Café para dos ◆ Kookmin ; 국민

By theparkjimin

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❝Dos chicos con distintas realidades que comparten una taza de café.❞ ✿ Advertencias: Contenido h... More

"Café para dos": Prólogo.
1. Hola.
2. La suerte de la moneda.
3. Jimin.
4. Paseo al trabajo.
5. Cosas malas.
6. Destino.
7. Yun.
8. Coincidencia.
9. Muy borrachos.
10. Post-borrachera.
12. A lo grande o vete a casa.
13. Presentaciones.
14. Citas y conversaciones.
15. Fiesta de negocios | Parte uno.
16. Fiesta de negocios | Parte dos.
17. Jungkookie.
18. Proposición.
19. Inicio de los problemas.
20. Una posible solución.
21. Manos.
22. Atrapado.
23. Expuesto.
24. La rendición.
25. Golpe final.
26. El pequeño ángel.
27. Hora del último adiós.
28. ¿Un café?
"Café para dos": Epílogo.
Agradecimientos y aviso.
Especial #1

11. Promesas por la garrita.

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By theparkjimin

– Yo...

– ¡Jimin! –gritan llamando la atención de ambos chicos.

El ojinegro observa como un chico de cabello rubio se aproxima ellos, lo reconoció al instante y es que Min Yoongi no podía pasar desapercibido. Jimin le sonrió y saludo con la mano, cosa que vio el castaño y se interrogo quién era el que estaba interrumpiendo su plática con su chico del café.

– ¿Vas al Joly's? –le pregunta Park al chico que por fin queda frente a ellos.

– Sí, ya empezará el turno –responde bufando y luego queda mirando a Jungkook– Hola tú.

– Hola –saluda el castaño sonriendo.

– Yoongi él es Jungkook, Kook él es Yoongi, trabaja conmigo en el Joly's –el castaño hace una reverencia lo que a Min Yoongi le pareció muy tierno.

– ¿Es tu novio, Jimin?

El castaño mira al ojinegro esperando algún tipo de respuesta, aunque no debía hacerse ilusiones ya que no eran nada. Park niega con la cabeza.

– No, Kook es solo un amigo –con esa frase al corazón de Jungkook se le hizo una grieta.

– Oh, ya veo –dice Yoongi con una sonrisa traviesa entre sus labios. Había encontrado atractivo al chico que acompañaba a su compañero.

– Si quieres puedes dejame aquí, Kook –habla el peli-naranja– me puedo ir con Yoongi.

– No te preocupes por mí, no me molesta que esté con nosotros –el castaño sonríe al escuchar eso y el rubio le regala un guiño.

"¿Qué mierda está pasando?" se pregunta Jimin en su mente.

Se demoraron al menos unos 20 minutos en llegar hasta donde trabajaban los chicos. En todo el camino el ojinegro no pronunció ni una palabra y no era porque no quisiese, lo que pasaba era que Yoongi le estaba robando toda la atención de Jeon. Primero comenzaron a preguntarse cosas típicas e inocentes, después de un rato hablaban como si se conociesen toda la vida. Una punzada recorría el estómago de Jimin, no le agradaba ni un poco que Jungkook le regalase sonrisas a su compañero de trabajo, pero ¿qué más podía esperar?, de lejos se veía que el castaño era todo un casanova, lo tuvo claro desde principio.

Los chicos iban perdidos en su conversación y no se dieron cuenta de que habían llegado hasta que Jimin soltó un bufido que no planeaba que ellos notaran.

– Oh, ya llegamos –dijo Yoongi– se me hizo muy corto el camino.

– A mi igual –agrego Jeon sin despegar esa sonrisa melosa de su rostro. "Qué asco" pensó nuevamente el ojinegro.

– Me gustó mucho hablar contigo, Kook.

Un minuto, ¿había usado el apodo que Jimin había escogido para Jungkook?

– A mí también, Yoongi –Jimin tenía los labios apretados al ver como el chico se comportaba tan simpático con el rubio.

– Deberíamos salir un día de estos, ¿me dejarías tu teléfono?

Esta vez la cara del peli-naranja era igual a un tomate y no por estar avergonzado, sino por pura cólera que le estaba provocando el descaro de Min Yoongi. ¿Acaso Jungkook no venía a acompañarlo a ÉL al trabajo?, ¿ya se había aburrido de Jimin?

– Si, dame tu celular y te lo escribo –el rubio alargo su brazo con el aparato hacia Jeon quien anoto tranquilamente su número mientras a Jimin le rechinaban los dientes.

– Entonces, estamos en contacto.

