Whatsapp (Niall Horan)

By britirishxgirl

12.3M 617K 136K

❝Tú y tu bonita costumbre de ser lo mejor que me ha pasado en la vida❞ ¿Qué harías si un desconocido te man... More

Sinopsis
Capítulo uno
Capítulo dos
Capítulo tres
Capítulo cuatro
Capítulo cinco
Capítulo seis
Capítulo siete
Capítulo ocho
Capítulo nueve
Capítulo diez
Capítulo once
Capítulo doce
thirteen.
fourteen (1-2)
fourteen (2-2)
fifteen
sixteen
seventeen
eighteen.
nineteen.
twenty.
twenty one.
twenty two.
twenty three.
twenty four.
twenty five.
twenty six.
twenty seven.
twenty eight.
twenty nine.
thirty.
thirty one.
thirty two.
thirty three.
thirty four
thirty five
thirty six
thirty seven
thirty eight
thirty nine
fourty
fourty one
fourty two
fourty three
fourty four
fourty five
fourty six
fourty seven
fourty eight
fourty nine
fifty
fifty one
fifty three
epilogue.
agradecimientos.
MI NUEVA HISTORIA

fifty two

26K 1.4K 959
By britirishxgirl

                  

Llegaba tarde. Llegaba muy tarde. Niall me iba a matar. Llegaba exactamente una hora tarde. Lo peor de todo es que no tenía excusa, ¡me había quedado totalmente dormida, y es que no me había sonado el despertador!

Pero no importa, las veces que él habrá llegado tarde a cualquier cita que teníamos. Sonrío, nuestra primera cita fue en una feria aquí en Londres de las que duran un mes y luego se van a otra ciudad. Él llegó tarde como siempre y yo le estuve esperando al lado de un carrito de los que venden algodones de azúcar de muchos colores y justo cuando llegó me compró uno con forma de corazón.

Me daban miedo las alturas y recuerdo que sólo iba a las que no me daba miedo, pero cuando llegamos a la noria, Niall hizo que me subiera a ella.

No abrí los ojos en todo el trayecto hasta que llegamos a la parte más alta de la atracción y ésta se paró. Me cogió por detrás la cintura y me susurró al oído que podía mirar hacia abajo. Y lo hice. Por poco me mareo, y es que me vi cayendo ahí mismo por esa cristalera que nos mantenía aquí elevados, pero sabía que los brazos de Niall me sostenían y sentía que nada me podía pasar en ese mismo instante.

Si en este momento se cayera la noria no me importaría en absoluto porque estar al lado de Niall me hacía sentir tan segura en el lugar más tenebroso. Era como mi pequeña casa que sabía que me protegería.

Llego al parque donde habíamos quedado y lo busco entre todos los niños, tiendas, árboles y demás cosas. Sonrío al ver como le estaba dando un helado a un niño rubio igualito a Niall. Me voy acercando más a ellos dos y vuelvo a sonreír cuando él y el niño se sientan juntos en un banco.

—Hola, Niall —le saludo y me agacho frente a los dos chicos que tengo.

—¿Esta es tu novia que llega tarde siempre?

Me giro a ver Niall con la típica mirada de: ¿de verdad has dicho eso? Pero él sólo ríe.

—Sí, es esta. Hayley, este es Axel; Axel, esta es mi novia la que tarda.

—Creo que no le ha hecho gracia que le digas eso, Niall.

Me río y niego con la cabeza. —Axel, hay muchas cosas que Niall debería callarse. Pero dejémoslo, ¿de qué es el helado?

Y de repente al niño le brillan los ojos como si estuviera viendo el mismísimo árbol de Navidad terminado y me sonríe.

—¡Es de vainilla con trozos gigantes de chocolate! Me lo ha comprado Niall porque estaba llorando, —me mira un segundo triste y mira a Niall—, ¡pero ya estoy bien! Me ha dicho Niall que no debo de estar triste por caerme al suelo. Me ha dicho que cada vez que me levanto me hago más fuerte.

—Como Iron Man.

Vuelvo a mirar a Niall y luego a Axel. —¡Sí!

