Capítulo 38.

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Juliette

Mi hermano se recuperó de los golpes de el gilipollas de Dean. Esta vez sí que se había pasado. Encima con lo que me dijo. De manera despreciable. Me dolió muchísimo. Pero una vez más. Tuve que callarme. Aunque quieta no me quede. El guantazo que se llevó me quedé más aliviada. Lo importante es que mi hermano estaba bien. Lo único que tenía era un moratón en su mejilla pero llevaba una pequeña tirita. Había estado está semana recuperándose. Además ahora no tenía muchos amigos. Sólo a Adam. Desde esa pelea le han dejado de lado. Por que el imbécil de Dean se ha "ganado" el respecto de todo el Instituto. Esta irreconocible. O a lo mejor nunca le conocí bastante bien.

Después de termina las clases, iba a mi casa. Entraba en ella y cerraba la puerta rápidamente. Frente mía estaba mi hermano y Sandra besándose. Dejaba mi boca entre abierta sorprendida y ellos me miraban de repente. Ambos se apartaban y mi hermano se limpiaba sus labios mirándome. No me sentía enfadada, si no confundida.           
—Voy a la cocina.—Decía mi hermano mientras se iba a la cocina.—                                         

Sandra miraba como mi hermano se quitaba de en medio y venía a mi muy contenta. Me abrazaba de repente y le seguía el abrazo más confusa.                      
—Soy tu nueva cuñada.—Decía Sandra ilusionada, se apartaba de mi de repente, sonriendo feliz.—                                                  
—¿Estáis juntos? ¿De pareja?—   

Sandra asentía mostrando sus dientes y me reía tan emocionada como ella.                  

—¡Eso es genial! ¿Como ha pasado?—Pregunte.—                  

—Yo tampoco me lo creo.—Decía Sandra contenta agarrando mi mano llevándome al sofá y ambas nos sentábamos.— Fue lo de la pelea de Dean, me llamó a mi para ir al hospital y le llevé, luego hablamos de lo distanciados que estábamos y tu hermano se sincero conmigo, me dijo que en realidad si quería estar conmigo pero tenía miedo.—                                                 
—Que contenta estoy por los dos.—Sonreía levemente colocando un mechón de mi pelo tras la oreja.— ¿Que mejor cuñada que mi mejor amiga?—  

—¡Si! Me es más fácil tenerlo controlado.—                                         
—Tranquila que si mira a otra, ten por seguro que morirá.—Ponía una mano en su hombro asintiendo y luego le reía levemente.— Nah, él no es a sí.—                                                         
—Lo sé.—                                           
—He vuelto.—Decía mi hermano saliendo de la cocina, venía hacía al salón mirándonos y luego me miraba a mí, esperando que le dijiera algo.— ¿A ti te parece bien?—                                               
—Claro que si.—Respondí rápidamente, contenta.—             

Sandra se levantaba del sofá yendo hacia mi hermano y agarraba su mano.                             
—Ahora, te aviso.—Señalaba a mi hermano de forma amenazante.— Como le hagas daño te juro que te hago la vida imposible.—                                    

—¿Has pillado su amenaza de muerte?—Preguntaba Sandra divertidamente mirando a mi hermano.—                                               
—Si, y no tendré que hacerlo por qué me esperara una muerte terrible.—Decía mi hermano sonriendo de lado.—                        

Empezaban a mirarse como tortolitos y se besaban de repente. Luego puse una cara de asqueada por verlos tan cariñosos y me levantaba del sofá.                                                     
—Tampoco tengo que estar presente a vuestro mimitos.—Dije desapareciendo del salón yendo a mi habitación y me encerraba dentro.—

El Puto Amo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora