últimamente esto pasa cuando estoy al lado de Daniel. No lo puedo evitar, mi celular suena anunciando una llamada de Clarisa.

- Clau – Ay, no empieces con tus idioteces y dime ya que quieres- Si está conmigo – No – No – Hablamos mañana ¿Ok? Bye

- ¿Todo bien con ella? – Ríe – Tu prima ha resultado ser alguien muy... Especial, un tanto alocada y precipitada para mi gusto

- Lo sé. Por eso digo que ella y Tomás son la pareja indicada, mi amigo tiene el don de hacer calmar ese tornado

- Y ustedes.... Fueron novios ¿No? – Mi ceño se frunce – Digamos que Clarisa me comento algo

- Lo que paso entre Tomás y yo fue una confusión de sentimientos. Pensé sentir algo por el pero ya vez, no dio resultado. Teníamos una relación de hermanos que de pareja en si

- ¿Nunca te has enamorado?

- No. Creo que no – Pienso – No he conocido a alguien especial que me haga perder los estribos – Rio – Sabes, siempre que veo a mis papas pienso que me gustaría tener algo tan especial como lo que tienen ellos

- ¿Quieres muchos a tus papas no es así? – Asiento.

- Mi papá es el único hombre especial en mi vida. Bien dicen que el amor a los hijos es el amor más verdadero, el dar todo por ellos, pues ambos son así – Sonrío melancólica – Recuerdo la vez que mi papá se subió a un escenario conmigo a cantar solo porque mi compañero no había asistido a la obra, para que no estuviera sola ante tanta multitud, decidió acompañarme

- Así que cantas eh. Me gustaría tener la relación que tienes con tus padres – Remueve la grama con sus dedos, fijando la mirada en ellos – Pero a veces las cosas simplemente no tienen marcha atrás y por más que quieras, nada vuelve a ser como antes – Me mira fijamente con sus ojos tan profundos, siendo ocultos bajo la luz de la luna. Como si a través de ellos quisiera mostrar todo pero, sin embargo algo se lo impide así que decide ocultar todo tras una barrera.

- Digamos que canto igual que cualquier pajarraco. Cantar no es mi fuerte – Lo observo de reojo – Creo que ya es tarde, deberíamos irnos

Asiente mientras se levanta para tomar la manta y las demás cosas para meterlas en su carro.

***

- Gracias por lo de esta noche, otra vez

- Tus padres nos están espiando – Ríe mientras yo veo de reojo hacia la ventana – Más bien creo que tu papá está esperando que dé un paso en falso para acabar conmigo

- Es el hombre más noble que existe, ten por seguro que no te hará nada. Es solo su faceta de padre protector

- Nos vemos mañana entonces – Se acerca a mí lentamente hasta dejar un beso en mi frente, sonrío bobalicona mientras veo cómo se va en su auto.

***

- Siempre he dicho que usted tiene una inteligencia que la desaprovecha en esas bromas de mal gusto – Me tiende mi examen – Felicidades, señorita Loera

- ¿¡Te sacaste la máxima nota!? – Tomás me toma por los hombros para moverme hacia atrás - ¡Dijiste que no sabías nada, idiota!

- Tu novia es la chica con el mejor promedio en todo el colegio Heredia, podías haberle pedido ayuda a ella – Me zafo de su agarre.

- Tal vez, utilizamos el tiempo en hacer otras cosas, otros tipos de cálculos– Dice de manera arrogante.

- Por favor, todos los estudiantes de último año dirigirse al auditorio. Repito, todo los estudiantes de último año dirigirse al auditorio. Gracias

- Ana ¿Tienes un momento? – Rodrigo me toma por sorpresa, después que estaba dispuesta a salir – Solo quería disculparme por lo que paso, veras en serio quiero culminar este año. No quiero decepcionar a mi padre

- Si tanto necesitabas ayuda Rodrigo, me podías preguntar. No me hubiese molestado hacerlo, pero ya paso – Agito mi mano restándole importancia.

(...)

Daniel

- ¿Se te perdió algo? – Me pregunta Tomás de repente.

- ¿Uhm? No, no. Hey ¿Sabes que tanto habla Annie con ese chico?

- ¿Celos? – Pregunta Clarisa – Rodrigo no es alguien que causara problemas. Igual, no te duermas en los laureles porque cualquiera muy bien te la podría quitar

- No inventes, Clarisa. Solo me parece extraño que este tan amigable con el chico que la metió en problemas – Me encojo de hombros.

Ver que otro chico la hace reír sin duda hizo que un sentimiento nada agradable se plasmara en mí, puede estar con quien sea, pero solo yo quiero ser el causante de sus sonrisas. Creo que todos los sentimientos que están floreciendo con Annie están sucediendo muy rápido, tanto que asusta, pero también creo que el amor es así, no mide tiempo ni espacio, solo sucede.

Estuvimos largos aburridos minutos en el auditorio, escuchando una aburrida charla de una gente calificada para ayudarnos a escoger lo que sería nuestro futuro, por lo menos así los presento Mijares. Así que ahora pasaremos por unas tediosas pruebas para descubrir que es lo que verdaderamente queremos, lo peor es que no tuve la chance de hablar con Annie aunque sea una vez porque nunca llego. O si llego, pero se tuvo que sentar en los asientos que se encontraban en la parte de atrás por ingresar tarde al auditorio y con Rodrigo. Lo que hizo que mi mal humor empeorara.

- Puedes disimular un poco al menos – Ríe bajito - ¿Aburrido, amigo?

- No es mi culpa que estas personas no sepan dar un buen discurso de motivación. Deberían haber tomado antes clases de oratoria, Patricia – Rio con ella.

- Lo sé. Solo es una actividad de relleno que realiza Mijares para quedar bien posicionado con los alumnos o más bien con los padres que llenan su bolsillo– Se encoje de hombros – A estas alturas ¿Quién no sabe que hará al salir de acá? ¡Una locura, si nos quedan ocho meses!

- Si. – Suspiro mientras restriego mis ojos. Ya todo esto me está dando sueño, aunque lo que dijo Patricia solo me hace pensar en una persona. Sí, mi mente rápidamente trajo la imagen de Annie logrando que apareciera una sonrisa en mi cara; pensándolo bien, no sería mala idea ayudar a An a buscar su futuro, seria pasar más tiempo con ella lo que estaría bien para mí.

(...)

Annie

- ¿Puedes dejar de moverte? Te mueves más que un perro cuando tiene pulgas. Mira, el chico de al frente te asesinara si lo sigues pateando

- ¡Todo esto me tiene harta! – Chillo casi en un susurro - ¿Prueba vocacional? Nada de esto se trata de los intereses de nosotros sino de los de Mijares y esa Universidad – Regreso mi vista al frente.

Una hora desde que Mijares nos reunió a todos acá, una hora de la cual he escuchado palabrerías sobre lo que es correcto para nosotros; un discurso barato del que solo se basa en decir que carreras tienen más popularidad en el mercado y sus ventajas, además de los recursos que obtendríamos al ir a esa Universidad.

¿Por qué simplemente no nos dejan elegir? ¿Por qué tanto apuro en tener una meta concreta en el futuro? Estamos en un tablero de ajedrez en donde alguien más quiere hacer su próximo movimiento, siendo nosotros los peones y el tablero la vida. Suspiro mientras revoleo los ojos al escuchar las cifras de excelencia que han tenido los últimos años

- No les queda mucho tiempo, muchachos. Es por eso que los chicos estarán una temporada acá para ayudarlos a resolver cualquier duda que tengan, así como también ayudarlos a presentar la prueba de admisión – Se acomoda su corbata – Ha sido todo por hoy, pueden retirarse.

Una ola de murmullos se escucha al salir del auditorio observando repetidas veces el folleto que se nos fue entregado, por lo menos sé que no soy la única que quedo espantada con eso de la prueba.

