Esta soy yo

By littlemood_

94.3K 3.8K 253

Camino resignado hasta llegar a la oficina del director y me siento en un asiento que vi disponible al lado d... More

Prologo
Capitulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Capitulo 4
Capitulo 5
Capitulo 6
Capitulo 7
Capitulo 9
Capitulo 10
Capitulo 11
Capitulo 12
Capitulo 13
Capitulo 14
Capitulo 15.
Capitulo 16
Capitulo 17.
Capitulo 18
Capitulo 19
Capitulo 20
Capitulo 20 1/2
Capitulo 20 2/2
Capitulo 21
Capitulo 22
Capitulo 23
Capitulo 24
Capitulo 25
Capitulo 26
Capitulo 27
Capitulo 28
Capitulo 29
Capitulo 30.
Capitulo 31
Capitulo 32
Capitulo 33
Capitulo 34
Capitulo 35
Capitulo 36
NOTA
Capitulo 37
¿Que es la Navidad?
Esta soy yo
Epilogo
Estamos de vuelta

Capitulo 8

2.8K 134 0
By littlemood_


Buenas, buenas hoy por ser mi cumpleaños subiré nuevamente dos capítulos, no mas pór ser un día que lo amerita.

Espero que les guste.

***  

- Dime que lo tienes

- Hola ¿Cómo estás? Yo estoy bien ¿Y tú?

- Deja tu arrogancia y ve al grano

- Si, lo tengo ¿Feliz?

- Bien, porque no quiero errores. Es hora de acabar con todo.

(...)

Mi respiración se acelera de una manera alocada y todo mi cuerpo se tensa mientras veo la cara de Daniel acercándose a la mía, con su mirada fija en mis labios. Trago saliva fuerte ¿Me va a besar? ¡Me va a besar! ¿¡Pero que le sucede!? Y lo peor de todo es mi cuerpo esta estático un mi cerebro dejo de funcionar, es como si estuviera esperando esto desde hace tiempo.

Siento su aliento sobre mis labios cuando escuchamos el sonido de las llaves de alguien que acaba de entrar, haciendo que nos separáramos inmediatamente y logrando que Daniel volteara el vaso de coca cola que se encontraba sobre la mesa de vidrio de la sala.

- Por Dios, Daniel ¡Mi alfombra, mi alfombra! – Chilla mientras sale corriendo directo a la cocina, trayendo consigo luego un pote blanco, un paño y lo que parece ser agua.

- Mamá, no exageres. Fue sin querer – Resopla mientras ve a su mama limpiar de manera frenética la mancha en la alfombra.

Bueno, al parecer hoy es el día de conocer a la familia, lindo ¿no?

- Ya está – Susurra – Ahora sí, hola Daniel y...

- Annie, estábamos haciendo un trabajo hasta que llegaste

- ¿Solos? Pequeña ¿Estas bien? Tus mejillas están rojas, como si estuvieras acalorada. No importa, no le hagas caso a esta vieja – Abro mis ojos como platos ¿¡Pero que!?

- Estudiábamos, mamá. Nada mas

- Cuídense ¿Si? Sea lo que sea que estuviesen haciendo – Toma las cosas de limpieza y se pierde en la cocina, dejando un ambiente incomodo entre los dos.

- Bueno, creo que es hora de irme – Desvío la mirada para no encontrarme con sus ojos color café.

- Si... Ehm, déjame y te llevo – Se rasca la nuca nervioso, despeinando su cabello. Haciéndolo lucir más lindo, agh ¿Pero qué digo?

- ¡No! En serio, no te preocupes. Puedo pedir un taxi, nos vemos luego – Camino dudosa entre si dejar un beso en su mejilla o irme así sin más.

Mejor la segunda opción, tomo mis cosas rápidamente y salgo apresurada dejándolo desconcertado.

¿Pero qué sucedió allá adentro? Digo, nunca me importo que un chico me besara o estuviera a punto de besarme porque simplemente lo rechazaba al instante, pero con Daniel fue distinto, el cosquilleo nervioso en mi panza y los latidos de mi corazón golpeando como si de un tambor se tratase solo me dejaban más confusa.

