softness boy; larry adaptación

By divasa

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Autora: RomaDamned Adaptación: divasa. Adaptación. Todos los créditos a su autora original. Tengo el permiso... More

Resumen.
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EPILOGO.
spice up your life
MUDAMOS SOFTNESS BOY

6.

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By divasa

La chica de cabellos rosados se encontraba frente a Louis, sus ojos abiertos con exageración al igual que su boca. Sus cejas prácticamente podrían tocar el techo y su voz se encontraba atrapada en su garganta.

"¡¿Qué tú con Harry hicieron qué?!" Le preguntó a Louis al mismo tiempo que el castaño deslizaba por una uña de la chica, una delgada capa de esmalte azul eléctrico.

El menor rodó los ojos y soltó un bufido, era la tercera vez que le confirmaba que la noche anterior él y Harry habían follado por primera vez. Soltó la mano de Camille y le arrebató la libreta a la chica para volver a escribir en ella.

"Es exactamente lo que te escribí Cami, ayer le di mi consentimiento a Harry y... lo hicimos. No exageres. Llevo meses con él..."

El castaño le entregó la libreta y continuó su labor de pintarle las uñas a su amiga. Era un pequeño hobby de ambos y ahora que los exámenes habían terminado, podían dedicarse a ello sin límite de tiempo... o al menos hasta que Harry llegase y robara su atención.

"Déjame ver si te entiendo" Dijo la pelirosa observando un punto fijo en la pared. "Ayer el idiota de Adam te buscó para conversar, Harry se puso celoso. Adam habló mal de ti y Harry lo golpeó; algo que toda la universidad está comentando debo agregar. En fin, Te arrastró al departamento y aquello como que... te calentó, demasiado y ya. Lo dejaste follarte duro contra la pared. ¿Fue así?" Louis se encogió de hombros, intentando restarle importancia al rubor de sus mejillas y al martilleo de su corazón debido a los recuerdos. "Joder, no lo creo. Siempre pensé que la primera vez de ustedes sería arriba de un unicornio volador o algo así... Más especial".

Louis iba a quejarse por el comentario de Camille. Aquello había herido lo más profundo de su corazón. Puesto que para él había sido lo más especial que hubiese podido vivir con su novio. Había sido su primera vez y no necesitaba un hotel de lujo y un Harry vestido en traje con un ramo de rosas dedicándole un poema para haberle dado significado. Había sido mil veces mejor de lo imaginado, millones de veces más caliente y más excitante... Hubo momentos donde pensó que moriría de tantas sensaciones que tenía en su cuerpo y dios, Harry, Harry Harry.... El rizado debería recibir honores por las cosas que podía hacer con sus manos.

Dejó caer su pequeña y suave mano sobre el hombro de Camille en un manotazo, indicándole cuan molesto estaba con su comentario. La chica lo miró y soltó un pequeño chillido por el golpe. "Bien, lo siento... Si para ustedes estuvo bien, entonces no hay problema". Dijo sobándose el hombro con su mano disponible.

Louis rodó los ojos y terminó de pintarle las uñas. Observó complacido su obra maestra y le mostró a Camille que ya estaban listos. La chica miró sus dos manos y sonrió mostrando sus perfectos y perlados dientes.

"Eres el mejor en esto, ¡me encanta!" Le dijo mientras estiraba sus brazos para observar sus manos. "¿Qué color vas a usar tú?"

Louis miró su pequeña caja con esmaltes de uña mientras pensaba en que color usaría para su cita de ese día. Harry le había dicho que quería que cenaran fuera y se relajaran antes de preparar sus cosas para viajar. Oh si, su primer viaje juntos.

Con motivo de navidad y debido a que los padres del menor exigían conocer al famoso novio de su único hijo, iban a pasar las festividades con la familia de Louis que vivía en Doncaster.

La idea de que Harry conociera a sus padres era emocionante y al mismo tiempo lo asustaba un poco. De acuerdo, lo espantaba en sobre manera y no porque algo pudiera salir mal, de hecho llegaba a ser divertido lo bien que Harry se llevaba con su madre cuando hablaban por teléfono. Pero sabía y estaba seguro de que por ser su primer novio habrían demasiadas preguntas y lo último que quería era a Harry viendo álbumes de fotos de él cuando bebé junto a su abuela; Algo que definitivamente pasaría. Y quizás, solo quizás.... No le emocionaba mucho la idea de encontrarse con su mejor amigo, el chico que le confesó sus sentimientos un día antes de que Louis partiera a la universidad.

