Casa DAN (Delfi, Ámbar y Nina)
— Bienvenida a tu nueva casa Lunita — musita la rubia abriendo la puerta de la casa aue comparte con sus mejores amigas
— Wow..¿en serio voy a vivir aquí?
— Si, estamos felices de tenerte con nosotras — dice Nina entrando tras ellas
— Ay son divinas, gracias a las tres — inquiere Luna emocionada y las abraza efusivamente
— Ve con Clara, ella te indicará tu cuarto y te ayudará a desocupar todo
— Gracias en serio Ámbar — la castaña va tras la empleada de la casa. Delfi, Ámbar y Nina se sientan en la sala
— Ay, es muy linda — dice Delfi emocionada
— Lo sé, nos vamos a llevar muy bien — la rubia sonríe
— Amiga y ¿este año quiénes vamos a vivir aquí? — pregunta Nina muy curiosa
— Nosotras cuatro y Gastón
— ¿GASTÓN? — abre los ojos mientras su rostro expresa una gran sorpresa
— Ah..mira vos — Delfi mira a Nina mientras ríe con complicidad, la modesta chica se sonroja
— Paren, ¿Me estoy perdiendo de algo?
— Lo mismo de siempre amiga — sentencia Delfi mientras Nina esconde la mirada bastante apenada
— Mi hermano es..un poco complicado pero vos sos muy hermosa e inteligente Nina, ya lo tenés
— Y ¿Por qué va a vivir este año con nosotras?
— No sé, me dijo que quería compartir tiempo conmigo
— Awww qué lindo
— Siempre hemos sido muy unidos pero no sé, siento que me está ocultando algo pero bueno, allá el
— Hablando de otro tema, pensé que Simón y vos ya habían arreglado las cosas
— Ay Nina....Con ese pibe es imposible llegar a un acuerdo
— Aún no entiendo por qué se odian
— Es complicado Delfi
— ¿Complicado?
— Si, el tema de Jazm.. — alguien interrumpe la interesante historia de Ámbar
— Señorita Ámbar, ¿acomodo a Luna en el cuarto que era de Jazmín? ¿o en cuál?
— En el que era de Jazmín, gracias — larga un suspiro frustrado, Clara se retira
— Ya que hablaban de ella, Jazmín cada vez está peor..ni siquiera sé por qué se fue — Nina niega mientras toma una galletita del mesón de la sala
— Yo si sé por qué — susurra — Eso ya no importa ahora, ¿qué vamos a hacer en lo que queda de la mañana?
— Ay, vamos a clase de baile, dale...quiero moverme — propone Delfi
— Me gusta la idea, dile a Cata que cite a las chicas en el gimnasio
— Ahí va — Delfi toma el teléfono y se levanta para hacer la llamada
— Amiga y...¿todo bien con Matteo?
— Si obvio...¿por qué la pregunta?
— No, solo curiosidad
— Yo te voy a ayudar con Gastón — la rubia le sonríe a su modesta amiga
— ¿En serio?
— Obvio — sonríen amablemente y se abrazan en señal de apoyo
— Listo — interrumpe Delfi — en media hora están allá
— Vamos a prepararnos ya, avisemos a Lunita para que vaya con nosotras — se levantan del sillón, le preguntan a Luna y esta accede, preparan todos sus implementos para irse.
(...)
— Bueno, ¿aquí quiénes somos? — pregunta Nico abriendo la puerta de la casa
— Somos Ramiro, Matteo, tú y yo — pronuncia Manuel
— ¿Qué van a hacer ahora?
— No sé Matteo, nos vamos en el auto a dar una vuelta por el campus, ¿venís?
— No creo Manu Chao
— Ja-ja-ja...qué gracioso eh Balsano — ríen
— Yé qué vas a hacer...¿te vas con Ámbar? — pregunta Nico
— Y...no precisamente, yo también me voy a dar vueltas por ahí
— ¿A dar vueltas o a seguir a alguien?..eh... sé ve que te gustó la nuevita — Manuel molesta a Matteo
— Déjame Manuelito y no...solo quiero andar por ahí
— Claro, claro — Nico y Manuel ríen
— Y bueno, ¿ustedes con quién tienen onda?