Porque, a ver... Mi primer beso no era – Comienzo a enumerar posibles hipótesis – Tampoco es la primera vez, obviamente que un chico que llevo apenas semanas conociéndolo, me besa y por último no siento nada por él, además del afecto que le he cogido desde que somos amigos.

Llego a mi casa con mi mente revuelta pensando en todo lo que no paso y podría haber pasado o no sé.

***

- ¿¡Pueden dejar de ser tan empalagosos!? – Exclamo alterada – Creo que los prefería cuando estaban peleados, discutiendo o lo que sea

Fin de semana, lindo fin de semana para pasarlo relajada en tu casa mientras me actualizo con mis series favoritas que había dejado en el abandono desde hace varias semanas ya. Todo era lindo hasta que mi prima y mejor amigo tomaron la decisión de irrumpir mi tranquilidad, viniéndome a visitar; por lo tanto, la hora que ha pasado he escuchado nada más susurros, besos, risitas y por demás... En serio, es molesto.

¿La salida? Se canceló debido que a Carlos le dio una intoxicación estomacal. Tarde o temprano iba a pasar, ese chico come hasta piedras con salsa de tomate.

- Deja los celos, primita – Lanza un beso al aire – Muy bien te gustaría estar como estamos nosotros ¿Verdad, osito?

- ¿Osito? – Rompo en una carcajada estruendosa – Antes odiabas hasta que mencionara tu nombre y ahora dejas que te diga osito – Seco una lagrima falsa que salía por mi ojo.

- Amargada. Ya mejor dime que sucedió contigo y Daniel, desde ayer estas extrañas – Mi risa se corta de inmediato - ¡Aja! ¿Qué paso?

- Nada ¿Por qué debería ocurrir algo?

- Mhm, tu mirada te delata, Annie. Y además, estuviste evitándolo todo el día de ayer

- El pobre chico estuvo preocupado en toda la clase de biología, sumido en sus pensamientos – Interviene Tomás, masajeando la nuca de mi prima

- Yo... Solo – Balbuceo, evitando mirarlos a la cara ¿Por qué me da pena comentar esto?

- ¡Buenas! Llego la que extrañaban – Salvada por la campana, giro mi cabeza para encontrarme con mi tía Carmen, entrando eufórica a la casa – Hola Annie – Besa mi mejilla y las de la parejita – Chicos ¿Qué hacen en casa un sábado?

- Sabes cómo es tu sobrina, Carmen. Llegaste en el momento justo, tu preciada Annie tiene algo que contarnos – Me observa inquisidora.

- ¿No puedes simplemente dejarlo pasar y ya? – Resoplo mientras me hundo en el sofá.

- Oh no, señorita. Tu actitud solo me hace pensar en una cosa

- ¡Carmen! ¿Qué haces acá? – Pregunta mi mamá al entrar a la sala.

- Vine por mi sobrina y ahora sus amigos. Necesitamos un día de chicas y así me cuenta que es lo que le sucede últimamente – No otra vez, por favor. Al parecer papá fue diciendo a voz populi que yo, según él, estaba mal. Suele ser muy exagerado el hombre, peor que mi madre en ocasiones.

- No creas que te llevaras a mi hija, no otra vez – Ríe cínica – Sus salidas quedaron limitadas a estar vigiladas por mi presencia o la de Ignacio

- ¿Aún no lo superas, cuñada? Es hora de dejar ir el pasado

- Marcaste a mi hija de por vida ¿Crees que se me va a olvidar?

- Solo cumplí los deseos de la niña, además le quedo bonito – Me dedica una mirada cómplice mientras le sonrío divertida.

- Le quejo justo a la medida – Dice Tomás, sonriendo pícaramente.

- Tienes tres segundos para decirme si viste el tatuaje de mi hija – Mi padre agarra a Tomás por su camisa, alzándolo del sofá. Rio bajito, viendo la mirada de pánico de mi amigo

Papá sobre -protector a la orden, especial para cubrir cualquier evento, incluyendo bodas y bautizos, donde estén involucrado chicos.

- Calma, amigo – Dice nervioso – Ella solo me mostro una foto, no es como si la haya visto desnuda – Expande sus ojos al ver como se expanden las fosas nasales de mi padre, realmente molesto – Tampoco es que haya visto mucho, yo solo... yo

- Como sea. Hermano, me llevo a mi sobrina y a los otros dos – Toma mi mano llevándome a arrastras hasta su auto.