Finalmente se decidió por un esmalte blanco perlado. Iría bien con su suéter de lana felpuda y sus skinny jeans claros. Le entregó el esmalte a Camille y quien comenzó a pintarle las uñas a Louis. "Solo una capa ¿verdad?"

Louis asintió. No es como si le gustara que sus uñas fueran llamativas por lo que siempre usaba una capa de esmalte. Lo suficientemente sobrio como para no llamar atención indeseada... Él simplemente amaba la forma en que Harry le miraba las manos y lo elogiaba por sus lindas uñas. En realidad, Amaba sentirse lindo y ser cuidado por su protector novio como si fuese lo más precioso del mundo.

El sonido de la puerta hizo que Louis se volteara y encontrara al rizado entrando al departamento con una maleta nueva. Harry le sonrió de inmediato, dejando la maleta a un lado y caminando hasta Louis para besar su mejilla. "Hola bebé, Veo que te gustó el pijama que te compré".

Sí, aún estaba en pijama y es que nadie podía culparlo. Lo amaba.

Louis se ruborizó y apretó los labios mientras sonreía de vuelta. Se frotó la mejilla que Harry besó contra su hombro, intentando desaparecer las cosquillas que le provocó el beso. "Hola Cami, ¿Uñas de nuevo?"

"Síp" respondió la pelirosa sin levantar la mirada de las uñas de Louis que pintaba con toda la concentración del mundo. "Hoy a la noche me voy donde mis padres así que será la última sesión de uñas que tengamos hasta la vuelta de vacaciones".

"Ya veo" Respondió el mayor al mismo tiempo que caminaba hasta la cocina americana para servirse un vaso de jugo. "Louis amor, tu mamá me llamó y me preguntó si podríamos llegar mañana en la noche... Al parecer tus tíos están de aniversario y harán una cena o algo así. Le dije que te preguntaría y que la llamaría de vuelta, ¿Qué opinas?"

El castaño sonrió al mismo tiempo que sacudía su cabeza de arriba abajo con efusión. Adoraba a sus tíos y sus primos... Eran como sus segundos padres y los aniversarios siempre eran festividades divertidas en su familia. Hasta los aniversarios de sus abuelos eran celebrados a lo grande.

"Perfecto, le avisaré y me iré a empacar las cosas que me faltan... Oh sí, me dijo que un tal Carlos iba a estar y que era tu mejor amigo o algo así. No me habías contado de él".

Louis tragó con dificultad... No quería contarle a Harry sobre su moreno amigo. Porque estaba seguro de que no sería de agrado para su novio saber que "el tal Carlos" le había robado su primer beso cuando le confesó sus sentimientos.

Finalmente se encogió de hombros y apartó la mirada. Acto que no pasó desapercibido para Harry quien arqueó una ceja perfectamente y le dio un sorbo a su jugo. Él tal Carlos ya no era de su agrado.

"Bien, me voy a empacar" Dijo Harry sin más. Tomando la maleta nueva que había comprado y caminando con ella hasta su habitación. No es como si fuese a llevar mucha ropa, solo era un viaje de una semana pero Louis le había usado dos de sus maletas.

Porque su pequeño tenía demasiadas cosas de importancia que llevar, como su infinidad de pijamas y medias, sus suéteres y productos para el cuerpo... Su almohada rosa y su manta de lana favorita. Además de una exageración de pantalones y chaquetas, camisas, libros, más libros y otro poco de libros que Harry no sabía en qué momento Louis leería.

Al entrar a la habitación frunció el ceño al ver una mancha de color rosa sobre el inmaculado cobertor blanco de su cama. Se devolvió hasta el salón y con un carraspeo de garganta llamó la atención del menor. "Boo... ¿tuviste algún accidente de color rosa en la cama?"

El menor abrió los ojos asustado y atrapó su labio inferior con los dientes. Inmediatamente bajó la mirada y asintió con la cabeza. Se había olvidado de eso... Una de sus lociones de baño se le había desparramado sobre la cama y para su mala suerte era la de fresa, color fresa y con olor a fresa.

"Ya, estás listo" Dijo Camille cerrando el esmalte de uñas y levantándose de su lugar para estirar las piernas puesto que las tenía cruzadas como si fuese un indio.

Harry caminó hasta Louis y se inclinó para besarle la frente. "Pasaremos a dejar el cobertor en la lavandería de camino a nuestra cita, ¿de acuerdo?" El menor moduló un pequeño "sí" con sus ojos fijos en los verdes de Harry. Por un momento pensó que se molestaría con él, que lo regañaría por ser siempre tan torpe y descuidado, pero no lo hizo.

