Your eyes ©

By EMMolleja

789K 52.6K 9.5K

Scarlett Brandon está desesperada por encontrar un trabajo de verano y así poder ganar dinero para pagar un a... More

Prólogo
Capítulo 1: La jugosa propuesta
Capítulo 2: La familia Patterson
Capítulo 3: Un "refrescante" primer día
Capitulo 4: La vista exótica del ventanal
Capítulo 5: Mañana en el parque
Capítulo 6: A las tres de la madrugada
Capítulo 7: Las paredes que se derriban
Capítulo 8: El primo Luke
Capítulo 9: Hellboy
Capítulo 10: Noche en Zathura
Capítulo 11: Ceguera cortical
Capítulo 13: Evangeline Reneé Patterson
Capítulo 14: Luke y su poder de persuasión

Capítulo 12: La canción de Evan

40.3K 3.3K 615
By EMMolleja

Al entrar a la mansión, dejé que Evan corriera a su habitación como un loco diciendo que quería ir a ver la televisión, y me dirigí directo a la cocina en busca de Letty. Necesitaba hablar con alguien de lo que acababa de pasar o sino explotaría.

Para mi suerte, ella estaba ahí. Para mi desgracia, Theo la acompañaba, se encontraba sentado en unas sillas de la barra, comiendo directo de la caja de cereal.

—¡Hola, Scarlett! —me saludó Letty alegremente, sin encararme, ya que estaba ocupada cocinando.

—Hola, Letty, buenos días —la saludé de vuelta, dirigiéndome hacia Theo y tomando asiento junto a él— Hola, ogro. ¿Sí sabes que el cereal se acompaña con leche, no?

Él giró un poco la cabeza hacia mi dirección y me dedicó una radiante sonrisa que provocó que mi corazón diera un salto mortal de la emoción.

Y del remordimiento.

—Buenos días, intrusa —respondió—. Llámame raro pero odio el cereal con leche, lo prefiero así. Dime, ¿cómo estuvo tu noche?, ¿dormiste bien? —me preguntó, moviendo su mano sobre la barra hasta que se encontró con la mía.

La Scarlett embobada dentro de mí estuvo a punto de desmayarse al ver a Theodore de buen humor y bastante dispuesto a tocarme.

—Sí, como un bebé —contesté, hipnotizada con la vista de nuestras manos juntas, de nuevo—. ¿Qué hay de ti?

—Como un bebé —repitió, dándole un apretón a mi mano y ensanchando su sonrisa.

Mi cuerpo, dominado por una fuerza misteriosa, no pudo resistirse al impulso de querer hacer algo más que tocarlo, empezó a acercarse a su rostro. No me pregunten qué pretendía hacer porque no tenía idea por qué estaba entrando a la boca del lobo de esta manera justo frente a Letty, pero... como les dije, estaba siendo dominada por una fuerza misteriosa.

Una fuerza misteriosa que fue detenida por Letty, quien se volvió hacia nosotros antes de que pudiera cometer alguna estupidez. Logré apartarme en el momento justo, gracias a Dios.

No obstante, ella se nos quedó mirando de una manera extraña.

—¿Cómo estuvo el desayuno con Luke, Scarlett? —inquirió ella.

Tragué saliva con fuerza, observando la sonrisa de Theo desvanecerse.

—Cierto, Letty me dijo que hicieron un picnic con Evan —terció, devolviendo su atención a la caja de cereal.

Genial.

—La comida estaba deliciosa, gracias, Letty. —Le sonreí en un intento de esconder mi nerviosismo—. Evan se divirtió mucho.

—Bueno, si ya no tienes ningún otro picnic al que asistir, quisiera salir contigo hoy. Hay un lugar a donde quiero ir —me dijo Theo, haciendo que Letty nos mirara con una expresión de emoción que provocó un fuerte rubor en mis mejillas.

Nos miraba como si le acabáramos de decir que nos casaríamos o algo así.

—Uh... tendría que preguntar si Evan puede quedarse solo un momento —le contesté, sintiéndome cohibida al tener a Letty presenciado lo que fuese que estaba ocurriendo.

—Puede quedarse con Luke, a él no le importará —me aseguró, llevándose un gran puñado de cereal a la boca.

—¿A mí no me importará qué? —La repentina voz de Luke me sobresaltó.

—Cuidar un rato de Evan mientras Scarlett y yo salimos —le contestó su primo con la boca llena. Se veía gracioso haciendo un gesto tan infantil, y si esto no fuese tan incómodo, me hubiera reído de él.

—¿Salir a dónde? —El rubio se acercó a probar lo que Letty cocinaba, pero antes de que su dedo rozara la salsa en la olla, ella le dio un manotón—. Lo siento, lo siento.