Por suerte en toda la tarde no se volvió a tocar el tema de Daniel, así que fue una tarde tranquila llena de muchas risas; mi tía, al igual que mi abuelo, suele consentir cada capricho que tengo pero en un nivel más extremo.

Es amada por mis amigos, siendo la tía más agradable con la que se puede hablar cualquier cosa sin temor a ser juzgado, es muy mente -abierta, su despreocupación sobre cualquier tema hace que tenga que estar al pendiente, percatándome de lo que dice. Sí, mi tía suele ser de lengua suelta.

Recuerdo claramente la vez que, junto con mi madre, comentaron a todos los que se encontraban en una reunión familiar que ya yo era toda una señorita. Ese día fue tan traumático para mí que no salí de mi habitación por el resto de la tarde, si lo hacía, una ola de felicitaciones – Ni idea porque – y consejos, me ahogaría.

Le contamos como es que surgió la relación Clarisa – Tomas cosa que la causo emoción, al igual que yo, sabía que tardo o temprano estos dos iban a terminar juntos.

Lo bueno de salir con mi tía fue que mi cabeza no tuvo la chance de pensar tan si quiera alguna vez en Daniel, claro nada podría ser para siempre porque al llegar a la casa todos los pensamientos me invadieron de nuevo.

Me tumbo en mi cama con la mirada fija en el techo, sé que no debí evitar a Daniel todo el día de ayer y sus insistente llamadas el día de hoy, pero es que simplemente el hecho de tenerlo cerca me pone nerviosa, haciendo que actué de una manera desconocida para mí. Y es ilógico sentirse así, porque vamos, solo llevo una semana y un poco más, conociéndolo.

Definitivamente no me gusta no tener el control de mi comportamiento a causa de las emociones.

- ¿Qué ocurre? – Pregunta mi madre, acostándose a mi lado – Has estado muy callada estos días. Es extraño en ti

Tapo mi cara con la almohada para evitar responder.

- Annie, me puedes decir lo que sea ¿Qué fue lo que te paso?

Tomo una bocanada de aire y digo:

- Un chico intento besarme – Con apenas voz audible.

- ¿Qué? – Escucho a mi mama reír mientras intenta quitarme la almohada de la cara - ¿Intento besarte? ¿Escuche bien? – Asiento - ¡Qué lindo! Aunque creo que a tu papá no le gustara mucho saber eso

- No, lindo no, mamá. No supe que hacer, no reaccione, no sabía si alejarlo o solo dejar que pasara – Atropello las palabras, una tras otra – El me hace sentir de una manera que no entiendo

- Annie, no tengas miedo de mostrar lo que sientes – Me dedica una mirada tierna – Un amor a tu edad es el más puro y real, pero no lo sabrás si le huyes

- ¿Cómo sabes que le huyo? – Enarco mi ceja.

- Digamos que escuche un poco la conversación entre los chicos y tu – Ríe – Pero hey, está bien experimentar esos sentimientos, tarde o temprano te iba a pasar

- Es que... Sería ilógico empezar a sentir algo por alguien cuando no comparten tantas cosas como por ejemplo Tomás, es como si me fuera a otro mundo cuando él está cerca, no... no se

- Lo de Tomás solo fue un juego entre niños. Tu curiosidad te llevo a tener una relación con él y ya vez que no duro más de dos semanas

- Lo sé. Ahora no sé qué hacer, se ha de sentir mal por como lo trate. Pero es la primera vez que me siento así y

- Tienes miedo – Asiente lentamente – Enamorarte te deja la más grandes enseñanzas, que nunca sabrás si no te arriesgas. El miedo de saber si haces lo correcto y el entregar todo por alguien y que sea bien recibido, siempre estará, pero la cosa es ir adelante con ello. El amor llega, sea con quien sea, llega cuando tiene que llegar

- ¿Entonces, que tengo que hacer?

- Habla con el chico, ser tú, es lo único que necesitas – Asiento - Así que eso era lo que te abrumaba – Ríe – Se te nota en la cara

- ¿Te quedas a dormir? No creo que a papá le moleste el no tenerte una noche

- Bueno, entonces quiero más detalles sobre este chico – Me observa de manera picara.