"Me encantan tus uñas, amor" Le dijo Harry tomando la pequeña y delicada mano de Louis para dejarle un beso en el dorso. "Me encantas tú".

"Hey todavía estoy aquí" Soltó de repente la pelirosa quien tenía su vista fija en su teléfono móvil. "Bueno, ya me debo ir.... Nos veremos a la vuelta de vacaciones".

Harry y Louis se despidieron de la pelirosa en un cálido abraso. Debían admitir que la extrañarían y el menor estaba seguro de que si pudiera elegir tener una hermana, Camille sería su primera y única opción.

(...)

Harry se encontraba frente a Louis, estaban sentados en la terraza de un rústico pero elegante y romántico restaurante de comida francesa. Él pequeño leía las opciones para comer con su ceño levemente fruncido debido a la concentración.

Los ojos del mayor estaban fijos en Louis, deleitándose con cada gesto de su rostro, con la forma en que humedecía sus labios de vez en cuando y la manera en que sus manos jugaban con una servilleta de tela, doblando y desdoblándole las puntas. Admirando como su rostro se teñía de un leve matiz caramelo debido a la tibia luz de las pequeñas velas en el centro de la mesa.

"Te amo" Le dijo Harry. Sus antebrazos cruzados sobre la mesa y una expresión relajada en su rostro. Louis levantó su rostro de la carta y mordió su labio inferior.

"Yo también te amo... te amo y te amo" Le dijo con un leve movimiento de sus manos. Batiendo su espeso abanico de largas pestañas y ruborizándose con violencia.

La atmósfera era suave y tranquila, aun cuando sus corazones latían con fuerza. Cada vez que Louis le decía que lo amaba, Harry se sentía un niño pequeño recibiendo un enorme premio. Amaba a Louis y amaba su relación con Louis.

Un mesero apareció a los pocos segundos. Su rostro amable y una sonrisa picaresca en su rostro. Harry no lo había visto, puesto que sus ojos simplemente no podían abandonar la vista frente a él.

"¿Ya saben que ordenar?" Le preguntó el chico con voz ronca. Louis levantó su mirada, sonriendo suavemente mientras jugaba con sus dedos y asentía con la cabeza. "Excelente".

Louis le señaló su opción en el menú y el chico tomó nota en una pequeña libreta.

"¿Qué pedirás amor?" Preguntó Harry cuando salió de su pequeño trance. El pequeño le señaló su opción y el mayor sonrió. "Entonces un coq au vin para ti. Yo deseo una Magret de canard y... ¿Te parece para compartir una Crudités?" Louis asintió mostrando su dedo índice y pulgar formar un pequeño círculo.

El chico terminó de escribir y les regaló una cándida sonrisa a la pareja. "¿Algo para beber? Tenemos una excelente colección de vinos".

"Yo al menos no puedo, estoy manejando. Así que tráeme agua mineral sin gas, por favor" Louis movió sus manos indicando que él quería lo mismo que Harry. "Para él también agua mineral".

El chico anotó la última orden y sonrió antes de retirarse.

Cuando se vieron en la intimidad, Harry sostuvo la delicada mano de Louis quien bajó la mirada. Algo avergonzado puesto que estaban fuera de la universidad y seguramente las miradas de los demás clientes del lugar no tardarían en posarse sobre ellos.

Amaba las demostraciones de amor, todo el tiempo y en cualquier lugar. Amaba poder abrazar a su novio donde fuese y que Harry jamás lo rechazara o se preocupara del que dirán. Amaba ser el mismo y que Harry estuviese orgulloso de eso... Pero aun así le avergonzaba un poco ver como se convertían en el centro de atención por ello.

Y tal como lo pensó, no pasó mucho tiempo hasta que un comentario llegó a sus oídos. Fue un simple "oh míralos, que linda pareja hacen" proveniente de alguna mesa.

Las mejillas de Louis se tiñeron de carmín y sus pies comenzaron a jugar entre ellos debajo de la mesa. Se sentía tan tonto al ponerse nervioso por cosas tan pequeñas, tan inexperto a diferencia del mayor quien no parecía afectarse con nada y quizás le dolía un poquito saber que Harry era mucho más entendido en las relaciones que él... que solo había tenido un novio.

"¿Todo bien?" Le preguntó el mayor cuando vio cómo la mirada de Louis se perdía en algún punto. El menor levantó la mirada y estiró la comisura de sus labios en un intento de sonrisa que no llegó a sus ojos. "¿Qué ocurre bebé? ¿Te sientes mal?... ¿Quieres irte a casa?"