– Sí.

– Adiós, Kook.

– Adiós, Yoongi.

El rubio entro al restaurant dejando al castaño y al ojinegro solos. Jungkook noto que Jimin lo miraba con cara de pocos amigos, no sabía que le había pasado durante el trayecto hacia su trabajo pero lo había notado demasiado callado.

– ¿Estas bien, Jimin? –le pregunta y el ojinegro ríe con ironía.

– Sí, yo estoy muy bien, supongo que tu estas de maravilla, digo, te conseguiste una cita en menos de una hora.

Y eso sonó mucho más despechado de lo que Park esperaba y se arrepintió en un instante. Parecía la típica novia celopata ¡y ellos apenas eran amigos!

– ¿Estas celoso? –Jungkook parecía divertido y eso hico que el coraje de Jimin solamente aumentara.

– Ya quisieras. Solo me di cuenta de que aprovechas cualquier oportunidad para tener un revolcón, no sé por qué pensé que había algo más que eso dentro de ti.

– ¿Acaso querías que fuera grosero con tu amigo?, no soy esa clase de persona.

– Se supone que estabas sumamente interesado en mí, ¿o me equivoco? –Lo increpa Jimin y Jeon solo le sostiene la mirada– Llega alguien más y te echas a volar igual que una paloma, Jugnkook. ¿Ves por qué no puedo confiar en gente como tú?

Jimin trato de entrar al Joly's pero el brazo del castaño lo atrajo hacia él. Sus miradas se mezclaron como la perfecta combinación, el corazón de ambos latía sumamente rápido y estaban peligrosamente cerca.

– Quiero que tengas claro que yo no soy como la gente que conoces, Park Jimin.

– Pero lo pareces...

– Solo fui amable. Quería agradarle a tu amigo, en verdad me gustaría agradarle a todos los que conoces.

– ¿Por qué? –pregunta el peli-naranja un tanto perdido en los ojos marrones del menor.

– Porque el día que seamos novios quiero llevarme bien con la gente que quieres...

La respiración de Jimin literalmente se cortó, su estómago se llenó de mariposas y solo pedía estar aún más cerca de Jeon Jungkook.

Aun así la vocecita en su cabeza que se asemejaba a su conciencia le estaba gritando que no cayera, que no podía estar con alguien como él, que quizá solo lo estaba engañando con palabras bonitas, tal como sus padres hacían con el resto del mundo. Pero, por primera vez en su vida, Jimin no quería hacerle caso a su cerebro.

Sintió como el castaño dejaba un sonoro beso en su mejilla.

– No quiero que pienses que me interesa alguien más, solo me gustas tú, aunque seas un grano en el culo cuando te lo propones –Jimin no pudo evitar reír sin tener idea cómo reaccionar ante tal aclaración.

– Debería entrar...

– Sí...

El ojinegro sin pensarlo dos veces trata de dejar un beso en la mejilla de Jungkook pero por culpa de su baja estatura termino dándoselo en el mentón.

– Te veo luego, Kookie.

– ¿Ahora es Kookie? –pregunta el castaño y Jimin asiente.

– Lo prefiero así.

-.-

Jimin había estado cuestionándose todo el día por cómo debía comportarse con Jungkook, lo que más se preguntaba a si mismo era si a él también le gustaba el castaño. Sin llegar a una conclusión clara prefirió concentrase en el trabajo aunque esto no surtió mucho efecto, Jeon aparecía en sus pensamientos a cada segundo y hacía que se confundiese mucho más. El tenía claro que sentía una atracción fisica por el cataño, ¿pero eso llegaba a más?

Después de un rato atendiendo las últimas mesas que le quedaban por fin acabo su turno y se dirigió a su siguiente destino.

Tomo el autobús para llegar a las afueras de la ciudad, nunca había andado por ahí. Se bajó en la penúltima estación y camino por un sendero que ya estaba pavimentado, pudo divisar una casa blanca enorme, como una mansión, parecía bastante vieja y descuidada. Apuro el paso hasta que se encontró en la entrada donde había un letrero enorme en el cual se leía "Institución Mental de Busan", Jimin apretó sus puños hasta que estos estuvieron blancos. No podía creer que sus padres habían cumplido con la amenaza que le imponían hace años.

Entro al edificio y de inmediato sintió una extraña sensación por los gritos que se escuchaban de distintas personas. El lugar estaba lleno de personas en trajes celestes, que parecían ser los pacientes, y personas en trajes blancos, que serían los doctores. Pudo ver claramente a un hombre salió corriendo por el pasillo casi desnudo y un enfermero tras de él, trato de hacer caso omiso pero sentía lastima por toda esa gente incomprendida que se encontraba en aquel lugar.