El niño, bueno, Axel, me recordaba tanto a Niall como a Luke. Cuando Luke era pequeño solía ponerse a llorar cuando mis padres no le dejaban comprarse los juguetes que quería, y al final siempre acababan comprándolos. Además, era igual de rubio que él, y ni hablar de sus ojos azules.

—¿Sabes de quién es nieto Axel, cielo? —me pregunta Niall despejándome, a lo que niego con la cabeza—. De la vecina de enfrente, se llama Elisa, el otro día subió galletas.

—Me dijiste que las habías hecho tú.

—Quería impresionarte.

—Demasiado buenas para ser verdad, Niall.

Axel nos interrumpe. —¡Me tengo que ir, mi abuela me está llamando!

—Pásate cuando quieras por casa Axel, y jugamos todos a la Play.

El niño sonríe y empieza a mover la cabeza diciéndonos que sí, muy contento, y justo se gira para irse corriendo hasta parar al lado de una señora mayor que doy por hecho que es Elisa.

—No te lo quería decir hasta estar solos, pero tengo una sorpresa.

Niall estaba más sonriente que nunca, y mira que es difícil, teniendo en cuenta que siempre tiene una sonrisa en la cara el cabrón. No tengo ni idea de por qué me ha preparado una sorpresa, y sólo espero que sea una idea espontanea suya y que no me haya olvidado de ninguna fecha importante.

—¿Una sorpresa? Espero no haberla cagado, porque no tengo nada para ti.

—Tranquila, no es nada —se rasca la nuca, está nervioso y pocas veces lo veo así—. Mi madre me ha dicho que me vaya un mes París para mirar la Universidad en dónde me dieron la beca... Sólo sería un mes, la verdad.

Me quedo de piedra. No sé qué responderle. Creía que estaríamos totalmente juntos estas vacaciones, pero por lo visto él ya tenía unos planes para él. No estoy enfadada, pero no me voy a poner a tirar cohetes de la alegría.

Encima, ¿un mes? Me ha pillado tan de repente y de imprevisto. Joder, Niall sí que sabe cómo darme sorpresas.

—No te ha hecho mucha gracia por lo visto...

—No, no... —sólo que eres idiota, y quiero estar contigo—. Sólo no me lo esperaba... Pero da igual, no quiero pensar en eso ahora, así que... ¿Cuándo te vas?

—Esta tarde noche.

Mi cara de "¿me estás vacilando?" sale a la luz, por cómo reacciona Niall. ¡Ni siquiera nos ha dado tiempo a hacer nada! Debería estar entusiasmada, pero es que quería tener un bonito verano con mi chico, y hacer un montón de cosas juntos. ¡Incluso podríamos haber ido los dos a París de viaje!

—¿Cómo no me avisas con antelación?

—Bueno, te acabo de avisar...

Suspiro, me es imposible enfadarme con él por muy idiota que sea y supongo que es mejor pasar estas pocas horas que nos quedan juntos haciendo algo productivo que estar enfadada sin ningún motivo.

Corriendo nos subimos en el coche de Niall dejando el mío en mi casa, y nos esperamos en la acera esperando a que se subieran Luke y Ashley. Pitamos el claxon cinco veces dándoles prisa ya que aún teníamos un viaje de una hora y poco más por delante...

—No puedo creer que vayamos a Berkshire a jugar a paintball —le grito a Niall en el oído y me río por su cara de molestia, a lo que le doy un beso en la mejilla que hace que acabe sonriendo.

—Era la segunda sorpresa, sabía que querías jugar al paintball gracias a tu lista, supongo que he hecho trampas.

Niego y me levanto para volver a tocar el claxon desde donde estaba, el asiento del copiloto.

—Los vecinos deben pensar que estamos preparando una purga con todo el jaleo que estamos montando —ríe Niall—, hasta oigo a Ashley gritando a Luke desde aquí. ¿Hayley? —me giro para hacerle saber que le estoy haciendo caso.

—¿Hmm?

—No les digas nada de mi viaje a París, no quiero que esta excursión se convierta en una despedida cuando no lo es, ¿bien?

—Bien.

Vemos como salen por la puerta de casa bajando las escaleras del porche sonrientes y se meten en la parte de atrás del coche.

—¿Qué pasa putas? —grita Ashley, joder que voz más chillona tiene.

—Tengo una buena noticia chicos —nos dice contentos Luke, después de quince minutos de haber salido.

—Sorpréndenos.

Se queda callado un segundo y grita. —¡Podemos contar chistes!

—Luke, cariño... No hemos invitado a Harry para que tú ahora vayas a hacer su papel aquí.

Niega con la cabeza sin entender nada. —Pero si los chistes de Harry son súper graciosos, ¿por qué lo dices?

—Ponte a escuchar música, cariño.

Luke hace caso a Niall y se pone sus auriculares y suspiramos, aún queda más de una hora de viaje y no soportaríamos una ronda de a saber cuánto tiempo de chistes malos por parte de mi hermano.

Pasa media hora y ya estamos en la autopista de camino a Berkshire, ¡qué ganas! Por mucho que lo intente, no puedo parar de pensar en lo bueno que es Niall conmigo, ni siquiera recuerdo la última vez que le regalé algo... Me siento la persona más egoísta del mundo ahora mismo.

Cuando volvamos a Londres y él se vaya a París prometo preparar algo que le sorprenda.

Al cabo de una hora Luke vuelve a hablar.

—¿Os he contado alguna vez el chiste del zoo?

Negamos los tres.

—Lógico —y comienza a reírse sin parar, hasta llega a llorar un poco y a hiperventilar, pero nadie más lo hace. Intenta tranquilizarse un poco, y exhausto pregunta: —¿No os ha hecho gracia?

—Luke, enserio...

—Vale, vale... No pasa nada —sonríe—. Otro, knock knock.

—Sólo espero que este merezca la pena, Luke... ¿Quién es?

—Apple.

—Apple, ¿quién?

Suelta una carcajada pero se tapa la boca corriendo. —I wanna stay Apple night and find a gir...

—Hasta los de Harry son mejores —deja caer Ashley para volverse a poner los auriculares con la música todo volumen. Niall y yo reímos y volvemos a lo nuestro.

Quedan diez minutos para llegar finalmente a la estación dónde iremos a jugar y puedo notar cómo mis manos empiezan a sudar y a temblar, hasta creo que me duele la cabeza.

—¿Os cuento otro chiste? —Niall aparca enfrente del Paintball Centre y nos bajamos corriendo, dejando a Luke sin poder contar  un chiste más.

***

Temo ponerme a llorar ahora mismo. Parezco una niña pequeña abrazando ahora mismo a Niall queriendo que no se fuera ahora mismo por la puerta de embarque, para irse a París.

Tomo aire y me separo de él. Miro hacia abajo y me río.

—¿De verdad necesitas estas dos maletas? —le pregunto a Niall a lo que asiente frenético.

—¿Y tú necesitas llorar ahora mismo?

No entiendo a qué se refiere hasta que pasa sus manos por mis mejillas quitando lágrimas de las que no tenía ni idea que estaban. Sonrío como una idiota y me besa.

—Pero eso es porque estoy triste.

—No entiendo por qué, yo estoy muy contento. De hecho, estoy más que entusiasmado —no digo nada, sólo me quedo mirando sus ojos que parece que me vayan a ahogar—. Va, coge la maleta marrón, nos vamos.

¿Perdón?

—¿Qué dices? —no tengo ni la menor idea de lo que me está diciendo.

—Esta es la verdadera sorpresa —me dice tranquilo—, ¡nos vamos a París!

Niego con la cabeza. —¿Cómo que nos vamos? ¿Y la universidad? ¡No les he dicho nada a mis padres! Bueno, ni yo sabía nada.

—Hace un mes compré dos billetes para los dos para París —comienza a caminar hacia un bar dentro del aeropuerto—. Ya, claro, lo de la universidad era mentira... Nadie sabe nada, hagamos locuras, ¿qué nos lo impide?

—¿Qué me estás haciendo Niall Horan?

***

Cerramos la puerta y nos tiramos en la cama para empezar a reírnos. París es precioso, y quien diga lo contrario de verdad que no sabe de lo que habla. ¡Es incluso mejor que en las fotos! Era como estar un constante trance lleno de colores, brillos y resplandor. Simplemente, impresionante.

Ni siquiera sé cómo explicar de verdad cómo me sentía en este instante. Continuo éxtasis. Exacto, un continuo éxtasis lleno de aire fresco e inspiración.