Louis negó con la cabeza y soltó un suspiro. Sintiéndose aún más idiota por haber preocupado a Harry. Era obvio que el mayor tenía más experiencia y no debería molestarle... No debería dolerle, pero imaginarlo, que Harry estuvo con otras personas le dolía, en su pancita y en su pecho.

"¿Qué está pasando por esa cabecita?" Le preguntó el mayor con el ceño fruncido. Louis mordió su labio inferior y llevó su atención hasta su pequeña libreta que descansaba a un lado de la mesa. Siempre salía con ella por si debía hablar con alguien que no fuese Harry y no entendiese el lenguaje de señas.

Comenzó a garabatear en ella aquellas palabras que se ahogaban en su muda garganta. Sintiendo una fuerte opresión en su pecho a medida que escribía. Le entregó la libreta a Harry quien tensó la mandíbula al leer.

"Es solo que... Cuando nos miran y escucho los comentarios me avergüenzo, mucho.... Pero tú siempre actúas tan relajado y no lo sé. Estás acostumbrado a esto porque tienes experiencia... con otras personas, personas que no soy yo. Y eso me duele porque quiero ser el único para ti, como tú lo eres para mí... y Me dan ganas de llorar y no tengo mi almohada rosa para acurrucarme en ella porque está en una maleta, y ya no tengo loción de fresa para el baño porque la derrame en la cama".

Harry soltó un sonoro suspiro. Sabía que ese momento llegaría, sabía que Louis en algún momento se molestaría por la cantidad de personas con las que él hubo tenido sexo... Porque si fuese el caso contrario y fuera Louis quien tuviera tanta experiencia, Dios... Se volvería loco.

Meditó su respuesta, haciendo una nota mental de que debía comprar más loción de fresa para el menor antes de viajar.

"Louis, no quiero mentirte y decirte que no fueron muchas personas, porque si fueron muchas. Demasiadas... Tantos cuerpos cuyos rostros no recuerdo y cuyos nombres ni siquiera supe, porque no me importaban". Los ojos del menor se llenaron de lágrimas que secó con sus dedos de forma inmediata. "Pero tu si eres el único para mi... Eres el primero al que le hice el amor, el primer hombre del que me enamore, el primero que me robó el corazón y lo lograste la primera noche que te conocí... Eres el único cuyo rostro no podré olvidar jamás, cuyo nombre estará siempre tatuado en mi pecho y no puedo corregir mi pasado. Pero en mi presente y mi futuro solo estás tú. Y cuando lleguemos buscaremos tu almohada rosa".

"Gracias" le moduló el menor y restregó la manga de su suéter de lana sobre sus lindos ojitos.

Para ese momento los ojos del menor ya estaban completamente rojos, su labio inferior temblaba levemente y una sonrisa se asomaba por sus labios. Harry sabía que no sería la última vez que ese tema saldría en alguna conversación, pero estaba dispuesto a eliminar cualquier duda de Louis siempre que apareciera.

(...)

Harry se encontraba en la habitación con Louis. Luego de su cena decidieron dar un paseo por la ciudad, disfrutando la brisa nocturna y la tranquilidad que les brindaba la noche. Finalizaron su cita con una sesión de besos en el auto antes de llegar al departamento y bueno, decidieron recomenzarla cuando Harry vio a Louis sacarse el pantalón para ponerse su pijama.

Las grandes manos de Harry apretaban los muslos de Louis quien estaba sentado encima de él meneándose suavemente para que las duras erecciones de ambos se frotasen.

Y bueno si ya lo habían hecho una vez porque detenerse... A los ojos de Harry había demasiado tiempo perdido que recuperar.

Louis podía sentir como su ritmo cardiaco se aceleraba debido a los besos húmedos y demandantes de Harry en su cuello. Mierda, seguramente dejaría marcas... Oh bueno, era invierno, podría ponerse una bufanda o jersey de cuello alto.

"Maldición, no sé qué usas princesa... Pero tu piel sabe tan bien, tan deliciosa. Solo para mí". El mayor apretó las caderas del estudiante de literatura y volteó las posiciones, quedando encima de aquel frágil y curvilíneo cuerpo que temblaba sutilmente.

Harry se levantó de la cama, enfocando sus ojos en los libidinosos azules de Louis. Mordió su labio inferior y caminó hasta su cómoda de dónde sacó un frasco de lubricante.