- Digan lo digan a mí no me van a convencer de entrar a estudiar en esa cochitril, no señores. Que se prepare México, la abogada Martínez, va en camino. Nos vemos, pri– Canturrea, depositando un beso en mi mejilla para luego entrelazar su mano con la de Tom.

- ¿Abogada? – Me encojo de hombros – ¿Y tú, pequeña mariposa? Tal parece ser que no te gusto el discurso de Mijares ¿No sabes que harás con tu vida? – Niego.

- ¿Mariposa? – Pregunto confusa – Posiblemente consiga un trabajo en un local; de esos donde venden cosas para el hogar. Ya sabes, mi mejor talento es dormir – Ríe.

- Tengo una idea. Paso por ti a las dos y media – Deposita un rápido beso en mi mejilla sin darme oportunidad a poner alguna objeción.

- Hola, An – Otro beso aparece por mejilla contraria, más bien en la comisura de mi boca. Por mover mi cara, sus labios fueron a parar justo ahí ¿Qué ahora a todos les ha dado por besarme?

- Daniel – Digo en susurro, sintiendo mis mejillas arder.

- Te estuve buscando ¿Harás algo hoy? Tengo planes que nos involucran – Sube y bajas sus cejas repetidas veces. Rio.

- Lo siento – Hago una mueca – Quede en salir con Rodrigo

- ¿De qué hablan ustedes? – Patricia se une a nosotros, tomando el brazo de Daniel para entrelazarlo con el suyo ¿Y esta qué?

- Saldremos con Rodrigo – Brama Daniel un tanto serio tomándome por sorpresa ¿¡Que!?

- Oh ¡Perfecto! Sera como una doble cita. Nos vemos Dan – Deja un sonoro beso en su mejilla dedicándome solo una mirada reprobatoria a mi... Ok.

***

- Entonces ¿Qué es lo que haremos? Aun no entiendo porque me trajiste al restaurante de tu papá – Arrugo mi nariz, confusa.

- Pues... Trabajaras hoy acá, mi papá no tuvo problema así que – Se encoje de hombros - ¿Patricia? ¿Qué haces acá? Y con este – Brama un poco serio.

- Todos ayudaremos a Annie

- ¿Tu ayudando a Annie? Pero si...

- Si, Rodrigo. Además vengo a supervisar que no destruya el restaurante de papá – Lo mira desafiante.

- Empecemos entonces, trabajaras en la caja. No es el trabajo más difícil pero tampoco el más sencillo... Pero aprenderás

Suspiro. Rodrigo comienza a explicar detalladamente cómo funciona la caja registradora y la máquina, sigo sus pasos sin perderme ningún detalle, porque al fin y al cabo no se ve tan malo esto. Digo, es un trabajo nada más.

- Veamos qué tan buena eres en la parte de finanzas – Ríe – Solo bromeaba, recuerda todo el trabajo lo hace la computadora, tu solo tienes que colocar los datos y ella hará el resto

- Y trata que los clientes no te coman – Dice Patricia, soltando una risa desafiante – Tu, Daniel, te vas conmigo

- ¿Qué?

- Suerte con eso – Dirijo mi mirada a la entrada y mis ojos se expanden como dos orbitas ¿¡De donde salió tanta gente!? Cuando llegamos no había nadie. Y la mayoría son adolescentes, claro en un lugar de comida rápida ¿Qué podía esperar? Trago saliva, será difícil

- Ok, Annie, puedes con esto – Susurro para mí.

Todo empezó bien, con los primeros clientes me fue bien, hasta que empecé a emocionarme y los problemas comenzaron, cada vez eran más personas las que querían ser atendidos rápidamente, gente gritando por todos lados, otras agitando el dinero en mi cara para salir rápidamente de aquí con su comida; tenía que hacer todo a la velocidad de la luz sin ningún error y tal parece ser que mi cerebro le gusta bloquearse en momentos donde hay más desesperación.

¿No se supone que debe haber más gente trabajando en las demás cajas? ¿¡Donde están todos!?

- ¡Rodrigo! Suerte que apareces, necesito tu ayuda – Digo ya preocupada.

- ¿Qué es todo este alboroto?