—Tengo mucho tiempo que no visito a mamá, así que quiero ir al cementerio.

Todos en la habitación aguardamos silencio, unos más sorprendidos que otros.

Letty automáticamente miró en mi dirección, sus ahora conmocionados ojos se tornaron brillantes antes de darse la vuelta sin decir ni una palabra y volver a la cocina. Eso sólo desencadenó un serio episodio de sonrojo intento en mí.

—Oh —habló Luke, aclarando la garganta y tratando de salir de su momentáneo estado de conmoción—. Sí, está bien, yo cuidaré de Evan, no se preocupen, ustedes vayan. Yo me quedaré para enseñarle una lección a ese niño en el Xbox, no puede ganarle al maestro de los videojuegos.

No pude evitar reír. No podía imaginarme a Luke, el chico casi arquitecto egresado de Yale, alto, musculoso, con impresionantes habilidades para ligar, jugando al Xbox e intentando vencer a un niño de cinco años.

Luke y Scarlett sentados en un árbol, b-e-s-á-n-d-o-s-e, besándose. Luke y Scarlett sentados en un árbol, b-e-s-á-n-d-o-s-e, besándose.

Una personita, conocida como Evan, hizo su vil entrada a la cocina canturreando una canción que hizo que su primo y yo intercambiáramos miradas, incomodados.

Oh, Jesucristo, ¿por qué me haces esto?

—¿De qué estás hablando, pequeño loco? —le preguntó Theodore sonriendo a medias, como si de una broma se tratara.

Evan, mi pequeño Evan, te he tratado bien todo este tiempo, ¿por qué me haces esto?

—Deja las tonterías, hermanito.

—No son tonterías —farfulló el niño, haciendo un enojado puchero—. Yo los vi, los vi.

—¿Qué? ¿Qué dijiste?

Cerré mis ojos con fuerza, preparándome para cualquier cosa que se avecinara, esperando el golpe que sabía que venía por culpa de Evan.

—Se estaban así como besando, yo los vi, puaj, qué asco. — Dios, este niño era adorable hasta cuando no me tenía que agradar.

—Sólo fue un beso, primito, cuando tengas más edad no dirás "puaj", te lo aseguro.

Quería matar a dos Patterson en este momento. La tranquilidad de Luke me desconcertaba, él parecía bastante cómodo con la situación. Con Evan molestándolos, con Theo escuchando sobre el beso, con Letty y su expresión de completa confusión.

Luke se encontraba tan ajeno de todo que era ridículo.

—Así que es cierto —replicó Theodore, frunciendo el ceño—. ¿Sí se besaron?

—¿Por qué te pones así? —comentó Luke con envidiable serenidad— Sí, lo hicimos, son cosas que pasan, es el momento, el ambiente, la persona.— Alzó la vista hacia mí para dedicarme una amplia sonrisa.

Mi estómago gruñó, amenazando con devolver todo lo que había comido en el desayuno.

—Tú me entiendes, hombre. Y pues, si me disculpan, me llevaré a este enano para castigarlo con cosquillas por estar espiando a las personas.

Evan salió huyendo de la habitación mientras reía histéricamente, con su primo pisándole los talones.

Ahora sólo estábamos Letty, Theo y yo. De nuevo.

Theo permaneció en silencio, estaba molesto, inmóvil, con sus ojos fijos en la pared frente a él, lejos de mí, los labios fruncidos, mandíbula tensa y respiración acelerada.

No, no, no, lo menos que quería era que se cerrara de nuevo.

—Con permiso, buscaré a Ángelo para encargarle unas cosas —se excusó Letty sin siquiera mirarnos al abandonar la cocina.

Dios sagrado y bendito, ¿cómo se suponía que arreglaría esto ahora?

—No perdiste tiempo, ¿cierto? —me espetó, furioso—. Ya veo que seguiste mi consejo bastante bien.

Me armé de valor y me acerqué a él dispuesta a explicarle el malentendido. Quise tomar su mano, él se apartó bruscamente, tomó su bastón y se levantó de su asiento.

—Iré a cambiarme, tomaremos el Sedán que tiene GPS —dijo, frío, comenzando a dirigirse a la salida—. Dile a Ángelo que suba a mi habitación, no te tardes, intrusa, el tiempo es oro para mí.

Resoplé, derrotada.

Bueno, recibamos de vuelta al ogro más detestable de esta casa: Theodore Patterson.

***

Esta tensión entre los dos me estaba matando.

Íbamos en camino al cementerio y él no me había dirigido la palabra, se limitaba a estar sentado junto a mí mientras escuchaba un CD de Guns N' Roses a un volumen que estaba cerca de dejarme sorda.