"Amor... date vuelta" Le dijo cuando volvió a la cama. Louis giró sobre su cuerpo, temblando cuando las manos de Harry bajaron su pantalón de pijama y se coloraron sobre las mejillas de su trasero comenzando a acariciarlas. La respiración caliente del mayor en su espalda lo estremeció con violencia; quería más. "Voy a probarte ¿de acuerdo?"

Louis no pudo asentir, no pudo siquiera moverse. Con suerte logró seguir respirando después de oír aquellas palabras.

Las manos de Harry le deslizaron su pequeña pieza de lencería blanca, dejando su trasero al desnudo. Su espalda se arqueó cuando Harry lo levantó de las caderas, obligándolo a apoyarse en sus rodillas y su pecho.

Lo primero que sintió lo conmocionó, las grandes manos del rizado. Calientes y firmes, separando sus glúteos lentamente. La respiración caliente de Harry lo hizo temblar y su cuerpo se movió por voluntad propia cuando sintió la caliente y húmeda lengua de Harry frotarse contra su entrada.

"Tan pequeño y apretado" Murmuró Harry antes de comenzar a lamer el rosado orificio de Louis. Y Louis quien ya había experimentado todo tipo de placer gracias a Harry, se sentía arder en el fuego como nunca antes.

Apretó las mantas de la cama con fuerza cuando La lengua del mayor se introdujo en él, enroscándose y penetrándolo con fuerza. Fue delicioso, extraño y demasiado caliente.

Sus caderas comenzaron a moverse por inercia, impulsándose hacia atrás para poder aumentar la fricción. Sin embargo, las manos de Harry lo sujetaban con fuerza, impidiéndole demasiado movimiento.

El mayor sabía dar placer, y mierda... el único pensamiento era darle a Louis el mayor placer de su vida. Siguió devorándolo, comiéndoselo con la lengua hasta que sintió como Louis comenzaba a dilatarse. Una sonrisa se formó en su rostro cuando se alejó del menor, y lo volteó de un movimiento. El menor era tan frágil, tan moldeable a sus manos grandes; lo volvía loco.

Los ojos de Louis estaban vidriosos y sus mejillas encendidas en fuego. Su frente levemente perlada. Harry tomó el frasco y lubricó sus dedos con el espeso líquido. Se acomodó entre las piernas del menor suyo corazón latía con fuerza, demasiada fuerza.

Se apoyó sobre uno de sus brazos, mientras llevaba sus dedos hasta la entrada de Louis. "Si sientes dolor, avísame... Quiero que sea placentero para ti, bebé".

Lentamente hundió uno de sus dedos en Louis quien se retorció debido a la intromisión del mayor. No fue doloroso en particular, Harry sabía hacerlo de manera suave. Y sus paredes internas comenzaron a cosquillear a medida que los dedos de Harry entraban y salían, penetrándolo con cuidado, buscando su punto dulce.

Fue cuando el mayor hundió dos de sus dedos en el pequeño castaño, hasta tocar con sus nudillos la entrada rosada de Louis que este se arqueó, soltando una respiración errática y precipitada.

"¿Te gusta, princesa?" Louis apenas si logró formular un sí con sus labios, demasiado perdido en la sensación de los dedos de Harry, tan calientes y profundos en su interior. Con sus ojos cerrados solo pudo escuchar el sonido de la cremallera del pantalón de Harry deslizándose, pero solo bastó eso para que su respiración se detuviera. Mierda sí, lo quería... La sensación de sentirse lleno del mayor, con su cuerpo siendo cubierto por el de Harry, enterrando sus uñas en esa fibrosa y marcada espalda. "Ven aquí..."

Harry volteó a Louis, dejándolo sobre sus rodillas nuevamente y oh... Oh dios.

El menor mordió el dorso de su mano con fuerza cuando sintió la gruesa erección de Harry abrirse paso a través de sus paredes. Tan caliente y dura. Las manos de Harry sujetando sus caderas, hundiéndose en su piel mientras Louis tenía su frente pegada a la cama.

"Mueve princesa" Le ronroneó el mayor, dando una dura y profunda embestida que hizo a Louis soltar un jadeo sofocado. "Vamos, muévete para mí".

Louis negó con la cabeza, no podía moverse... Su cuerpo no reaccionaba. Solo podía temblar y arquear su espalda cuando Harry se enterraba en él de manera tortuosa y lenta. Las lágrimas no demoraron en aparecer y el mayor se percató de ello cuando Louis sorbió su nariz, aterrorizado de su propio y sensible cuerpo.

Los labios de Harry se torcieron en una sonrisa. Odiaba que Louis llorara, pero hacerlo sollozar de placer; era una historia muy distinta. La visión que tenia del castaño era simplemente sublime. Sus hombros, redondos y curvados tensándose cuando Harry lo penetraba con fuerza, duro y castigador... Obligando al menor a soltar gemidos ahogados. Las pronunciadas curvas de su cintura y la capa de sudor perlado que comenzaba a formarse en su piel.

"Voy a follarte más duro, ¿bien?" Louis siseó con la cabeza. Estaba en su límite, no podía más pero Harry lo ignoró y tomándolo por los hombros, comenzó a moverse brutalmente. Golpeando su próstata una y otra vez, haciendo arder sus paredes. Su cuerpo se estremecía cada vez que el miembro de Harry se enterraba en él y las lágrimas recorrían sus mejillas. Se sentía perdido, no podía pensar... Todo estaba nublado y daba gracias por poder seguir respirando.

Los gruñidos de Harry abandonaban sus labios al sentir como Louis lo apretaba. El menor era de él, completamente suyo, todo. Por eso le hacía el amor con fuerza, para que no pudiera olvidarlo, para que se sintiera desfallecer de solo recordar como Harry era capaz de llevarlo al cielo cuando lo embestía. Lo soltó de los hombros y sacó su miembro del menor para poder voltearlo. Necesitaba ver el rostro de Louis, verlo perdido en el placer... y lo hizo.

Louis tenía los ojos húmedos, las mejillas rosas y sus labios rojos e hinchados de tanto morderlos. Su cuerpo entero temblaba y se aferraba a las mantas de la cama, flectando sus brazos para que quedasen a la altura de su cuello.

"Mierda, me encanta tu cuerpo" susurró Harry abriendo los muslos internos de Louis y alzando sus caderas para volver a deslizarse en su interior. El menor curvó su espalda e inclinó hacia atrás su cabeza ante la sensación de ser llenado nuevamente. Sus dedos de los pies encorvados y su erección dolorosamente dura. Harry no esperó ni un solo segundo y comenzó a moverse en un vaivén circular, buscando rozar la próstata del menor y tomando el pene de este para empezar a bombearlo.

Sus ojos opacos se deleitaban con la vista frente a él, Louis era un manojo de jadeos y movimientos erráticos. Desarmado en las sensaciones que Harry le provocaba. Pero el mayor necesitaba más, estaba hambriento... Dios, si tan solo pudiera embarazarlo, si pudiera llenarlo de su semilla hasta que Louis quedara en estado; lo haría.

El menor sintió un escalofrío cuando los dedos de Harry se coloraron sobre su abultada pancita mientras lo observaba con una expresión indescifrable en su rostro pero que hizo a Louis temblar. Fue en ese momento que Harry se inclinó sobre él y tomándolo de las manos, comenzó a penetrarlo con fuerza una vez más.

"Tan delicioso, tan mío. Mi princesa" Le susurró al oído.

Y Louis solo podía responder en su cabeza "Tuyo, solo tuyo... Te amo, te amo. Soy tuyo" A las palabras demandantes del mayor. Porque así era como se sentía. Él era de Harry, completamente de Harry.

Cuando las cosquillas en su vientre se hicieron densas y su cuerpo comenzó a hormiguear, llevó su boca hasta la de Harry fundiéndose en un beso lascivo e impúdico, compartiendo saliva y chocando sus dientes mientras la lengua de Harry recorría su boca.

Moduló con los labios un "Voy a llegar" Antes de tensarse por completo, siendo golpeado por una ola de placer cuando el orgasmo finalmente lo alcanzó. Se corrió en el estómago de ambos y Harry rugió por lo bajo al sentir como las paredes internas de Louis se apretaban, envolviendo su miembro de manera casi dolorosa.

Solo unas cuantas embestidas más y el mayor también se corrió dentro de Louis, soltando un jadeo suave y mordiéndolo en el hombro cuando la excitación estuvo en su máximo. Fue la gloria, nada se comparaba a eso y es que hacer el amor con Louis era como caminar sobre las nubes y luego hundirse en lava... Tan placentero, tan doloroso.

Harry alejó su rostro para poder ver una vez más al menor antes de besarlo y confirmar que aquellos labios, tan suaves y finos. Tan dulces... Eran los únicos que quería besar por el resto de su vida.

"Te malditamente amo, Louis" Le dijo en el beso.

Louis solo pudo sonreír a ello y modular un apenas entendible. "Ámame más".

                                                                   (...)