- Pues – Señalo con mi vista el problema, un billete se había atascado en la caja registradora quitando el acceso a la máquina. Sin maquina no se puede cobrar y si no se cobra hay gente muerta de hambre, desesperada por ser atendida

- ¿Y la llave de esto? – Subo mis hombros, pidiendo disculpas. Realmente no recuerdo haber visto una llave al comienzo. Suspira – Tú quédate acá, ya regreso.

Después de cinco minutos Rodrigo regreso con una llave nueva o era la original, la verdad no sé, pero con ella pudo abrir la caja y sacar el billete o la mitad de él, lo demás se volvió papelillo.

- Es mejor que te vayas a la cocina con los demás – Asiento, muy apenada en serio, siendo aniquilada por la mirada de todo los comensales.

La idea no fue mía, no me deberían culpar a mí.

- ¿No funciono? – Pregunta Daniel, secando el sudor de su frente. Sí que hace calor acá. Niego como respuesta a su pregunta.

Me coloco un delantal y un gorro que vi libre, atando antes mi cabello, no quiero quejas ahora por parte de los clientes por haber encontrado una hebra de mi cabello en su comida. Observo detenidamente lo que hace Daniel y voy repitiendo a su paso.

- ¿Y Patricia? – Pregunto sin sacar la mirada de la hamburguesa que preparo – Oye esto no es tan difícil – Digo emocionada, mientras añado las papas, como si fuese una montaña

- Estas preparando una hamburguesa, Annie. No tiene nada de dificultad el colocar un ingrediente sobre otro – Ríe contagiándome a mí. Logrando que mi estrés se aligere un poco.

- Annie, necesito que te encargues de los postres. No de la comida – Dice Rodrigo asomado en la puerta, enarcando su ceja.

- ¿Quieres que haga las crepes? Estoy bien acá, en serio no...

- Yo te puedo ayudar – Replica Daniel, dedicándome un guiño.

- No – Responde entre dientes, con su quijada tensa – Ya la ayudare yo

Esto se convirtió en torneo de batallas porque ninguno de los dos aparta la mirada, parecen dos perros peleando por un pedazo de carne, quedando yo en el medio de todo, perdida. Para mí sería lo mismo que me ayudase cualquiera de los dos.

Revoleo los ojos ya que ninguno de los dos dirá nada y me dirijo hacia donde se encuentran los ingredientes para hacer las crepes.

- Así no – Ríe – Te explicare

Sin pensarlo se posiciono detrás de mí, tomando la dirección de mis manos para ayudarme a doblarlo; tenerlo así me hace sentir incomoda, sentir su pecho sobre mi espalda y su respiración cerca de mi oído, hasta puedo sentir su sonrisa traviesa cerca de mí. No me gusta esta sensación, más fácil era que me explicara cómo hacerlo y lo hacía, vamos, tampoco soy tan idiota.

Observo a Daniel de reojo y veo como su semblante esta tenso, sus cejas unidas en una sola, claramente está molesto ¿Pero, por qué?

- ¿Entendiste?

- ¿Eh? Ah sí, si – Suspiro derrotada, ya le preguntare.

Media hora ha pasado desde que empecé a encargarme de los postres, haciendo crepes, decorando brownies, sirviendo pasteles, todo en ese tiempo. Tanteando mi mirada entre Daniel y la comida; Patricia apareció y comenzó a trabajar al lado de Daniel, comenzando así un juego tonto entre los dos que ya me estaba colocando los nervios de punta y no son celos, solo sé que lo hace para molestarme.

- ¡Ana! – Suelto un gritico cuando veo que uno de los paños que estaba utilizando estaba prendido en fuego – Daniel, rápido, el extintor.

En cuestión de segundos ya Daniel estaba apagando el fuego que se estaba empezando a levantar, dejándonos a todo con las respiraciones agitadas. Bravo Annie, en solo una hora has ocasionado dos desastres.

