Maraton 1/2
Su cuerpo...ese cuerpo... era simplemente perfecto, sus pechos eran redondos y grandes, firmes, bronceados, de hecho, todo su cuerpo estaba perfectamente tocado por una capa de color dorado, su vientre tenía bien marcado las líneas de esfuerzo donde deben de estar, no había tampoco ninguna imperfección, sus caderas eran un poco redondeadas dándole un toque femenino, su cuerpo era en forma de reloj de arena bien definido, me fijé que tenía algo saliendo dele elástico de la braga, era un...un ¿tatuaje?, si sí lo era, no vi que era pero estaba seguro, ja, ¿Quién diría?
Simplemente no podía entender el porqué de que Megan escondiera su majestuoso cuerpo, se volteó a ponerse el pantalón cubriendo esas piernas tan hermosas, la playera se la puso para luego ponerse un suéter desgastado, tomó unos converse desgastados y se peinó el cabello, se puso perfume, ese perfume que hipnotizaba, se miró en el espejo y suspiró, su cara se veía triste, bajó la mirada por el espejo mirándose, se tocó el cabello y luego a los ojos, se quedó ahí, al igual que yo, no entendía que problema tenía, no entendía por qué se escondía, porque no sonreía, por qué no se abría a nadie, ni confiaba, ni era como todo adolescente, libre, divertido, pero no Megan Hamilton era diferente, era dura, triste, seria, muy correcta y le gustaba la disciplina, por lo que hablado con Jack, ellos habían sido muy unidos antes, siempre conversaban, jugaban, reían juntos, pero desde que entró a la marina, ya no más de eso, no más conversaciones, no más risas, y cuando su padre murió, ya nada era igual, Hamilton se escondió de todos, no quería nada, no era nada.
Hamilton suspiró y se sentó en la cama, yo la veía desde el otro extremo, ella tomó una fotografía y la sostuvo, una lágrima corrió por su mejilla pero la quitó inmediatamente, suspiró largo y dejó la foto donde estaba, se inclinó un poco ante la foto y salió de la habitación dejando ese aroma exquisito, me salí de debajo de la cama y tomé la foto que ella había tomado, era una familia, era un señor con traje blanco con muchas medallas, en el, el señor, tenía una cara dura, serio, con una barba a ras de piel, no era feo, de hecho era guapo, se parecía mucho a Jack, ese debía ser el padre de los chicos la señora de a un lado, era una señora alta muy linda, era igual a Megan excepto por los ojos, la señora los tenía azules, enfrente, había un muchacho, con cara despreocupada, era Jack, tenía el cabello un poco largo y vestido como todo un rebelde, reí un poco, nada igual al Jack de ahora, y por último ella, estaba más pequeña, tendría unos quince años, vestía un uniforme de marino igual que el señor, con tres medallas, tenía el cabella recogido, su rostro era serio, y su postura dura, debajo de la foto había una grabación
"La Familia Hamilton Laurence, presente"
Escuché como Jack me buscaba abajo, dejé la foto y comencé a bajar las escaleras, lento, eran muchas preguntas las que rondaban mi cabeza y la imagen de un cuerpo desnudo, el de la generala. Mi corazón latió extrañamente con fuerza cuando la generala me miró desde un banco de la barra de la cocina, tenía un tazón de cereal en las manos y Jack se volteó a verme, devolví mi mirada a Hamilton era tiempo de iniciar el plan, de averiguar su pasado y las razones que no entendía, era tiempo de entrar a la vida de Megan Hamilton Laurence...
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