Más de dos horas de viaje y ninguno de los dos chicos hablaba, pero no porque Harry estuviese demasiado pendiente del volante, dios no. Esta vez el motivo era uno que tenía por nombre "un tal Carlos". Sí, Louis le había terminado contando a Harry lo ocurrido con su mejor amigo y como este era el dueño de su primer beso, algo que molestó a Harry, demasiado... Realmente demasiado.

No estaba enojado con Louis, por supuesto que no. Pero estaba incómodo, puesto que ahora tendría que soportar a ese ladrón de besos durante la primera noche que compartiría con la familia de Louis. A esa sucia rata que había robado lo que debería haber sido suyo, porque sí, si no le hubiese robado aquel beso, entonces Harry hubiese sido el primero ¡Y merecía ser el primero!

Además, ¿Qué demonios pintaba ese chico en el aniversario de los tíos de Louis? Era completamente inapropiado, ridículo... ¡Una estupidez!

Él era el novio, no deberían haber invitado a ese "tal Carlos".

Louis tenía su vista fija en uno de los tantos libros que había llevado consigo. Sus brazos apoyados en su felpuda almohada rosa que Harry le había encontrado en una de las maletas antes de partir.

Sabía que Harry no estaba feliz con la noticia de que Carlos, quien fue su mejor amigo era también su primer beso y que más encima estaría celebrando con su familia. Así que no intentó eliminar aquel humor de perro hambriento que tenía el rizado. Además Harry seguía regalándole pequeños besos y mimos cuando Louis se lo pedía así que no estaba triste. No estaba en problemas con su novio, porque había sido un buen chico y le dijo la verdad.

El que sí tendría problemas sería Carlos... Eso no lo dudaba.

Louis cerró los ojos, ya eran las seis de la tarde y aun cuando no había hecho mucho en el día, se sentía algo somnoliento por lo que olvidándose de su libro decidió dormir una pequeña siesta.

Harry lo miró de reojo y no pudo evitar la sonrisa que se formó en sus labios. Solo una hora más de viaje y llegarían a su destino.

                                                           (...)

Cuando Louis despertó no se encontraba en el auto, muy por el contrario... Estaba en su habitación. Abrazando su almohada rosada y tapado con su manta de lana que conservaba de cuando era un bebé. Se frotó los ojitos, eliminando el sueño y dio un enorme bostezo.

No tenía zapatos, pero no quería usarlos... Porque si no lo hacía Harry lo tomaría en brazos y lo cargaría para todos lados para que no tuviera frío en los pies; por lo que salió de su habitación usando solo sus medias azules con estrellas blancas.

Las risas y conversaciones se escuchaban claramente por lo que no demoró en comprender que todos se encontraban en el salón de su casa. Caminó a paso lento, aun frotándose los ojos de vez en cuando y bostezando. Al llegar fue recibido por la sonrisa de todos sus familiares quienes no demoraron en saltar sobre él.

"¡Mi bebé!" Dijo una mujer que Louis amaba con su vida. Su mamá.

La mujer, llamada Johannah, rodeó a Louis con sus brazos y ambos se fundieron en un cálido contacto. Las lágrimas aparecieron en los ojos del menor, extrañaba a su mamá. ¿Cómo no hacerlo?

"Oh mi vida, no llores... Nos harás llorar a todos" Le dijo su mamá acariciándoles los cabellos.

Desde no muy lejos Harry observaba complacido como su pequeño novio se reencontraba con su familia. Como fue abrazado por sus padres y sus tíos, sus abuelos y sus primos. Todos al borde de las lágrimas... Preguntándole cómo se encontraba, que tal la universidad, encontrándolo más adorable y alagándolo con cariño.

No le fue difícil comprender cómo es que Louis era tan hermoso y adorable al ver a su familia. En ellos todo se remitía al amor y la protección. Algo que él nunca tuvo.

Y Louis no tenía zapatos... Tendría que cargarlo en brazos.

Cuando la conmoción se hubo calmado, Louis lo buscó con la mirada. Igual a un niño perdido en medio de la calle. El mayor caminó unos pasos para poder envolver a su pequeño en un abrazo pero se detuvo al ver una figura que no había visto antes llegar hasta Louis y abrazarlo. Sin embargo, El menor no actuó como con su familia, no devolvió el abrazo. Se quedó tenso y simplemente apretó los labios. Lo cual no le gusto a su novio quien apresuró el paso para llegar hasta el menor.

