—Alonso ya despierta, Freddy está abajo y por tu culpa llegaran tarde -Dijo molesta su madre.
—Ya voy -Dicho esto su madre salió de la habitación.
El pelirrojo comenzó a vestirse, cuando termino de vestirse bajo y se encontró con su mejor amigo 'Freddy'.
—Por tu culpa llegaremos tarde a clase -Dijo burlón su amigo.
—Mi error, lo siento -Dijo riendo.
Salieron de la casa del pelirrojo, en el transcurso del camino hablaban de muchas tonterías hasta que finalmente llegaron al instituto.
—Otro día de mierda -Admitió el pelirrojo.
—Tranquilo pequeño en cuanto menos te lo esperes llegara el viernes -Rieron y se adentraron en el instituto.
Lamentablemente al pelirrojo le dieron unas terribles ganas de ir al baño, así que fue corriendo al baño con la esperanza de que después lo dejaran entrar a clase pero llego tarde y Freddy si pudo entrar a clase pero bueno el no.
Como no entro a clase esperaría a que terminara la primera hora, mientras caminaba sentía una mirada recorrerlo, decidió restarle importancia, se dirigió a su casillero y saco algunos libros.
Cuando se dio la vuelta rápidamente encontró la mirada de un pelinegro de ojos mieles mirando todo lo que hacía Villalpando.
Sus miradas se conectaron y un escalofrío recorrió el cuerpo de Villalpando, después el pelinegro reaccionó y se alejó de aquel lugar.
—Eso fue... Extraño -Dijo Alonso.
Tiempo después el timbre sonó y entro rápidamente a la próxima clase, llegó con su amigo Freddy.
—¿Qué pasa? ¿Por qué vienes tan agitado? -Se burlo su amigo.
—¿No es obvio? Quería llegar temprano a clase -Rieron.
—Pero estás muy raro, ¿te pasa algo más? -Preguntó confundido.
—Si me pasa. Sucedió algo muy extraño en el corredor, alguien me miraba demasiado y cuando lo mire de vuelta sentí que nuestras miradas se conectaron -Dijo Alonso.
—¿Quien era ese chico? -Preguntó Freddy.
—Va en dos clases conmigo, es de los más callados de la clase -Freddy lo miró con el ceño fruncido.
—Ese chico -Alonso lo señaló mientras él iba pasando.
—No hablas enserio, ¿verdad Alonso? -Lo miro un tanto preocupado.
—Me parece interesante -Admitió.
—Alonso el jamás le habla a nadie, es un chico muy gruñón -Alonso río por el comentario de su amigo.
La clase comenzó, el tiempo pasaba muy rápido.
—Villalpando, ¿puede mandar a llamar al joven José? Se encuentra en el salón de a lado. Por favor -El menor asintió y salió del salón.
El menor pidió entrar al salón y le dieron permiso, como era de esperarse todas las miradas se posaron en el pero había una que lo estaba persiguiendo desde el corredor.
—La maestra de física me mando por el alumno José -Dijo el pelirrojo.
—Canela, la maestra de física quiere hablar contigo, te espero aquí de vuelta -Dijo la maestra.
Alonso se llevó una gran sorpresa al darse cuenta quien era la persona que tenía que llevar al salón, sintió su estómago darle vueltas, estaba nervioso ya que ese chico era el que no le quitaba la mirada de encima.
—Hola -Pronunció nervioso.
El pelinegro solo siguió caminando y lo ignoro, llegaron al salón y Alonso se dirigió a su lugar y observaba por la ventana como la maestra regañaba a José, miraba cada movimiento de este.
—Aguas que se te cae la baba -Se burlo su amigo.
—¿De qué hablas? -Dijo nervioso.
— No has apartado la mirada de ese tal José.
—Me parece un chico bastante interesante, ¿crees que sea buena idea hablarle?
—Después de que me contaste que hace menos de 5 minutos te ignoro. No lo creo Alonso, ese chico es difícil y jamás a aceptado a nadie, no tiene amigos -Dijo Freddy.
—Pero no pierdo nada con intentarlo -Sonrío.
Llego la hora del receso, Villalpando dispuesto a ser amigo de canela se dispuso a buscarlo, lo encontró sentado abajo de un árbol alejado de todos.
—Hola -Saludó nervioso y de nuevo el no respondió.
—¿Que quieres? -Hablo molesto el pelinegro.
—Pues, te vi solo y pensé que querrías compañía -Sonrío.
—Pues lamento decirte que pensaste mal -dijo molesto el pelinegro.
—Pero un poco de compañía no te importa, ¿o si? -Se sentó a su lado, el pelinegro volvió a mirarlo y se levanto dejando al ojiazul solo, otra vez.
—Este chico es más difícil de lo que pensé -Bufo el pelirrojo.
Lo que José no sabe es que cuando al pequeño pelirrojo se le mete una idea en la cabeza nada ni nadie pueden sacársela.