Me acerco al balcón de la habitación y me sujeto de la barandilla de metal negro, con bonitas curvas dónde los extremos estaban con forma de hojas y flores.       Desde dónde estábamos podíamos escuchar cómo un artista, en el bar de abajo, tocaba el violín de una forma totalmente suave y dulce.

Levanto mi mirada y veo de lejos la bonita Torre Eiffel llena de destellos de luz, rodeada de árboles verdes, iluminados sutilmente, en un toque oscuro al ser de noche. Me había quedado sin palabras de tanta belleza junta en una simple ciudad.

Siento cómo Niall se pone detrás de mí y coloca sus manos encima de las mías, y enseguida noto su barbilla en mi hombro, y su respiración en mi oído.

—Es bonita, ¿eh? —me susurra, feliz. Pero sólo puedo asentir manteniendo mi mirada en el atractivo de las luces de la ciudad, atrayentes.

—Pero tú eres mucho más bonita que París y todas sus calles —giro mi cara lo suficiente para darle un beso en los labios y acabar desplomándonos en un, de nuevo, continuo éxtasis en la cama.

***

Llevábamos en París más de una semana, y puedo asegurar que ha sido hasta el día de hoy, los mejores días de mi vida. Y de la mejor compañía posible.

Grito y todo el mundo se gira a ver a la loca que acaba de soltar un grito. Oigo como Niall se ríe y me abraza: —¿Ves? Sienta bien gritar de vez en cuando.

Asiento y saco el candado que habíamos comprado en un bazar debajo del hotel, donde habíamos escrito nuestros nombres. Le cojo la mano y le llevo a la mitad de la plazoleta, que se encuentra a mitad del Pont Neuf, al haber quitado todos los candados de la pasarela del Pont-des-Arts.

Nos quedamos un buen rato sentados en un banco viendo cómo la gente pasaba, viendo a gente que se paraba a tomar fotos de absolutamente todo (incluso alguna que otra persona se paraba a pedirnos permiso para hacernos una foto) y había mucha otra con caballetes frente suyo pintando lienzos súper pulidos y preciosos.

Aquí respiras hondo y te entra un no sé qué a arte y... a croissant.

—Vamos a la playa.

Este chico es tonto. —Niall, esto es París, el centro de Francia, cómo mucho te puedo poner la bañera del hotel llena de agua y comprar sal en el bazar.

—Cojamos un coche y vayámonos. Ahora.

Enserio, a este chico le falta un tornillo, o dos. O cinco. —Niall, hemos pagado un hotel, ¡¿y las maletas?!

—Cállate, está todo planeado.

***

Niall estaba en el volante del coche que había alquilado, yendo de camino a Le Havre, y sólo nos queda una hora para llegar, así que a las nueve o nueve y media de la noche estaremos ahí ya.

—No me puedo creer que hayas hecho todo esto durante un mes, Niall.

—Sé que soy genial, bebé. No hace falta ni que lo menciones.

Sonrío y cambio de canción. —De hecho, ni lo he mencionado.

Mi móvil empieza a sonar y veo en la pantalla que me está llamando mi madre. Miro a Niall asustada con los ojos bien abiertos.

—¿Qué hago? Es la cuarta vez que llama estos días, uf.

—Lo que tú veas —y vuelve la vista a la carretera, dejándome el marrón a mí.

Descuelgo la llamada y me llevo el móvil a la oreja, pero a mala hora.

—No me grites mamá, mamá —le llamo—, mamaaaá, oye, —sigue gritándome y me alejo el teléfono y bufo de manera exagerada y veo que Niall se ríe, le pongo una mirada de asco y vuelvo con mi madre—. ¡Mamá!

—Hayley Stevens Hemmings, ¿dónde narices estás? ¿Por qué no respondes a mis llamadas? Te quiero en 5 minutos en casa.

Mierda, pues va a ser difícil.

—Estoy de camino a Le Havre y he estado ocupada.

—¿Le qué?

—Estaba en París, y estoy yendo a la cost...

—¿¡QUE ESTÁS EN FRANCIA Y TE VAS SIN DECIRNOS NADA!?

Wow, lo ha pillado. Río junto con Niall (porque mi madre estaba gritando tan fuerte que se le oía sin poner el altavoz).