- ¡Mejor te vas a servir la comida! - Chilla Patricia, dedicándome su mejor mirada – Es un caos esta chica

¿Servir la comida? ¡Gran idea! Claro si servir se refieren a bañar a todo los comensales con la comida, tumbar cada plato y tropezar con cada niño entonces es mejor que me den el premio a la mejor empleada. Me quito los patines molesta, no se de quien fue la idea de hacer que las meseras sirvan montadas en unos rollers.

- ¡Sácala de aquí antes que termine de destrozar todo el lugar!

- No fue para tanto, Patricia. Son cosas que le pasan a cualquier – Salta Daniel en mi defensa.

- ¿Qué no fue para tanto? Trabar la máquina registradora, quemar la cocina, mojar a los clientes y ni hablar lo que hizo en el baño ¿Y dices que no fue para tanto? – Resopla molesta.

- Pero ya ves, no paso a mayores

- Ya me aburrí de esto, no es buena para nada. Seguro en el negocio de sus padres le iría mejor – Sus labios se curvan en una sonrisa hipócrita - Es mejor que empieces a buscar la merca desde ahora, así te relacionas con todo ese tema, quien dice que esa sea tu verdadera vocación – Cruza sus brazos bajo su pecho.

- Patricia – Rechina Rodrigo entre dientes

Me quito el delantal molesta, tirándolo al suelo y salgo disparada a la salida, primera vez que me quedo en blanco sin saber que responder ¿Qué me paso? Corro entre las calles para alejarme lo más que pueda del restaurante sin saber si alguien me sigue o no; sintiendo como pequeñas gotas corren a mi paso, resbalando por mis mejillas. Realmente no sé porque lloro, tal vez es por la impotencia de no saber que responder, de haberme quedado callada o tal vez es porque Patricia puede tener razón ¿Sera que mi destino esta en involucrarme en eso que tanto evito? Aunque mis padres no lo permitirían.

Paro el primer taxi que veo dándole la dirección de mi casa, doy una última mirada y nada, tal vez algo dentro de mi si quería que alguien fuese salido corriendo tras de mí y ese alguien tiene nombre, agito la cabeza rápidamente, alejando esos pensamientos de mi mente. Entre Daniel y yo no sé está formando algo especial, solo somos amigos. Mi mirada se pierde a través de los árboles que se encuentran en la carretera dándome a entender que ya me encuentro cerca de mi casa.

Le pago al señor sin esperar el vuelto y entro rápidamente, encontrándome con la presencia de Renan y Adrián preocupados al ver mi cara. Le sonrío en señal de que todo está bien o por lo menos les hago creer eso. Veo a mis padres sumidos en una película al momento que ingreso a la casa.

Tal vez el destino te perseguirá por más que intentes escapar de todo, mientras más huyas, el más estará pisándote los talones hasta tomarte por completo.

Subo a mi cuarto sin que se den cuenta de mi presencia, tirando mi mochila, molesta en mi cama.

- ¡Ay, idiota! – Volteo asustada para encontrarme a una somnolienta Clarisa, sobándose su cabeza - ¿Qué ocurrió? ¿Annie que te hicieron? ¿Por qué lloras? – Seca mis lágrimas al mismo momento que inspecciona si estoy bien.

Sin decir nada me abalanzo sobre ella, abrazándola fuertemente, recibiendo el mismo afecto de su parte. Su mano se desliza arriba y abajo suavemente, intentando calmarme. ¿Lloro por Daniel? ¿Por lo que dijo Patricia? Son preguntas de las cuales nuevamente, no tengo ninguna respuesta.


Continue Reading

You'll Also Like

638K 47.5K 21
¿Cómo reaccionaría Hogwarts al enterarse de la relación de Draco y Harry? Diferentes situaciones en donde Hogwarts y el mundo mágico descubre la rela...
49K 5.3K 6
Jiang cheng pierde una apuesta con su hermano y que mejor castigo que vestirse de mujer pero lo que no saben es que alguien se enamora de una muje...
92.1K 3.8K 36
Ana Taylor es una chica de 17 años de ojos, pelo café su tono de piel es un poco morenita. De dulces sentimientos, un frajil y noble corazón por lo q...