— Yo con nadie, tipo no he conocido a alguien hasta el momento que me llame la atención — dice Manuel
— A mi creo que me está empezando a gustar una chica.. — musita Nico
— Contános, ¿quién es?
— No, no les voy a contar porque vos no queres contar qué onda tenés con Luna
— Nada, es linda pero ahí...yo estoy con Ámbar
— No sé por qué no te creo Balsano — Matteo sonríe ampliamente
(...)
— Gracias por venir chicas, la vamos a pasar súper...¿recuerdan la rutina del año pasado?
— No muy bien A, enséñala de nuevo porque hay muchos nuevos
— Tenés razón Cata, bueno, va desde abajo — Ámbar se hace adelante y posiciona los dedos de su mano derecha para contar los tiempos — CINCO...SEIS...SIETE...OCHO — la rutina comienza
Todos siguen a Ámbar, al parecer es fácil y todos parecen tener buena agilidad para el. baile, entre esos está que Luna, que a pesar de ser nueva, está captando los pasos muy hábilmente
— ¡Ay!..Lo siento — pronuncia Luna al sentir que ha chocado con alguien
— Tranquila Luna — Simón le brinda una afable sonrisa
— Está bien — le devuelve la sonrisa— Simón...¿te puedo hacer una pregunta? Perdón si tal vez suene un poco imprudente
— Si, dime
— ¿Por qué estás acá? ¿por qué molestas tanto a Ámbar?
— Ay Lunita, es algo que tal vez nunca entenderás...
— Simón, ¿podrías dejar de hablar? — reclama la rubia con voz fuerte
— Le estaba contestando una pregunta a tu amiga, ¿tienes problema con eso? — contraataca el mexicano
— ¿Por qué tenés que meterte en todo? — Ámbar detiene la música y se dirige hacia donde Simón
— Perdón, no sabía que tenía que tener tu autorización para estar acá; que yo sepa el gimnasio es libre, aunque no libre de divas como tú
— Mira nene, no pienso pelear con vos en frente de todos aquí, ¿vas a colaborar o te vas?
— ¿Vas a obligarme a irme?
— No me dejas opción
— ¿Y si no lo hago qué piensas hacer rubia? — el mexicano se acerca demasiado a ella como para su gusto
— ¿Quieres desafiarme?...bien, eso te tendrás — levanta una ceja y pone su mano sobre el gran pecho del castaño y lo aparta de los límites de su espacio personal
— No te gastes diva, ya me voy
— Favor que nos haces a todos — se ríen
— En cualquier momento volveré a honrarte con mi presencia
— Claro, ahora lárgate — extiende su brazo indicándole el camino hacia la puerta, el castaño toma sus cosas y se va
— Delfi...¿y Nina?
— No sé, ahora le escribo
— Bien, continuemos donde quedamos — se preparan para retomar la rutina de aeróbicos, la música inicia y Ámbar comienza a bailar, en un momento de descuido mira hacia la ventana y ve como Simón, su mejor amigo, le sonríe, ella le devuelve el gesto y guiña el ojo, él desaparece de allí.
(...)
— Nina, ¿dónde estás
— Hola Delfi, vine al parque a leer un poco
— ¿Estás bien amiga?
— Si, no te preocupes, ¿más tarde nos vemos para almorzar?
— Claro, Ámbar, Luna y yo pasamos a buscarte
— ¡Nina! — una voz la distrae del celular, es nada más ni nada menos que el chico que le roba miles de suspiros
— ¡Gastón! — dice un poco nerviosa
— ¿Me puedo sentar?
— Claro — está más sonrojada que un tomate
— ¿Qué lees?
— El Retrato de Dorian Grey
— Vaya...te gusta Oscar Wilde
— Si, bastante
— Genial.. — el castaño clava su mirada en la chica lo que hace que se ponga tres mil veces más nerviosa
— ¿Pasa algo?...¿Tengo algo en la cara? — dice un poco alterada
— No, nada extraño...solo que me gusta ver tus ojos, el color es espectacular y tu mirada aún más — Nina lo mira fijamente
— ¡Oh por Dios!...Vamos Gastón, no me boludees
— Es en serio Nina, así cursi y todo — ríen
— ¿Qué haces?
— No sé, tal vez llegó el momento de acercarnos, ¿no?
— Creo que si Gastón — sus miradas se funden mientras pronunciadas sonrisas se dibujan en sus rostros.
(...)
— Me encantó bailar
— Estuvo genial Ámbar, tenemos que repetirlo
— Todos los jueves a la tarde Lunita, te vamos a pasar nuestras actividades — responde Delfi
— Si amiga, hay campeonatos de todo lo que quieras
— Qué genial — sonríe —...voy a comprar algo de tomar, ya vengo
— Dale, te esperamos aquí para ir a buscar a Nina — la castaña se dirige hacia la cafetería y se dispone a hacer la fila para realizar su pedido
— A ver....agua mineral, agua con gas, agua de sabores, agua con limón...vaya, hay como mil clases de aguas — piensa en voz alta mientras observa detalladamente lo que hay en el mostrador, de repente ve como a la persona detrás de ella se le cae el dinero al piso
— Oye, creo que esto se te cayó esto — se inclina para levantar el dinero cuando se lleva una sorpresa
— Gracias Valente — el castaño le brinda una sonrisa y un guiño
— ¿Tú de nuevo?...¿por qué te encuentro en todos lados a dónde voy?
— No lo sé...tal vez sea una señal
— ¿Señal de qué? — ríe
— Nada, olvídalo...¿has visto a Ámbar?
— Si, está afuera
— Dale, gracias — Matteo se va, Luna compra una manzana verde y una botella de agua y se sienta
— Primer día y ya perdida — musita mientras ve a Ámbar y a Matteo a lo lejos
— ¡Hola! — una voz fuerte la saca de pensamientos — ¿Vos sos luna?
— Si, soy yo — Luna la mira de mala manera por lo que sucedido en el auditorio
— Perdóname por lo de esta mañana — la pelirroja se sienta frente a Luna — es que no me gusta que se sienten en mi lugar pero no me da el derecho de hablarte así, ¿me perdonas?
— Claro — sonríe levemente
— ¡Hola chicos! — entra al recinto un encargado de la correspondencia — necesito que las personas que tienen doble nacionalidad o sean extranjeras lleven los certificados de las embajadas al lobby, tiene que ser hoy. Gracias — se va ahí mismo
— ¿De cuáles certificados están hablando? — Luna se escucha asustada
— Si sos extranjera o tenes doble nacionalidad tenes que traer un certificado de la embajada de tu país, sino no te dejan entrar a clases, y si faltas 3 veces te expulsan
— ¡Ay no!...yo no tengo esos certificados y tengo ciudadanía mexicana — sentencia en tono de angustia
— Y ahora ¿qué vas a hacer? — pregunta la pelirroja con una pizca de ironía
— Ni idea de qué debo hacer — se agarra la cabeza en señal de preocupación
— Ya sé Luni, hagamos un trato
— ¿Qué clase de trato?
— Yo le digo a mi papá que es embajador que te traiga el certificado ahora mismo...pero a cambio me tenes que ayudar con algo, ¿te parece?
— ¿En serio puedes llamar para que me lo traigan?
— Por supuesto, dame tu nombre y el número de documento
— Eh si, Luna Valente, 1894276431
—Bien, ya está todo
— te debo todo Jaz.... Y claro, hago lo que sea a cambio, no me quiero ir de acá
— Perfecto, ya le dije a papá....ahora toma — pone una tarjeta pequeña con una dirección y una hora en las manos de Luna — allí, a esa hora te espero para decirte a qué necesito que me ayudes
— Esto suena muy misterioso
— Vos solo ve pero eso si; no le digas a nadie que te vas a ver conmigo y menos a Ámbar
— Entendido, muchas gracias Jaz, te debo una gigante
— No es nada, yo entrego el certificado por vos en el lobby, vos tranquila
— De verdad gracias — Luna se va de la cafetería
—Esto va a ser interesante, con la ayuda de Luna ya está todo bajo control, te llegó la hora de que me pagues todas y cada una de las cosas que me hiciste Ámbar Smith, qué empiece la guerra.