—¡No te atrevas a reírte! —me grita, otra vez.

—Hay que vivir la vida.

—Y con la hostia que te voy a dar, se te irá la tontería.

Ruedo los ojos y sigue hablando y no le hago caso.

Niall hace acto de presencia en la conversación y pongo el altavoz: —Ha sido culpa mía, yo la convencí de...

—¡TÚ NO TE LIBRAS NIALL JAMES HORAN, PARA TI TAMBIÉN HAY CASTIGO! —la madre de Niall esta vez es la que grita.

Fiesta de madre enfadadas, lo que uno siempre sueña.

—Mamá, per... —le interrumpe, como hizo hace minutos mi madre.

—Ni peros, ni peras, señorito... ¿En qué pensabais?

Nos miramos Niall y yo por un milisegundo y respondemos a la vez: —En nada.

—¿¡PERO EN QUÉ CABEZA CABE QU...!? —y mi madre vuelve a su turno de gritos.

Nos empezamos a reír cuando escuchamos de fondo a Ashley y a Luke gritándonos cosas obscenas y haciendo rabiar a nuestras madres.

—¡QUE OS CALLÉIS!

—¿Nosotros? —pregunto, un poco mareada supongo por el viaje tan largo.

—¡NO, VOSOTROS NO, ELLOS!

—¿Fantasmas? —pregunta Niall divertido, pitando el claxon después a alguien que no tiene ni idea de conducir.

—¡NO VACILES A TU SUEGRA NIALL HORAN! —y esta vez es él el que rueda los ojos haciéndome reir.

Empiezo a marearme aún más y pido a Niall que vaya más despacio (la llamada seguía y nuestras madres gritando seguían, y así) pero no aguanto más y le pido que pare enseguida.

—¿Te encuentras bien, nena? —niego con la cabeza y respiro hondo.

—¿Hija?

Le doy corriendo el móvil a Niall, abro la puerta y vomito fuera del coche.

***

Hacía tres horas que habíamos llegado a Le Havre, tras muchos regañadientes por parte de nuestras madres (que al final han entendido nuestra pequeña aventura, o quizás solo se habían cansado de gritar...). Sólo llevábamos dos mochilas con dos toallas, una manta bastante grande, nuestros trajes de baño y ropa de cambio, ya que mañana por la tarde mismo nos iríamos otra vez al coche para volver a nuestro hotel en París.

Porque... Adivina qué. ¡Nos íbamos a quedar a dormir en la playa! Sí, en la arena, con el sonido de las olas de fondo, con el olor a sal que personalmente a mí me encanta... Enserio, no sé cómo agradecer esto a Niall.

Ahora mismo estamos tumbados abrazados en las dos toallas mirando lo bonitas que eran las estrellas ahí en su inmensidad, todas luminosas y ahí paradas como si sólo estuvieran para nosotros en este instante, como si nos cantaran todas a la vez que no pasaba nada si nos estábamos equivocando, pero que si lo hacíamos, lo volviéramos a hacer juntos.

Nos habíamos puesto al lado de unas piedras bastante grandes, y las olas rompían el doble de fuertes justo ahí. Este sitio era perfecto porque no había gente (también es que es la una de la madrugada, creo, una hora más o una hora menos) y la tranquilidad que se respira, era tan relajante...

—Vamos a bañarnos.

No discuto, porque sabía que si me oponía Niall al final conseguiría convencerme para bañarme finalmente, así que mejor ahorramos tiempo.

Corriendo me alejo de él para cambiarme y ponerme el bikini lo más deprisa posible para no oír ningún comentario por su parte, pero sí que escucho cómo gruñe en contra de lo que he hecho.

***

Esta playa no era del todo cristalina, pero era lo suficientemente limpia como para parecerse a una playa de islas desconocidas y envidiables. Niall se estaba metiendo aún en el agua, susurrando lo fría que estaba, y yo aquí, siendo la segunda vez ya que meto mi cabeza bajo esta.

Me acerco y retrocede salpicándose el mismo. –Mierda.

—¿Quieres meterte ya? –le pregunto negando con la cabeza, es como un niño pequeño.

—¿Eso va con doble sentido?