"Joder, te he extrañado tanto Lou" Harry frunció el ceño cuando escuchó las palabras del chico y tosió llevando su puño hasta la boca para disimular su incomodidad. El chico se separó de su novio y le dio una mirada de pocos amigos a Harry. "¿Hola?"

"Hola" Respondió Harry sin intención alguna de caerle bien a ese chico. Moreno y algo apuesto... Pero no tanto como él. "Carlos ¿verdad?"

"Sí, el mismo" El chico miró a Louis y sonrió extendiéndole su mano a Harry.

Louis vio cómo su novio se llevaba las manos hasta los bolsillos, ocultándolas y rechazando aquel gesto amistoso de Carlos. Sintió un nudo en su estómago e inmediatamente se colocó al lado de Harry quien sacando una mano de su escondite, lo rodeó por la cintura.

"Soy Harry, el novio de Louis" Dijo con sorna. Una expresión ganadora en su rostro. El amigo de Louis apretó la mandíbula y asintió varias veces.

"Así veo... No me habían contado que Lou se echó novio" Sus ojos se fijaron en el menor quien bajó la mirada y se acurrucó lo máximo posible en el mayor "¿Y has venido a pasar las festividades con Lou?"

"Sí, sus padres me invitaron y Louis no quería separarse de mí, así que aquí estoy... ¿Cuál es tu excusa?"

"No necesito excusa, soy su mejor amigo de toda la vida". Respondió con orgullo Carlos.

Harry iba a decirle unas cuantas verdades sobre lo que hacen y no hacen los amigos cuando fueron interrumpidos por el padre de Louis.

"Harry hijo, ¿Quieres ayudarme con la parrilla? Si vas a ser mi sucesor tengo que enseñarte mis secretos" El rizado sonrió de inmediato.

"Si por supuesto, déme unos segundos para ir a colocarle zapatos a este bebé y voy con usted" Dijo al mismo tiempo que besaba una sien del menor.

"Si, sí. No hay problema... Estaré afuera" El hombre revolvió los cabellos castaños de su hijo y desapareció dejando solo a los tres jóvenes.

Carlos fijó su atención en el menor, e ignorando la mirada asesina de Harry, le tomó la mano.

"Estoy feliz de que estés de vuelta, Lou".

Louis asintió con su cabeza, ruborizándose un poco e intentando no verse incómodo por la situación. Sentía su garganta seca y su pancita le dolía... Necesitaba un té y un pastel, de arándanos si era posible.

"Bueno amor, vamos a ponerte zapatos que te puedes resfriar" Dijo el rizado jalando a Louis y rompiendo el enlace que mantenía con Carlos. Lo cargó con sus brazos al estilo nupcial, ganándose palabras vergonzosas por parte de los presentes.

El pequeño alzó una mano y la movió despidiéndose de su amigo. Sabía que Carlos intentaría hablar con él, pero no quería... No cuando aún no podía dejar de sentirse incómodo por lo ocurrido con él.

Cuando estuvieron de vuelta en la habitación, Louis cerró la puerta y se lanzó en los brazos de Harry que lo esperaban abiertos. Necesitaba una dosis doble de mimos y caricias...

"Te extrañé" Le dijo el mayor. Louis respondió acurrucándose aún más en su pecho. Quería preguntarle a Harry como le fue conociendo a su familia, puesto que él se lo perdió por estar durmiendo. "Tu familia es hermosa"

Louis sonrió y se alejó un poco para observar el rostro de su Harry, rogándole con los ojos que lo besara. Necesitaba sus mariposas, en ese preciso momento.

Juntaron sus bocas unos eternos segundos, disfrutando de la gloria que les significaba el poder besarse. Degustando los labios ajenos y la calidez que los embargaba al fundir sus bocas en una sola.

"Vamos a poner zapatos en esos lindos pies, ¿de acuerdo?" Louis asintió y se sentó en la cama, estirando uno de sus pequeños pies el cual fue tomado por Harry. El mayor estaba arrodillado frente a él, colocándole una zapatilla con sumo cuidado, como si sus pies fuesen de cristal. "Ya estamos".

El menor sonrió y mordió su labio inferior. Con sus pequeñas y delgadas manos tomó las mejillas del rostro de Harry y lo acercó para un último beso.

"Te amo" Le moduló sobre los labios, ganándose una sonrisa de ensueño por parte del mayor.

"Deberías decírmelo toda la noche, de ser posible... Delante del tal Carlos, muchas veces".

El menor se separó y comenzó a mover sus manos "Te lo diré toda la vida".

Y eso fue el mejor regalo de Navidad que le pudo haber dado a Harry.

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