Se acercó a un mesón donde una secretaría estaba revisando unos papeles mientras tomaba café.

– Disculpe... –llamo la atención de la mujer y esta lo miró.

– ¿Le puedo ayudar en algo?

– Sí, vengo a ver a una... paciente. Park Yun.

– Espéreme un momento –la secretaria escribió un par de cosas en el computador– su nombre, por favor.

– Park Jimin.

– ¿Familiar directo del paciente?

– Su hermano mayor.

– La paciente está en su habitación, es la 34, tercer piso hacia la derecha. El horario de visitas es hasta las seis así que tiene una hora.

– Gracias.

Subió las escaleras topándose con varios enfermos del lugar, algunos gritaban, otros reían histéricamente. Se preguntaba cómo era que su pequeña había logrado pasar la noche ahí, de seguro había estado asustada y llorando. Si antes odiaba a sus padres ahora los aborrecía por lo que le habían hecho a Yun. Llego al tercer piso y se dirigió hacia la derecha como la mujer le había dicho, busco la habitación por el pasillo con paredes rosas. En las puertas estaban enmarcados los números respectivos, primero vio la 32, luego la 33 y por fin la 34.

Giro la perilla de la puerta despacio, lo primero que vio fue una cama y un cuerpo sobre ella, se dio cuenta de que era Yun de espaldas. Se acercó lentamente, parecía una pequeña niña asustada en un rincón, su corazón se encogió al verla, ¿qué clase de personas podían creer que ella era alguna clase de peligro? 

Yun noto que hacían ruido en la habitación y se giró, al principio no vio bien pero luego sus ojos se hincharon de pura felicidad al ver a su hermano mayor ahí.

– ¡Jiminnie!, ¡Jiminnie! –chilla la menor y se lanza a los brazos del ojinegro.

– Yun, pequeña, ¿Cómo estás? –le pregunta de inmediato– ¿te sientes bien?, ¿te han tratado bien?

– Tenía miedo. Tenía miedo.

– Lo sé, Yun. Pero ya no lo tengas, vendré siempre a verte.

– Min Jee no vino conmigo –sollozaba Yun.

– Tranquila, pequeña, ella también te vendrá a visitar, no estarás sola.

– No solita, no, por favor Jiminnie.

– No, Yun, siempre me tendrás a mí, siempre.

Estuvo el resto del tiempo tratando de explicarle a su hermana menor por qué se encontraba allí, ella pensaba que estaba castigada y que en cualquier momento la regresarían a su casa, Jimin le dijo que ese sería su nuevo hogar a lo que la chica no reacciono de buena manera, estuvo llorando un buen rato hasta que el ojinegro pudo calmarla una vez más. Se pasó toda la tarde prometiendo que la vería al otro día, que no debía preocuparse y eso logro que ella estuviese un poco más tranquila. Tambien le dijo que debía tomarse sus medicamentos para que estuviese sana y fuerte, ella dijo que sabían horrible pero al final termino cediendo, lo unico que quería el peli-naranja era que nada malo le pasará a su hermanita.

Cuando eran las seis una enfermera entro a la habitación.

– Se acabó el horario de visitas –Jimin asintió y miro a Yun.

– Debo irme, pequeña.

– No, Jiminnie, no vayas, no vayas –se aferró con fuerza a su hermano, el corazón de Jimin se encogió de nuevo.

– Volveré mañana, te lo prometo, Yun –le estiro el dedito meñique y ella lo tomo con el suyo, tal y como lo hacían desde que eran pequeños– sabes que a la garrita no se le miente.

– Por favor no, por favor no... –seguía suplicando.

– Volveré, volveré, lo prometí por la garrita

– No solita...

– Yun, tu nunca estarás sola, yo siempre estaré cerca de ti.

– No dejes a Yun... No...

– Nos veremos mañana, lo prometo. 

Le dio un beso en la frente a su hermana antes de salir de la habitación, esta volvió a acostarse en la cama mientras Jimin se alejaba. Cuando cerró la puerta escucho los gritos y llantos desgarradores de Yun, trato de caminar lo más rápido posible por las instalaciones del lugar para no arrepentirse de dejar a su hermana allí, aunque no tenía otra opción.

Salió de ahí con una lágrima cayendo por su mejilla y su corazón lleno de odio hacia sus padres.

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Nota: Capítulo agridulce:'( muchas gracias por los votos y comentarios! los adoro<3 

pd: ese gif me rompe el corazuuuummm

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