Juliette
Mi hermano se recuperó de los golpes de el gilipollas de Dean. Esta vez sí que se había pasado. Encima con lo que me dijo. De manera despreciable. Me dolió muchísimo. Pero una vez más. Tuve que callarme. Aunque quieta no me quede. El guantazo que se llevó me quedé más aliviada. Lo importante es que mi hermano estaba bien. Lo único que tenía era un moratón en su mejilla pero llevaba una pequeña tirita. Había estado está semana recuperándose. Además ahora no tenía muchos amigos. Sólo a Adam. Desde esa pelea le han dejado de lado. Por que el imbécil de Dean se ha "ganado" el respecto de todo el Instituto. Esta irreconocible. O a lo mejor nunca le conocí bastante bien.
Después de termina las clases, iba a mi casa. Entraba en ella y cerraba la puerta rápidamente. Frente mía estaba mi hermano y Sandra besándose. Dejaba mi boca entre abierta sorprendida y ellos me miraban de repente. Ambos se apartaban y mi hermano se limpiaba sus labios mirándome. No me sentía enfadada, si no confundida.
—Voy a la cocina.—Decía mi hermano mientras se iba a la cocina.—
Sandra miraba como mi hermano se quitaba de en medio y venía a mi muy contenta. Me abrazaba de repente y le seguía el abrazo más confusa.
—Soy tu nueva cuñada.—Decía Sandra ilusionada, se apartaba de mi de repente, sonriendo feliz.—
—¿Estáis juntos? ¿De pareja?—
Sandra asentía mostrando sus dientes y me reía tan emocionada como ella.
—¡Eso es genial! ¿Como ha pasado?—Pregunte.—
—Yo tampoco me lo creo.—Decía Sandra contenta agarrando mi mano llevándome al sofá y ambas nos sentábamos.— Fue lo de la pelea de Dean, me llamó a mi para ir al hospital y le llevé, luego hablamos de lo distanciados que estábamos y tu hermano se sincero conmigo, me dijo que en realidad si quería estar conmigo pero tenía miedo.—
—Que contenta estoy por los dos.—Sonreía levemente colocando un mechón de mi pelo tras la oreja.— ¿Que mejor cuñada que mi mejor amiga?—
—¡Si! Me es más fácil tenerlo controlado.—
—Tranquila que si mira a otra, ten por seguro que morirá.—Ponía una mano en su hombro asintiendo y luego le reía levemente.— Nah, él no es a sí.—
—Lo sé.—
—He vuelto.—Decía mi hermano saliendo de la cocina, venía hacía al salón mirándonos y luego me miraba a mí, esperando que le dijiera algo.— ¿A ti te parece bien?—
—Claro que si.—Respondí rápidamente, contenta.—
Sandra se levantaba del sofá yendo hacia mi hermano y agarraba su mano.
—Ahora, te aviso.—Señalaba a mi hermano de forma amenazante.— Como le hagas daño te juro que te hago la vida imposible.—
—¿Has pillado su amenaza de muerte?—Preguntaba Sandra divertidamente mirando a mi hermano.—
—Si, y no tendré que hacerlo por qué me esperara una muerte terrible.—Decía mi hermano sonriendo de lado.—
Empezaban a mirarse como tortolitos y se besaban de repente. Luego puse una cara de asqueada por verlos tan cariñosos y me levantaba del sofá.
—Tampoco tengo que estar presente a vuestro mimitos.—Dije desapareciendo del salón yendo a mi habitación y me encerraba dentro.—
Me quedaba mirando a mi móvil las fotos que nos hicimos Dean y yo. El vídeo de regreso a casa después de las vacaciones de verano. En su cumpleaños. El mío. En la playa. Miles de recuerdos en simples fotos. Ahora todo está cambiado. Nada es como era. Fui una tonta por no aceptarle por su pasado. Puede ser que Dean este enfadado y dolido. Que sólo este haciendo estas tonterías. Entrará en razón por un momento y podremos hablar al menos como amigos. Seguro que será así.
******
En el momento de ir al recreo. Estaba con Sandra, mi hermano y se traía también a Adam. Ya que los dos eran novios, nada podían ocultar. Como ya sabía, mi hermano se quedó sin amigos. Por Dean. Al menos me tiene a mí, yo no le voy a dejar solo.