—Theo —llamé su atención en un desesperado intento de entablar una conversación.

Su brazo se estiró para subirle mucho más volumen a la canción.

Pero qué infantil.

Llevé mi mano al reproductor y puse un volumen normal. Lo miré de reojo, lista para hablar.

—Theo, no quiero que...

—No me importa lo que tengas que decir —expresó bruscamente—. Quiero un poco de tranquilidad, así que no hables. Y con no hablar, me refiero a en todo el viaje.

—¿Por qué estas comportándote así? Pensé que estábamos bien —comenté, molesta.

Giró su cabeza hacia la ventanilla, fingiendo no escucharme.

—Estoy hablando contigo, ¿sabes?

—Lo sé, te estoy ignorando.

Mi boca se abrió, estupefacta. Por un lado entendía que hubiese malinterpretado las cosas y por eso se encontrara tan cabreado. Sin embargo, su actitud de no querer escuchar lo que tenía para decir comenzaba a cabrearme.

La voz del GPS me distrajo durante unos segundos mientras aparcaba en un lugar junto al cementerio y empezaba a pensar a quién acudir para que pudiese decirme dónde encontrar a la madre de Theo.

—Ya estamos aquí —anuncié apagando el motor y quitándome el cinturón de seguridad.

—Bien, no me tardaré, espera aquí. —Él se quitó el cinturón y salió del auto sin siquiera voltear a mi dirección.

No había manera en este mundo en que dejaría que él deambulara solo por aquí.

—Oye, oye, ¿a dónde crees que vas? —le pregunté, apresurándome en alcanzarlo.

—¿Acaso la música te ha dejado sorda? —respondió cortante, tanteando el césped con su bastón—. Te dije que esperaras aquí, iré solo, tú te quedarás.

—No irás solo a ninguna parte, Theodore.

—Puedo cuidar de mí mismo, intrusa.

Me crucé de brazos, rechinando los dientes. Lo observé intentar caminar hacia ningún lugar en específico. Segundos después él pareció tropezarse con una piedra y si no doy un salto para ayudarlo, probablemente hubiese terminado en el suelo.

—Suéltame. —El ogro se sacudió bruscamente de mi agarre—. No necesito tu ayuda.

—Estoy perdiendo la paciencia contigo, Theodore, te estás comportando como un maldito niño malcriado —exploté, tomándolo del brazo con fuerza—. Si esto es por lo que pasó con Luke...

—No, no lo es.

—¡Sí, sí lo es! —le espeté, acalorada—. Estaba todo bien esta mañana hasta que lo supiste. Dime entonces, ¿por qué estas así?, ¿por qué es que te molesta tanto que nos hayamos besado? ¡Por el amor a Dios! Eres... eres... eres tan incomprensible. Un minuto estás tomándome de la mano, y al otro vuelves a declararme la guerra. ¡¿Cuál es tu problema ahora?!

—¡Tal vez supieras cuál es mi problema si no te estuvieras besuqueando con mi primo!

—¡Sólo estás celoso porque me besuqueo con él en vez de contigo!

Oh, por Dios, no podía creer que eso había salido de mi boca.

—¡Quizá sí lo estoy, maldita sea!

Di un paso atrás, asombrada por lo que escuché salir de su boca. ¿Escuché mal? ¿Escuché bien? ¿Theo acababa de admitir sus celos?

Y entonces, el silencio reinó en el lugar.

Nota de la autora: Hello, hello, my fellow readers :)

Aquí el nuevo capítulo de esta historia. No puedo decir más nada que Evan es una cuchitura, sea como sea, lo adoro y punto. Jajajajaja.

THEODORE, explotó el muchacho, no pudo soportar más la presión y se convirtió de Shrek a un conejito en menos de dos segundos. Ay, ¿que más puedo decir? Aunque, no hay que emocionarse aun, a estos dos le queda mucho por recorrer.

Besos, no olviden comentar y PEACE OUT. :)

Continue Reading

You'll Also Like

108K 6.5K 14
Chiara ama la Navidad. Alexei le aborrecía la Navidad. El inconveniente es que Chiara se ve en la necesidad de pedirle al hermano de su mejor amigo q...
15.3K 2.2K 20
Papá tiene un nuevo amigo. Es muy alto y no sabe hablar español, su nombre es Max (Chequito conoce a un amigo que tiene un amigo que tiene un perro c...
269K 17.1K 103
En la ciudad de Nueva York nada es lo que parece. Y Nataly lo supo muy bien... a las malas. ...
832K 111K 69
Pronto en librerías traído por VRYA Isaac no conoce más allá del internado de monjas donde ha sido criado desde su infancia. Su padre niega que lo vi...