Pongo los ojos en blanco y le salpico, pero lo que no me esperaba es que me cogiera tan rápido a brazos y nos llevara lo hondo. Noto como Niall tiembla del frío y me río, pero eso hace que me suelte y tonta de mí, creyendo que tocaría pie, me ahogo.

Dentro del agua escucho como Niall se descojona de mí y enseguida salgo a la superficie, yendo hacia él sujetándome, poniendo mis piernas alrededor de su cadera firme. Le escupo en la cara el agua que había mantenido en mi boca y me río yo ahora.

—No deberías de fastidiar a alguien que te está salvando de ahogarte.

—No sé cómo se me ha podido ocurrir, perdón misericordioso.

Él asiente para darme un beso bastante largo, que continuamos debajo del agua. Salimos y sonríe. —Siempre he querido hacer esto.

—¿Dar un beso debajo del agua?

—A parte. Estar así contigo, tan felices, dejando todo de lado, sin importándonos nada. Porque no hay nada que nos importe ahora. Se está bien estar así, sin que haya problemas que pesen tanto que me ahoguen, sin que duela nada. Estando completamente loco, junto a ti, por ti.

***

Me tumbo en la cama del hotel como si fuera nieve después de un día súper caluroso, tras haber vuelto de Le Havre hace unos minutos. Jamás pensé que viajar tanto cansaría de esta manera.

Niall se sienta a mi lado y apoyo la cabeza en sus piernas. Empieza a hacerme cariñitos y masajitos en el cabello de tal forma que se me cierran los ojos instintivamente entrándome unas horribles ganas de dormir impresionantes... Pero el sonido de mi tripa gruñir hace que me levante corriendo al baño para volver a vomitar.

Enseguida Niall me sujeta del pelo y me acaricia la espalda suavemente. Cuando paro, me pregunta si estoy bien a lo que yo asiento, pero sale del baño y coge su teléfono para llamar a quién más me temía que llamara. Habla un rato con mi madre y vuelve a entrar al baño para decirme que a las siete de la tarde cogíamos un vuelo a Londres, que hiciera las maletas. Para hacer maletas estoy yo ahora, sabes.

Y justo en el instante en el que me agacho y cierro mi neceser, recuerdo algo que debería de haber llegado hace unos días. Y mi subconsciente piensa: ¿no querías hacerle una sorpresa a Niall al llegar a Londres? Y me río de mi ironía.


-

son las 4 y media de la madrugada y creo que estoy escribiendo esto sonámbula, just saying.

AQUÍ CAPÍTULO DESPUÉS DE DIEZ ECLIPSES LUNARES SEÑORAS Y SEÑORES.

qué va es broma, no he tardado (me tiráis tomates), no sabéis lo que me ha costado escribir este capítulo, ¡no encontraba nada de inspiración! no me disgusta nada el resultado final, sin embargo me esperaba algo más aquí, idk what. así que si no os gusta mucha, i feel you <3

DARME VUESTRA OPINIÓN DEL CAPÍTULOOOOO, aqui.

bueno, os súper quiero a todxs.

y cómo siempre, preguntitas...

si hay alguien de aquí que escuche/lea a Sharif, que se manifieste y me de un abrazo.

¿fans de troye? manifestaros aquí y abrazadme.

escribe "me encantan las patatas fritas con ketchup" si has leído hasta aquí xx

os súper ama, greennnnnnnn.💚💚💚

Continue Reading

You'll Also Like

189K 16K 35
|𝐀𝐑𝐓𝐈𝐒𝐓𝐒 𝐋𝐎𝐕𝐄| «El amor es el arte de crear por la sensación misma, sin esperar nada a cambio,más allá del placer mismo del acto creativo...
5.6K 375 17
Raph hermano mayor de Karai...el ex-policia...que en una mision pierde la vida de su amor de su vida...por salvar a su hermana y compañero del Suprem...
128K 5.8K 19
Prologo _____ jamás imagino que la llegada de un nuevo vecino la llevaría por el camino del autodescubrimiento, y gracias a esto ella descubrirá que...
2.9K 252 16
† ¿Cómo pude enamorarme de ti? «Lute x Y/N» (Hazbin Hotel) ★ "¿Cómo pude enamorarme de ti? Un ser tan puro como tu ¿Con alguien como yo? Es un chiste...