Resoplo y suelto una risita, mi madre a veces, en cosas del corazón, suele ser peor que Clarisa.

(...)

Daniel

- ¿Qué haces acá? – Respondo con mi voz ronca.

- ¿Interrumpo algo? – Pregunta curiosa – Y ¿Así recibes a la visita? – Me da un pequeño escaneo.

- Mis horas de sueño ¿puede ser?

- No importa – Se adentra a mi casa sin pedir permiso.

- Estoy llegando a pensar que ustedes, los mexicanos, sufren de problemas de acoso ¿Cómo sabes dónde vivo?

- Tengo mis habilidades – La miro incrédulo – Bien, Tomás entro al sistema del colegio y saco tu dirección. Necesito hablar contigo

- Estás en tu casa, ya regreso – Subo rápidamente a mi habitación para colocarme una playera ya que me encontraba solo con un bóxer – Tu dirás para que soy bueno – Digo al cabo de unos minutos, terminándome de acomodar la playera.

- Quiero que me cuentes que paso con Annie – Mi ceño se frunce – Si no obtengo la información por ella la obtendré de ti, Tomás te vio preocupado ayer

- ¿Preocupado? – Rio – Solo quería disculparme con ella por forzar las cosas

- ¿Forzar? ¿¡Que le hiciste!? – Pega un brinco del sillón.

- No es lo que piensas – Alzo mis manos – Digamos que Annie y yo estuvimos a punto de besarnos. Pero algo así no es para que me preocupe – Me encojo de hombros – Tu prima me llama la atención, nada mas

- Alto ahí, amigo. Mi prima no es un juguete al que tomaras para saber cómo se usa y luego desecharas como el resto. Sé que estas empezando a sentir cosas por ella – Me señala con su dedo índice – Pero te lo advierto, le llegas a hacer algo a Annie y serás bocadillo para perros

- No le hare nada a Annie, cálmate – Resoplo – Solo quiero acercarme más a ella, conocerla mas

- Con respuestas como esas créeme que lo único que conocerás será la profundidad de la tierra, que será donde serás enviado– Suspira – Mira, Daniel. Annie no es de abrirse así a la primera con cualquier persona, ha pasado por mucho que le cuesta depositar su confianza en un extraño

- Lo se

- No, no lo sabes. Si de verdad quieres algo con mi prima solo no desistas, es un hueso duro de roer pero luego el resultado final vale la pena – Asiento – Ya se, te ayudare a tener una cita con ella

Clarisa duro dos horas comentando acerca de los gustos de Annie, quería y podría haberlo intentado a mi manera, no voy a mentir que si estaba preocupado por la reacción de ella, no quería arruinarla cuando las cosas ni si quiera empiezan. Pero eso es algo que no admitiré, tal vez fui un patán a darle la intención de que solo la quería para una noche, pero soy así. Analizo primero el campo antes de dar el primer paso.

Por eso ahora tengo una Clarisa que no ha parado de hablar, programando como será todo

- ¿Lo tienes? Dime si has entendido – Asiento – ¡Ay, niño! Pero muestra más emoción, me das flojera con solo mirarte

- Podrías haber venido mañana temprano ¿Qué pretendes? – Resoplo – Tranquila, se lo que tengo que hacer

- ¡Excelente! Sé que le va a gustar – Aplaude dando pequeños saltitos – Pero aun te digo, un paso en falso y eres hombre muerto

- Sabes, siempre pensé que Tomás y ella andaban en algo – Digo mientras sostengo la puerta, con mi cara recostada en la palma de mi mano.

- Tuvieron algo – Fijo mi mirada en ella – No funciono y decidieron que les iba mejor como amigos – Se encoje de hombros – Espero que esta vez sí me cuente los detalles. Adiós

Cierro la puerta mientras repaso todo lo que me dijo Clarisa y algo en mi quiere intentarlo pero tengo una fuerza mayor que me hace tener miedo de hacer lo posible y a la final nada resulte.