Estábamos sentados en el suelo mientras hablábamos para lo que íbamos hacer este fin de semana. Escuché mi nombre en un grito y giré mi cabeza. Violeta. Ella venía corriendo hasta sentarse a mi lado de golpe e hizo un gesto dolorida.
—Me he echo daño.—Decía Violeta quejándose del dolor.—
—¿Tanto?—Pregunté.—
—Un poco.—Respondió riéndose tontamente.— ¿Que tal tía?—
—Bien, ¿Y tú? Casi nunca vienes ya con nosotras.—Dije.—
—Y más distanciadas estaremos a partir de poco.—
—¿Por qué? ¿Te vas del Instituto?—
—No.. es que.. bueno, ya lo verás por ti misma.—
—¿Eh?—
—Tengo que irme, ¿vale? Nos vemos.—Se levantaba rápidamente yéndose de mi lado y dejaba mi ceño fruncido.—
Que rara esta últimamente Violeta. Bueno. Ella siempre ha sido rara. Como si ocultara algo pero nunca oculta nada. Serán imaginaciones mías. Que más da.
Después del recreo. Habían hablado sobre ir al cine. A mi no me gustaba demasiado el plan. No quería ser la sujeta velas de nadie. Antes de entrar en clase. Sandra y mi hermano se estaban despidiendo cariñosamente. Dejaba mis ojos en blancos de los pesados que podían a llegar a ser. Miraba luego a clase que Ricky estaba saliendo y me miró. Él me sonrío de lado, me saludaba con la mano y andaba hacia a mi.
—¿No entras a clase?—Preguntaba Ricky.—
—Estoy esperando a Sandra que está con mi hermano.. dándose el lote.—Le señalaba a los dos por detrás mientras me reía.—
—Con que tienes cuñada.—
—Si, por qué ya de mejor amiga no ejerce mucho, esta siempre con mi hermano.—
—¿Te ha dejado de lado?—
—¡No! Aunque si tenemos que quedar mi hermano tiene que venirse y pasó de ser una sujeta-velas.—
—Pues como ahora que la estás esperando.—
—Gracias Ricky.—Dije irónicamente asintiendo aunque luego me reía.— Además, este fin de semana quieren ir al cine, y quiere que yo también vaya con ellos pero para ir solo los tres..—
—Si quieres voy con ustedes.—
—¡Cierto! Podrías venirte.—
—Aunque no se si a tu hermano le gustará que me auto-invite yo mismo.—
—A él no le importará.—Negaba rápidamente y me quedaba mirándole con los ojos entre cerrados.— O es por qué.. ¿Te da vergüenza?—
—Un poco sí, tengo que admitir que soy un vergonzoso.—Se reía nerviosamente mostrando sus dientes y pasaba su mano por su pelo.—
—¡Qué tonto eres!—Dije.— Conoces a Sandra y a mí también, y mi hermano es muy majo, ya verás.—
—También lo decía por si tu realmente quieres que vaya.—
—Claro, ¿Por qué?—
—Por Dean.—
—Él ya no es preocupación para mí.—Dije fríamente negándolo despacio mientras se me hacía un nudo en la garganta.— Ese tema está totalmente zanjado, se acabó, definitivamente.—
—Oh.—Ricky dejaba su boca entre abierta y ponía una mano en mi brazo.— ¿Pero estás bien?—
—Perfectamente.—Fingía mi tono de voz alegre y mi forzada sonrisa.—
—Te creeré.—Decía Ricky poco convencido a lo que le dije y quitaba su mano de mi lentamente, luego miraba detrás mía y luego a mí.—Ya viene Sandra.—
Me giraba mirando que Sandra andaba muy feliz y agarraba mi brazo para entrar en clase.
En casa le dije a mi hermano que Ricky se vendría y le pareció bien. A mi también me parecía bien. De esa manera el pobre Ricky no se sentiría más sólo. Y a sí yo podría sentirme mejor. He de seguir con mi vida si Dean lo hace. No puedo pararme.
********
Íbamos en coche. Recogí a Ricky en la puerta del Instituto por qué otro sitio no sabía. Y después íbamos al centro comercial donde estaba el cine. Cuando llegamos, elegimos una película de guerra. Duraría como dos horas y media. Esto se me haria eterno pero será divertido. Seguro que si, Juliette.
