Esta soy yo

By littlemood_

94.3K 3.8K 253

Camino resignado hasta llegar a la oficina del director y me siento en un asiento que vi disponible al lado d... More

Prologo
Capitulo 1
Capitulo 3
Capitulo 4
Capitulo 5
Capitulo 6
Capitulo 7
Capitulo 8
Capitulo 9
Capitulo 10
Capitulo 11
Capitulo 12
Capitulo 13
Capitulo 14
Capitulo 15.
Capitulo 16
Capitulo 17.
Capitulo 18
Capitulo 19
Capitulo 20
Capitulo 20 1/2
Capitulo 20 2/2
Capitulo 21
Capitulo 22
Capitulo 23
Capitulo 24
Capitulo 25
Capitulo 26
Capitulo 27
Capitulo 28
Capitulo 29
Capitulo 30.
Capitulo 31
Capitulo 32
Capitulo 33
Capitulo 34
Capitulo 35
Capitulo 36
NOTA
Capitulo 37
¿Que es la Navidad?
Esta soy yo
Epilogo
Estamos de vuelta

Capitulo 2

5.6K 208 35
By littlemood_

- ¿Te apetece ver una película con tus viejos? ¿O ya estás muy grande señorita ya no soy una bebe, mama? – Lo último lo dice con una voz graciosa, que me hace reír.

- Sabes que así tenga treinta años, amare pasar tiempo con ustedes ¿Qué veremos? – Me siento en posición indio, emocionada – ¿No se aceptan devoluciones? Me han dicho que esa película es muy linda – Digo una vez que mi madre me muestra el DVD.

- Mujeres y sus películas – Bufa papa, entrando al cuarto con dos tazones enormes llenos de palomitas de maíz.

Dos, sabe que yo no comparto cualquier tipo de dulce mientras esté viendo una película.

Mi mama apaga la luz y le da play a la película; por suerte mi cama es de dos plazas sino, no entraríamos los tres acá y justo yo estoy en el medio.

- Pero si mira lo hermosa que es la bebe ¿Cómo se le ocurre abandonarla? Y el ¿Irla a dejar así no más? No creo que...

- Papa, no empieces – Mi padre y su mala costumbre de comentar todo lo que pasa en la película, tal cual o peor que esos niños que siempre preguntan por qué cuando están viendo alguna película. Esa son las razones por las que siempre lo dejamos solo con la tv.

Una hora después lágrimas incontrolables corrían por mis mejillas y por las de mi madre, aunque ella es más fuerte que yo por lo que las trata de controlar, siento como papa masajea su hombro para que se calme. Si, siento porque mi cabeza está por debajo de su brazo, por eso siento como se mueve.

Creo que no todos estamos preparados para una despedida de la persona que más queremos, a veces creemos que no fue suficiente momento para decir adiós para siempre y menos cuando no sabemos cuándo pasara; creo que la vida a veces es demasiado injusta por llevarse a personas que aún les queda mucho por vivir, aunque ¿Cómo saber si vinimos a este mundo a cumplir una misión o solo a dar una lección? ¿Quién predispone eso?

Lagrimas corren sin cesar y por más que me seque las mejillas ellas no paran, muy bien podría decir que ya no sé porque lloro. Malditas películas con sus finales que me dejan muy sentimental.

- Hey, ya pequeña. No llores, es solo una película – Mi papá pasa sus pulgares por mis mejillas y besa mis ojos una vez que me siento – Cosas así no es común que sucedan

- ¿El que una niña muera sin ella tener la potestad de decidirlo? Capaz tenia sueños y la vida se los quito y se la llevo así sin más. Los niños no merecen morir – Siento como mama se tensa a mi lado y observo a papá dedicándole una mirada de complicidad.

- A veces las cosas están destinadas a ocurrir de tal manera, pequeña. Pero no le des vueltas a esa cabecilla loca que piensa más de la cuenta ¿Si? – Sorbo mi nariz y asiento. Mi mama me da un beso en la sien.

- Papa ¿Aun sigues enamorado de mama? – Pregunto al atraparlo observando a mi mama con una mirada especial desde hace unos minutos atrás mientras ella peinaba mi cabello. Su ceño se frunce – Digo, después de tanto tiempo ¿Es posible seguir enamorado?

- Annie, tu mama me enamorada cada día, tal como ella es, siempre habrá algo que me sorprenderá y me hará amarla más. Además no fue una mujer fácil de conquistar es obvio que me tiene coladito por ella – Ríe y yo me estremezco, la relación de ellos es la más hermosa que he visto y por lo que me han contado sé que no fue fácil para ambos

- Te amo – Dice, acariciando la mejilla de papa – Elegirte fue la mejor decisión que pude haber tomado después de todas las metidas de pata que tuve – Sonríe melancólica – Lo importante de una relación es nunca perder la magia que una vez nos cautivó, pequeña

- Ojala pueda encontrar a alguien que me quiera así como papa lo hace contigo y sea así de especial

- Aunque, somos dos ¿No crees que es suficiente amor para ti? – Mama le da un toquecito por la cabeza. Rio - ¿Qué? Aun no estoy listo para compartirla con alguien mas

- Pues estar tranquilo, aun faltara mucho. Vivo en una sociedad de robots especializados en realizar estupideces para poder encajar. Nada que me llame la atención – Muerdo mi labio.

- Ya llegara y dejaras de un lado a tu viejo. Mira que yo me enamore dos veces

- ¿Dos veces? – Preguntamos mi madre y yo al unísono.

- Si, dos veces. La primera cuando vi a tu madre en el despacho de tu abuelo y la segunda cuando esos hermosos ojos me vieron por primera vez – Toca mi nariz – Y son los momentos más hermosos que he tenido.

Lo abrazo de inmediato y mama se nos une. Sin duda, no pude haber escogido mejores padres.

***

- Desperdiciaste todas tus vacaciones, metida en la casa. Dale Annie, vamos a dar un paseo – Tira constantemente de mis sabanas.

- No que fastidio, Clarisa. Puedo hacer cualquier cosa que no implique cambiarme el pijama – Respondo, jugando con el celular a la vez – Mira, hasta puedo escuchar tus quejas sobre otro amor repentino

- No seas aguafiestas, por lo menos vamos a la alberca – Hace un puchero.

- Si me paro, promete no molestarme lo que queda de año

- No prometo nada. Te quiero, amargada – Deja un beso en mi mejilla – Te espero abajo

Me levanto con pesadez de la cama, todo el mundo me dice que desperdicie mis vacaciones pero yo no lo veo así, aproveche a dormir todo lo que no había dormido durante varios meses, me actualice con libros nuevos y termine aquellos que había dejado por la mitad...

Si pueda que no sea como cualquier adolescente que se la paso de fiesta en fiesta y la mayoría del tiempo en la playa, como mis primas, además en la fiestas siempre hay demasiada gente al punto que te falta oxígeno; gente borracha teniendo relaciones en cada esquina de la casa y música retumbando tus oídos, si bueno pueda que no me guste nada de eso porque primero no tomo y segundo mi ritmo es un asco, iré cuando aprenda a coordinar mis manos y pies.

Observo mi cuerpo en el espejo una vez que me coloco el bikini, tengo el cuerpo acorde a mi tamaño, no me quejo de él así que no tengo ese complejo de como soy.

Mhm, debería cortarme ya el cabello, lo tengo muy largo. Pienso mientras me hago una trenza de lado.

- Iba a subir a buscarte, pensé que no bajarías – Dice Elena, quitándose sus lentes de sol para dejar a la vista sus ojos color miel.

- Me estaba tomando mi tiempo – Extiendo mi toalla para acostarme en ella.

- Oye ¿Qué tal estaba el chico de ayer?

- Pues normal, no se – Rio.

- ¡Ay! ¿Cómo normal, Ana? ¿Qué no lo viste bien?

- No, Elena no voy por la vida escaneando a cada chico que pasa por mi lado, no mames. Entiende que no soy como tú – Hace una expresión de indignación, lanzándome mi libro por la cabeza.

- Te imaginas que te lo encuentres en el colegio– Dice Clarisa, uniéndose a nosotras.

- Hay una posibilidad del 0.001% de que ocurra eso, que vayamos al mismo instituto ¿Por qué se empeñan tanto en buscarme algún chico?

- Pues, primita. Tienes diesi siete y ni si quiera has dado tu primer beso, está claro que lo otro todavía no lo has hecho; dices que no te gusta nadie, que las relaciones te enferman. A veces creemos que eres, ya sabes, lesbiana – Ruedo mis ojos. Se me había olvidado que en esta sociedad es raro cuando una chica no se anda abriendo de piernas a cualquiera a esta edad.

- Solo, solo estoy esperando al indicado ¿Ok? Y Claro que he dado mi primer beso, idiota – Le doy un golpecito leve por el brazo a Elena.

- El juego de la botella no cuenta – Ríe Clarisa por lo que me hace bufar.

- Nada de besos hasta los treinta y cinco, señorita – Brama mi padre, al pasar por nuestro lado – Si no quieres que te coloque pega cola en la boca

Las tres reímos ante la ocurrencia de mi papa – Estas subiendo el límite, antes habías dicho a los treinta ¿No pensaras convertirme en monja? – Enarco mi ceja, cuestionándolo.

- Amor ¿Conoces algún convento cerca?

- Creo que nuestra hija se quemaría solo de pisar la iglesia, cariño – Responde, depositando un beso en el pecho desnudo de papa.

- ¡Mama! – Chillo.

- Mi pequeña, tienes que entender que las mujeres Ávila somos incontrolables, no aguantarías estar un día recibiendo órdenes y cumpliendo las reglas – Me dedica un guiño a lo que yo respondo con una sonrisa lasciva – Que lo diga tu padre

- Mis niñas, me recuerdan a cuando sus madres tenían su edad. Las vi crecer a ellas y ahora las veo crecer a ustedes – Comenta Inés, uniendo sus manos frente a su pecho – Estoy muy agradecida de seguir siendo parte de esta familia

- ¿Cómo no lo ibas a ser, Inés? Eres muy importante para mí y para todos obviamente, llenaste ese vacío que dejaron mis padres al morir

- Bueno, es mucha cursilería ¿Qué tal si nos bañamos?

- ¿Qué? – Pregunta mama, frunciendo su ceño.

- ¡Al agua! – Lo último que escuche fue un chillido de mama luego que papa la tumbara junto con él a la alberca. Todos alrededor estallamos en risa.

- Te juro que los re shippeo – Dice Elena – Los voy a extrañar cuando me vaya – Hace un puchero.

- ¿Los que? – Pregunta Inés.

- Shippeo – Rio – Es cuando una pareja te parece muy tierna por estar juntos y obvio todo lo que hagan te dará ternura

- Estos niños de ahora y sus palabras

El sol está en su tope máximo, por lo que no pude seguir leyendo así que decidí colocarme mis audífonos y mis lentes de sol mientras tomo un poco de sol.

En dos días comienzan las clases, por suerte es el último año, último año que le veré la cara a los idiotas que estudian conmigo, último año que dejare de verle la cara a Mijares – El director del instituto – y último año que escuchare las quejas de los profesores por mi mala actitud hacia con ellos ¿Lo malo? No será extrañar a mi grupo de amigos, si tengo uno pero no los considero tan cercanos a mí, solo son personas con las que paso el rato en el instituto.

Solo por eso los veo cuando voy a clases, una que otra veces salgo con ellos pero todo con cierto límite, algo tienen que no son de fiar o yo lo veo así. Como iba, lo malo es que yo aún no decido que hacer con mi vida dentro de un año; mis primas por ejemplo ya saben que estudiaran y a donde irán. Si no me decido que colocarme en las mañanas como esperan que elija una carrera, solo sé que me quiero ir a Londres.

¿Hacer lo mismo que mi madre? No me gusta nada que tenga que ver con números y administración así que definitivamente no. Quiero ir a probar mi suerte.

- Hola princesa – Fue lo último que escuche antes de que escuchar un fuerte gemido - ¿Estás loca? ¿Por qué siempre me tienes que recibir a los golpes? – Pregunta casi sin voz, tomando con fuerza sus partes.

- Tú fuiste el que te colocaste a horcajadas sobre mí y me hablaste muy cerca ¿Qué querías que hiciera? Fue un reflejo de auto-defensa – Respondo con indiferencia - ¿Qué haces aquí?

- Vine a visitar mi mejor amiga, esa que me abandono toda las vacaciones – Ruedo mis ojos.

- Si, seguro que vienes por eso – Suelto una risita mientras observo a Clarisa observarnos de reojo

- No sé por qué siempre que hay comida acá, Tomas mágicamente aparece

- Hola a ti también, Elena – Se levanta y le da un sonoro beso a mi prima en el cachete – Uhm, Hola Clarisa – Rasca su nuca nervioso.

Mhm fue lo único que escuche como respuesta por parte de mi prima.

Son las personas más estresantes que conozco, desde hace un buen tiempo – Un año para ser especifica- estos dos se gustan pero ninguno hace nada por no dejar el orgullo a un lado; se celan, se pelean, se tratan tierno y todo vuelve al comienzo.

Es como un círculo vicioso que nos arrastra a todos, si a todos, porque todos estamos presentes en todos sus problemas.

Tomas ha sido mi mejor amigo desde que tengo memoria, a pesar que no nos conocemos desde pequeños, fue el único que se quedó conmigo cuando supo de quien era hija. Ya estoy acostumbrada a ver a la gente huir o tomar distancia cuando saben que soy una Loera Ávila. Vamos, creo que hay una diferencia en lo que son mis padres y los que soy yo. Normalmente la gente suele tratarme con respeto – Los pocos que me tratan – sobre todo por el miedo que causan mis padres.

No sé muy bien que hicieron en el pasado ni tampoco tengo porque saberlo. Tal vez esa es la razón por la soy un poco reservada e introvertida, bueno, solo en algunas ocasiones.

- Siempre he pensado que ambos harían una linda pareja – Nos dice Inés, interrumpiendo la interesante conversación que teníamos entre los cuatro o tres, Clarisa solo se encargaba de asentir.

- Ya lo intentamos, Inés. No funciono – Rio – Por suerte nada cambio entre nosotros – Digo, chocando el puño con él.

- ¿En serio no sentiste algo más por Annie, Tom? – Pregunta Elisa, curiosa.

- Fue hace dos años – Ríe por lo bajo – A Annie nunca la deje de ver como una hermana, puede que sea por eso que parecíamos más una pareja de hermanos que de novios. Además siempre estuve interesado en alguien mas

Le dedico una mirada cómplice mientras le doy un mordisco a mi hamburguesa – No eras mi tipo – Encojo mis hombros – Seré la tía guapa, millonaria y solterona, ya lo decidí

- Con esa actitud, no hay nadie que se resista a tus encantos. Seguro será así – Achino mi mirada y le saco la lengua, divertida - ¿Están listas para el último año? Creo que será emocionante – Frota sus manos con una pizca de malicia.

- ¡Se abren las apuestas, señores! ¿Cuánto tiempo creen que tardaran Annie y Tom en visitar de nuevo la oficina del director? – Exclama Andrea, mi tía.

Ruedo los ojos. Mi familia, mi linda y loca familia.

(...)

- ¿Papa no ha llegado? – Pregunto al bajar. Despeinando un poco mí cabello mojado.

- Mhm Daniel – Suspiro.

- Solo dame las llaves del auto. Iré por mi cuenta

- Hijo, no te molestes con el ¿Si? Llamo para decir que estaba muy ocupado en una reunión que podría significar su ascenso

- ¿Ascenso? – Rio cínicamente – Desde que llegamos todo ha tenido que ver con el ascenso de papa y nada ¡Hace ya dos semanas de ello! Sé que no cambiara su forma de ser – Cojo las llaves, molesto.