Porque ¿Quién dice que ella sienta lo mismo? ¿O que pueda llegar a verme de otra manera? Clarisa puede tener razón en que Annie suele confiar en todo el mundo, porque así es cuando la conoces, tiene una barrera que se va derrumbando a medida que la vas conociendo, pero ¿Y si no resulta? No vine acá en busca de un nuevo amor, vine acá buscando un futuro y dar todo por amor no está en mis planes, es difícil para mí entregarlo todo cuando de la nada esa persona lo puede desechar, destruyéndote por completo.

Suspiro, nada pasara con intentarlo. Así que empiezo a preparar todo para la noche de mañana antes de ir a dormir.

(...)

Annie

- Annie, hija te buscan – Mi padre se asoma en mi habitación – Es ese chico otra vez – Dice en tono serio, sé que es mentira, solo se comporta así para dar entender que es él, el quien manda. Un momento ¿Chico? ¿¡Daniel!?

- ¿Qué... que hace acá? – Pregunto removiendo todo rápidamente. Tome la decisión de enfrentarlo mas no pensé que sería tan pronto

- Creo que saldrán – Objeta pensativo – Arréglate, necesitas un respiro. Mientras, yo arreglare algunos asuntos con ese chico – Truena sus dedos antes de salir lo que hace que suelte una risita.

¿Salir? ¿Y ahora qué hago? Muevo mi closet buscando que colocarme – Estaba en pijama todo el día – Me rio internamente, claramente esta no soy yo, nunca me ha importado lo que tenga puesto, si me gusta a mi está bien. Pero ahora mis nervios han atacado por descartar toda mi ropa.

Tomo un jean y un suéter de lana, ligero; es una noche fresca así que está perfecto. Me coloco mis botines color verde militar, despeino mi cabello y saldo disparada hacia la entrada

- Hola – Digo una vez que estoy en la puerta – No creí que alguien tuviera planes un domingo, a la seis y media de la tarde

- Te llevare a un lugar especial ¿Vamos? – Extiende su mano para tomar la mía, sintiendo al momento un choque electrizante, notable entre los dos – Y, llevo comida

- No te hagas el misterioso, la que conoce el D.F acá, soy yo. Suerte en llevarme a un lugar donde no haya estado – Trato de controlar el nerviosismo de mi voz y el cosquilleo de mi panza por sentir su mano unida con la mía.

- El lugar no lo hace especial porque lo conozcas de memoria, lo vuelve especial con quien compartas ese espacio y lo que pase allí – Me dedica un guiño – Los momentos son los que se recuerdan – Ok... Mi reparación vuelve a fallar y mis piernas flaquean. Ahora veo que es cierto eso que dicen que todo empeora cuando aceptas lo que estas empezando a sentir.

- Wou, esto sí que es hermoso – Digo caminando hasta acercarme al borde de la montaña – Daniel, esto es hermoso. Si conocía este parque pero jamás había llegado hasta acá

Mis ojos se maravillan al ver lo que tienen a su alrededor, toda la capital en tamaño diminuto, con todas esas luces que lo hacen lucir como un pequeño nacimiento. Me deleito con eso, no smoak, no autobuses pitando, ni autos tampoco y mucho menos gente molesta que rompa tu tranquilidad.

Saco mi teléfono y busco el ángulo perfecto para tomar una fotografía y así unirla con mi colección.

- Es hermoso – Repito una vez más.

- Creo que ninguna vista se compara con la que yo estoy viendo. Eso sí es hermoso – Ladeo mi cabeza lentamente para encontrarme con su mirada penetrante y una sonrisa cálida que hace que mis mejillas se sonrojen.

Efecto Daniel, así lo llamare.

Continue Reading

You'll Also Like

150K 7.6K 36
Secuela de "Eres mía, solo mía". La decepción cruza la vida de Ares una, otra y otra vez, ella se va a casar, no con él, con Austin y él no podría ha...
627 81 19
Comienzas a jugar con fuego y te enamoras a mitad del incendio
93K 5.6K 27
Ella es la chica nueva, se ha mudado desde lejos... pero desde donde? Y porque? Un pasado olvidado, sin rastro, sin huellas. Imposible de rastrear. É...
1.8M 131K 89
Becky tiene 23 años y una hija de 4 años que fue diagnosticada con leucemia, para salvar la vida de su hija ella decide vender su cuerpo en un club...