Sandra se sentó al lado de mi hermano. Yo me sentaba al lado de Sandra y de Ricky. Ahora me sentía menos inútil.
La película llevaba como unos cuarenta y cinco minutos. Decidí salir de la sala para ir al baño. No tarde mucho en ir al servicio y salir. Pero si que me iba a tardar por el pasillo. Recordaba cuando Dean estaba por aquí. Agredió a ese chico que vino con nosotras. Miraba a la sala que tenía que entrar pero no quería. Miraba la puerta de salida del cine e iba a la puerta como un cohete de rápido. Salía para que me diese el aire y suspiraba. Miraba por la derecha. Recordaba también la primera vez que Dean me besó. ¿Por que no puedo sacarle de mi cabeza cuando el se ha olvidado ya de mi? Suspiraba frustrada por ello. No puedo mantenerme aquí quieta como una estúpida. Entra ahí adentro y superalo. Ya es hora, ¿no?
Entraba otra vez por la puerta de salida para ir a mi sala. Andaba llegando a la puerta pero Ricky salía de repente y di un sobresalto. Sólo era Ricky.
—Hola.—Dije sonriendo de pocas ganas mientras le miraba.—
—Hola, te estás perdiendo la película.—
—Ya lo sé, me había salido por qué me estaba agobiando, tanta sangre y violencia me agobia.—Mentía fatal, además la voz me temblaban de los nervios.—
—Pues si, es muy violenta, pero... ¡Es sangre de mentira!—
—¡Lo sé!—Soltaba una pequeña carcajada.—
—¿Seguro que no es por otra cosa?—
—No.—Contestaba un poco borde.— No es por nada de lo que te puedas imaginar.—
—Vale, vale.—
—Lo siento.—Dije manteniéndome sería entrando a la sala por delante de él.—
Me había hecho sentir otra vez incómoda. Ricky siempre hace preguntas con doble sentido. Refiriéndose a Dean. Siempre tiene ese tema en su cabeza cuando habla conmigo. Me sienta mal de haberle hablado de esa manera pero el también me hace sentirme incómoda.
Cuando la película término. Dejaba a Sandra y a mi hermano en mi casa. Yo tenía que llevar a Ricky a su casa. Estaba un poco lejos de donde yo vivía y de el Instituto. Pero era una buena zona donde el vivía. Que envidia. Le dejaba frente a su cada aparcando mi coche y aclaraba mi garganta.
—Hoy me lo he pasado muy bien, tu hermano es muy simpático, tenías razón.—
—Te lo dije.—Hablaba en voz baja mirando al volante.—
—Creo que me iré haciendo amigo de él.—Sonaba bastante amable por su parte.—
—Sería muy amable por tu parte, mi hermano ha perdido a la mayoría de sus amigos.—
—¿Por qué?—
—Pues por.. por Dean.—Suspiraba agobiada sintiendo que volvía a pensar en él.— Lo siento por lo de antes, por como te contesté en el cine, pero si me haces preguntas refiriéndote a él...—Le miraba de repente negando, notando mis ojos lagrimosos.—
—Juliette.—Se incorporaba de lado en el sillón delantero del coche, mirándome.— Cuando te pregunto si estás bien te pregunto en general, no siempre sera el motivo tu ex-novio, a no ser que sólo sea él el motivo.—
—Pues si, él es el motivo y creí que siempre preguntabas por eso.. pero al parecer malinterprete las cosas.—
—No te preocupes Juliette, no estoy enfadado.—Decía dulcemente pasando su mano por mi pelo y colocaba un mechón de mi pelo tras la oreja.—
Subía mi mirada a él. Era bastante bueno conmigo y paciente. Sólo le he contado mis problemas y él me sigue escuchando. Repentinamente me acercaba a él abrazándole lentamente y Ricky me seguía el abrazo. Cerraba mis ojos queriendo quedarme a sí. Necesitaba un abrazo de esos que comprendieran. Que me comprendieran por lo que estoy pasando. Me alegraba tener un amigo tan bueno como Ricky. Me apartaba de él lentamente mirándole y luego miraba abajo, respirando hondo.
—Que duermas bien.—Decía mientras abría la puerta de mi coche y se salía de el, cerraba la puerta y se iba a su casa.—
Realmente hoy si podía dormir tranquila.