- Daniel, sabes que él quiere lo mejor para nosotros. Retribuir su esfuerzo con un buen trato hacia el no estaría demás – Niego con la cabeza y me dispongo a salir hasta que toma mi hombro - ¿A dónde iras?

- No sé, mama. A donde el viento me lleve. Necesito despejarme ¿Puedes ya darme permiso? – Suspira y me deja ir.

Entro al auto y le doy un golpe al volante para soltar mi frustración. Desde hace ya siete años que mi papa hace promesas vacías. Extraño al señor que llegaba todas las tardes a casa y se ponía a jugar conmigo o simplemente a platicar; desde que entro a esa empresa que tiene que ver todo con los avances de aparatos tecnológicos se envicio con el dinero. A medida que avanzaba quería más y más y por ende dejo su familia a un lado.

Paso a estar todo el tiempo conmigo a vivir encerrado en su oficina, mis cumpleaños desde entonces la pasaba solo con mama; desde que cumplí los doce salía con mis amigos pero a él nunca lo veía. Y para reparar su error me compraba cualquier cosa que estuviera de moda al momento. Siempre estaba ocupado cuando lo necesitaba, aprendí a crecer sin tener esa figura paterna en la etapa más difícil de mi vida. Reparar todas las faltas que hizo no se logran tan fácil, porque se – Justo como ahora – que por más que lo perdone e intente llevar una relación sana con él, cuando lo necesite en un futuro, sé que estará ocupado en el trabajo dejando lo que me pasa de lado.

Es el último año, último año que viviré con ellos o tendré que depender de ellos, al cumplir los diesi ocho y graduarme me marchare ¿A dónde? No sé, cualquier país donde pueda empezar mi vida sin problemas de mudanza o con las eternas quejas de mama hacía con papa.

Enciendo el auto, afinco el pedal saliendo disparado hacia la carretera, sin rumbo alguno. No soy fanático de las carreras de auto, pero el ir a una velocidad alta hace que mi mente se despeje un poco, el sentir como el viento sopla mi cara hace que me sienta libre.


***

Un sábado muy aburrido y sin nada que hacer me llevo a tomar la decisión de subir el segundo capítulo – Que espero que les guste – Ya sé que dije que subiría el doce, pero ¿Cuánto falta para el doce? ¡Pues nada! Voten y comenten si quieren - Las criticas mientras sean buenas son muy importantes para mí-

La historia la tengo ya avanzada en Word así que no tendré problemas para actualizar; salvo que se me vaya la luz o no tenga internet *Siendo de Venezuela estas cosas pasan a menudo*

Poco a poco vamos conociendo a estos dos chiquillos ¿Qué creen que pasara después? ¿Se volverán a ver? Ya veremos

Btw síganme en twitter Littlemood para avisarles cuando vaya a subir, será un capitulo por semana a menos que estoy emocionada o días como hoy, aburrida y suba dos esa misma semana.

Eso fue todo, feliz dia a sus madres por adelantado, que tengan un lindo dia mañana junto con ellas.

Bye. 

Continue Reading

You'll Also Like

1.9M 133K 90
Becky tiene 23 años y una hija de 4 años que fue diagnosticada con leucemia, para salvar la vida de su hija ella decide vender su cuerpo en un club...
249K 30.8K 14
❝Debes creerme cuando te digo que no debes tener miedo a nada, Louis.❞ 【Louis tiene Belonefobia. Harry es enfermero】 ▬▬▬▬▬▬...
230K 7.6K 41
Sarah Harris deja Boston para irse a la universidad de Nueva York. Un chica ambiciosa con múltiples sueños y con ganas de conseguirlos todos. Lo tien...
8.2K 515 25
Un año después, una noticia ha provocado que la querida Dayra Jones regrese a ese pueblo donde dejó muchas cosas, incluyendo al amor. Las cosas para...